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sábado, 30 de diciembre de 2023

PERÚ: Entre la mentira y la maldad

Menuda forma de acabar el año para ocuparnos en esta oportunidad de un impresentable sujeto de lo más ruin y miserable - judío tenía que ser - considerado como un referente de los caviares y corrupto a mas no poder, pero que sospechosamente hasta ahora la justicia lo le pone las manos encima a pesar de las múltiples pruebas que lo incriminan en graves delitos. Es más, se dice que la policía tiene orden de “protegerlo” ¿Que corona posee este roedor? Nos referimos obviamente a Gustavo Gorriti, conocido mercenario a sueldo de Odebrecht, de quien la prensa está ocupándose profusamente en estos días, por lo cual he decidido reproducir uno de esos artículos - entrecomillado claro está - el cual ofrezco a continuación por su interés ¿vale?: “Gustavo Gorriti y la empresa Odebrecht son inseparables, habiéndose convertido en un operador político de la empresa brasileña. Desde mediados del 2018, cuando el Instituto de Defensa Legal habló con insistencia de la existencia de una organización criminal al interior del poder Judicial, liderado por un vocal supremo y el presidente de la Corte Superior de Justicia del Callao; el Instituto de Defensa Legal, liderado por Gorriti, aspiró a convertirse nada menos que en ‘censor de la vida nacional’ (?). La judicialización de la política o la justicia administrada desde los grandes medios de comunicación han sido promovidas por los grupos El Comercio, La República y RPP, siendo evidente que el Instituto de Defensa Legal ofrecía ‘primicias’ periodísticas filtradas desde el Ministerio Público y particularmente desde el Equipo Especial Odebrecht a cargo de los fiscales Rafael Vela Barba y José Domingo Pérez. A ellos debemos agregar a un conocido lagarto llamado Martín Vizcarra, desleal y sin escrúpulos, quien el 28 de julio del 2018, anunció en un mensaje a la Nación una aparente ‘lucha frontal contra la corrupción’, decidiendo desplazar de la Fiscalía de la Nación Pedro Chávarry, y para lograr ese vil propósito se gestó una infame campaña de demolición en su contra por parte de los medios vinculados al "Club de la Construcción" y a José Graña Miró-Quesada, o sea a la corrupta Odebrecht. En todo momento, Gorriti y el Instituto de Defensa Legal se mostraron como mediocampistas en una cancha de futbol, repartiendo pelota, dando pases largos o cortos e incluso jugando en pared con Vela Barba y José Domingo Pérez. En todo momento, Gorriti declaraba, sobre todo a Canal N, que la empresa Odebrecht ‘solo había cometido errores y que, como había sucedido con otras empresas o corporaciones internacionales en el mundo, debía pagar una penalidad y quedar habilitada para seguir contratando con el Estado’. Lo cierto es que el punto de vista expresado por Gorriti en diversas entrevistas, se ha cumplido, porque a la fecha la corrupta empresa Odebrecht se ha comprometido a pagar una exigua penalidad a lo largo de 15 años, ha sido exonerada de pagar una millonaria deuda a la SUNAT, sus directivos solo son delatores y han sido eximidos de toda responsabilidad penal. El Acuerdo de Colaboración Eficaz es un "secreto de Estado", desconociéndose hasta la fecha sus cláusulas, existiendo la sospecha fundada de que fue redactado por Odebrecht o en su defecto en las oficinas del Instituto de Defensa Legal. Por todos es sabido que Odebrecht y otras empresas constructoras brasileñas son parte de una "coalición política empresarial" gestada durante los gobiernos de Lula da Silva en Brasil y responde a un plan con el claro propósito de participar en la ejecución de las grandes obras de infraestructura en América Latina y consolidar la hegemonía política de Brasil en la región. Odebrecht, como empresa constructora con larga experiencia, de la mano del Partido de los Trabajadores y bajo el liderazgo de Lula, no dudó en multiplicar su radio de influencia en toda América Latina, aumentando su hegemonía en alianza con grupos nacionales en cada país. En el Perú, la empresa "Graña y Montero" se asoció empresarialmente con la empresa brasileña, logrando tejerse la "trama de Odebrecht". En un contexto como el descrito, luego de que los ilícitos de Odebrecht fueran probados por el Departamento de Justicia de los Estados Unidos y la par en diversos países latinoamericanos se incriminara a esta empresa por la comisión de graves ilícitos penales; la empresa Odebrecht en el Perú diseñó una estrategia legal y política. A finales del gobierno de Ollanta Humala, se iniciaron investigaciones en el Congreso, sin embargo, ya en el gobierno de Pedro Pablo Kuczynski el caso Odebrecht tuvo un mayor impacto político. No olvidemos que la delación de Odebrecht precipitó la renuncia de Kuczinsky en marzo del 2018. Desde ese entonces la participación mediática de Gorriti fue evidente, por ello todo parece indicar que la empresa Odebrecht lo eligió como operador político para defender sus intereses con grave perjuicio del Perú. Entendemos que esta elección fue motivada porque los altos directivos de Odebrecht reconocieron la capacidad de Gorriti, para manipular, mentir, tergiversar los hechos y sobre todo por la evidente soberbia, intolerancia y vocación por la maldad que lo caracteriza. Gustavo Gorriti, que cumplió un papel nefasto en el periodismo y en la política panameña a finales de los años noventa, no tuvo reparo en ser prácticamente el ‘guardaespaldas’ de Alejandro Toledo durante la ‘Marcha de los Cuatro Suyos’ en el año 2000. El país recuerda la estrecha relación entre Toledo y Gorriti, como tampoco debe olvidarse la generosa ‘donación’ de un millón de dólares por parte del judío George Soros para impulsar la organización de la movilización de protesta ciudadana en ese entonces. De esta manera, con el liderazgo de Gorriti, bajo la pauta dictada por el Instituto de Defensa Legal, se pretende construir un supra poder, que goza de licencia para denostar, señalar responsabilidades penales o eximir de culpa a los directivos de Odebrecht y la empresa "Graña y Montero". La existencia de un supra poder le está causando un daño irreparable al país, que va más allá del ámbito político. En los últimos años, tanto Odebrecht como Gorriti se han convertido en actores políticos, que buscan impunidad para unos, señalando selectivamente responsabilidades en determinados sectores políticos del país. ¿Con qué autoridad moral habla Gorriti, cuando es financiado por la cooperación internacional solventada por los magnates de la globalización? El mundo sufre los embates de un globalismo avasallador, que pretende imponer una agenda signada por los puntos esbozados en la Agenda 2030 de las Naciones Unidas. El Perú debe afirmar su soberanía, el Acuerdo de Colaboración Eficaz debe ser publicado, la empresa Odebrecht y las otras empresas brasileñas deben ser denunciadas penalmente y resarcir al Estado con altas penalidades. Hoy los libretos se repiten, las acciones fiscales se replican como hace unos años. Nadie es "intocable", ni los fiscales Vela Barba, ni José Domingo Pérez, tampoco Gustavo Gorriti. Medios de comunicación y periodistas sin ética han cumplido y cumplen un papel funcional a los intereses de Odebrecht. No nos confundamos, Odebrecht y Gustavo Gorriti se necesitan mutuamente buscando la impunidad de sus delitos”. Y debido a ello, deberán castigados ejemplarmente, agrego yo. Ese día llegara cuando los parásitos caviares sean expulsados del Poder Judicial, comenzando con la JNJ. Ha llegado la hora de fumigar a esas ratas ¿A que espera el Congreso para hacerlo?

martes, 26 de diciembre de 2023

“EL AÑO NUEVO VELASQUISTA”: Una burda copia de antiguas celebraciones

En aquellos tiempos de locura colectiva en el país andino, donde una oprobiosa dictadura izquierdista instaurada mediante un golpe militar en 1968 por Juan Velasco Alvarado quiso erradicar de raíz todo tipo de celebraciones cristianas (para imponer el culto a la personalidad a su persona, buscando imitar groseramente a los sátrapas de los regímenes comunistas que por ese entonces pululaban en el mundo), como lo hizo inicialmente con la Navidad, reemplazando a Santa Claus por un esperpéntico personaje llamado Taita Noel y presentando al niño Jesús y a sus padres, vestidos de indios, sino que también pretendió hacerlo con las celebraciones de Año Nuevo, buscando “peruanizarlo” con una disparatada ‘ceremonia’ en la cual se entonarían loas incesantes al dictador y su “robolución”, con danzas folklóricas de fondo, haciendo además ‘ofrendas’ a Túpac Amaru, icono por antonomasia del régimen. ¿Y porque llevaba el gorro de Santa Claus? De seguro pensaban reemplazar a ese espantajo de Taita Noel - a quien se dice que comenzaron a tirarle piedras cada vez que quería acercarse a los niños - por el Túpac Noel que en lugar de regalos iba a repartir libros con el Plan Inca y otras obras “revolucionarias”. Afortunadamente para el buen gusto, esta absurda ‘celebración’ nunca se llevó a cabo, porque en agosto de 1975, el tirano, que padecía de cáncer terminal a tal punto que le amputaron una pierna, fue derrocado por un felón mediante un incruento golpe con apoyo de la CIA, quien de inmediato dispuso el desmantelamiento de todo aquello que estuviera relacionado con el velasquismo, entre ellas y en primer lugar obviamente, sus ridículas ceremonias. Sin embargo, esta pretensión no paso al olvido ya que un semanario de la época dio detalles de cómo iba a celebrarse a finales de aquel año. La crisis económica se agudizaba cada día más, por lo buscaban un medio para distraer a la indiada del desastre que ellos originaron y que mejor que una ceremonia de varios días de duración donde correría el alcohol a granel. Pero leyendo la citada publicación, se puede constatar que los “ideólogos” del régimen no tenían ni imaginación, ya que todo era una burda copia del Año Nuevo Andino, el cual es una antigua tradición adoptada por el Imperio Inca. Esta celebración tiene lugar cada 21 de junio, que coincide con el solsticio de invierno en la zona del hemisferio sur, donde está ubicado el Perú. El Año Nuevo Andino era un festejo religioso en la época prehispánica donde rendían culto al dios Sol (Inti) y la Madre Tierra (Pachamama). Esta fiesta nació para rendir honor y respeto en el día más oscuro del año, ya que la creencia marcaba que aquí se reiniciaban los ciclos de cosechas. Así, se agradecía al Sol y la Pachamama por los alimentos otorgados, además de pedir por una nueva buena temporada de siembras en los productos agrícolas. Durante el Año Nuevo Andino, había ofrendas, sacrificios, actividades culturales y artísticas para retribuir la ‘bondadosa’ que era la conexión ancestral del Inti con la Madre Tierra y la repercusión que tenía está con los indios. Como podéis notar, esta celebración (que continúa llevándose a cabo en los andes peruanos cada 21 de junio) es la que los velasquistas también quisieron apropiarse y “trasladar” su celebración a Lima el 31 de diciembre. Es más, cuenta 7 Días, que hasta planearon realizarlo en el hipódromo de Monterrico, que iba a ser expropiado y reconvertido en el “Parque Popular Túpac Amaru” pero un hecho fortuito impidió que ello ocurriera, como fue el triunfo del caballo Santorin en el por entonces afamado Gran Premio Carlos Pellegrini en Buenos Aires en 1973, por lo que el dictador, ebrio como nunca, agarro el decreto de expropiación del hipódromo que ya lo tenía firmado, rompiéndolo en pedazos, mientras decía emocionado “Que parque ni que parque caraj…. Viva el Perú”. Entonces sus “ideólogos” buscaron otro lugar donde hacerlo y le echaron el ojo al Golf de San Isidro, pero la grave crisis económica los obligo a posponer sus planes para finales de 1975. Sin embargo, la caída del régimen en agosto de ese año acabo con todos sus desvariados sueños, que hoy yacen en el basurero de la ignominia ¿A qué no?

