sábado, 23 de julio de 2022

PERÚ: Fuera de la Ley

Graves noticias que nos llegan del país andino, indican que el desenlace del drama que está sufriendo el Perú desde que mediante el fraude, asumiera el cargo el filosenderista Pedro Castillo, puede ocurrir antes de lo que uno se imagina. En efecto, lo que ha pasado la noche del martes en el Ministerio del Interior (Mininter) es otro escándalo de proporciones. Y debe ser, con toda seguridad, una de las muestras más palmarias de que ese iletrado que okupa ilegalmente Palacio, se encuentra desesperado por atajar cuanto antes la posibilidad de que quienes fueron hasta hace poco sus hombres de confianza y cómplices del delito, quienes hoy se hallan en la clandestinidad con su protección, puedan ser detenidos y llevados ante la justicia, arrastrándolo junto con ellos a la cárcel. Sucedió que poco antes de las 9 de la noche, Castillo informó a través de su cuenta de Twitter que Mariano González, el titular del Interior al que había tomado juramento apenas 15 días atrás, iba a ser reemplazado. Así, sin ofrecer mayores explicaciones, este vil sujeto anunciaba el recambio del que era su sexto ministro del sector en menos de un año de (des)gobierno. En realidad, no hace falta esperar las alegaciones que podría expresar en su lenguaje mal hablado. A estas alturas, resulta evidente que la salida del ministro González se debe a una circunstancia en particular. Como sabéis, el ya extitular del Mininter había dispuesto la creación de un grupo especial al interior de la Policía Nacional que pudiese trabajar con el flamante equipo de fiscales que tiene entre sus manos las investigaciones vinculadas al poder político; entre ellas, aquellas que, sin incluir directamente a Castillo (cuyas pesquisas han quedado por mandato legal en manos de la fiscal de la Nación), respiran muy de cerca de él y de su círculo más próximo, como las del Puente Tarata III, Petro-Perú o la que involucra a su cuñada. Dicho grupo especial de la policía estaba integrado por cuatro jefes de divisiones de Inteligencia y Búsqueda; entre ellos, el coronel PNP Harvey Colchado, exdirector de la División de Investigación de Delitos de Alta Complejidad (Diviac) y en cuya trayectoria personal destacan, entre otras cosas, su participación en la captura del terrorista ‘Artemio’ y en la desarticulación de decenas de mafias, incluidas algunas infiltradas por policías. Evidentemente, este equipo representaba un cambio de timón en los nulos esfuerzos que hasta ahora se venían desplegando para dar con el paradero de los prófugos delincuentes Juan Silva (exministro de Transportes), Bruno Pacheco (ex secretario general de Palacio) y Fray Vásquez Castillo (sobrino del usurpador). Por obvias razones, a Castillo no le conviene que este trío sea detenido y pueda ser llevado ante las autoridades. Solo ello explica la extraña pasividad con la que se ha venido realizando la “búsqueda” de los dos primeros desde marzo y la manera extremadamente sospechosa en la que el primero consiguió desaparecer del radar cuando todo hacía pensar que su detención era cuestión de tiempo. Por eso mismo, la salida de González luce ahora como un intento desesperado de Castillo por lastrar la posibilidad de que sus secuaces pudieran ser capturados y lo señalasen como cabecilla de la organización criminal, así como una represalia contra un funcionario que tomó una decisión importante para que esto pueda resultar un poco más factible. Si eso no es obstrucción a la acción de la justicia (que es, en última instancia, la que ha requerido a Silva, Pacheco y Vásquez Castillo), entonces se le parece demasiado. En cuanto al equipo especial de la policía, su desactivación es un hecho. González, por otro lado, es el segundo ministro del Interior que habría caído por los prófugos del régimen, luego de que Dimitri Senmache fuera censurado a finales de junio por el Congreso luego de su cuestionable accionar durante el pase a la clandestinidad de Silva. Su abrupta salida, además, demuestra que a Castillo no le interesa respetar la institucionalidad del Mininter (entre cuyas tareas se encuentra nada menos que la lucha contra la inseguridad ciudadana, hoy desbocada en todo el país) y remover a su cabeza con tal de protegerse a sí mismo y a sus allegados en los trances penales en los que se hallan inmersos. Pero eso no es todo, ya