sábado, 4 de junio de 2016

PERÚ: Dictadura o Democracia

Venga ya, que difícil es en estos días hacer campaña por alguien quien está en las antípodas de uno y cuyas ideas políticas se han combatido con vehemencia, para que ahora - ante el peligro que representa para el Perú el retorno de la mafia homicida al poder que es la otra alternativa - hay que dejar las convicciones de lado y apoyarlo decididamente sabiendo perfectamente que mañana si logra vencer a la hija del Monstruo (quien por cierto, a estas horas debe de estar nerviosa , ya que las últimas encuestas de DATUM, CPI y GFK que por ley no pueden ser publicadas en el Perú pero si fuera del país, indican que el margen entre ambos candidatos se estrecha cada vez más) va hacer lo mismo que ella , porque son lobos de una misma camada. No es mi caso por cierto, ya que a ambos los he tratado como se merecen y no me fío de ninguno de ellos. Si bien el equipo de PPK quería que me una a su campaña, me he negado rotundamente y sólo como un favor deje de hablar de el y concentrarme estas semanas únicamente en la hija de Kenyo Fujimori - aquel despreciable genocida condenado a 25 años de prisión por Crímenes de Lesa Humanidad - quien espera ansiosamente en su celda de la DIROES el triunfo de su engendro en el ballotage del 5 de junio, para salir en libertad. Es por ello que no puedo dejar de sonreír al ver en los telediarios a ciertos dirigentes políticos y periodistas, quienes hasta antes de las elecciones del pasado 10 de abril criticaban con dureza a Kuczynski, hayan cambiado sus opiniones súbitamente de la noche a la mañana y que ahora dicho ciudadano estadounidense y conocido lobbysta, les parezca “un abanderado de la democracia”, cuando si recordamos su oscuro pasado, de ello no tiene nada. ¿Dónde están los principios de aquellos quienes hoy lo vanaglorian? me pregunto. Es más, este candidato ni siquiera tuvo la deferencia de acudir a la marcha en defensa de la democracia y contra el retorno del fujimorismo al poder que se realizó el pasado martes en el centro de Lima y dio una excusa de lo más inverosímil, demostrando con ello su afinidad con su hoy contendora, a quien apoyó en las pasadas elecciones del 2011 y con la cual de seguro reanudará su amistad luego del domingo “en nombre de la gobernabilidad”. Al respecto, el director del semanario Hildebrandt en sus Trece, César Hildebrandt, lamentó que los peruanos tengan que elegir entre dos candidatos que representan modelos económicos parecidos. Pero ante la posibilidad de que el fujimorismo vuelva a manejar al país, escribe fuerte y claro que votar por Keiko Fujimori, su equipo y todo lo que representan, es cometer un suicidio. “El Perú republicano tiene 195 años y está cerca, muy cerca, de cometer suicidio. No será uno físico, con azoteas de por medio, sino uno simbólico y moral. Por qué reivindicar al régimen que más daño nos hizo y elegir a uno, filial y testamento que hará lo mismo y que tiene a Joaquín Ramírez y a José Chlimper como nuevas expresiones de su ADN irreductible, ¿Qué significa? No significa, desde luego, apostar por la vida. El régimen fujimorista fue el triunfo de la feroz vulgaridad, fue el ripio acumulado de tantos años de republiqueta. Fue la cima de lo peor. No quedó institución en pie, y ahora estamos a punto de reivindicar a quienes quisieron matar nuestra alma ciudadana robando todo lo que pudieron de las arcas públicas. Con un eventual triunfo de Keiko Fujimori estamos a punto de agradecerle a su padre el habernos demolido como país. Estamos a punto de de decirle a Vladimiro Montesinos que hizo bien cuando robaba a manos llenas del erario público para entregarle dinero en efectivo a Keiko y sus hermanos para pagar sus estudios universitarios en los EE.UU. Por lo visto los peruanos debemos querernos poco para votar por Keiko Fujimori pues estamos a punto de suicidarnos como país ¿No tenemos dignidad?” sentencio el periodista. Es por ese motivo a pesar de todos los cuestionamientos que se le pueda hacer y como una cruel paradoja del destino, para muchos peruanos, PPK representa hoy por hoy la única esperanza para salvaguardar la democracia frente a la opción autoritaria que encarna Keiko Fujimori, la candidata de la Korrupción y la impunidad, envuelta en sonados casos de narkotráfico y quien es financiada por los capos de la droga, según reiteradas denuncias dadas a conocer estas últimas semanas. Por lo menos sabemos que una vez en el poder, el conocido lobbysta no intentara perpetuarse en el como si lo haría Keiko - tal como lo hizo su padre en 1992 - o peor aún, que sea este criminal quien asuma realmente el mando del gobierno apenas sea liberado de la prisión donde cumple su condena, mientras su hija se convierta en una figura decorativa. Y es que a pesar de sus reiteradas promesas de que “no liberará a su padre”, nadie le cree una sola palabra y se da por descontado que el mismo 28 de julio, apenas asuma el mando - si es que gana y se le deja hacerlo - salga corriendo del Congreso y se dirija a la DIROES, para llevar de la mano al Monstruo de su padre en una caravana “triunfal” a Palacio, para que gobierne por los siglos de los siglos dando rienda suelta a su venganza largamente esperada ¿Se imaginan semejante pesadilla? Aunque algunos no lo puedan creer, eso es lo efectivamente ocurrirá si logra imponerse en el ballotage del 5 de junio. El Perú no puede volver a convertirse en un narKoestado como en la infame década de los noventa, donde la Korrupción generalizada a todo nivel, el saqueo de las Arcas Públicas y el asesinato de miles de inocentes a manos de grupos paramilitares eran cosa de todos los días. De ti depende con tu voto que ello no ocurra :(