Venga, faltando escasos días para que el líder nacionalista tome posesión del nuevo gobierno, no dejan de circular los cuestionamientos hacia el anunciado nuevo gabinete ministerial por parte precisamente de aquellos sectores que contribuyeron a su triunfo electoral el pasado 5 de junio y que sienten que han sido desplazados por los arribistas de ultimo minuto, provenientes - cuando no – de aquellos sectores de la derecha que perdieron las elecciones , que como los camaleones que son, buscan acomodarse con el gobierno de turno. Esta sensación se acrecienta cuando fueron dados a conocer los nombres de quienes lo conformaran, destacando entre ellos al ultraortodoxo Luís Miguel Castilla quien estará al frente del estratégico ministerio de Economía, garantizando de esa forma el continuismo neoliberal que tanto combatió Humala durante su campaña. Por si fuera poco, la ratificación del pepecista Julio Velarde en su puesto del BCR - a pesar que días atrás condeno todas las promesas electorales del presidente electo. Esto ha llevado a suponer que ambos trataran de boicotear las medidas que anunciaría Humala este 28 de julio, como el prometido aumento de sueldos y la creación de un impuesto a la sobreganancias mineras. Así, leyendo ciertas declaraciones de algunos integrantes de la coalición oficialista, pareciera que Ollanta “ha pateado el tablero” y gobernara de la mano de aquellos mismos sectores que lo atacaron con alevosía y ventaja mediante esa infame “guerra sucia” durante la campaña electoral, llena de calumnias e injurias de toda índole, utilizando para ello el aparato mediático que tienen bajo su control. A través de esa prensa basura lo endemoniaron hasta el paroxismo, pero de nada les valió, su candidata perdió los comicios y ahora su Némesis estará en Palacio. Es por ese motivo - dicen - que estos cambiaron su estrategia y ahora pretenden copar los puestos mas importantes del aparato del Estado, a cambio de prometerle “estabilidad política” en el cargo. Vamos, me parece un exceso de fantasía todo lo que dicen. En primer lugar, Humala prometió un gobierno de concertación nacional y eso es lo que está haciendo. Además no se puede tirar por la borda la estabilidad económica y la baja inflación que se vive actualmente. Cierto, hay que hacer algunos ajustes para que estos beneficios lleguen a toda la población y por supuesto que se harán las correcciones necesarias pero de una manera gradual. De otro lado, quien va a gobernar será el y sus ministros tendrán que seguir las directivas que emanarán de Palacio o de lo contrario se Irán a sus casas. Así de simple. Asimismo, no veo motivo de queja por haber sido “dejados de lado “cuando vemos a varios de sus representantes en puestos ministeriales. Me parece extraño el patético comportamiento de Toledo y su gente, que pretenden llamar la atención con sus reiteradas pataletas cuando a nadie asustan. Este será un gobierno para todos, a diferencia de sus antecesores. Es por ello que hay que darle nuestro voto de confianza. Dejemos el pesimismo atrás, que este 28 de julio comienza una nueva era :)
Caricatura: La República