sábado, 31 de octubre de 2015

ALAN GARCÍA : El Narcocandidato

Como era de esperar, finalmente se oficializo la candidatura del bufón aprista Alan García Pérez para las elecciones generales del 2016, representando al viejo y decadente partido de la estrella, donde se presento como único inscrito en una farsa de elecciones internas. Cuestionado por muchos por su implicación en el caso de los Narcoindultos – acusado de haber cobrado importantes sumas de dinero a conocidos capos del narcotráfico condenados por la justicia a largos años de prisión, a cambio de su libertad - así como su profunda relación con su correligionario, el narcotraficante Gerald Oropesa (quien familiarmente lo llama “tío Alan”) e importantes nexos con el Cartel de Cali, ha quedado demostrado que su conexión con el narcotráfico es de vieja data. ¿Y así con estos serios cuestionamientos, este vil sujeto - a quien la plata le llega sola - quiere volver a Palacio? Precisamente esta semana Rosa Maria Palacios se ocupa en su columna del fracasado intento de Alan García para evitar que se propalen audios comprometedores como el de su “sobrino” Gerald Oropesa, que dejen al descubierto su catadura moral, preguntándose “¿que es lo que trata de ocultar?”. Si bien debido al rechazo generalizado a esa forma de censura, el autor de esa infeliz iniciativa tuvo que retractarse “esperando volver a proponerlo mas adelante cuando se conforme un nuevo Congreso”, no esta demás saber porque existe tanto miedo por parte de Alan García a que se den a conocer nuevos audios. Es por ese motivo que he decidido reproducir el artículo debido a su interés, entrecomillado y resumido claro esta ¿vale?: “Javier Velásquez Quesquén no es cualquier congresista. Ha sido Presidente del Congreso y Presidente del Consejo de Ministros durante el último quinquenio aprista en el poder. Congresista desde 1995 tiene una experiencia parlamentaria y política que, pese a que la insignificante bancada aprista tiene hoy apenas cuatro compañeros, conjuntamente con Mauricio Mulder (mas conocido como perro de chacra), la hacen sonar como si fuera de 30. No es una exageración. Como todos los apristas que he entrevistado, sobretodo en los últimos tiempos, tienen las mañas aprendidas a lo largo de los años. Aunque muchos se pregunten porque él y Mauricio Mulder aparecen tanto en radio y televisión ladrando a mas no poder, pensando que hay un favoritismo hacia ellos – y lo hay sin duda alguna - yo diría que los productores y directores saben que este par de dos jamás quieren dejar de figurar en la pantalla y que si no llegan a una entrevista concertada es porque algo grave ha pasado y siempre están dispuestos a hacer el ridículo por defender a su amo ya que sin el no serian nada, Ese odio que destilan en cada una de sus palabras contra el gobierno, tratando a su vez de justificar lo injustificable cuando se trata de defender a il Capo della Mafia (García) es vital para esos programas en vivo. Por eso, a diferencia de otros, siempre se les invita. Una “virtud” que caracteriza a todos los políticos apristas son lo demagogos que son. Se toman en serio su trabajo a la hora de atacar rabiosamente de la forma mas ruin y miserable tanto al Presidente Humala y mas aún a su señora esposa, difamándolos y calumniándolos de todas formas posibles, amparándose cobardemente en su “inmunidad” para mancillar honras ajenas. ¿A cuento de qué viene esta digresión? A que, a diferencia de lo que algunos lectores creen, no hay en mi ningún sentimiento antiaprista. Son sus líderes como Alan García o Jorge del Castillo los que, organizando persecuciones contra varios periodistas, se han ganado a pulso ese sentimiento. Pero además, viendo muchas de las políticas públicas de las que han sido directamente responsables o los serios cuestionamientos en las que ambos están involucrados desde los ochenta, el asunto ya no es sólo gremial. Los conozco, conozco su modus operandi y sé qué se traen detrás. Por eso, no me sorprendió saber que Javier Velásquez Quesquén presentara un proyecto de ley para penalizar la difusión de audios en medios de comunicación. Fue una orden directa de Alan García para evitar que la verdad salga a la luz. Se entendía que Javier Bedoya presentará proyecto similar cuando se difundió el famoso “Potoaudio” donde Lourdes Flores, en una conversación privada con Xavier Barrón - utilizando un lenguaje soez y vulgar - estallaba en cólera por el resultado de la encuesta de Apoyo que la dejo mal parada. Proyecto que además, no prosperó. Se entendía digo, porque la difusión de ese audio aparentemente tenía problemas éticos. A mi modo de ver, estaba en el límite de lo no publicable. Pero, ¿ahora? ¿Qué hechos motivaron a Velásquez? ¿La difusión de las conversaciones de un procesado por narcotráfico como el aprista Gerald Oropeza y su relación con el “tío Alan”? Puede ser, pero parece poca cosa para aventurarse a un debate en el cual salio muy quemado. Para ilustración del lector, grabar conversaciones privadas es delito, salvo que sean las de uno mismo. Las penas no son altas pero si se aplican. Ustedes recuerdan bien a lo marinos en retiro Ponce Feijoo y Tomasio (con un total de 6 personas de la empresa Business Track) que sufrieron condena y carcelería por grabar las conversaciones entre Alberto Quimper y Rómulo León Alegría. Lo que no es delito es difundir las conversaciones. Bueno, por ahora el fallido proyecto de ley presentado por Javier Velásquez, hubiese prohibido durante estas elecciones escuchar audios en donde se estén cometiendo delitos o actos preparatorios para cometerlos. Es decir, de recibirlos, un medio de comunicación tendría que entregarlos a la fiscalía y fin del asunto. Raro ¿no? ¿Qué cosa puede haber grabada que Alan García no quiere que se difunda? Porque no puede haber otra razón para que un congresista aprista promueva una “ley mordaza” al iniciarse un proceso electoral. Eso, perjudica su propia campaña y él lo sabe. Si bien al final el proyecto de marras fue retirado por falta de apoyo de otras bancadas, la duda ya esta sembrada y el daño esta hecho. ¿Qué audios vienen?” puntualiza la nota. La pregunta queda en el aire y será despejada en los próximos días, cuando se den a conocer nuevas revelaciones que involucran a Alan García en sonados escándalos de los cuales no me esta permitido hablar por el momento. ¿Guerra quieren? Guerra tendrán :)