que, el propio González afirmó en una entrevista que no tenía ninguna duda de que el propio Castillo está comprometido seriamente en actos de corrupción. Una sensación que ya era visible desde hace muchísimo tiempo atrás, gracias a las múltiples denuncias dadas a conocer por la prensa independiente (aquella que Castillo quiere silenciar), pero que al provenir de alguien que hasta el mismo martes formaba parte de ese putrefacto régimen no puede ser pasado por alto. Por ello mismo, la abrupta salida del ahora extitular del Interior constituye prácticamente una autoinculpación de Castillo en varios de los casos por los que el Ministerio Público lo investiga. Como es evidente, lo sucedido traerá cola. Por lo pronto, ya motivó la renuncia del flamante jefe de la Dirección de Inteligencia del Ministerio del Interior (Digimin), general PNP César Vallejos Mori. Visto así las cosas, es imprescindible que tanto el propio Ministerio Público como el Congreso reaccionen de inmediato. El primero, recogiendo los datos que este nuevo escenario aporta a sus indagaciones; y el segundo, tomando las medidas políticas que la circunstancia exige. Por lo pronto, ya se han realizado acciones en ese sentido: la fiscalía citó al exministro González para tomar su declaración por los hechos relatados que configurarían actos delictivos y la presidenta del Congreso, María del Carmen Alva, anunció el adelanto de su regreso al país desde Panamá y coordinó con la vicepresidenta del Legislativo, Lady Camones, la convocación de Junta de Portavoces con el claro propósito de abordar la materia. La representación nacional, sin embargo, no puede quedarse solamente en eso y esperar impávida a que el okupa se presente el 28 de julio en el hemiciclo para pronunciar su mensaje con “sorpresas”; máxime, luego de las embozadas amenazas del titular de Justicia sobre un cierre del Congreso y las alusiones del propio Castillo sobre los “zánganos de la política tradicional” a los que quiere “quitarles la mamadera”, lanzando además sus dardos venenosos contra los medios de comunicación que denuncian sus múltiples delitos. Si los motivos para sostener que existe en él una incapacidad moral permanente estaban antes a la vista, ahora resultan ya ineludibles. No hay que olvidar, además, que esta no es la primera vez en la que oscuro individuo intenta socavar los esfuerzos para que la acción de la justicia se mantenga lejos de él. Como recordaréis, solo para hacer un rápido repaso, la arbitraria destitución del entonces procurador general Daniel Soria en febrero luego de que este lo denunciara ante el Ministerio Público precisamente por el Caso Puente Tarata III, la denuncia de que impidió una diligencia fiscal en Palacio a finales del año pasado o los constantes recursos planteados por su defensa para frustrar las dos investigaciones por corrupción - las que, de por sí, constituyen una vergüenza sin atenuantes - que vienen realizándose en el Ministerio Público. Tampoco olvidemos su tendencia a conducirse de manera opaca, sin pronunciarse sobre los prófugos del régimen, sin dar entrevistas a la prensa, impulsando una ‘ley mordaza’ para condenar los detalles de sus investigaciones al silencio y - ahora -sin haber dicho una sola palabra sobre la salida de González y las graves denuncias que este formuló luego de ser defenestrado del cargo. Desde el mismo instante que asumió ilegalmente el poder en medio de grandes cuestionamientos y nombrar a elementos afines a Sendero Luminoso como ministros , diversos analistas señalaron que su renuncia era lo mejor para el país. Sin embargo, al seguir aferrado al poder para continuar obstaculizando los avances de la justicia en su contra y en la de sus cómplices del delito, entonces le corresponde al Congreso estar a la altura de las circunstancias. Porque esta situación de envilecimiento de los valores y la institucionalidad en el país ya no dan para más. Es el momento para actuar de inmediato y salvar al país del desastre que se avecina si se permite que este mísero aprendiz de dictador continúe adelante con sus infames planes de destruir la frágil institucionalidad democrática que serán dados a conocer el próximo 28 de julio, como el mismo adelanto. No hay tiempo que perder :(

martes, 19 de julio de 2022

LAS VIUDAS DE GARECA: Una especie que (lamentablemente) no se encuentra en extinción

