sábado, 25 de febrero de 2012

CUIDADO CON LOS LLANTEROS: No hay que quitarles los ojos de encima


Venga, de una manera inesperada doy inicio a una serie de notas (que será presentada cada sábado bajo la etiqueta de Mil Oficios), sobre aquellos peruanos que hacen lo imposible para tratar de aprovecharse de los demás y es por ello que hay que estar advertidos de sus trucos para no caer ante ellos ¿vale?. Resulta que hace unos días, aprovechando del feriado largo del San Valentin, agarre mi 4x4 y me fui al sur - específicamente a Eisha – y estando de regreso a Lima al caer la tarde por la Panamericana, al salir de un grifo adonde ingrese para llenar el tanque - la de 97 naturalmente, ya que usa el mejor – note que una rueda del coche estaba algo baja y dado mi apuro por retornar a casa como debido a la peligrosidad de la zona, en vez de llamar al seguro por una grúa, decidí utilizar los servicios de un llantero que coincidentemente estaba por allí - extrañamente no había en el grifo - el cual luego de sacar el michelín del coche, pretendió hundirlo en un barril de agua sucia en el cual no se ve absolutamente nada y dado que es conocido las historias de cómo ellos mismos lo pinchan para cobrar de más, por lo que le pedí que lo revise sin hundirlo en ese lugar echándole el agua encima, ya que además la rueda es nueva De mala gana accedió a ello y así pude descubrir que un pequeño clavo era el causante de todo. Luego de sacarlo y parcharlo, lo volvió a colocar en mi coche, ya que al día siguiente lo lleve al seguro para que le den su mantenimiento. En ningún momento le quite los ojos de encima y aunque sea fastidioso, hay que estar detrás de estos llanteros siempre, para ver que hace y que no hace ....a menos que tengas uno de confianza. Claro que no todos son así, pero en esta vida hay que estar alertas. Es por ello el consejo, tengan mucho cuidado donde hagan revisar sus ruedas, para no llevarse una desagradable sorpresa ¿vale? :)