Dentro de las filas de esa banda delincuencial liderada por Keiko Fujimori - la gran derrotada en el ballottage del 5 de junio - existen personajes de los más impresentables que uno se pueda imaginar. Son las llamadas Brujas del Fujimorismo, que se “distinguen” por su apoyo incondicional a lo realizado en los años 90 durante el régimen autoritario de Kenyo Fujimori (un despreciable Genocida condenado a 25 años de prisión por Crímenes de Lesa Humanidad), las cuales haciendo uso de esa lengua viperina que se manejan, arremeten con violencia y con palabras de grueso calibre contra todo aquel que se atreva a cuestionar a ese ladrón y homicida que cumple su condena en la DIROES. De todas ellas, la peor sin duda alguna es Martha Chávez, quien si bien fue expectorada en la campaña de la lista congresal y no estará en la siguiente legislatura - para hacer creer a los incautos que el fujimorismo había “cambiado” - no deja de hacer noticia, y es hoy se ha convertido en una fiel creyente del “liderazgo” de la hija del genocida, a tal punto de considerarla “la verdadera ganadora” del proceso electoral (?)."No necesariamente el fin mayor sea ganar la presidencia, sino el resultado de todo lo que Keiko Fujimori ha logrado. Para mí, Keiko es la ganadora de este proceso“, declaró en una entrevista a Canal N, demostrando con ello que se encuentra fuera de la realidad, si alguna vez estuvo dentro, negándose a reconocer el triunfo de Pedro Pablo Kuczynski. Además, afirmó en tono amenazador que la mayoría fujimorista en la próxima legislatura significa una "gran derrota" para Kuczynski. "Es un poder del Estado sin el cual el Ejecutivo no puede llegar a ningún lado y lo tiene en absoluta mayoría Fuerza Popular [...]. Desde ese punto de vista, la victoriosa es Keiko" exclamo la susodicha, creyendo ilusamente que a la mafia homicida se le va a permitir seguir con su plan desestabilizador desde el Congreso. Venga ya, no debe extrañarnos su proceder: Rabia, ignorancia, prepotencia, negación de la realidad, exageración de los errores ajenos y minimización de los propios, falta de credibilidad. Escuchar a esta sujeta es como entrar en la máquina del tiempo, recordando las oscuras épocas cuando lo que el fujimorismo decía se hacía por las buenas o por las malas. Todo esto nos lleva a una sola conclusión: de lo que se libraron los peruanos. No era cierto que el fujimorismo había “madurado”, ni que se había “democratizado”. No era verdad que era capaz de gestos distintos a los que nos traen los recuerdos de los 90. La sonrisa empática de Keiko en la primera vuelta no era tan sincera como parecía y el ceño fruncido y la palabra subida de tono de la segunda vuelta reflejan mejor su carácter y el de su banda criminal. No han aprendido las lecciones de la historia de tener al cabecilla de esa organización delincuencial tras las rejas ni del lapidario juicio que la historia ha hecho sobre él. Sigue siendo un movimiento caudillista sin modales e incapaz de autolimitarse. Seguirá tratando de colocar a cualquiera que lleve el apellido Fujimori en Palacio de Gobierno, así Keiko haya “prometido” todo lo contrario. ¿Qué tendrían que hacer en el fujimorismo para convencer a los peruanos de que puede ser distinto? Muchas cosas. Primero, no presionar por la libertad de Fujimori y dejar que este asesino muera en la cárcel ya que debido a la gravedad de sus crímenes, no tiene perdón; Segundo, que los responsables de graves delitos como la propia Keiko y sus hermanos respondan ante la justicia por sus comprobados lazos con el narcotráfico y reciban por ello una condena ejemplar; Tercero, al tener el control del Congreso, no adoptar una política destructiva - como ya lo han anunciado que lo harán - y apoyar a Kuczynski porque al fin y al cabo tienen muchas coincidencias con su plan de gobierno; Cuarto, deshacerse de las caras rabiosas: de las antiguas y de las nuevas. Debe ser una purga total y efectiva, no un “cambio” cosmético como el realizado en la campaña. Tienen además que cambiar de tono y de estilo. Y deben entender que los intereses del Perú deben de estar siempre sobre todo lo demás. Se trata de unos sanos consejos que deberían ser tomados en cuenta por los integrantes de dicha agrupación, pero para ser sinceros, eso sería pedirle peras al olmo. En lo que respecta a Martha Chávez, no cabe duda que es un caso clínico. Han pasado 16 años desde la caída de ese régimen criminal que defiende con tanto ardor y por lo visto, no ha cambiado un ápice y tampoco lo hará. Morirá en su retorcida ley, vomitando odio por todos sus orificios :)
Caricatura: La República