sábado, 15 de octubre de 2016

PEDRO PABLO KUCZYNSKI: La corrupción de cada día

Venga ya, a nadie debe sorprender que los escándalos en este gobierno no tardaran en estallar. Y es que la voracidad con la cual llego a Palacio el lobbysta estadounidense Pedro Pablo Kuczynski, dispuesto a malbaratear al mejor postor las empresas del Estado, no ha tardado en manifestarse, dejando al descubierto sus verdaderas intenciones. En efecto, la divulgación de dos audios en los que se escucha al ahora ex asesor presidencial Carlos Moreno realizar ‘negociazos’ ha colocado al gobierno en un trance difícil. Como sabéis, las grabaciones han sacado a la luz las maniobras con las que el ex asesor de Kuczynski habría intentado sacar provecho personal del sistema de salud, lo que plantea un patético contraste con la imagen de intransigencia frente a la ‘menor insinuación de corrupción’ que había buscado labrarse la presente administración desde su primer día en Palacio. Como para tratar de alejar de sí las sombras políticas de este caso, algunos voceros del oficialismo recordaron desesperadamente que el pasado 28 de julio, en su mensaje inaugural frente al Congreso, Kuczynski afirmó: “No permitiré, especialmente a mis funcionarios y colaboradores más cercanos, caer en la indignidad de la corrupción. Sepan todos que en eso no tendré miramientos”. Y en consonancia con el sentido de esa notificación, han intentado hacer creer a la ciudadanía de que su reacción ante el asunto que comentamos fue ‘drástica y sin dilaciones’ cuando en realidad fue todo lo contrario. Ya que sus propias palabras lo delatan cuando en un primer momento, el mismo Kuczynski salió a defender a su ex asesor tratando de minimizar el escándalo, faltando a la verdad de una forma clamorosa: “Él no es funcionario público, él no recibía ningún sueldo, ni remuneración en Palacio de Gobierno … Nos están embarrando por absolutamente nada y lo que hemos hecho es tomar una acción inmediata en cuanto hubo una sospecha, por lo que para mi es un capítulo cerrado” cuando era de conocimiento público, ya que el mismo anuncio su nombramiento apenas asumió el cargo - como podéis comprobar  en el vídeo adjunto -  y ahora trataba de negarlo a como de lugar. Para empeorar las cosas, su presidente del Consejo de Ministros declaró cínicamente tras revelarse el escándalo: “Estamos asqueados de haber escuchado ese audio” ya que el mismo firmó su nombramiento. Es por ello que una revisión de la cronología de los hechos, deja al descubierto de que la reacción del que hablan ahora los dos más altos representantes del Ejecutivo tomaron un tiempo en manifestarse y ello únicamente debido a la presión pública cuando era imposible seguir ocultándolo. Zavala reveló que el 1 de octubre conoció la información de las grabaciones y confrontó a Moreno con ella, y que este “puso en duda su contenido pero renunció ese mismo día” (en declaraciones posteriores, el primer ministro se contradijo y afirmó que en esa fecha “se gestionó su renuncia”). También ha aseverado que todo fue informado en esa misma jornada al presidente. Si esto fue así, ¿por qué el martes 4 Kuczynski declaró ante la prensa que la renuncia había obedecido exclusivamente a “razones personales” intentando salvar con ello a su ex asesor? ¿Por qué, por otra parte, en la resolución en la que se aceptaba su renuncia (publicada un día antes) se le agradecía ‘por los servicios prestados’? ¿Y por qué la denuncia contra él es presentada ante la fiscalía recién el viernes 7, solo después de que el ex asesor hubiera destapado en una entrevista radial la existencia de los audios comprometedores? El primer ministro - demostrando su total incapacidad y que el cargo le queda demasiado grande - ha tratado de explicar la demora en la denuncia argumentando que “la ley obliga a realizar las diligencias debidas para verificar la verosimilitud de la información recibida”. Pero la verdad es que tal obligación no justificaba en modo alguno la mentira presidencial ni que se llegue a la bajeza de agradecerle oficialmente ‘los servicios prestados’ al Estado a quien más bien había quería aprovecharse de su posición en él. ¿No habría podido el mandatario sencillamente decir el martes que, por el momento, las razones de la renuncia eran reservadas y que serían divulgadas en los próximos días? ¿No se podía haber suspendido, de otro lado, a Moreno inicialmente en su cargo, para luego, con las verificaciones hechas, publicar la resolución sobre la renuncia en los términos que correspondía? Al contrario, trato de justificarlo por todos los medios y minimizar los hechos, argumentando falazmente de que ‘no se trataba de un funcionario público’ algo que luego fue desmentido al revelarse que el mismo lo nombro en ese cargo, como reconoció de mala gana Zavala al presentarle la resolución publicada en el Diario Oficial. Esta incongruencia en el seno del gobierno demuestra fehacientemente que algo se trata de ocultar en las más altas esferas del poder, porque de seguro existen otros ‘negociados’ más suculentos que involucran tanto al propio Kuczynski como a esa panda de improvisados y oportunistas que lo rodean y para quienes el Estado es un botín, entre los cuales por cierto, existen una serie de codiciosos lobbystas (aparte de el claro está) como Susana de La Puente, de quien nada bueno se puede decir y cuya pertenencia al entorno presidencial, sin cargo ‘oficial’ alguno, pero con poder de decisión de lo cual no rinde cuentas a nadie, ha levantado muchas suspicacias. Es obvio que Kuczynski lo sabía todo - que no se haga el inocente - y trato de minimizar el delito, porque sabe que a partir de ahora tanto el como su equipo estarán bajo el escrutinio público. A la luz de este escándalo seria conveniente investigar minuciosamente todos los convenios firmados entre el Estado, instituciones privadas y la Iglesia Católica. Vaya uno a saber las sorpresas que se van a encontrar. Que poco le va a durar la dicha a esa banda de impresentables que querían seguir viviendo del cuento. La farsa se acabó :)