sábado, 23 de diciembre de 2023

ARGENTINA: Un duro despertar

Mientras el Perú es un país con una obsesión enfermiza por los fracasos colectivos - desde la política hasta el deporte - en el Cono Sur del continente surge la Argentina como un faro a seguir en medio de un mar embravecido, en el cual se encontraba producto del desastre kirchnerista y para combatirlo, el nuevo gobierno ‘libertario’ de Javier Milei ha tomado radicales medidas económicas que han generado gran controversia, no solo por su dureza sino también por la forma en que fueron emitidas, generando gran oposición entre la clase política, pero fuerte apoyo del empresariado. Como sabéis, la elección de Milei como presidente de Argentina se vivió como un hecho divisorio, tanto dentro como fuera del país. La mayoría de las opiniones se situaron en ambos extremos, sin conocer un término medio. Tampoco se hizo ningún esfuerzo por introducir matices y grises allí donde solo estaban instalados el blanco y el negro, de modo que lo que para unos era una gran oportunidad, para otros un absoluto desastre. Entre los primeros, los críticos acérrimos del Foro de Sao Paulo y del Grupo de Puebla, el triunfo de Milei también era el triunfo de la libertad y una derrota absoluta del comunismo latinoamericano y el inicio de una senda triunfal. Para los segundos - más preocupados porque la farsa que ellos crearon se hizo trizas con la llegada del ‘libertario’ a la Casa Rosada - fue un duro golpe para sus intereses, recordando el precedente Bolsonaro, que tantas pesadillas les causo. Por eso, hay que estar pendientes de sus maniobras obstruccionistas, sobretodo en el Congreso donde el oficialismo es minoría, por lo que se pueden avizorar futuras calamidades. De ambos lados de la grieta se encuentran aguerridos cruzados de la “guerra cultural”, la renovada herramienta política e ideológica que sirve para descalificar al otro y obturar cualquier diálogo posible. Una guerra que convierte al adversario político en enemigo. Y, ya se sabe, al enemigo ni agua, solo combatirlo y eliminarlo. A partir de tal premisa, el valor tradicional de la política en tanto solución negociada de los conflictos queda relegado a un lugar imposible. Si abundan las descalificaciones, sobran las palabras y los argumentos. Más allá de las opiniones absolutas, la presencia de Milei provocará cambios en el equilibrio de fuerzas regional, comenzando por Mercosur y la Celac, e incluso en la OEA. Hay dos cuestiones sobre Mercosur que merecen ser consideradas, como la relación con Brasil, esencialmente con el presidente Lula y el Tratado de Asociación con la Unión Europea (UE). Si bien existe la voluntad de ambas partes de reconducir una relación que empezó con mal pie, la invitación a Jair Bolsonaro para acudir a la toma de posesión de Milei solo sirvió para crispar aún más un clima de por sí bastante enrarecido. De todos modos, el nuevo presidente deberá elegir entre el cariño a sus amistades particulares y la defensa del interés nacional, ya que una vez en la Casa Rosada, se ha dado cuenta que es muy difícil cruzar determinadas líneas rojas, más aun cuando no tiene mayoría en el Congreso. Ello determino que haya tenido que recurrir a inicios de esta semana a dictar un sorpresivo decreto de necesidad y urgencia (DNU) que en sus 83 páginas contiene los 366 artículos del titulado “Bases para la reconstrucción de la economía argentina” (que diversos analistas lo comparan al Fujishock dado por Kenyo Fujimori en el Perú durante la década de los 90, en un país inmerso en una terrible hiperinflación), intentando pasar por encima del Legislativo, lo cual le ha generado muchas críticas, aunque el rotundo fracaso de las marchas de protesta organizadas por el kirchnerismo, le ha dado fuerzas para seguir adelante con su plan privatizador. Otra cuestión importante es el cierre del Acuerdo de Asociación Mercosur – UE. Si se confirmaran los avances recientes y se dejaran definitivamente atrás la mayoría de las pulsiones proteccionistas que impedían concluir con más de 20 años de negociaciones interminables, la firma del Tratado sería un logro para todas las partes. Para el nuevo gobierno argentino comenzar su mandato bajo el signo del Acuerdo sería un importante espaldarazo, y para ello valdría la pena que aquí también primara el sentido común, a pesar de los ataques lanzados por el propio Milei a un organismo que prometió “desaparecer” , pero que cambio de discurso una vez que llego al poder. En tanto, en la Celac y en la OEA, todo indica un mayor alineamiento con EE.UU. y una condena más firme de las violaciones de los derechos humanos por parte de los regímenes dictatoriales de Cuba, Nicaragua y Venezuela. Sin embargo, es posible que en lo relativo a otros gobiernos izquierdistas, como los limítrofes de Chile y Bolivia, la relación sea más compleja pero más beneficiosa para ambas partes. Y es que más allá de los floridos intercambios retóricos que tuvieron - que hablaban de un claro alineamiento de unos contra otros, de buenos contra malos - el futuro pinta más monótono, más propenso a buscar ciertos acuerdos, pero también algunas contradicciones. Para nadie es un secreto que América Latina es una región fragmentada y la fragmentación cruza la región en varias direcciones, sin establecer bloques políticos o ideológicos bien definidos. Esto afecta, obviamente, las relaciones intrarregionales, atravesadas por intereses contrapuestas y contradictorios. Milei podría tener buenas relaciones con el presidente A y pésimas con el B, ambos próximos al Grupo de Puebla o, incluso, al bolivarianismo, pero esto no significa que comulgue con los puntos de vista de A y rechace los de B. Por el contrario, solo supondría que a partir de tal decisión habría puesto los intereses nacionales por encima de la confluencia ideológica. Una muestra de ello es su acercamiento a China, al cual anatemizaba en su virulenta campaña. Otro retroceso fue dejar “para más adelante” la dolarización del país, anunciado insistentemente en su campaña a pesar de advertírsele que en estas circunstancias sería una operación muy riesgosa. Demás decir que de ganar Donald Trump el próximo noviembre, en unas elecciones donde es el claro favorito - a pesar de las trabas que el establishment le coloca para impedir su postulación - el acercamiento a Washington y Buenos Aires podría desarrollarse de una manera mucho más profunda que las que puede llevar actualmente con el discapacitado físico y mental de Joe Biden, del cual uno no se puede confiar. No cabe duda que el desafío que enfrenta Milei es enorme debido a la grave situación económica con la que se encontró , pero esperemos que pueda salir adelante y coinvertirse en un ejemplo a seguir en la región. Si bien las medidas tomadas son duras, eran necesarias, porque es la única solución posible para salir de la crisis. Sin embargo, en relación al DNU, más allá del cuestionamiento político de la oposición, principalmente del kirchnerismo y de la CGT, la mayor polémica está dada por la constitucionalidad o su falta de ella del decreto. Como el DNU no especifica concretamente la fecha de entrada en vigencia, lo hará a partir del octavo día de su publicación en el Boletín Oficial. Asimismo, en un plazo de 10 días, la iniciativa deberá ser enviada a la Comisión Bicameral Permanente de Trámite Legislativo del Congreso, un organismo integrado por ocho diputados y ocho senadores que debe emitir un dictamen sobre el fondo y la forma del decreto que, luego, deberá ser analizado por ambas cámaras. Sin plan B, Milei está decidido a avanzar a fondo con las medidas y su entorno trabaja para la construcción de un liderazgo. Uno de los principales colaboradores del presidente explicó de esta manera en las horas previas a la oficialización del DNU: “Acá no hay término medio, o volamos en algunos meses o hay proyecto libertario para rato”, aseguró el asesor en la noche del martes, mientras todavía se revisaban los 366 artículos a través de los cuales Milei deroga y modifica cientos de leyes, flexibiliza el mercado laboral y sienta las bases para la eventual privatización de empresas públicas, entre otras iniciativas. Como era de esperar, el PJ (del cual el kichnerismo es la facción más importante) y el radicalismo advirtieron con la posibilidad rechazar el decreto en el Congreso, y pidieron que la Casa Rosada presente su paquete de reformas pero por ley. Empieza, en ese sentido, una frenética negociación cuyo desenlace puede ser bisagra para las pretensiones de Milei. Para agravar las cosas, ambos grupos están cerca de alcanzar los votos para anularlo en el Congreso ya que solo se necesita alcanzar la mayoría simple en ambas Cámaras. De lograrlo, la reacción de Milei será abiertamente confrontacional, pero no nos imaginamos que pretenda cerrar el Congreso “buscando imitar a Fujimori” como aseguran sus adversarios políticos. De momento Milei ha anunciado que este decreto “es solo el comienzo” y prepara una 'ley ómnibus' con reformas que deberán pasar por el Congreso, mientras a su vez intentara aislar al kirchnerismo, por lo que la crispación se acentuara más de lo que ya está... Días difíciles le esperan a la Argentina (Por cierto, es triste observar como los peruanos - que ya pasaron por esta dura prueba - no hayan aprendido la lección y su país muestre signos de descomposición a todo nivel, especialmente entre su desprestigiada y corrupta clase política, quienes luchan ferozmente por mantener sus cuotas de poder en las instituciones del Estado, sin importarles que el Perú se acerca peligrosamente al punto de no retorno, mientras los ‘antisistema’ esperan ansiosos su oportunidad)

martes, 19 de diciembre de 2023

MISA DE GALLO: ¿Por qué se denomina así y desde cuándo se celebra?

