sábado, 14 de diciembre de 2024

PERÚ: Una recurrente iniciativa

Cada cierto tiempo, cuando se perpetran delitos graves o aumenta la cantidad de actos delictuosos en el país andino, se pretende solucionar la situación con la pena capital, esto es, la pena de muerte, presentándose en el Congreso de la República proyectos de ley con tal objetivo. Como recordareis, dicha pena estuvo permitida en la Constitución de 1979 únicamente para el delito de traición a la patria en caso de guerra exterior, lo que repitió el artículo 140 de la Constitución de 1993 que actualmente rige al Perú, la que agregó el delito de terrorismo, pero no se ha dictado la legislación complementaria para ello, lo que impidió que Abimael Guzmán por ejemplo, fuera fusilado como se merecía, aplicándosele por lo tanto la mayor pena permitida como es la Cadena Perpetua, que cumplió hasta su muerte en el 2021. Además, si se pretendiese aplicarla pena de muerte para los violadores de menores tendría que modificarse previamente, en forma parcial, la Constitución, así como adicionalmente denunciar la Convención Americana sobre Derechos Humanos. Sucede que a raíz del asesinato de una niña de 12 años en un distrito populoso al sur de Lima y la consiguiente indignación publica, el tema volvió a la palestra, al ser esgrimido por la Presidenta Constitucional Dina Boluarte en un evento realizado en la Fuerza Aérea del Perú, donde pidió reabrir el debate para aplicar la pena de muerte a los violadores de menores: “Es momento, que ante de hechos de esta magnitud, que deberían ser inconcebibles para una sociedad, planteemos medidas drásticas. Es momento de abrir el debate sobre la pena de muerte para violadores de menores. No podemos permitir que en las calles caminen libres tipos como estos”, exhortando a las autoridades judiciales a no permitir que agresores sexuales salgan en libertad. “Hago un llamado a las autoridades de justicia, a la Fiscalía y al Poder Judicial, no podemos permitir que este tipo de criminales siga en las calles o tenga este tipo de beneficios. No debemos tener ningún tipo de contemplación a quienes se atreven a tocar a nuestros niños, que son lo más sagrado, lo más intocable para nuestras familias”, agregó. En tanto, el ministro de Justicia, Eduardo Arana, indicó que evaluaría aplicar esta medida en caso de violación a menores y al sicariato. Durante su interpelación, el titular del Minjus respondió a la pregunta del parlamentario Jorge Montoya, de Honor y Democracia, quien siempre mantuvo a favor de la aplicación de esta medida. “Yo comprendo la preocupación del congresista Montoya, quien ha señalado de manera clara la necesidad de modificar la legislación en relación con la pena de muerte para delitos tan graves. Aunque estas modificaciones requieren un proceso, considero que efectivamente deben ser revisadas”, señaló Arana. El ministro explicó que es un defensor de los derechos humanos, pero a título personal no puede evitar sentirse consternado por los delitos contra menores de edad. “Como ministro de Justicia no solamente soy un defensor de los derechos humanos, pero en lo personal no puedo dejar de expresar mi estupor por aquellos que, como bien lo ha mencionado el congresista Montoya, cometen estos delitos tan graves contra la sociedad que deben ser severamente castigados”, agregó. Cabe precisar que la última vez que se aplicó la pena de muerte en el país andino fue el 20 de enero de 1979, en el fusilamiento de Julio Alfonso Vargas Garayar, un exsuboficial de la Fuerza Aérea del Perú (FAP) acusado de traición a la patria por espionaje a favor de Chile. Como era de esperar, la propuesta ha suscitado diversas reacciones entre los congresistas. El titular del Parlamento, Eduardo Salhuana, fue cauto al dar una posición, pero consideró que “siempre es propicio debatir ideas”. En esa línea, instó al Ejecutivo a que plante de manera real su posición en la forma de un proyecto de ley a fin de discutirlo. “Todo es posible en la medida que lo propongan, pero por ahora solo son opiniones”, indicó. La primera vicepresidenta del Congreso, Patricia Juárez, opinó en la misma línea. Mencionó que si bien el crimen de esta pequeña ha conmocionado a todos, “frente a lo que ha dicho, sabe que tendríamos que denunciar el pacto San José y eso solo parte por una iniciativa del Ejecutivo”. “Si ellos lo consideran, lo tiene que presentar el Ejecutivo y a partir de eso recién debatir si hacerlo. No