sábado, 29 de diciembre de 2018
FUJIMORI: Sin vergüenza ni moral
Como recordareis, en vísperas de la Navidad del 2017, el conocido lobbysta y Traidor a la Patria Pedro Pablo Kuczynski, desesperado por el descubrimiento de sus negociados con Odebrecht y tratando de evitar ser ignominiosamente destituido por el Congreso, decidió al margen de la ley, otorgar un "indulto humanitario" al despreciable genocida Kenyo Fujimori - condenado en un proceso ejemplar a 25 años de prisión por Crímenes de Lesa Humanidad - para lo cual, mediante un oscuro negociado político con el hijo menor del sátrapa (Kenji) a quien ‘comisiono’ para comprar los votos de congresistas de la “oposición” (?) para evitar que fuera vacado, tal como aparece detallado en los llamados ‘Kenjivideos’ donde se observa al susodicho y a su abogado Alberto Borea Odria intentando ‘convencerlos’ con una serie de prebendas. Como era de esperar, a la hora de la votación no solo el grupo de tránsfugas del fujimorismo fiel a Kenji se abstuvieron de hacerlo, sino que también de una forma por lo demás ruin y miserable , los parásitos de la ‘izquierda’ de Verónika Mendoza (aquellos que gritan desaforadamente en las calles “que luchan contra la corrupción”) abandonaron súbitamente la Cámara al momento de la votación, logrando de esta manera blindar al corrupto y con una alegría desbordante fuera de si, clamaron que finalmente “había triunfado la democracia (?). Pero la dicha de los malvados no duro mucho, porque al poco tiempo, salieron a la luz los ‘Kenjivideos’ originando un escándalo de tal magnitud que esta vez nadie quiso defender a Kuczynski, el cual abandonado hasta por sus ministros, fue obligado a renunciar de una manera vergonzosa. Su caída significo la revisión del ilegal indulto ‘humanitario’ otorgado a Fujimori, quien tras los primeros cuestionamientos, se internó rápidamente en la Clínica Centenario como para querer demostrar que de verdad “estaba delicado de salud”. Sin embargo, el video que grabó desde su camilla usando un smartphone mostró detalles que dejaron al descubierto que no estaba en cuidados intensivos y que estaba en perfectas condiciones para volver a su celda de la DINOES, del cual nunca debió salir por ningún motivo. Esa misma estrategia la ha venido usando cada vez que ha aumentado la posibilidad de volver a prisión para cumplir sus 25 años de condena. El pasado 3 de octubre, el Poder Judicial (PJ) anuló finalmente el ilegal indulto que se le otorgó y ordenó que vuelva a prisión. Sin embargo, Fujimori ha permanecido inexplicablemente en la clínica privada con el evidente objetivo de evadir a la justicia, mientras se resuelve una apelación. Tras la anulación del indulto, el fujimorismo no tuvo ninguna vergüenza para intentar que siga libre. La congresista Yeni Vilcatoma presentó un proyecto de ley dirigido a beneficiar al homicida. Su propuesta era la liberación anticipada de los reos mayores de 75 años. Lo que no esperaban los de Fuerza Popular (FP) era que el precario inquilino de Palacio Martín Vizcarra, no promulgara esa ley con nombre propio. Han pasado casi tres meses desde la anulación del indulto y Fujimori aún no vuelve a prisión. Su salud no es nada grave como para que siga permaneciendo en una clínica privada (y no en una pública como el caso de otros reclusos). Es mas, un video difundido en redes sociales lo muestra caminando como si nada mientras veía la audiencia en la que el PJ ordenó 36 meses de prisión preventiva para su hija Keiko Fujimori - cabecilla de una organización criminal que tiene el control del Congreso - acusada de lavar dinero que recibió de Odebrecht y que utilizó para su campaña política. Cabe recordar que Fujimori apenas ha cumplido 12 de los 25 años de cárcel que la justicia le impuso por las matanzas de Barrios Altos y La Cantuta. Además, quedan pendientes otros casos como la matanza de Pativilca y las esterilizaciones forzadas contra miles de mujeres campesinas, así como por sus múltiples delitos cometidos durante su sangriento régimen (1992- 2000) como el saqueo generalizado de las Arcas Públicas, de los cuales robo mas de seis mil millones de dólares producto de las cuestionadas privatizaciones de las empresas publicas, las cuales convertidas en barras de oro fueron trasladadas al Japón mediante la valija diplomática y hoy se encuentra a buen recaudo en cuentas encriptadas, ubicadas en paraísos fiscales. ¿A que espera el gobierno para reclamar todo lo robado y exigir asimismo la inmediata extradición de sus hermanos, cómplices de estos aberrantes delitos y que se encuentran en el Japón? ¿Cuánto tiempo más debe pasar para que esta banda delincuencial responda por ello ante la justicia? En cuanto al genocida, lo que le queda es esperar la resolución de la Sala Penal Especial de la Corte Suprema que debe decidir sobre su apelación a la anulación del indulto para que Fujimori vuelva a la cárcel a la brevedad posible. Esperemos que la justicia haga su trabajo y que acabe la impunidad que aun goza este despiadado asesino. Ni olvido, ni perdón. Fujimori nunca más :(