Entre los acontecimientos religiosos durante la Navidad se encuentra la conocida Misa del Gallo, que se celebra a las 12 de la noche el día de Nochebuena, es decir, justo cuando comienza el día de Navidad. Esta es la forma en la que se recibe el día de la conmemoración del nacimiento de Jesús. Ahora bien, ¿cómo surgió el nombre de esta misa y por qué? ¿Cuándo se comenzó a celebrar? La mayoría de los historiadores coinciden en que fue el Papa Sixto III quien, durante el siglo V, instauró la costumbre de celebrar una misa de vigilia nocturna de medianoche del día de la celebración de Jesús. La celebración se realizaría en el ‘ad galli cantus’, es decir, con el canto del gallo, de ahí su nombre. Además de esa teoría, hay quienes aseguran que el origen del nombre de la Misa del Gallo tiene su lugar en la celebración de la misma en la Basílica de S.Petrum in Gallicatum, en Jerusalén. Según cuentan, la iglesia tomó el nombre de esta misa de un episodio de las Escrituras que relataba como “Jesús advirtió a Pedro que este le negaría tres veces antes que el gallo cantase” como en efecto sucedió. Lo que sí sabemos es que esta tradición navideña de origen cristiano se lleva celebrando desde hace siglos en honor al nacimiento de Jesús durante la primera hora de la Navidad, es decir, de madrugada. Sin embargo, hoy en día, la misa del gallo no se celebra necesariamente a medianoche. Esto puede deberse a una variedad de razones. El Vaticano, por motivos de salud del Papa, por ejemplo, ha cambiado en ocasiones la hora de la misa para que termine celebrando a las 19:30 horas en lugar de la medianoche. Acudir a la iglesia para escuchar la misa del gallo es lo que marca la tradición y aunque antaño esa misa se celebraba obligatoriamente a las doce de la medianoche tras la cena de Nochebuena, con el tiempo se ha acabado adelantando para quienes deseen primero acudir a celebrar el nacimiento de Jesús antes de irse a casa a cenar con los suyos. Por cierto, en el caso de que no poder asistir a la Misa del Gallo, se puede seguir en directo por el canal oficial del Vaticano - Vatican News - a partir de las 19:30. También será posible ver esta misa desde la comodidad de vuestros hogares en la TDT `por ATV+ o Pax Televisión a la misma hora que de hecho, la emiten también desde la Basílica de San Pedro en el Vaticano.

sábado, 16 de diciembre de 2023

PERÚ: Convicto y confeso

Venga ya, lo que sucede en el país andino ya no debería sorprender a nadie, pero lo hace. Y de la peor manera. Que un despreciable asesino de policías, adicto a la marihuana y con evidentes trastornos mentales como Antauro Humala pueda ser candidato a la presidencia, dice mucho de la degradación de la política peruana. Si se creía que con un delincuente terrorista como Pedro Castillo (alias Abimael 2.0) se había llegado a tocar fondo, por lo visto nos habíamos equivocado. Como sabéis, en más de una ocasión hemos expresado que la democracia debe utilizar todas las herramientas legales a su disposición para defenderse y adaptarse cuando sea necesario. Una democracia que prioriza el formalismo sobre su esencia o sobre el sentido común se vuelve, más temprano que tarde, presa fácil de los demagogos, populistas y radicales que simulan respetar las reglas de juego para hacerse del poder. Eso es, sin embargo, exactamente lo que viene pasando con la inscripción del partido político liderado por Humala. Como recordareis, hace unos días, el cuestionado Jurado Nacional de Elecciones (JNE) confirmó una resolución de la Dirección Nacional de Registro de Organizaciones Políticas (ROP) que declara infundada una tacha contra la inscripción de la organización política Alianza Nacional de Trabajadores, Agricultores, Universitarios, Reservistas y Obreros, (o, por sus iniciales, Antauro)… más caudillista no podría ser. Las razones del JNE son, francamente, absurdas. En sus redes sociales, la entidad señaló que “los medios probatorios presentados sobre el señor Antauro Humala no son vinculantes a la agrupación, ya que de la revisión del acta de fundación y de la consulta al sistema del ROP este no posee la condición de fundador ni miembro de la dirigencia partidaria, sino la de afiliado”. En otras palabras, el partido se llama Antauro, pero Antauro Humala no sería más que un simple miembro, sin mayor injerencia en la organización. Esto es, obviamente, ridículo, y debe ser denunciado como tal. De esta manera, los caviares del JNE están permitiendo la infiltración de un lobo apenas escondido entre corderos en la base del sistema democrático. Como protagonista de la sublevación militar denominado el Andahuaylazo en el 2005 durante la cual se asesinó a cuatro policías, Humala fue condenado a 19 años de prisión (purgó 17 años y siete meses ‘gracias’ a ilegales beneficios del INPE). Es falsa la narrativa que pretende revestir a los sucesos de Andahuaylas con un aura de heroicidad. No hubo ningún acto épico ni gesta alguna ni ninguna rebelión justificable. Se cometieron execrables delitos que motivaron una condena judicial para Humala. Conviene tener en cuenta la naturaleza del llamado Andahuaylazo, más aún cuando su autor tendría la intención de insertarse en la vida política y presentar alguna candidatura que quizá ganaría adeptos, sobre todo en aquellos sectores resentidos caracterizados por respaldar propuestas distintas al statu quo. Este psicópata asesino jamás se ha arrepentido por sus crímenes y desde hace décadas difunde un discurso violento, xenófobo y totalitario. Sus principios están reñidos con cualquier práctica democrática y no tiene mayor escrúpulo en hacerlo explícito a quien se lo pregunte. Ahora busca imitar al salvadoreño Nayib Bukele para combatir a la corrupción institucionalizada en el Estado a todo nivel y a la delincuencia venezolana que campea a sus anchas en el Perú, presentándose como el “salvador de la Patria”, cuando en realidad es más de lo mismo… Y en su peor expresión. El etnocacerista, sus estrategas y propagandistas lanzaron un acomodado eslogan para la competencia política: “Hay que bukelizar al Perú“. ¿Qué significa esto? hacerlo “desde arriba”, dice, fusilando presidentes corruptos; y “desde abajo”, expulsando extranjeros. Pero ¿el bukelismo acciona de la misma forma en El Salvador? No es así. Antauro ha llegado a plantear “campos de concentración” para los venezolanos en Perú. Es impredecible el alcance de estos arrebatos de locura entre sectores marginales de la población incitados hacia la violencia. Antauro pugna por “refundar” el país con una perorata ideopolítica extrema dentro de la democracia representativa; aquella en la que no cree realmente, pero que le da una ventana táctica electoral (como pasó con Hugo Chávez, Evo Morales, Daniel Ortega, Gustavo Petro y hasta con los herederos de Sendero Luminoso en 2021 en Perú) para proyectarse hacia el poder congresal y presidencial. Si hasta el limitado Castillo pudo llegar al poder - con fraude y todo debe pensar -, él podría repetir la chance eleccionaria ya que tiene el incondicional apoyo del JNE. Durante años, el antaurismo o “radicalismo reservista” diseminó por el país una narrativa potente para el combate político. Las inflamadas arengas fueron absorbidas por una indiada a favor de una “asamblea constituyente etnonacionalista“.Lo cierto es que, apartando sus bufonadas, no hay de fondo una real prédica democrática ni de combate anticorrupción. Mucho menos una “libertaria” como se vende. Cero. Solo la ingenuidad o la temeraria apuesta política pueden considerarlo así. Quien se declara además admirador de Sendero Luminoso y que asimismo colaboró activamente con el régimen delincuencial de Castillo, no ofrece ninguna confianza. Por ello, expertos en la materia han explicado que el JNE debió utilizar los mismos principios básicos que arguyó para denegar la inscripción del MOVADEF (organismo de fachada de Sendero Luminoso) como agrupación política formal. En particular, la autoridad electoral debió aplicar el artículo 2 de la Ley de Organizaciones Políticas que establece que los partidos tienen la obligación de “asegurar la vigencia y defensa del sistema democrático”, así como “preservar la paz, la libertad y la vigencia de los derechos humanos”. Por el contrario, si un condenado por homicidio y secuestro agravado, que además denuesta habitualmente el Estado de derecho, la democracia y los derechos humanos, puede formar un partido con su nombre y postular a la presidencia gracias a una burda jugarreta legal, la ley es, entonces, en la práctica, letra muerta. El error de la inscripción ya no se puede enmendar. Lo que sí se puede evitar es la postulación de Antauro. Desde el Congreso, además, algunos parlamentarios se han apresurado a reactivar el dictamen de la Comisión de Constitución que impediría la postulación a cargos de elección popular de los sentenciados por terrorismo, rebelión, sedición, asesinato y otros. Con un escenario político para las elecciones del 2026 que se espera aún más fragmentado que la del 2021, que gracias al fraude caviar montado por el JNE en complicidad de la RENIEC y el INPE, mas a “bendición” de la JNJ - posibilito la “elección” del burro chotano, es indudable que esperan repetir esa burda maniobra en dichos comicios para favorecer a como de lugar a Humala, un desenlace que sería trágico para el país. Por cierto, la trasnochada ideología que profesa, le fue inculcada por su padre, Isaac Humala, para quien el concepto de la raza es uno de sus pilares, destacando la presencia de una “raza cobriza”, en referencia a las personas nacidas en los Andes. “La especie humana tiene cuatro razas, de las cuales una está prácticamente apartada, la blanca domina el mundo, la amarilla tiene dos potencias, China y Japón, y la negra, pese a no estar tan bien como las dos anteriores, al menos domina su continente. En cambio, la cobriza no gobierna en ningún lado. Nosotros pensamos hacer eso, parece algo imposible, pero somos utópicos en ese sentido, tenemos esperanza en momentos en que esta ya se ha perdido, eso es lo que nos diferencia”, explico en una entrevista. Su búsqueda por restaurar el antiguo territorio del Imperio Inca en sus límites originales, la nacionalización de la industria peruana y la aplicación de la pena de muerte son algunos de sus polémicos objetivos. Cabe precisar que el discurso radical en un ambiente polarizado que se vive en el Perú, convierte a Humala en un personaje con la capacidad de lograr un importante porcentaje de votos, no solo suficientes para lograr pasar a una segunda vuelta, sino también para colocar a un número importante de congresistas. La historia reciente muestra que de una forma suicida, la atracción de los peruanos por caer al abismo sigue vigente. Que siempre habrá personajes sin ningún aprecio por la democracia que se valen de ella para lograr sus objetivos. Y que el mejor aliado de los antisistema son las reglas del sistema aplicadas sin sentido común. Hay que repetirlo: el antaurismo encarna un peligroso desafío que incuba el odio y los conflictos extremos y proviolentos. No se conforma con el factor “clasista” de lucha de clases marxista, además cruza destornillado vía el factor “etnocultural” hacia la lucha de razas. Es letal. Incitando los instintos sociales básicos para la polarización aparece incluso la xenofobia como arma polítizada y electoralista. Este ultranacionalismo prospera con la confrontación gradual y “popular”. No se trata de un simple radicalismo, sino de un extremismo violento apenas contenido por el cálculo político circunstancial. Es por ello que para impedirlo con apego a sus propias reglas, el sistema institucional debe cerrar la puerta a impresentables sujetos que, luego de intentar dinamitarlo desde fuera sin éxito, pretenden ahora hacerlo desde dentro como en su momento quiso hacerlo Castillo. La democracia debe ser tolerante, pero no estúpida. (Cabe agregar que en un acto por lo demás cobarde, el Congreso ha decidido posponer hasta marzo del próximo año el debate de la moción para destituir a los parásitos caviares de la JNJ programado para este viernes. Por lo visto, los tentáculos de esa mafia son poderosos)

