sábado, 8 de septiembre de 2018
ALAN GARCIA: Il Capo della Mafia
Venga ya, debo reconocer que hacia tiempo que había dejado de ocuparme de este impresentable elemento - protagonista estelar de genocidios y todos los escándalos de corrupción habidos y por haber en el Perú - y es que solo esperaba el momento adecuado para volver a hacerlo, y este por fin ha llegado. Sucede que el bufón aprista, autoexiliado en España y sabiéndose “blindado” por la justicia peruana (copado por quienes se encargan de “limpiarlo” de toda clase de acusaciones a pesar de las gravísimas pruebas que existen en su contra) ha decidido “volver” a la política ¿se había retirado alguna vez? con el objetivo de presentarse como candidato en la elecciones presidenciales del 2021, confiando para ello no solo en la mala memoria de los peruanos - quienes inexplicablemente lo eligieron nuevamente en el 2006 a pesar de su desastroso primer gobierno en los años ochenta - sino también en los votos de los venezolanos que llegan por miles cada día al Perú y que para esa ocasión tendrán derecho a elegir, los cuales en “agradecimiento” por haber facilitado su llegada a este país, gracias a las intensas gestiones realizadas por Jorge Del Castillo, despojando de su trabajo a los propios peruanos para que ellos ocupen su lugar, marcaran la estrella en esa ocasión. Y no serán pocos como dicen algunas voces interesadas, ya que si continúa su incesante llegada cual plaga de langostas como hasta ahora, para el 2021 serán millones. Todo parte de una infame “estrategia” montada para asegurarse la elección a como de lugar. Pero ¿Podrá salirse con la suya? Al respecto, cierto analista de cuyo nombre no quiero acordarme, se ocupa del caso y dado que coincido con sus apreciaciones, he decidido reproducirlo, entrecomillado claro esta ¿vale?: “Alan García anuncia que volverá a conducir al APRA como si alguna vez hubiera soltado el timón y, con expresión delirante, amenaza con postular otra vez en 2021. ‘El reclamo del Perú es reconstruir el partido’, proclamó frente a una minúscula audiencia en el local aprista de La Molina, como si el país en verdad reclamara la reaparición de una agrupación criminal de oscuro pasado, presente escuálido y futuro incierto porque García demolió su organización pero, principalmente, su reputación. Dice que ‘regresa’ porque la dirigencia ha deshecho al APRA: ‘Los conozco, sus conflictos, pequeñeces, odios; dejarían dividir al niño en dos pedazos con una espada. ¡Por eso vuelvo!’. Pero hasta el más distraído espectador sabe que García, incluso desde Madrid, nunca dejó de manejar a control remoto a la dirigencia formal del APRA a través de Mauricio Mulder al margen de una militancia cada vez más consciente de que destrozó el partido al convertirlo en instrumento de sus necesidades particulares y no de las del colectivo. El desprestigio se profundizó por la alianza con el fujimorismo en el Congreso con un fin exclusivo de salvataje judicial, la cual acabó de quemar al APRA. Por último, García dejó entrever que postularía en el año 2021: ‘Hay que morir en el intento, no sé qué éxito tendremos, pero las grandes causas uno no las emprende porque está seguro de que va a tener éxito’ aseveró. Si bien es cierto que debido al caudillismo existente en los remedos de ‘partidos políticos’ existentes en el Perú - donde sus dirigentes son eternos y no conocen la palabra renovación - nunca se puede hablar de muertos, la posibilidad electoral de García es muy baja o casi nula debido a su total desprestigio por la intima asociación que la ciudadanía hace de él con la corrupción. Ni los votos de los venezolanos le alcanzarían para conseguir sus metas. No por gusto es considerado con justa razón como Il Capo della Mafia. La impunidad del cual disfruta, a pesar de los gravísimos delitos cometidos, incluidos sus atroces crímenes durante sus dos periodos de gobierno, lo pintan de cuerpo entero ante la opinión publica como un patán. Por eso, el APRA va de tumbo en tumbo electoral con una representación en la última década que es esquelética: solo cuatro congresistas en el 2011-2016 y cinco en el 2016-2021. Como recordareis, el desempeño electoral aprista en la última campaña fue especialmente desastroso, con autoridades electorales amañadas para beneficiar a García, eliminando candidatos y estableciendo - escandalosamente un día antes de la votación - porcentajes para que el APRA no perdiera el registro. ¿Por qué ‘vuelve’ García? ¿A ver que ocurre en el 2021 porque sabe que Vizcarra no va a durar hasta esa fecha? ¿Buscando un escudo para los juicios que le pueden venir porque sus crímenes cometidos, como los genocidios de los penales y de Bagua son imprescriptibles? ¿No saber qué hacer en medio de su frustración por ser alguien tan desprestigiado, ruin y miserable? Este ‘retorno’ de Alan García a donde en realidad nunca se había ido, solo va a terminar de liquidar completamente al APRA, donde al parecer no hay nadie quien pueda enfrentársele a su autoritarismo, por lo que morirá con el, ya que a diferencia de Haya de la Torre, quien providencialmente encontró a su ‘sucesor’ mientras agonizaba en Villa Mercedes, en esta ocasión nadie va a querer cargar con el muerto y juntos irán al hoyo, terminando en la ignominia mas absoluta. Bien por el Perú” puntualiza la nota. Sólo me queda agregar que si finalmente García decide regresar de su exilio autoimpuesto, dejémoslo que vuelva... Challapalca o mejor aun, El Frontón, lo espera :)