Ha pasado más de mes de la humillante derrota del Perú ante Australia que lo dejo fuera del Mundial de Qatar que se celebrara a finales de año, y ríos de lágrimas continúan desbordándose en el país andino, no solo por aquel resultado que los despertó a su triste y patética realidad, sino también por el anuncio del alejamiento de quien fungía de “entrenador”, el cual durante siete años cobro una pasta prácticamente sin hacer nada, pero al enterarse de que como producto de su fracaso se le iba a recortar su sueldo en un 40% así como reducir a la mitad su comando técnico, decidió dar un paso al costado, dejando en el abandono a quienes creían ciegamente en sus mentiras, los cuales - apodados acertadamente como “las viudas de Gareca”- presas de la ira y la frustración, han dirigido sus despiadados ataques tanto en las redes sociales como en los medios impresos y programas deportivos de la televisión, contra el impresentable presidente de la FPF Agustín Lozano, culpándolo de ser el responsable de que ese parrillero no haya querido renovar su contrato. Venga ya, hay que ser un caradura para pretender seguir cobrando sin trabajar, y encima - según ha trascendido - había solicitado un jugoso aumento debido “a su esforzada labor” ¿Pero cuál, se podría saber? Si el tipo se la ha pasado todo ese tiempo rascándose la barriga y solo unos quince días antes de los partidos eliminatorios considerados como fechas oficiales por la FIFA, se reunía con los seleccionados y tras el encuentro, volvía a lo de siempre, al de no hacer nada hasta la próxima convocatoria… Y así se la paso siete largos años. Pero en lugar de viajar intensamente por el interior del país para buscar nuevos valores y trabajar con ellos, a ver si encontraba material para la selección - que para eso se le pagaba y era su obligación hacerlo - prefería darse la gran vida con el suculento sueldo que tenia, ya que insólitamente era el segundo mejor pagado de Sudamérica. A ello debemos agregar que solía venir continuamente a Europa, con los gastos pagados por la FPF obviamente, para “conversar” con los jugadores en lugar de hacerlo a través del ordenador… para ello sí que tenía tiempo. Eso no es todo, ya que al momento de convocar a los jugadores siempre elegía a los mismos, así sean viejos, estén sin equipo, jugasen en ligas desconocidas o en equipos de segunda y hasta tercera división. De nada le valía a aquel que jugaba y se esforzaba en la devaluada liga peruana o en la de otros países que podrían serle de utilidad, ya que simplemente lo ignoraba porque de antemano tenía a sus “favoritos” a quienes les consentía todo y si por presión de la prensa, terminaba por llamar a uno que no pertenecía al “grupo”, al momento de hacer la lista definitiva de quienes jugarían el partido, inobjetablemente este quedaba fuera. Siempre se ha comportado así y nadie me lo puede desmentir. Ahora bien, entre los falsos mitos que se han tejido alrededor de ese sujeto - que sus “viudas” repiten sin cesar por estos días - está el de haber “clasificado” a Perú al Mundial de Rusia o que haya sido finalista en una Copa América, cuando lo que callan es que fue exclusivamente gracias a los tres puntos regalados en mesa por Bolivia que pudieron asistir al torneo, y en el segundo caso, los demás países jugaron con suplentes el torneo. Me pregunto ¿dónde está el “merito” de Gareca en ello? Pero ciegos ante la realidad, sus “viudas” siguen repitiendo insistentemente las mismas falacias una y otra vez. Allá quien les crea. De seguro, el que lo suceda en el cargo no lo hará peor (Por cierto, al momento de escribir esta nota, me entero que el susodicho esta en el Perú, adonde fue a despedirse y mostrar su “agradecimiento” por haberse llevado cerca de 21 millones de dólares libres de impuestos y que no los merecía. Encima, hay descerebrados que lo idolatran… “Mirá, que boludos son los peruanos” pensará por ello al verlos a la salida del hotel donde ofreció su conferencia. Por lo visto, lo de masoquistas no se los quita nadie) :)