sábado, 1 de septiembre de 2018

RICARDO BELMONT: Una verdad incómoda

A poco mas de un mes de la realización de las elecciones municipales en este país, una campaña que esta pasando desapercibida debido a los escandalosos casos de corrupción de la decadente clase política - una historia de engaños y traiciones que involucran a Keiko Fujimori y Martin Vizcarra, que acapara en estos días los titulares de los medios de comunicación - han causado revuelo las recientes declaraciones dadas por un candidato a la Alcaldía de Lima sobre la plaga de venezolanos que infectan al Perú, que unos descerebrados al servicio de grupos de poder, no han dudado en calificar como “xenofóbas”, atacándolo inmisericordemente, no ahorrando calificativos para denigrarlo con el objetivo de silenciarlo, con mayor razón cuando se encuentra en los primeros lugares de las encuestas. Nos referimos obviamente a Ricardo Belmont Cassinelli, quien en un video subido a Youtube dijo lo siguiente: “Estamos a pocos días de las elecciones para elegir a nuestras autoridades en todo el Perú. He visto una noticia, confírmenmelo ustedes, que el partido aprista ha izado en su local el pabellón de Venezuela en ‘homenaje’ a estos venezolanos que han venido a quitarles el trabajo a los peruanos. Esa es la verdad del asunto, más de un millón de venezolanos vendrán aquí con todos los beneficios que un peruano desearía tener. Este operativo, pensado y planeado tiene un objetivo, darles el voto a los venezolanos en las elecciones, y esta es una situación realmente preocupante. Yo hace nueve años di la ley de protección al menor, fue aprobada en el Congreso, fue aprobada con dictamen de mayoría, sin embargo en el pleno del Congreso, no se aprobó la citada ley, mientras que ahora en solo dos días, el Presidente, el Congreso, el partido aprista, aprueban la presencia de venezolanos que no sabemos de que procedencia ideológica son, si son personas honorables o no, si son cualquiera, pero los mandan acá y ahora los venezolanos va a decidir el futuro del Perú en las próximas elecciones, porque que un millón de venezolanos se calcula que tendremos en el Perú, quitándoles el trabajo a otros peruanos. No entiendo nada, porque hemos llegado a este estado de cosas tan lamentable que nos invita a una reflexión muy profunda ¿Somos una colonia? ¿El Perú nos pertenece? porque mientras el peruano de a pie con el sueldo mínimo vital sobrevive a la crisis, llegan los venezolanos, obtienen beneficios que nunca tuvieron los peruanos, incluso sus hijos tendrán derecho a la educación gratuita en las escuelas. En un país donde no hay justicia, donde llegan los venezolanos y se apoderan del poder político porque ya tienen derecho a voto, esto es una conspiración contra la democracia en el Perú. Esto lo digo a pocas semanas de las elecciones, tenemos una migración venezolana, planificada y organizada desde un reducto, que se llama el partido aprista, que como siempre no juega a favor del Perú” aseveró. Venga ya, se puede o no estar de acuerdo con sus apreciaciones, pero vamos, dice verdades como puños. Quienes defienden a los venezolanos, hipócritamente hablan de ‘solidaridad’ para con los recién llegados, pero ni se preocupan en lo mas mínimo por los cientos de niños y ancianos que mueren de hambre y de frío en el sur del país, abandonados a su suerte. Para ellos no hay una lágrima, un consuelo, una esperanza, ya que no importan. En cambio, por aquellos que ni son peruanos si que alzan su voz, debido a los intereses subalternos que existen detrás. Recuerden que Keiko Fujimori fue derrotada en las ultimas elecciones por un puñado de votos y no quieren que ese escenario se repita en los próximos comicios, anteponiendo así sus ambiciones personales a toda costa. Es patético sobre todo el infame papel mostrado por el aprista Jorge Del Castillo quien es uno de impulsores de ese operativo y que actúa por ‘instrucciones’ de la embajada estadounidense. Como era de esperar, los sectores conservadores no han tardado en señalar al gobierno venezolano como el responsable de esta situación, pero lo cierto es que ello se debe especialmente al inhumano bloqueo económico impuesto por los EE.UU. para tratar de desestabilizar a la Revolución Bolivariana, siendo los primeros afectados como siempre, los que menos tienen. Hay quienes se preguntan ¿porque eligieron venir al Perú y no Colombia o Brasil que son países fronterizos con