martes, 31 de octubre de 2017

PATRIMONIO CULTURAL DE LA NACIÓN: Complejo arqueológico de Vilcashuamán (Ayacucho)

Iniciamos esta nueva serie que dará a conocer todas aquellas manifestaciones artísticas, religiosas y culturales que debido su importancia, es necesario que sean preservadas para la posteridad, por lo que han sido catalogadas como Patrimonio Cultural de la Nación por el Estado peruano. Que mejor ocasión para referirnos en esta oportunidad a una joya arquitectónica de los incas ubicada en Ayacucho como es el complejo arqueológico de Vilcashuamán, el cual significa “halcón sagrado” en quechua, y habría sido considerado uno de los Centros de la Administración Inca más importantes del Imperio. Viajar a Vilcashuamán es penetrar al corazón de Ayacucho, al sur del Perú. Rebasa frente a sus visitantes, una altitud de 3.490 m.s.n.m. en la cuesta oriental de la Cordillera de los Andes. El Complejo fue creado bajo el mandato de los incas Tupac Yupanqui y Huayna Capac (1400 - 1500 d.C.). Está formado por vestigios de una antigua ciudad inca, similar a las cuzqueñas. Edificada para conmemorar la victoria definitiva sobre los chancas - acérrimos enemigos de los incas - la ciudad está rodeada de una muralla similar a un fortín. En ella construyeron el Palacio Real que contiene en el centro el trono sagrado (Ushnu), la plaza trapezoidal que fue diseñada para poder acoger a un aproximado de 20 000 personas, el Palacio de las escogidas (Acllawasi), el reloj solar (Intiwatana), el Templo del Sol, el Templo de la Luna, La Casa del Guardián (callancas) y un sistema de andenerías para sus cultivos. Asimismo, en ella se puede notar dos estilos arquitectónicos, uno de puertas con vigas o jambas rectas y muros con piedras de formas poligonales, y el otro tiene puertas con vigas trapezoidales, parecidos a los que existentes en el Cuzco. En relación a la plaza trapezoidal , esta tiene una historia interesante respecto a su construcción, ya que se dice que, para que esta pudiera ser realizada en el lugar en el que se encuentra, el Inca Pachacútec ordenó que se drenara un pantano mediante acueductos que aún pueden observarse en la zona. Cabe destacar que tras la conquista española, sobre el Templo del Sol se edificó a fines del siglo XVI la iglesia de San Juan Bautista. A pesar de ello, se puede apreciar el esplendor del complejo, muy similar al del Coricancha en el Cuzco y al de Huaytará en Huancavelica. No cabe duda que Vilcashuamán fue construido a base de fuerza e inteligencia. Tiene muros de bloques de piedra esculpida que encajan de forma "sorprendentemente" perfecta, puertas trapezoides, nichos, hornacinas con detalles interesantes. El Ushnu está situado al este de la plaza, contiene diversas habitaciones y un sillón doble semejante a unos tronos, labrado en piedra. Se infiere que fueron usados por el Inca y la Coya (esposa del emperador) para presidir las ceremonias y que se encuentran en la parte más alta del complejo. El Ushnu estaba relacionado también a distintas actividades de carácter ritual y político, con la finalidad de legitimar, mediante ellos, la dominación inca del territorio. Adentro de la muralla hay una plaza y al centro hay una piedra que servía para los sacrificios. Se puede observar en ella dos canales que representan el poder, el cual tiene esculpido un orificio de gran tamaño. En esta parte se realizaban los sacrificios ceremoniales en honor a sus dioses. En la actualidad sirve como escenario para la celebración anual del Vilcas Raymi - entre el 26 y 29 de julio - donde se escenifica una batalla entre los incas y los chancas. Este culmina con el triunfo de las tropas imperiales. El Inca toma posesión del lugar e instala su centro administrativo más importante de la región. Es en ese momento en que el emperador desde lo alto de la pirámide, realiza una ofrenda al Sol, agradeciéndole por la victoria. En suma, una ceremonia digna de ver :)