martes, 12 de diciembre de 2023

KHIPUS: El código secreto de nudos de los incas

Desde principios del siglo XV, los incas construyeron un enorme imperio en América del Sur. Lo llamaban Tahuantinsuyu, nombre quechua que significa “las cuatro regiones”, y se extendía por una vasta área que ocupaba lo que hoy es el sur de Colombia, Ecuador, Perú y buena parte de Chile, así como la zona occidental de Bolivia y el noroeste argentino; en total, una superficie de unos dos millones de kilómetros cuadrados. El funcionamiento del Imperio inca no tenía nada que envidiar al de los reinos europeos. El Estado centralizaba la producción agrícola y manufacturera, basada en las cuotas obligatorias de trabajo personal, y todo ello estaba perfectamente gestionado por un complejo y jerarquizado cuerpo de funcionarios. Sin embargo, los incas carecían de un instrumento que siempre se ha considerado indispensable para el mantenimiento de un imperio: un sistema de escritura. ¿Por qué no desarrollaron nunca el arte de las letras? La respuesta es que disponían de un objeto que la hizo innecesaria, un sistema de registro único y de gran precisión llamado quipu. El quipu (del quechua khipu, que significa “nudo”) era un artefacto textil compuesto por cordeles y nudos. A pesar de su sencillez material, fue la base de un complejo sistema a través del cual los quipucamayocs - o especialistas en quipus -dejaban constancia de todo aquello que tuviese importancia para el Imperio. Los cronistas españoles del siglo XVI se mostraron maravillados por la cantidad de información que estos hilos podían albergar. Por ejemplo, José de Acosta los describía así: “Son quipus unos memoriales o registros hechos de ramales, en que diversos nudos y diversos colores significan diversas cosas. Es increíble lo que en este modo alcanzaron, porque cuanto los libros pueden decir de historias, y leyes, y ceremonias y cuentas de negocios, todo eso suplen los quipus tan puntualmente, que admiran”. Pedro Sarmiento de Gamboa escribió que “es cosa de admiración ver las menudencias que conserven en aquellos cordelejos” y, más tarde, Fray Martín de Murúa afirmaba que aquello que habían dejado registrado, “aunque pasasen muchos días, se acordaban como si pasase en aquel instante”. Para elaborar un quipu tan sólo se necesitaba una cuerda dispuesta en posición horizontal (cuerda principal), a la que se unían cordeles de menor grosor que pendían verticalmente (cuerdas secundarias) y a los que, a su vez, podían unirse otros cordeles (cuerdas subsidiarias). Para registrar la información se hacían nudos sobre las cuerdas secundarias y subsidiarias, es decir, todas aquellas que colgaban de la cuerda principal. La longitud de los cordeles podía variar, pero el largo de la cuerda principal siempre era mayor que el espacio ocupado por los cordeles secundarios. Eso implicaba que uno de sus cabos quedaba suelto y servía para enrollar el quipu una vez ya no se usaba. Luego se podía colocar algún elemento distintivo en el quipu enrollado, como una pluma de colores, para que fuera fácil de identificar en un espacio donde se guardaran varios de estos objetos. Las materias primas más utilizadas en la elaboración de los quipus fueron el algodón y la fibra de camélidos (principalmente de alpaca), si bien en ocasiones se empleaban otros materiales como fibras vegetales o el propio cabello humano. Algunos cronistas mencionan la existencia de quipus de oro, aunque entre los más de ochocientos ejemplares que se han conservado no se ha encontrado ninguno que esté elaborado con este material. Los cordeles podían ser de diferentes colores en un mismo quipu e incluso en una misma cuerda. Según la forma en la que se torcían los hilos para formar el cordel y el color de éstos, el resultado tenía una apariencia u otra (monocromos o policromos). Incluso encontramos cordeles que a medio cuerpo alteran el color. Los nudos tenían distintas formas: podían ser simples o compuestos, y al observarlos de cerca comprobamos que se realizaban a propósito hacia la derecha o bien hacia la izquierda. Sabemos que los quipus eran versátiles y permitían la modificación de determinados datos: únicamente era necesario deshacer los nudos y volverlos a anudar. Hoy sabemos que la forma en la torsión de los hilos, su color, la distancia existente entre los cordeles atados a la cuerda principal, la ubicación de los nudos, su forma y su dirección, así como la cantidad de nudos, eran variables que permitían registrar datos. En los quipus ningún detalle era casual, todo contenía información. Sin duda, constituyeron un sistema complejo que permitió almacenar con facilidad datos de todo tipo: administrativos (censos demográficos, control de tributos), calendáricos, genealógicos, históricos, religiosos… En el siglo XVI, Diego de Ávalos contaba que paseando por una zona de los Andes junto a un corregidor, ambos descubrieron a un indígena que escondía un quipu. Al ser preguntado por su contenido, el hombre contestó que era la cuenta de todo lo ocurrido por aquellas tierras desde que terminó el Imperio inca, y puesto que un día volvería a florecer, él debería dar cuenta a sus señores de “todos los españoles que por aquel real camino habían pasado, lo que habían pedido y comprado, todo lo que habían hecho así en bien como en mal”. Muchos investigadores han intentado descifrar el código que permita entender los quipus. En las décadas de 1970 y 1980, Marcia y Robert Ascher analizaron en profundidad un conjunto de 206 quipus con el objetivo de observar las variaciones en el tipo y la ubicación de nudos, así como el color, el largo y la conexión de cuerdas. De este modo, se dieron cuenta de que existía un tipo de quipus numéricos en los que los nudos están organizados según un sistema decimal que permite identificar las unidades, las decenas, las centenas, etcétera. Además lograron reconocer el valor de los nudos, que va del 0 al 9. De esta forma podemos “leer” las cifras que se plasman en los cordeles a través de la suma del número de nudos que representan unidades, decenas, centenas... Los estudios del matrimonio Ascher nos han permitido identificar los valores numéricos plasmados en determinados quipus, pero el problema radica en el hecho de que desconocemos a qué se refieren tales números. En primer lugar, porque no hemos podido descifrar otras variantes, como, por ejemplo, el significado de los colores de los cordeles. Además, los quipus iban acompañados de mensajes orales, que complementaban la información almacenada, por lo que funcionaban como un sistema mnemotécnico que requería de una información complementaria que hoy hemos perdido. Por otra parte, se sabe que había quipus “históricos” que servían para registrar los principales episodios de la historia de las dinastías incas, pero se desconocen las características de este sistema de escritura. Por todo ello, a día de hoy estamos lejos de reconocer el pleno significado de un quipu y es probable que nunca alcancemos a descifrar los enigmas que esconden estos “nudos de la memoria”. En un primer momento, con la conquista, los quipus fueron considerados objetos idolátricos, motivo por el cual se ordenó su destrucción. Sin embargo, la eficacia del quipu como sistema de registro llevó a los españoles a replantearse sus ideas. Paradójicamente, a los pocos años de la conquista y de las quemas de miles de quipus, la administración colonial impulsó su uso para que los indígenas llevaran el control de los censos. Incluso los curas animaban a los indígenas a “pensar bien sus pecados y hacer quipu de ellos” antes de las confesiones. Los quipus coloniales ya no seguían las pautas incaicas porque respondían a las nuevas necesidades del gobierno impuesto, pero la figura del quipucamayoc siguió vigente y fue un personaje importante dentro de la administración. De esta manera, tras la caída del Imperio inca, el quipu cambió, pero siguió vigente en sus bases; esto explica por qué, incluso hoy, en los Andes hay aún comunidades que siguen usando este útil ancestral. Normalmente son objetos rituales o de prestigio, o bien nuevos artefactos hechos con hilos que poco tienen que ver con los quipus incas, pero muestran el arraigo que tuvieron en la organización social andina.

sábado, 9 de diciembre de 2023

PERÚ: ¿Salvados del abismo?

