martes, 2 de diciembre de 2014

MITOS DETRÁS DEL FOKKER: Una tragedia convertida en leyenda urbana

El próximo 8 de diciembre se cumplirán 27 años desde que un vetusto Fokker F-27 se precipitara en las oscuras aguas del océano Pacífico a la altura de Ventanilla – ubicada al norte de Lima- en el cual perdieron la vida 16 futbolistas del club Alianza Lima, seis miembros del comando técnico, cuatro dirigentes, ocho barristas, tres árbitros y seis tripulantes, convirtiéndose en una tragedia para el fútbol peruano. Sin embargo, el secretismo que la Marina, dueña de la aeronave, impuso en las labores de búsqueda y rescate de las víctimas provocó que en torno al accidente se tejieran toda suerte de conjeturas e hipótesis, ya que nunca hubo una explicación oficial del episodio. Así, el teniente AP Edilberto Villar, piloto y único sobreviviente de la citada aeronave, jamás se reunió con los deudos ni concedió entrevista alguna a los medios y se fue, con absoluta discreción, fuera del país. Durante muchos años nunca nadie supo bien qué fue lo que ocurrió. Esa incertidumbre hizo que con el tiempo las hipótesis adquirieran la condición de mitos y leyendas urbanas que persisten hasta el día de hoy. “Yo lo tengo claro: el avión traía droga y los marinos se bajaron el avión. Tengo indicios. La libreta electoral de mi esposo estaba casi intacta, solo con un poco de agua. ¿Ud. cree que con el agua salada del mar esta libreta se va a quedar así? declaró la viuda de uno de los futbolistas fallecidos en el accidente. Su versión fue recogida por unos investigadores en un ensayo titulado “Fantasías políticas y sociales en el fútbol peruano: la tragedia del Alianza Lima en 1987” (incluido en el libro Ese gol existe, PUCP, 2008), que analiza algunos de los principales mitos y leyendas surgidos tras la tragedia de Ventanilla. Un barrista, fundador de los Cabezas Azules, sostiene la misma hipótesis: “El avión había venido cargado de cocaína y los marinos lo derribaron. Fue parte de una guerra del narcotráfico”. Y también un veterano periodista deportivo: “Se dijo que el doctor Orestes Rodríguez (médico del equipo) tenía un orificio de bala en la nuca al igual que varios jugadores. Seguro el avión traía coca y lo estaban esperando, por eso cuando quiso dar la vuelta lo derribaron; eso fue lo que sucedió” indicó. Estas historias cobraron fuerza debido a la negativa de la Marina para que los familiares ayudaran en la búsqueda de los desaparecidos. “La gente decía ‘no quieren que vayamos’, ‘qué quieren ocultar’, y ahí ya se empezó escuchar el tema del avión con droga”.Hay otra historia extraña de esas que hacen dudar a muchos ya que la misma noche del 8 de diciembre, el entonces técnico del Deportivo Pucallpa, - equipo al cual se habían enfrentado los aliancistas - acudió a una reunión social y encontró allí al piloto de la aeronave Edilberto Villar quien se había quedado en Pucallpa. y quien había conducido la aeronave a Lima habría sido un inexperto copiloto. Tras la caída, para evitar el escándalo, la Marina fue a traer a Villar y lo metió en el mar. Por eso este habría aparecido ileso. Y por este motivo – dicen - se habrían demorado varias horas en iniciar las labores de rescate. Pero quizás la leyenda más extraña de todas fue la del destino del jugador Alfredo Tomasini quien sobrevivió a la caída, de acuerdo al testimonio del piloto. Flotó junto a él durante algunas horas, aferrado a una de las alas del avión y luego a un bidón de agua. Pero, al final, con la pierna fracturada y sin fuerzas, se dejó tragar por las aguas. Nunca apareció su cuerpo y eso alimentó la creencia de que no había muerto. Sus “apariciones” se hicieron frecuentes desde entonces, llegando inclusive a afirmar que lo enviaron fuera del país con una identificación falsa y haciéndole prometer que jamás revelaría lo que sabía de la tragedia. Pero no hay ningún indicio de que Tomasini esté vivo, como no lo hay de que la caída del F-27 fuera provocada. El informe de la Marina dice que “esa noche el panel de mandos señalaba que el tren de aterrizaje no había bajado, así que el piloto se vio obligado a pasar delante de la torre de control del aeropuerto para que le dieran una confirmación visual. Cuando intentó una segunda pasada, para asegurarse, le dio el mando al copiloto mientras revisaba un manual de procedimiento en inglés. Ni él ni su copiloto se dieron cuenta de que la aeronave perdía altitud. Cuando el ala derecha chocó con el mar y se partió, ya no hubo nada que pudieran hacer” indica la versión oficial. La verdad, nunca lo sabremos :(