basta solo el dicho, porque a mérito de una opinión no podemos iniciar un procedimiento parlamentario”, expuso ante la prensa. Por otro lado, Jorge Montoya recordó que propuso hace más de dos años la salida de la Convención Interamericana de Derechos Humanos a fin de tener libertad jurídica “para poder actuar en estos temas y, en paralelo, hacer los debates necesarios”. Sobre a quiénes se aplicaría, consideró que es populista sindicar a algún grupo. Entretanto, Wilson Soto adelantó que buscará reunirse con la presidenta y el ministro de Justicia porque en la Constitución dice que el estado debe proteger a sus ciudadanos. “Yo creo que ella se ha asesorado del ministro de Justicia, pero no hay ningún proyecto del Poder Ejecutivo sobre el tema. Yo me pongo del lado de la población. Desde el Congreso, ¿vamos a seguir mirando cuántos ciudadanos asesinan con total impunidad?”, cuestionó. Precisamente, al día siguiente del anuncio de la mandataria, el ministro de Justicia Eduardo Arana, señaló que es una postura “seria” que el Ejecutivo promoverá. “Hay un problema que atender y la ciudadanía lo sabe. Las tareas que estamos haciendo no son suficientes para atender nuestra política contra criminales (...) No podemos tolerar a quienes no respetan la vida humana”, manifestó. Así, Arana dijo que la administración de Dina Boluarte someterá a consulta y el debate necesario para que toda la ciudadanía validen o no la aplicación de la pena de muerte para violadores de menores. “Vamos a someter a consideración de la ciudadanía a nivel nacional la consulta para que se examine si en estos casos corresponde o no la pena de muerte”, acotó. Arana señaló que el plan de Dina Boluarte no contempla la creación de un referéndum nacional, y por el contrario, se realizarán audiencias a nivel descentralizado donde se debatirá la aplicación de la pena de muerte. Ante todo, cabe precisar que aplicarla de manera inmediata por más que sea deseable, no es posible, al ser el Perú firmante de la Convención Americana sobre Derechos Humanos y retirarse de ella toma tiempo. Este tratado, en su artículo 4, dedicado a la protección del derecho a la vida, prohíbe la aplicación de la pena de muerte. El Perú firmó este tratado en 1977 y lo ratificó en 1978, por lo que está prohibido ampliar a otros delitos. Es así que si el gobierno pretende que se aplique esta medida punitiva para agresores sexuales de menores de edad, tendría que retirarse del Pacto de San José. Este proceso - reiteramos - tomaría por lo menos un año, a lo se debe sumar la reforma constitucional a cargo del Congreso, para que entre en vigor. Sin embargo y como era de esperar, tanto la prensa basura como los parásitos caviares se han manifestado en contra de tan saludable iniciativa, con los argumentos más risibles que uno se puede imaginar, demostrando una vez más su complicidad con esos criminales, al igual que hacen con los terroristas y lo que es peor, se ofenden cuando alguien califica acertadamente de “ratas” - porque eso es lo que son - a quienes mediante una asonada senderista desataron el caos y la violencia en el Perú tras el ignominioso final del régimen golpista de Pedro Castillo, quemaron vivos a policías , ametrallaron a soldados desarmados, bloquearon carreteras, destruyendo aeropuertos e incendiando instituciones públicas, por lo que de “pacíficos manifestantes” no tenían nada y recibieron su merecido. Por cierto, de reimplantarse la pena capital contra los violadores de niños, este debe hacerse extensiva también a la delincuencia venezolana y a quienes los protegen, como son los jueces y fiscales caviares que los liberan inmediatamente una vez que son entregados por la policía, para seguir delinquiendo con total impunidad y ello no debe continuar. Esperemos que en esta ocasión, este pedido no quede en palabras como en anteriores ocasiones….. Si a la Pena de Muerte. (Fiel a su ‘estilo’, el Congreso volvió a dar vergüenza ajena este viernes al no aprobar una reforma constitucional para prohibir que delincuentes como Antauro Humala postulen en el 2026, poniendo en grave riesgo la democracia, siendo el gran responsable de esto el fujimorismo, cuya gran parte de su bancada se “ausento” para no votar, con el claro objetivo de que su candidata Keiko Fujimori tenga posibilidades de ganar los comicios apostando por la polarización. Que grave irresponsabilidad)

martes, 10 de diciembre de 2024

CRÓNICAS DEL HORROR: Edith Lagos, icono de la muerte