Este 7 de diciembre se cumplió en el país andino un año de uno de los episodios más viles de su historia republicana reciente: el anuncio que hizo a través de los medios el delincuente terrorista Pedro Castillo - quien llego al poder mediante el fraude - de su decisión de “disolver temporalmente el Congreso”, “instaurar un gobierno de emergencia nacional” y “declarar en reorganización el sistema de justicia”, haciendo la precisión de que ello comprendía arrasar con el Poder Judicial, el Ministerio Público, la Junta Nacional de Justicia y el Tribunal Constitucional. Esa pretensión, en cualquier otro rincón del mundo civilizado, se trató obviamente de un golpe de Estado, un zarpazo al orden constitucional para imponer una sangrienta dictadura comunista. Pero para fortuna de los peruanos, la manifiesta incapacidad de ese infeliz se hizo evidente también en ese acto de atropello a la democracia y, en pocas horas, el golpe fue conjurado y él, vacado por una mayoría de más de cien integrantes de la representación nacional. Pero eso no significa que el hecho no ocurriese y, sin embargo, de entonces a ahora sus cómplices se han empeñado en negar que el golpe se produjera o en tratar de proporcionar explicaciones absurdas a lo que todos los peruanos vieron escucharon ese día. Están desde los que sostienen que solo se trató de un “gesto simbólico” hasta los que postulan la tesis de que ese oscuro individuo fue “drogado” e incluso “abducido por extraterrestres” para que leyese temblorosamente el mensaje en cuestión, preparado en realidad por una camarilla de asesores perversos. Los más temerarios, no obstante, son aquellos que sentencian, sin que se les mueva un músculo de la cara, que en realidad el golpe lo dio el Congreso y que Castillo fue una víctima. Entre ellos se cuentan, desde luego, algunos gobiernos izquierdistas de la región, convertidos en divulgadores de ‘fake news’ y, por eso mismo, expuestos a la vergüenza internacional. Lo preocupante es que hay encuestas que muestran que una porción - aunque no mayoritaria - de la población participa de esa lectura distorsionada de los hechos. Lo cierto es que ese delincuente sintiéndose acorralado por las múltiples y fundamentadas investigaciones sobre corrupción en las que estaban comprendidos este vil sujeto y sus allegados más cercanos, optó por patear el tablero. Fue una apuesta desesperada por impedir que el brazo de la justicia lo alcanzara. Y fracasó, miserablemente. Ahora, sin embargo, ante la arremetida de las mafia caviar contra la fiscal de la Nación, Patricia Benavides (ilegalmente suspendida de su cargo por seis meses), un personaje clave para que avanzaran los casos de corrupción que terminaron cercando al burro chotano, algunos de los cómplices antes aludidos formulan la ridícula tesis de que ello demuestra que este no cometió el crimen por el que se lo detuvo ni, presuntamente, todos aquellos otros por los que se le dictó prisión preventiva. Semejante pretensión, empero, no es sino un burda maniobra que no resiste el menor análisis. El ataque contra Benavides no descalifica sus investigaciones sobre Castillo. Lo que la ciudadanía debe tener presente ante cada uno de los moduladores de las coartadas con las que se pretende exonerar al ladrón y golpista de las consecuencias de su rapto dictatorial es que son tan autoritarios como él. Se fingen respetuosos de la democracia en tiempos de elecciones, pero apenas se les ofrece la oportunidad de imponer sus anacrónicas ideas o de sacar ventajas indebidas por la vía dictatorial, se aferran a ellos con furia desmesurada. No olvidemos sus feos rostros ni sus nombres, porque tarde o temprano llegará la hora en la que tendrá que pedírseles cuentas por lo que hacen. Mientras tanto, toca recordar el aniversario del 7 de diciembre como lo que fue: el intento desesperado de un analfabeto cercado por las huellas de la corrupción que atravesaba su régimen filosenderista buscando imponer mediante el golpe una satrapía que le garantizase impunidad y acabase con los inconvenientes que estorbaban el saqueo en marcha. La verdad como sabéis, y por más dura que sea, siempre sale a la luz. Ahora bien, la señora Dina Boluarte - quien lo sucedió en el cargo – cumplió al mismo tiempo un año como presidenta, un aniversario que casi nadie creía que alcanzaría si tomamos en cuenta que en los primeros meses de su gobierno el país se vio sacudido por una sangrienta asonada terrorista organizada por Sendero Luminoso que pedía su salida del cargo y la reposición del golpista, fracasando en su intento. Desde entonces, la gestión de la señora Boluarte ha navegado en una relativa calma, sin volver a ver su continuidad en peligro, es cierto, pero sin tampoco hacer mucho ruido como para comprometerla. Esta actitud de reserva se ha traducido en muchas acciones que van desde la insistencia de la mandataria en aprovechar cuanta ocasión se le presente para viajar al extranjero hasta en la falta de reflejos que ha mostrado el Gabinete para observar leyes abiertamente peligrosas de parte del Congreso. Por otro lado, es justo decir que, desde un inicio, el actual Ejecutivo mostró un saludable quiebre con el anterior. Logró constituirse con personas que no solo no cargaban con serios antecedentes penales como la banda delincuencial que rodeaba a Castillo, sino que además eran técnicamente solventes. Pero ese es apenas un primer paso para obtener una gestión eficiente que de ninguna manera basta por sí mismo. Y el principal problema con la presidenta Boluarte es que, a un año de su estreno en el cargo, pareciera que se conformó solamente con no ser como Castillo, un rasgo que el país ciertamente agradeció en sus primeros días, pero que a estas alturas ya no sirve para persuadir a nadie. Dentro de las cosas que uno espera de quien ostenta la jefatura del Estado, una de las más básicas es una visión clara del país. La señora Boluarte, sin embargo, no ha explicado hasta ahora cuál es la suya. No solo porque hace varios meses (siete ya) no da una entrevista a la prensa, sino porque cuando tuvo la ocasión de hacerlo durante el mensaje a la nación del último 28 de julio optó por pronunciar un largo, soporífero e inconexo discurso de más de tres horas que en estos momentos ya ni en el interior del Ejecutivo deben recordar. Pocos ámbitos reflejan mejor esta falta de norte que el de la inseguridad ciudadana. Como sabe cualquier peruano mínimamente informado, este año el país ha sufrido un recrudecimiento de las extorsiones, el sicariato y el cobro de cupos que las autoridades no han sabido atajar. La respuesta de Palacio de Gobierno ha consistido básicamente en declarar en emergencia una serie de distritos en Lima y Piura y proveer una serie de cifras que aparentemente demostrarían la eficacia de esta medida, pero que nadie ha visto hasta ahora. En lo que respecta al frente económico, las cosas no han sido mejores. Las proyecciones de crecimiento del PBI para este y el otro año han sido revisadas a la baja por el BCR múltiples veces a lo largo del año, la inversión privada y las expectativas empresariales no han conseguido ser reanimadas y es probable que en el 2023 la pobreza vuelva a crecer. Y, como hemos dicho anteriormente, si hace un año el gobierno podía culpar a su predecesor por el mal desempeño económico, esa carta ya no le sirve más. El otro año, además, el país enfrentará un fenómeno de El Niño anunciado desde hace meses y al que, no obstante, se hará frente con obras inconclusas. Si la presidenta no gestiona bien el desafío climático, las cifras económicas del otro año pueden ser incluso peores que las que ya se esperan. Es preciso por ello que el Gobierno vuelva la vista adelante. Ya no le sirve seguir mirando hacia atrás para sacarse lustre por no ser como su infame predecesor. El país merece más que eso: necesita recuperar la seguridad y las expectativas económicas para que, ahora sí, la presidenta Boluarte tenga algo de que vanagloriarse. En suma, el Ejecutivo ya no puede gobernar mirando hacia el pasado. ¿No os parece? (Por cierto, el hecho que el cuestionado JNE haya permitido la inscripción del partido del adicto a la marihuana y asesino de policías Antauro Humala para participar en los próximos comicios, demuestra hasta qué punto los parásitos caviares de ese organismo en componenda con la RENIEC y la ONPE están preparando un nuevo fraude electoral, “bendecidos” como no podía ser de otra manera, por la JNJ ¿A que están esperando en el Congreso para echar a patadas a todos esos miserables?)

martes, 5 de diciembre de 2023

PAMPA DE LA QUINUA: Donde se selló la Independencia

Ubicado en Ayacucho, en este histórico lugar se levanta un imponente monumento levantado en homenaje a los vencedores de la épica batalla de Ayacucho, ocurrida en 1824 y que marco virtualmente el fin del Imperio Ultramarino Español en América. Construido en 1968 durante el régimen del dictador Juan Velasco Alvarado con apoyo de Venezuela, para celebrar el sesquicentenario de dicho acontecimiento, el obelisco representa la identidad y orgullo de la provincia de Huamanga por ser el lugar donde alcanzó la libertad peruana. Realizada paradójicamente por un escultor español - Aurelio Bernardino Arias - el obelisco tiene una altura de 44 metros que simbolizan los 44 años que transcurrieron desde la revolución de Túpac Amaru II (1780) hasta la gesta emancipadora del 9 de diciembre de 1824. La pirámide es de base triangular enlucida con mármol y de planos laterales empinados configurando varios relieves, con entrantes y salientes que representan las regiones naturales del país y las diferentes conspiraciones, y de los precursores y próceres de la Nación. En el frente lleva la inscripción “La Nación a los vencedores de Ayacucho”. En el plano superior se encuentra la imagen de Simón Bolívar en forma de un medallón en alto relieve, más abajo aparece un grupo escultórico, con estatuas de tres metros de altura, representando a los generales patriotas que comandaron la batalla: Córdova, La Mar, Gamarra, Lara y Miller mirando hacia el Condorcunca. En la parte posterior, en alto relieve de bronce de 12 metros está representado una escena de la batalla; a los costados dos ángeles de la fama tocando sus trompetas que pregonan la gloria de Ayacucho. Además en las partes laterales destaca, los nombres de las unidades que participaron en la batalla de ambos ejércitos. Compa recordareis, a las 10 de la mañana del 9 de diciembre de 1824 en esta llanura a los pies del Condorcunca, el general Antonio José de Sucre, al mando de los 5,800 hombres del Ejército Unido Libertador del Perú, inició la batalla y lograría derrotar a los 9,300 hombres del ejército realista comandado por el virrey La Serna. Cobarde como siempre, Bolívar no participó en la batalla, ya que regreso a Lima “para servir de reserva a la América”. Las palabras de Sucre al final de las arengas de cada batallón, están cinceladas en la historia del Perú: “¡Soldados! ¡De los esfuerzos de hoy, pende la suerte de la América del Sur! (…) ¡Otro día de gloria va a coronar vuestra admirable constancia!”. Luego del triunfo, el jefe del estado mayor español, José de Canterac y el comandante general Antonio José de Sucre, firmaron la Capitulación de Ayacucho, documento por el cual España reconoce la independencia del Perú, su último bastión en América del Sur. Declarado como Patrimonio Cultural de la Nación en su 194 aniversario, cada 9 de diciembre se realizan en el lugar desfiles y ceremonias para celebrar el acontecimiento. Desde agosto de 1980, el lugar adyacente al pueblo de Quinua se denomina oficialmente “Santuario Histórico de la Pampa de Ayacucho”, para preservar su memoria histórica para América del Sur como por su flora y fauna. Además, en el 2018 el famoso obelisco fue declarado “monumento integrante del Patrimonio Cultural de la Nación”.