Venezuela? Sucede que el responsable de esta situación es nada menos que el conocido lobbysta y Traidor a la Patria Pedro Pablo Kuczynski quien como perro faldero de Washington, los “invito” para venir a este país otorgándoles un permiso “temporal” de permanencia a quienes ni siquiera habían llegado, así como prometiéndoles toda clase de privilegios que ya quisieran tener los peruanos: trabajo fijo, así como educación, seguro y atención medica gratuita para sus hijos. Lo que no se tomo en cuenta en aquella oportunidad es que ante tales ofrecimientos, la “invasión” ha sido de tal magnitud desbordando todos los cálculos, que los venezolanos aparecen hasta debajo de las piedras, con mayor razón cuando han tenido las fronteras abiertas de par en par entrando libremente sin pasaporte, situación que no se repite en ninguna parte del mundo. Los encuentras en todas partes, en los autoservicios, en los bancos, en los grifos y hasta en las calles como informales, reconociéndoles fácilmente por el dejo. Es mas, en una ocasión iba por la Javier Prado en mi coche y en una esquina al detenerme por el semáforo, se me acerco uno de ellos ofreciéndome arepas, que es una especie de tortilla hecha de harina de maíz y huevos que se consume en su país en lugar del pan, y me pregunte al verlo ¿Tan mal esta la situación en Venezuela? conozco Caracas y no he visto allí el grado de miseria y pobreza que se ve a diario en Lima, con niños comiendo de los desperdicios en las calles, disputándose las sobras con los perros callejeros a escasos metros de Palacio de Gobierno. Si bien al comienzo su número no era significativo, hoy llegan a diario por miles y han comenzado a reemplazar en muchos negocios y empresas a los peruanos quienes han terminado en la calle, discriminados en su propio país para favorecer a los recién llegados. Lo peor de todo, es que se anuncia que para mediados del 2019 se estima que serán más de millón y medio ¿Y que se va a hacer con toda esa gente? ¿Dónde los van a colocar? Como si no fuera suficiente, han llegado también entre ellos bandas delincuenciales que han sembrado el terror en las calles. El grado de violencia que utilizan ya sea para robar y asesinar, no se había visto antes en el Perú, y eso que este país ya era inseguro, donde uno no puede ni salir a la puerta de su casa sin poner en riesgo su vida. Ahora, imagínense, calles y barrios enteros enrejados con seguridad extrema donde no se puede confiar en nadie. No es de extrañar por ello que ante lo que consideran una gran amenaza para la seguridad de ellos y sus familias, haya aflorado en la población una gran animadversión a su presencia, ya que se sienten afectados y de que manera, exigiendo el cierre de las fronteras y su inmediata expulsión del país. Es en ese contexto que aparecen candidatos como Ricardo Belmont, que se identifican con ellos y hacen suyos sus planteamientos, ganándose su simpatía y sus votos. Este sentimiento - que en el Perú es nuevo - viene sucediendo desde hace mucho tiempo en Europa, donde el rechazo a los “refugiados” (terroristas en potencia) ha originado el surgimiento de partidos nacionalistas que alertan sobre el grave peligro que representan esos indeseables y la necesidad de blindar las fronteras para evitar su entrada ya que como sabéis, tratan de ingresar al continente comandos suicidas de ISIS dispuestos a desatar un baño de sangre “entre los cruzados”. Se trata de bestias sionistas que intentan escapar del justo castigo a sus aborrecibles crímenes cometidos en Siria e Irak, por lo que es razonable impedir su entrada a la UE. Igual situación ocurre en los EE.UU. desde la llegada de Donald Trump al poder, quien busca construir un muro en su frontera con Méjico para protegerse de la amenaza que representan. En el caso del Perú, con los graves problemas que tiene, es obvio que no esta preparado para afrontar una llegada masiva de venezolanos - 5.000 ingresaron esta semana, y a ello debemos agregar las más de 100.000 peticiones de quienes buscan entrar en el país como ‘refugiados’- por lo que es urgente establecer controles más estrictos en las fronteras para impedirlo, debiendo contar para ello incluso con el apoyo del ejercito como ya sucede en el Brasil. En cuanto al señor Belmont (a quien muchos denominan el Trump peruano) veremos si esa posición asumida le podrá rendir frutos electoralmente en octubre, pero en todo caso le prepara el camino para el 2021 :)