Tras 42 años de su eliminación en un enfrentamiento con las fuerzas del orden, la terrorista Edith Lagos sigue siendo “idolatrada” por sus secuaces y no falto mucho para que el Ministerio de Cultura durante el infausto régimen filosenderista de Pedro Castillo haya pensado financiar alguna película sobre la vida de esta delincuente (tal como se hizo con otro despreciable asesino como Hugo Blanco y que denunciamos en su momento). Como olvidar al impresentable premier castillista Guido Bellido quien ensalzó su figura en el Congreso y la consideró “como un modelo a seguir” (?). Cabe precisar que Lagos fue integrante de Sendero Luminoso siendo parte de una familia con recursos económicos. ¿Qué hizo que tomara el camino de la subversión? No olvidemos el adoctrinamiento de los jóvenes en los años previos a la época del terrorismo. Edith Lagos Sáez nació en Ayacucho el 7 de noviembre de 1962. A los 17 años se mudó a Lima para estudiar derecho en la universidad San Martín de Porres; sin embargo, dejó la carrera para volver a su tierra natal y sumarse a las filas de Sendero Luminoso. El 24 de diciembre de 1980, a siete meses de iniciada la lucha armada senderista, fue capturada mientras transitaba por Huamanga, camino a un concurso de baile por navidad. Hasta ese momento se desconocía su rol dentro de la organización terrorista, pero pronto se informó sobre su activa participación en luchas estudiantiles y diferentes atentados violentos en Ayacucho. Tras su captura, Edith Lagos fue trasladada a Lima y luego retornó a Ayacucho para ser encarcelada en Huamanga. Durante su tiempo de encierro participó en tareas proselitistas junto a Carlota Tello, otra terrorista de Sendero Luminoso. En este periodo también empezó a escribir poemas y obtuvo reconocimientos por sus composiciones, lo que ayudó a crear la imagen de “poeta encarcelada”. Dado que PCP-SL era un fenómeno todavía desconocido, la captura de Edith Lagos despertó mucha curiosidad. Varios informes y recopilaciones periodísticas señalan que esto “cimentaba su leyenda y su recuerdo difuso se expandía como un rumor popular, creando prontamente una imagen idealizada de la joven”. Mucho habría contado la presencia comunista en el magisterio e incluso en la Iglesia Católica (en la cual por cierto, aún está presente, con el impresentable Arzobispo de Lima a la cabeza). Tras ocurrir su fuga de una cárcel en Ayacucho en marzo de 1982, propiciada por un comando terrorista entre los que estaba Lagos, Tello y más de 70 reos senderistas, su accionar terrorista no duró mucho. El tres de septiembre de ese mismo año, la joven que tenía 20 años fue abatida en un tiroteo en la zona de Umaca cuando se disponía a tender una emboscada a una patrulla, junto a quien años mar tarde sería nada menos que Ministro del Interior con Pedro Castillo, quien la abandono a su suerte cobardemente para salvar el pellejo. Las circunstancias de su muerte, unido a su corta edad, su fanatismo ideológico y sangre fría para cometer sus execrables crímenes, la convirtieron rápidamente en una “heroína” para ese grupo terrorista, unida a la estúpida decisión del corrupto (des)gobierno de Fernando Belaunde Terry al permitir que tenga un entierro en Ayacucho - base de Sendero Luminoso - el cual como podéis imaginar fue multitudinario, cuyos asistentes vociferaban a voz en cuello expresiones subversivas como “¡Ni olvido ni perdón!” y “¡La sangre derramada jamás será olvidada!” (exactamente tal como hacen ahora los seguidores de Castillo, demostrando que son de la misma calaña), convirtiéndola por torpeza del régimen belaundista, en “un ejemplo a seguir” por esa banda de asesinos. Como podéis imaginar, esta nauseabunda ceremonia “sirvió” a las huestes terroristas para levantar un mito, farsa en la que participó incluso un obispo que ofició una misa de cuerpo presente, tras la cual el féretro de la terrorista - vestida con un uniforme verde oliva y una boina roja, con su ataúd cubierto con la bandera con la hoz y el martillo - fuera paseado cual procesión ante la inacción de las autoridades, un acto que los terroristas negaban a sus víctimas, a quienes como recordareis, luego de ametrallarlos hacían volar por los aires al colocarles dinamita debajo de sus cuerpos. Tal llego a ser la admiración por esta asesina que origino que en las ferias dominicales de aquella época - y que habitualmente se realizan en las sierras del Perú - era ofrecida