sábado, 2 de diciembre de 2023

PERÚ: La corrupción del Poder

Mientras en el país andino por estos días son noticia tanto el operativo montado por la mafia caviar en contra de la Fiscal de la Nación Patricia Benavides (quien cometió la torpeza de involucrar a la Presidenta Dina Boluarte en el asunto, con una improvisada y apresurada ‘acusación constitucional’ sin sustento alguno, considerado unánimemente como una cortina de humo para desviar la atención pública de las graves acusaciones que se le formulan), como la - de momento - frustrada excarcelación de Kenyo Fujimori, a quien sus seguidores consideran como el vencedor del terrorismo, prefiero concentrarme en los pormenores de la caída del régimen filosenderista de Pedro Castillo (alias Abimael 2.0) ocurrido el 7 de diciembre del 2022 y cuyo aniversario se celebrara en unos días. Uno se pregunta ¿dónde estaban ese infausto día los que eran - y los que se convertirían posteriormente - en los principales personajes políticos del Perú?. Esto es una breve reseña de ello ¿vale?. 7 de diciembre, Los Halcones 326, Surquillo: Dina Boluarte no había previsto el tema de la banda presidencial. Su equipo tampoco. Pero José Cevasco, el entonces oficial mayor del Congreso y futuro consejero presidencial, tuvo un sueño premonitorio un día antes. Por eso fue a solicitar una banda al Congreso, la única que había disponible. Y no era de la talla de quien sería la primera presidenta del Perú. Fueron las declaraciones de Salatiel Marrufo en el Congreso dejando al descubierto la putrefacción del régimen flosenderista lo que precipitaron el golpe. Y el Mensaje a la Nación de Pedro Castillo aceleraba la fuga hacia adelante. Eran las 11:40 a.m. del miércoles 7 de diciembre del 2022 cuando empezó el tembloroso discurso preparado por su primer ministro, el viejo senil Aníbal Torres y su consejera, la rabiosa maoísta Bettsy Chávez. En tanto y ajena a ello, Dina Boluarte estaba con su hermana en su casa de Surquillo. Habían desayunado tarde. Durante el golpe y los minutos álgidos que le siguieron, el equipo de seguridad de la aún vicepresidenta resguardó el frontis de su casa. En medio de la incertidumbre, la futura presidenta decidió ponerse a buen recaudo. El pequeño grupo salió con la camioneta y dio vueltas por la zona, sin tener muy claro adónde ir. Descartaron ir a casa del abogado de Boluarte, en Surco. Finalmente, previa llamada, la camioneta se parqueó en el departamento de su sobrina. Rodeada de su círculo más íntimo, Boluarte recibe la llamada del presidente del Congreso. Ante la inminente sucesión presidencial, pide que le traigan ropa formal. Ahí aparece en escena el ya célebre sastre amarillo patito. Su abogado, Alberto Otárola, le recuerda que tiene que llevar un discurso. Él mismo se sienta a la mesa para escribirlo en una laptop, en casa de la sobrina. Lo acompañan Nicanor Boluarte, Grika Asayag y la sobrina dueña de casa. La futura presidenta se sienta con Otárola a corregir su primer Mensaje a la Nación. En ese momento, William Contreras, exviceministro de Prestaciones Sociales del Midis durante la gestión de Boluarte, les da el alcance en el departamento. Al otro lado de la ciudad, otro equipo cercano preparaba otro discurso. Por algunos minutos, hubo dos Mensajes a la Nación escribiéndose en paralelo. Finalmente, se consolidó el texto elaborado en el departamento de la sobrina. Llegada la cita con la historia, los cuatro miembros del círculo, junto a la inminente presidenta, salieron del departamento, rumbo al Congreso. Tras la juramentación, la presidenta va a Palacio de Gobierno y constata el caos en el que se encontraba. Por la tarde recibe la visita del arzobispo de Lima, monseñor Carlos Castillo. También recibe las llamadas de diversos actores políticos, peruanos y extranjeros. Luis Almagro, secretario general de la OEA, la llama para felicitarla. Luego, hicieron lo propio otros presidentes. Los primeros días trabajaron de corrido hasta la 1 o 2 a.m. Y movieron un mueble que daba a la ventana en el despacho presidencial; 7 de diciembre, Fiscalía de la Nación, Av. Abancay Cdra. 5: La fiscal Marita Barreto recibe la advertencia de que iban a ser detenidos por los esbirros de Castillo. Todo era zozobra en el quinto piso de la sede principal de la Fiscalía, como narra el libro Presidentes por accidente (Aguilar, 2023). Raudamente, el equipo bajo su mando procuró salvaguardar los expedientes contra el burro chotano, que pretendía hacerlos desaparecer. Era el 7 de diciembre del 2022 y Barreto había dado la directiva de llevar todo en cajas, bolsas, lo que sea, como cuenta el periodista y autor de la publicación, Christopher Acosta. “La alerta de una potencial detención la hace, desde cinco pisos más arriba, Patricia Benavides, la fiscal de la Nación”, narra. “El escenario se lo ha planteado su cuerpo de seguridad, que planea un escape del edificio del Ministerio Público, que se aborta en minutos”. Atorado en el tráfico, el coronel Harvey Colchado hace una llamada para dar la misma orden. Una veintena de cajas con expedientes y testimonios de colaboradores eficaces va a parar a una casa en Surco, una de las varias casas de seguridad que tiene la Dirección de Inteligencia de la Policía. Todas están selladas y llegan por rutas distintas; 7 de diciembre, Twitter: A través del ministro del Interior, Willy Huerta, Castillo le ordena al comandante general de la Policía, Raúl Alfaro, que cierre el Congreso y no permita el ingreso de ninguna otra persona en sus instalaciones, además de detener a la fiscal de la Nación, Patricia Benavides. Ninguna de esas órdenes fue acatada por la PNP. Luego vino la renuncia del entonces ministro de Relaciones Exteriores, César Landa. Casi de inmediato, a las 12:07, la de Kurt Burneo. A las 12:28 la fiscal de la Nación se pronunció “rechazando todo quebrantamiento del orden constitucional”. A las 12:38 hizo lo propio la Procuraduría General del Estado. A la 1:06, se manifestó el presidente del Tribunal Constitucional. A la 1:10, el Congreso inició su sesión extraordinaria para destituir al dictador Castillo. Recién a la 1:32, las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional del Perú emitieron un comunicado conjunto rechazando el golpe; 7 de diciembre, Av. Garcilaso de la Vega (Wilson): A la 1 p.m., sabiéndose perdido y abandonado por todos, Castillo salió presuroso por la parte trasera de Palacio de Gobierno junto a Aníbal Torres, su familia, y su comitiva de resguardo de Seguridad del Estado. Eran dos camionetas. Se le comunicó al chofer que se dirigiera a la embajada mejicana, donde cobardemente pretendía asilarse. Se eligió la Av. Inca Garcilaso de la Vega, cuyo trafico vehicular es intenso a toda hora. Parafraseando a un francés: eso fue peor que un crimen, fue un error. Mientras tanto, el Equipo Especial de la PNP ya manejaba la versión de que Castillo buscaba recluirse en una embajada. Los coroneles PNP Lozano y Colchado decidieron actuar. Lozano y su equipo fueron a la Embajada de Méjico. Colchado, a la de Cuba. Castillo había incurrido en flagrancia en delito de rebelión. Había que arrestarlo. Y quienes lo iban a hacer eran los miembros del personal de Seguridad del Estado. Es decir, su propia escolta. Se le comunicó el hecho al general PNP Iván Lizzetti, jefe de la Dirección de Seguridad del Estado, quien le solicitó a su personal que le informara sobre la ubicación del prófugo golpista. En pleno cruce de llamadas, el atolladero habitual hizo lo suyo en la ex Av. Wilson. Antes de llegar al cruce con la Av. España, el chofer recibió la orden de proceder con la detención. Para sorpresa de Castillo, la camioneta gris de vidrios polarizados en que viajaba se detuvo. Junto con personal de la Subunidad de Acciones Tácticas, se ejecutó el arresto. Metralletas en mano, lo obligaron a a salir del auto y como un vulgar delincuente fue engrilletado en plena vía pública. Entretanto, el Congreso aprobaba su vacancia con 101 votos a favor, incluidos las de su agrupación Perú Libre. Eran poco más de la 1:40 p.m. Castillo fue llevado a la sede de la Prefectura de Lima. A los pocos minutos, llegó la fiscal de la Nación, Patricia Benavides, quien tomó la declaración al filosenderista. El golpe de Estado había fracasado. Ha pasado un año de ello, y es un crimen que aún espera castigo, ya que su bien Castillo se encuentra recluido en la DIROES con una prisión preventiva de 36 meses, cabe precisar que el juicio que lo condenaría a 35 años aún no se inicia. El caso del golpe de Estado no concluyó tan rápido como los especialistas anticiparon. Esta demora obedece a que la Fiscalía aún recaba todas las evidencias para conseguir la condena de este oscuro individuo, que como sabéis, llego al poder mediante el fraude y que con el golpe el muy infeliz pretendía no solo eternizarse en el cargo, sino instaurar su soñada “república popular de nueva democracia”, siguiendo las enseñanzas de su idolatrado líder, el genocida Abimael Guzmán - muerto en prisión el 11 dw septiembre del 2021 y a quien no logró amnistiar tal como era su deseo - al verse acorralado además por los múltiples casos de corrupción que le salpicaban. Pero con el fracaso del golpe, y al tratar de huir miserablemente, fue capturado por la Policía Nacional. La Fiscal de la Nación, Patricia Benavides, lo denunció por el delito de rebelión, y posteriormente el Congreso de la República le levantó la protección política y autorizó su investigación. Pero lo que parecía ser un acelerado proceso se ha empantanado en las propias y sospechosas decisiones del Ministerio Público. Por lo visto, que Castillo haya cometido un delito en televisión nacional a vista de los más de 33 millones de peruanos para Benavides “no es suficiente”. Desde que el fiscal supremo Uriel Terán pidió la prisión preventiva para ese pobre diablo, el pasado 14 de diciembre, se está intentando demostrar que Castillo buscó alzarse en armas como lo estipula literalmente el delito de rebelión, tipificado en el artículo 346 del Código Penal. Cuando el juez supremo Juan Carlos Checkley concedió el pedido a Terán, concluyó que sí había evidencias de rebelión porque el requisito se había cumplido. Castillo, de acuerdo con Checkley, era el jefe de las Fuerzas Armadas y con su discurso convocó a los militares a salir a las calles para respaldar su anuncio, que en realidad se trató de una orden. Pero esa resolución del magistrado aún necesita el sustento para consolidar la investigación fiscal. La tesis de Terán apunta a que Betssy Chávez, Aníbal Torres, Willy Huerta y Roberto Sánchez instigaron a Castillo a asestar el golpe que buscaba terminar con la oposición política y con el sistema de justicia que los perseguía. Sin embargo, para Terán, hay personajes que se confabularon con esta idea pero que hasta hoy se ocultan. Se conoció que el Ministerio Público maneja la hipótesis de que mandos militares y policiales habían acatado inicialmente la orden de Castillo para alinearse a sus intereses. Por esa razón, el fiscal Terán incluyó en la indagación al general PNP Manuel Lozada Morales, el comandante Justo Venero Mellado y el teniente Eder Infanzón Chávez al advertir que se habrían sumado a la rebelión y conspiración. Según fuentes consultadas ese es el motivo por el que en agosto último se amplió por ocho meses más la investigación preparatoria a Castillo Terrones. Es decir, hasta abril del 2024. Su propia defensa legal, el abogado Wilfredo Robles, mencionó que la investigación dispuesta por la Fiscalía está recolectando los videos de las cámaras de todos los ministerios, así como también una gran cantidad de declaraciones de congresistas, ministros, militares, jefes de regiones policiales, etc. “El tipo penal de rebelión exige el alzamiento armado. Entonces, según la teoría de la Fiscalía, ese alzamiento armado tendría que haberse dado a través de Fuerzas Armadas y/o policiales; por eso están citando a este a altos mandos de la policía y de las Fuerzas Armadas que han ocupado los cargos en las regiones y a nivel de los comandos centrales. Es un reto bastante complejo”, señaló. Sobre la extensión de la investigación preparatoria al golpista Pedro Castillo, el abogado penalista Fernando Silva mencionó que tiene una posición muy crítica hacia el nivel de normas procesales existentes en el país, ya que una investigación puede durar hasta seis años, el cual considera que es un tiempo excesivo. “Si a todo fiscal le dices que tiene el plazo de 36 meses para investigar, va a optar por los 36 meses y no es así. Estamos hablando de hasta siete años para obtener una respuesta del Estado hacia un hecho criminal. Es completamente excesivo. Una investigación no debe durar más de dos años y, si el fiscal no tiene la capacidad de hacerlo, que se contraten más fiscales, y si el Estado no tiene el dinero de hacerlo, es el Estado el que tiene el problema”, aseveró. Entretanto, el tiempo va pasando y ese miserable y sus secuaces no reciben la ejemplar sanción que merecen ¿A que está esperando señora Benavides? Deje de lado sus aspiraciones políticas y piense en el Perú. No hay tiempo que perder.

