jueves, 2 de julio de 2015

COPA AMÉRICA: Un fracaso llamado Perú

Sin pena ni gloria llego a su fin la participación de la selección peruana de fútbol en la Copa América luego de caer aparatosamente ante el dueño de casa y organizador del torneo. A modo de consuelo, arguyen que aun pueden jugar por el tercer puesto, pero ello ¿a quien interesa?. Lo patético de todo es aquella prensa mermelera que insiste en querer jugar con la ilusión de la gente titulando en sus portadas frases disparatadas como: “gracias” … “morimos de pie”… “caímos con dignidad”… “estuvimos a un paso”…“tenemos equipo” … “el arbitro condiciono el partido” … tratando con ello de justificar lo injustificable. y lo peor de todo es que existen descerebrados que aun les creen. Cuando se participa en este tipo de competencias es para quedar primero, no segundo ni tercero. Lo cierto es que el Perú volvió a su triste realidad de equipo chico - que culpa a otros de sus reiterados fracasos - pero que se niega a reconocer sus limitaciones que están a la vista de todos. Venga ya ¿porque siguen llamando a la selección a tipos viejos y acabados como Pizarro, Farfán y Vargas que solo se arrastran por el campo o aquellos otros como Guerrero y Zambrano con sus actitudes infantiles malogran el trabajo táctico del entrenador, obligándole a hace cambios sobre la hora, destruyendo todo lo planificado? Eso se vio ayer en los primeros minutos de juego, cuando parecía que la selección peruana podía tener un resultado favorable, aparece uno de esos que sin motivo alguno y de una patada certera hecha con alevosía y ventaja casi le fractura la columna a un chileno en presencia del arbitro, quien como no podía ser de otra manera termina expulsándolo del partido y ese fue el comienzo del fin para Perú. El final del partido entregó una imagen que se repite mucho, el de los jugadores llorando como mujeres lo que no pudieron defender como hombres. A continuación, las redes sociales - como es obvio -señalaron al árbitro venezolano como el “responsable” de la derrota. Nada más alejado de la realidad. Empecemos. A poco de empezar el partido, Carlos Zambrano y Arturo Vidal se enfrascaron en un duelo de empujones, el juez habló con ellos y les dijo que la siguiente jugada era tarjeta amarilla. Tal vez si mostraba la cartulina, algunos hubieran dicho que “debió dejar seguir” o que “tenía que entender que era un duelo caliente”. A continuación llegó la expulsión de Carlos Zambrano. No hay justificación posible. La culpa es del zaguero que piensa “que pegando le van a aplaudir más” y no entiende su importancia en el equipo. En el primer gol de Chile, la posición del juez no era la mejor y el árbitro asistente dejó seguir la jugada que ya de por sí necesitó la repetición para calificarse de dudosa. Empezando el segundo tiempo, el árbitro anuló erróneamente un correcto gol a Eduardo Vargas por una posición adelantada inexistente, por lo que el resultado hubiese sido mas abultado. Finalmente, la jugada de Paolo Guerrero no es penal ni aquí ni la China, porque ambos futbolistas, el peruano y el chileno, llegan forzando con el cuerpo la posición. Lo mejor en la derrota es no culpar a terceros, sino reconocer que ellos son los únicos responsables, pero como sabemos nunca lo van a hacer. Que sigan viviendo en su mediocridad y en recuerdos cada vez más borrosos y distantes, que esta selección nunca mas clasificará a un mundial. Las eliminatorias llegan en Septiembre y con ellas el desengaño y la decepción para aquellos masoquistas que confían en ellos aferrándose desesperadamente a una falsa ilusión. Pobres infelices. Por lo visto de nada ha servido que se vaya Burga, porque todo sigue igual :(