una estatuilla de Lagos, presentada cual Diana la Cazadora, de pie junto a un árbol, vestida como guerrillera y cargando una metralleta. (Precisamente, el por entonces director de Caretas - el hoy desaparecido Enrique Zileri - poseía una de esas imágenes y presumía de ello, publicándolo en una ocasión en su revista. Por cierto, tengo dicho número donde se aprecia dicha escultura, lamentablemente en una fotografía en blanco y negro. Tras su muerte no se sabe si su hijo aun la conserva, aunque no sería mala idea que la “donara” al Museo del Terror de Sendero Luminoso, la colección privada de “arte senderista” que perteneció a Abimael Guzmán y que la policía conserva como un preciado trofeo en su sede de la Avenida España). Como podéis imaginar, la muerte de Lagos fue motivo de incluso comisiones investigadoras en el Congreso de aquel entonces con la complicidad de diputados y senadores comunistas, quienes siempre han actuado como quintacolumnistas de los grupos terroristas y sus más encarnizados defensores, demostrando con ello su complicidad con esas bandas de asesinos. Incluso tras su muerte, SL siguió ejecutando una planificada campaña para construir en Edith Lagos la imagen de una “guerrillera universitaria que buscaba la justicia”. “Una Micaela Bastidas revolucionaria”, “una María Parado de Bellido maoísta”. Dedicaron poemas y canciones a las “hazañas” de la ‘comandante Lagos’. En tanto, la prensa y pseudo ‘investigadores’ autodenominados “senderologos”, ayudaron a construir una imagen idealizada de esta terrorista, ocultando el hecho que en realidad se trató de una vulgar asesina. En tanto, el corrupto (des)gobierno belaundista, partidos políticos y la sociedad civil rehuyeron su tarea política para denunciar los crímenes de Sendero Luminoso y prefirieron guardar un silencio cómplice. Hoy, los peruanos siguen pagando las consecuencias de esa estúpida inocencia. Lo que sucedió luego es parte de la historia que la cuestionadísima y desacreditada “Comisión de la verdad y reconciliación” (CVR) cuenta a su manera tergiversando groseramente los hechos, para lo cual estos parásitos caviares son especialistas. Ello ha dado pie para que años posteriores los terroristas sean “santificados” “victimizados” y considerados “luchadores sociales” (?) mientras quienes los combatieron, valerosos integrantes de las Fuerzas del Orden que dieron su vida en defensa de la Patria, sean calificados por estos bastardos como “asesinos” y “violadores de los derechos humanos” ¿Cómo pueden ser tan miserables? Como sabéis, Sendero Luminoso asesinó y asoló cientos de poblados andinos asesinando salvajemente a quienes consideraba sus enemigos, zonas donde coincidentemente en las fraudulentas elecciones del 2021 “arrasó” el comunista Castillo (con la desvergonzada ayuda del JNE, donde "obtuvo” nada menos que el 100% de los votos. ¿Qué pasó tras casi 4 décadas de inacción oficial? De nuevo el adoctrinamiento y el copamiento del Estado durante el régimen del burro chotano han permitido que el comunismo tras ser derrotado militarmente, vuelva a aparecer en “un recodo del camino”. No es de extrañar que la zona cocalera del VRAE - ubicado en la selva amazónica y de difícil acceso para la Policía y las FF.AA.- sea hoy “bastión” del narcoterrorismo, en lo que se metamorfoseo Sendero Luminoso tras la captura de Guzmán y la cúpula senderista en 1992 y donde los hijos de los terroristas son la nueva ‘camada’ senderista. ¿Será el lugar donde se inicie por segunda vez “la lucha armada” (léase terrorismo)? ¿A qué espera el Estado para acabar de una vez por todas con ese reducto terrorista? ¿Se repetirá la misma situación que en los 70s, años de los preparativos subversivos? Desgraciadamente la memoria colectiva de los peruanos es frágil y cobarde, prefiriendo olvidar el pasado, lo cual permitió que Sendero accediera al poder con Castillo en el 2021 y hoy pretenda repetirlo con Humala - u otro candidato radical, si este queda fuera definitivamente - en el 2026. Esperemos que no sea tarde para combatirlo ya no solo militarmente sino en todos los campos, incluyendo el ideológico y el cultural. Por cierto, en cuanto a la tumba de Edith Lagos, esta fue dinamitada tres veces por el comando paramilitar aprista Rodrigo Franco, durante el hiperinflacionario y caótico (des)gobierno de Alan García, responsable de un genocidio en 1986 que trataremos a continuación (Próximo capítulo: La masacre de El Frontón)