martes, 28 de noviembre de 2023

HUANDOY: Escalando al cielo

Se trata de una de las más imponentes montañas de la Cordillera Blanca. Su nombre nativo es Tullparaju, (que proviene de los vocablos quechuas “tullpa” = “fogón de piedras” y “raju” = “hielo”), traduciéndose como “montaña nevada en forma de fogón de piedra”. Otra posible denominación toponímica es la de "Huantur" que significa levantar un manto en sus cuatro puntas, que es lo que las cimas del Huandoy aparentan. Posee 4 cimas, orientadas cada una a cada uno de los puntos cardinales, la norte es la más alta del grupo con 6,395msnm y la Este la única que no alcanza los 6mil metros de altitud (5,900m), las otras son la Sur con 6,160m y Oeste 6,356m. Está ubicada justo frente al gran nevado Huascarán, separada por el gran cañón que conforma la quebrada Llanganuco y a cuyos pies de estas montañas yacen las famosas lagunas de Shinancocha y Orconcocha (lagunas Llanganuco) esto ha derivado en una curiosa historia, la que os presentamos a continuación: “En el reino de la cordillera de los Andes, en el paraíso del valle del Callejón de Huaylas, vivían los dioses. El dios supremo, Inti (el sol), tenía una hija llamada Huandoy, que era una bella joven. Su padre pensaba casarla para toda la eternidad con un dios de belleza similar, de iguales virtudes y tan poderoso como él. Pero en el corazón del valle, en el poblado de los yungas, Yungay, vivía un gentil y valiente joven mortal, llamado Huascarán, que se enamoró profundamente de Huandoy, quien correspondió a su amor. Pero cuando su padre se enteró de los amores entre su hija y el joven mortal, le suplicó que le dejara, que vivir con él no era conveniente para una diosa: pero la pasión de los jóvenes era superior a las súplicas del padre, a sus consejos y sermones. Tan grande fue la rabia que sintió el dios Inti ante la fuerza de este amor con un mortal, que maldijo a la pareja de amantes y los condenó para la eternidad a vivir separados, transformándolos en dos grandes montañas de granito, cubriéndolos de nieves perpetuas para calmar su ardiente pasión, convirtiéndolos en los apus nevados que vemos en la actualidad. Desde entonces, se dice que los enamorados al no poder tocarse, lloran por su dolor, fundiendo gota a gota la nieve que los cubre y sus llantos se unen en un lago de color azul turquesa para toda la eternidad. Este lago recibe el nombre de Llanganuco y si un día vais a Perú lo encontraréis a una altitud de 3.400 metros sobre el nivel del mar. Al Huandoy se accede por la quebrada Llanganuco y la quebrada Parón; provincias de Yungay y Huaylas, El ascenso hacia los picos del Huandoy son de alta dificultad, desafiada solo por expertos en escalada de alta montaña. Es conocida por grandes escaladores de los clubes alpinos a nivel mundial por presentar varias rutas de escalada de variada dificultad, desde "fácil" (F) hasta "muy difícil" (MD), aptas para escaladores con dominio de técnicas de escalada en roca y hielo. Para los que estéis interesados, este es el la ruta del Trekking hacia el nevado Huandoy: Desde Yungay se aborda un automóvil hacia la Quebrada Llanganuco, a unos 45 minutos de distancia. Luego se camina desde Llanganuco hasta el puesto de vigilancia N° 1. Este es un trayecto que dura unas tres horas y está a una distancia de 7 km. Ya una vez en Caraz, se aborda un automóvil hasta la Laguna Parón, a 32 km de distancia. Tras una hora y media de viaje se emprende el rumbo hacia el Nevado Huandoy en un trayecto de 4 km, que se realiza en aproximadamente 1.30 hrs. Finalmente, en cuanto al clima, la Cordillera Blanca tiene dos estaciones muy marcadas y diferenciadas: la invernal seca y la calurosa lluviosa. Con temperaturas que varían de entre los 20º C en el sol, mientras que en la sombra y en la noche la temperatura puede descender hasta los -15º C. El tiempo recomendable es de mayo a septiembre. Siendo el periodo seco, el cual brinda las condiciones climatológicas adecuadas para practicar el Trekking y el andinismo. Los días son claros, las precipitaciones escasas y los vientos moderados. No es muy recomendable ir durante los meses de octubre a abril, ya que es la temporada de lluvias. Ahora que ya lo sabes ¿te atreverías a unirte a la aventura?

