sábado, 8 de diciembre de 2018

ALAN GARCÍA: El Año del Cerdo

Como sabéis, en el 2019 según el horóscopo chino se inicia el Año del Cerdo, un nombre que le cae a pelo a Alan García Pérez - protagonista estelar de genocidios y actos de corrupción habidos y por haber en el Perú - a quien el gobierno uruguayo rechazo su absurdo pedido de ‘asilo político’ solicitado tras refugiarse cobardemente en su embajada en Lima, reconociendo de esta manera que en el Perú no existe persecución alguna en su contra y que solo se trato de una burda maniobra por parte del bufón aprista para intentar eludir la acción de la justicia y no responder por sus múltiples delitos cometidos, escudándose en un falso ‘victimismo’ que no le ha dado resultado alguno. Cabe resaltar que la historia política de este adiposo sujeto ha ido de la mano con los numerosos escándalos de corrupción en los que acabo envuelto. Y con una fama de experto en eludir las investigaciones judiciales, ya que tenía a su servicio un equipo de jueces y fiscales apristas que lo ‘blindaban’ de cualquier acusación, gozando así de la más abyecta impunidad durante décadas. Alan García comenzó su infame carrera política a inicios de los años ochenta encandilando a los peruanos con una vomitiva verborrea que lo colocó incomprensiblemente en el centro del escenario político como ‘una figura de cambio’, y termino envuelto en un discurso de derecha, convertido en símbolo de la corrupción política por antonomasia, con un rechazo ciudadano que llega al 95 por ciento. Con el avance de las nuevas investigaciones judiciales en su contra y luego de la negativa de Uruguay de otorgarle asilo - su último intento de eludir investigaciones judiciales por corrupción - esa aureola de ‘intocable’ que lo ha rodeado durante años, comienza para su desesperación, a desvanecerse rápidamente. En 1985, con solamente 36 años, García se convirtió en presidente. Su irrupción en la escena política fue avasalladora. Demagogo como nadie, entusiasmaba a las masas ignorantes y su discurso prometiendo cambios, le hicieron ganar ampliamente las elecciones como candidato del APRA, aquel viejo y decadente partido de la estrella de tendencia socialdemócrata fundado en los años veinte por el homosexual Haya de la Torre. Pero el entusiasmo se apagó rápido. Su gobierno terminó en un estrepitoso fracaso, con hiperinflación, hipercorrupción, el crecimiento de la subversión armada y las múltiples violaciones a los derechos humanos. Acusado por varios cargos de corrupción al finalizar en 1990 su primer gobierno, García, tal como intentó hacerlo ahora, eludió las investigaciones recurriendo al asilo. En abril de 1992, cuando Kenyo Fujimori dio el autogolpe de Estado, cerrando el Congreso y capturando el Poder Judicial, Il Capo della Mafia encontró la ocasión ideal para eludir a la Justicia alegando ‘persecución política’. Colombia le dio asilo en esa ocasión y así pudo salir del país, regresando en el año 2001, cuando los cargos en contra habían prescrito. A pesar de su desastroso primer gobierno, en las elecciones del 2006 logró regresar a la presidencia. Su triunfo tuvo que ver mas con el miedo que la derecha supo explotar a la candidatura de su rival, el nacionalista Ollanta Humala, que por las 'virtudes' de García. Se creía omnipotente, pero no por mucho tiempo. Lejos de aquel que se enfrentó a los organismos financieros por el pago de la deuda externa, su segundo gobierno fue de derecha, el de un entusiasta converso al neoliberalismo (y estos son los peores) vinculado a los sectores más reaccionarios, cómplices de la sangrienta dictadura fujimorista y que querían preservar a toda costa sus privilegios. Pero en sus prácticas corruptas, García no había cambiado un ápice y siguió robando como antes, ufanándose de ello, afirmando sin vergüenza alguna “que la plata le llegaba sola”. Al término de su caótica gestión, una comisión del Congreso lo investigó acusándolo por varios casos de corrupción. Pero con sus ‘contactos’ en el sistema de justicia logró que un juez anule la investigación parlamentaria y el informe quedó archivado. A su turno, un fiscal ‘amigo’ cerró una investigación por enriquecimiento ilícito. Otra vez parecía haber ganado la impunidad. Su fama de intocable creció. Pero en el Brasil estalló el escándalo protagonizado por la constructora Odebrecht - que soborno a diversos gobiernos latinoamericanos para beneficiarse al momento de la concesión de multimillonarias obras públicas - y su suerte comenzó a cambiar. Políticamente muy desgastado, en las elecciones del 2016, cuando intentó un nuevo retorno a la presidencia, apenas obtuvo un 6 por ciento. Debilitado políticamente se alió con el fujimorismo que controla el Congreso en un pacto de impunidad, pero no pudieron controlar las investigaciones fiscales, que siguieron avanzando. Además de la acusación por los sobornos de Odebrecht en el caso del Metro de Lima, que es el caso más avanzado y por el cual se le ha dictado el impedimento de salida del país que lo llevó a pedir asilo, García también es investigado por lavado de activos por el financiamiento oculto de Odebrecht a su campaña electoral del 2006 con 200 mil dólares; por las coimas entregadas por la constructora brasileña Camargo y Correa relacionadas con una obra de irrigación; por el favorecimiento a una empresa de Dubai en la concesión de las operaciones en el puerto del Callao, el principal del país; y por desbalance patrimonial ya que no puede explicar el origen del millonario patrimonio que actualmente posee. Por todos estos casos y muchos otros más deberá responder a la Justicia, ahora que Uruguay le ha negado el asilo. Y ante nuevo intento de fuga - ya que tiene orden de impedimento de salida del país - o tratar de refugiarse en alguna otra embajada ‘amiga’ como la de Chile o Costa Rica (según los rumores que están circulando) es necesario que sea detenido inmediatamente de forma preventiva a la espera de su juicio. Se acabo el cuento de la ‘persecución política’. A todo cerdo le llega su San Martín, y a este con mayor razón, por mas que hoy produzca psicosociales en el mejor estilo de Montesinos.... No hay que dejarlo escapar :)