sábado, 25 de noviembre de 2023

ARGENTINA: El despertar de la libertad

La mayoría de los ciudadanos argentinos que le dieron el triunfo a Javier Milei en el ballotage del último domingo, no percibieron que su soberana decisión pudiese ser equiparada a ‘un salto al vacío’, como pretendía el oficialismo. De ningún modo podía ser concebido ese voto de tal forma cuando gran parte de la población ya tenía la sensación de estar en el fondo del abismo. La campaña del miedo que intentó imponer hasta el último minuto utilizando fondos públicos la derrotada coalición gobernante, fue insuficiente frente al hartazgo de la sociedad ante las prácticas corruptas del kirchnerismo y un modelo económico agotado que condujo a la Argentina a niveles de inflación del 142% interanual que no se sufrían desde hacía 32 años y a tasas de pobreza superiores al 40%.El electorado que le dio la espalda a Sergio Massa esta vez pareció decirle definitivamente basta a una dirigencia corrupta empeñada en garantizar impunidad a la vicepresidenta de la Nación Cristina Fernández de Kirchner y a otros funcionarios kirchneristas que hace mucho deberían estar en la cárcel por ladrones. Del mismo modo, el electorado desconfió de quien puso su gestión al frente del Ministerio de Economía al servicio de sus planes electorales, sometiendo al país a un despilfarro de recursos pocas veces visto, propio del más rancio populismo. Una economía que muestra signos de estancamiento desde hace 15 años, un déficit fiscal crónico como consecuencia de un Estado tan elefantiásico como ineficiente, un mercado cambiario sujeto a cepos que impone cada vez más trabas al comercio exterior, políticas tributarias asfixiantes para el sector productivo, elevadas tasas de empleo informal y más de 18 millones de personas por debajo de la línea de pobreza marcaron el contexto en que la ciudadanía optó esta vez por llevar al poder a una fuerza política nueva, cuyos líderes carecen de antecedentes relevantes en la función pública, más allá de apenas un par de años como diputados nacionales. La herencia que recibirá el nuevo gobierno libertario da cuenta de una de las peores crisis económicas de la historia argentina. Además de una dinámica inflacionaria similar a lo sucedido en 1975, exhibe un Banco Central quebrado, con reservas negativas del orden de los 12.000 millones de dólares, y pasivos remunerados (Leliq) que superan los 23 billones de pesos y ya alcanzan el 10% del PBI; niveles de emisión monetaria insostenibles y un riesgo país de 2500 puntos que ha puesto otra vez a la Argentina fuera del mercado financiero internacional, al margen de haberse incumplido con las metas fiscales negociadas con el FMI. Ni empezar a resolver este caótico estado de cosas, ni avanzar hacia un Estado limitado, ni poner fin a los regímenes de privilegio de una `casta’ acostumbrada a vivir de las prebendas estatales entre la cual hay dirigentes políticos, empresarios y sindicalistas, será fácil para Milei. Mucho menos con una representación parlamentaria que apenas constituye el 15% de la totalidad de la Cámara de Diputados de la Nación y el 10% del Senado, y sin gobernadores aliados. Sin duda, el principal capital del futuro jefe del Estado es el acompañamiento del 55,6% de los votantes. Pero a esta base electoral, de origen heterogéneo, Milei deberá sumar necesariamente acuerdos políticos de largo alcance para ver facilitada la gobernabilidad. Su alianza con Juntos Por el Cambio de Mauricio Macri no es suficiente, ya que no alcanzan los votos para poner en práctica sus promesas de campaña, como la privatización de las empresas públicas. La idea de unidad nacional lanzada por su competidor Sergio Massa podía carecer de credibilidad en alguien que, como el actual ministro de Economía, ha exhibido numerosas máscaras a lo largo de su trayectoria política. Pero no por eso debería ser desechada. Resultan positivas las primeras palabras del futuro presidente tras confirmarse su triunfo electoral, en el sentido de que “todos aquellos que quieran sumarse a la nueva Argentina serán bienvenidos”. No son pocos los problemas que atraviesa el país a partir de los cuales se podrían alcanzar amplios consensos que se traduzcan en políticas de Estado que se sitúen al margen de las rencillas partidarias. La lucha contra el narcotráfico es una de esas cuestiones, que no fueron mencionadas por Milei en su primer mensaje como presidente electo. Dejar atrás la inflación y sus consecuentes efectos en el incremento de la pobreza debería ser parte de otra política de Estado. Milei ha demostrado que tiene claro lo que desea para el país y que tiene un sueño: volver a poner a la Argentina entre las principales potencias económicas del mundo abrazando las ideas de libertad que legaron Juan Bautista Alberdi y los padres fundadores de la Patria. También ha dejado testimonio de su voluntad de avanzar hacia cambios drásticos que dejen atrás la idea del Estado populista, por un camino en el que asegura “no habrá lugar para la tibieza ni para el gradualismo”. Su desafío es llevar adelante ese programa persuadiendo a muchos de quienes lo votaron sin estar demasiado convencidos de apoyarlo, con la Constitución en la mano, respetando el principio republicano de división de poderes y anteponiendo la indispensable prudencia y la tolerancia de la que todo presidente que apunte a convertirse en estadista debe hacer gala. Solo así podrá transformar el hartazgo que potenció su éxito electoral en genuina esperanza. Lamentablemente, desde el oficialismo derrotado no quieren hablar de consensos y que dolidos por la aplastante derrota de su candidato, han anunciado que sus piquetes “tomaran las calles” algo que no hicieron durante los años del desastre económico que deja como una pesada ‘herencia’, Alberto Fernández. “Si se quiere cargar a Aerolíneas, nos van a tener que matar. Y cuando digo matar, literalmente. Va a tener que cargar muertos, que me anoten primero. Si nos quiere meter en cana y abolir el derecho de huelga, detenernos, perseguirnos, gobernar por decreto, como Fujimori en el Perú, la historia lo juzgará y terminará en cana”, afirmó Pablo Biró, secretario general de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA) y uno de los defensores acérrimos del principio que señala que “Aerolíneas Argentinas debe seguir siendo una línea de bandera”. Su declaración no sorprende, la empresa aeronáutica es un experimento de gestión camporista que les sale muy caro a todos los argentinos. Biró, como La Cámpora y el kirchnerismo en general, sabe que Aerolíneas puede ser privatizada o entregarse llave en mano a los trabajadores para que la administren, como sugirió el presidente electo, pero se terminarían los subsidios estatales que tapan el déficit y la hacen funcionar a pérdida. Esta demás agregar que el kirchnerismo intentará defender sus “cajas” con las banderas demagógicas de siempre. Ganar la calle de la mano de la protesta social ante un gobierno que ideológicamente está en sus antípodas, es un escenario que los deja cómodos, porque les da una razón de existencia y de contención para la militancia, aunque también evalúan que los tiempos y el humor social no son tan favorables como en otros momentos. Allí veremos una disociación entre el comportamiento de los gobernadores peronistas del interior y los sindicatos y organizaciones sociales, más cercanas al kirchnerismo, con ánimo de revancha. Las responsabilidades son distintas, unos gobiernan para defender los intereses de sus provincias y otros militan para defender cajas y sus empleos en el sector público. Es por eso que no actuarán de la misma manera, pero no objetarán en el otro esos modos y comportamientos distintos. Una lógica básica para un partido de poder. Como recordareis, tanto Aerolíneas Argentinas, como los medios públicos (Televisión Pública Argentina, Radio Nacional y la agencia Télam) junto con la YPF, fueron los primeros objetivos apuntados por el gobierno que asume en unos días. Los medios públicos intentarán resistir de la mano de la poderosa representación gremial Sipreba, combativa ante toda administración no kirchnerista. Ahí también habrá un nuevo foco de conflicto. Aunque con escaso apoyo de la sociedad en su defensa, como sí podría tener YPF. ¿Qué pasará con los planes sociales que hoy administran las mismas organizaciones sociales que jugaron muy fuerte en la elección, incluso con candidatos propios, en peleas contra los barones del conurbano y de la misma Cámpora? Si les tocan la caja seguramente se unirán para dar esa batalla, y estarán en las calles, lastimando donde más duela, porque cada protesta, acampe y corte de la vía pública afecta el humor social, y la gente suele culpar tanto a los que protestan como a quienes se lo permiten. Ese será un punto peligroso y necesitará de mucho equilibrio político para saber administrarlo. Una pregunta que comenzará a rondar los despachos libertarios cuando anuncian convencidos que toda empresa pública deberá ser privatizada: las empresas estatales que dependen del área de Defensa: FAdeA, Coviara, Tandanor y Fabricaciones Militares, ¿estarán en ese grupo de remate? ¿O la vicepresidenta, Victoria Villarruel las defenderá como parte de la política de devolución de un rol esencial a la familia militar que tanto le interesa defender? Las FFAA tienen mucho interés en administrar ese patrimonio y no verían con buenos ojos privatizarlos o concesionarlos, al contrario, desean tener mayor protagonismo en su administración. Sería al menos tendencioso no medir con la misma vara a todas las empresas públicas que pueden ser privatizadas, pero Villarruel no será un jugador menor en el nuevo gobierno y podrá influir en favor de la “familia” militar. Javier Milei lo anticipó el domingo a la noche: “seguramente habrá resistencia a los cambios” dijo y se respondió: “a ellos les decimos, dentro de la ley todo, fuera de la ley nada”, aclarando que no permitirá desbandes sociales. Es inimaginable pensar en contener una protesta social multitudinaria sin represión, porque en cada protesta colisionan dos derechos, ambos dentro de la ley, como mencionaba el presidente electo: el derecho a protestar y el derecho a circular libremente. Cuando asumió Cambiemos la entonces ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, anunció un protocolo de protestas, para garantizar ambos derechos, nunca lo pudo aplicar. No es una tarea sencilla, se trata de un punto débil de todos los gobiernos, por más que se quiera no se pueden meter presos a 15.000 o 20.000 manifestantes, es irreal, y reprimirlos podría desencadenar un escenario de violencia social que el kirchnerismo desea con ansias. Desde la tarima de la campaña y desde un estudio de televisión es muy fácil, y hasta convincente, anunciar mano dura a la protesta y las manifestaciones. Desde un despacho, con firmas que comprometen hasta penalmente al funcionario, no es sencillo dar órdenes a las fuerzas de seguridad, tampoco para éstas cumplirlas a rajatabla. No es imposible, pero debe ser una de las tareas más difíciles que debe afrontar un funcionario público porque el marco de la ley le otorga facultades, pero también lo condiciona en su responsabilidad. El presidente electo sabe que hoy cuenta con apoyo social para llevar adelante esos cambios traumáticos. El voto del domingo pasado tuvo esa impronta, el genuino 30% que Milei obtuvo en la primera vuelta subió a un 55% en el balotaje, prácticamente se duplicó movilizado por la necesidad de un cambio y de ponerle fin a un ciclo que dejó al país inmerso en una crisis social y económica profunda. Ese voto que se sumó en la segunda vuelta está dispuesto a acompañar las medidas que tiendan a mejorar la economía: bajar la inflación, bajar impuestos, tener una moneda con valor, acceder al crédito, mejorar las condiciones de la economía informal, entre otras. Pero atención, no es un electorado proclive a acompañar otras medidas que Milei anunció y que son tan polémicas que podrían alejar ese apoyo. Si el presidente libertario entiende esto y contiene algunas voces del espacio que rozan lo ridículo, pretendiendo jugar al Senku con el poder, comiéndose a sí mismo el espacio ganado, y se aboca de lleno a la economía aún con resultados pausados, sostendrá ese apoyo esencial para bancarse las protestas callejeras, sin que éstas pongan en peligro la gobernabilidad. El escenario es muy similar al que tuvo Carlos Menem en 1989, quien tardó un año y medio en lanzar con profundidad su plan privatizador de la mano de la convertibilidad, enfrentó ciertas resistencias gremiales con protestas callejeras encarnadas por la izquierda y el radicalismo, pero fueron mínimas comparado con lo que puede llegar a pasar el año próximo en el país. En los 90 el peronismo estaba del otro lado del mostrador, no del lado de la protesta. De hecho, los sindicatos fueron cómplices y acompañaron la impronta liberal a cambio de su participación en los nuevos negocios, como fueron la creación de las AFJP y las empresas tercerizadas que pasaron a cumplir el rol que antes era 100% estatal. Es que los que hicieron campaña con la consigna “la democracia está en peligro”, en otras ocasiones pusieron contra las cuerdas al sistema con el fin de asestarle un golpe letal: lo fue en 1989, en el 2001 y también en el 2017, siempre cuando fueron oposición. Milei y los suyos suelen decir que su “enemigo es el radicalismo, no el peronismo”. La victoria otorga poder pero no redime los errores estratégicos y Milei rompió muchos puentes durante la campaña que hoy necesitará reconstruir. No parece inocente el presidente electo, tampoco desconoce la experiencia que le transmitió estos días el expresidente Mauricio Macri, pero debería evaluar cierta escala de valores políticos, porque una cosa es patear el tablero del estado con el peronismo adentro, como pudo hacerlo Carlos Menem, y otra tenerlo en la vereda de enfrente, agazapado, dispuesto a sacudir el polvo de la modorra burocrática que sabe tenerlo contenido mientras está en el poder. Como dijo un viejo dirigente sindical, ahora muy cercano a una organización social: “Cada tanto al peronismo le viene bien estar en la oposición, porque la vida política es un viaje largo y necesitamos estas pausas para estirar las piernas”. No cabe duda que tiempos difíciles le esperan a la Argentina desde el 10 de diciembre. Es de esperar que el presidente electo tome la determinación para que al cabo de su gestión, brindar a la posteridad una profusa obra de gobierno, y asimismo, saque la fortaleza necesaria para enfrentar y desbaratar los pérfidos planes del kirchnerismo que se asoman en el horizonte. A Milei le toca asegurar que el despertar de la libertad no se convierta por obra y gracia de sus adversarios, en una pesadilla.
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