No cabe duda que en este caso, la justicia tarda, pero llega. Dicho esto a modo de preámbulo, porque el pasado lunes, la justicia italiana condenó a cadena perpetua al ex dictador peruano Francisco Morales Bermúdez (un felón que en contubernio con la CIA, traiciono al general Juan Velasco Alvarado y aprovechando su delicado estado de salud, se hizo con el poder mediante un incruento golpe de Estado en 1975) junto a 23 militares de Bolivia, Chile y Uruguay, acusados de la desaparición de italianos en la Operación Cóndor, un siniestro plan represor implantado en América Latina en las décadas de 1970 y 1980 para perseguir implacablemente a los opositores de los sangrientos regimenes militares instaurados por Washington en la zona. De esta manera, el Tribunal de Apelación de Roma ratificó la sentencia ordenada en enero del 2017, estableciendo ocho cadenas perpetuas y 19 absoluciones a imputados por haber prescrito los delitos. En esta ocasión, confirmó la cadena perpetua para Morales Bermúdez, que se le impuso en primera instancia. Cabe resaltar que entre los condenados no hay ningún militar argentino, porque la Argentina viene haciendo por su cuenta los juicios contra los militares del Plan Cóndor desde hace años, a diferencia de otros países latinoamericanos, donde gozan de impunidad. Pero sí hay argentinos entre los desaparecidos de origen italiano cuyos casos trató este proceso. De ser confirmada las condenas por la Corte Suprema, Italia podría pedir la extradición de los criminales, sobre todo si en sus países se encuentran inexplicablemente en libertad, como es el caso de Francisco Morales Bermúdez a quien de una forma por lo demás vergonzosa el gobierno peruano se niega a entregar a la justicia italiana, a pesar de tener una orden de captura internacional por el cual no puede salir del país. Muchos se preguntarán ¿Qué era el Plan Cóndor y como se extendió por el continente? Un documento desclasificado de la CIA fechado el 23 de junio de 1976 explica su surgimiento en las décadas de los 70 y 80 cuando agentes de seguridad de Argentina, Chile, Uruguay, Paraguay y Bolivia se reunieron en Buenos Aires para preparar acciones coordinadas contra objetivos subversivos". Luego se integrarían Brasil, Perú y Ecuador, instaurando de esa manera una “Internacional del Terror” en América Latina con la anuencia de los EE.UU. ‘para combatir el comunismo’ pero que en realidad se implanto para acallar por la fuerza a todos aquellos que se oponían a esos regimenes militares. Como podéis imaginar, la represión fue feroz y miles perdieron la vida en manos de aquellos asesinos. ARGENTINA: Fue el epicentro del operativo, y el país donde la represión contra nacionales y extranjeros alcanzó mayores dimensiones, con 30.000 desaparecidos según algunos organismos de derechos humanos. La secretaría de DDHH indemnizó a los familiares de 16.000 desaparecidos; CHILE: El exdictador Augusto Pinochet - quien se jactaba de que no se movía una hoja en Chile sin que él lo supiera - fue uno de los más entusiastas integrantes de esa asociación criminal. Creador de la "Caravana de la Muerte" - que recorrió el país fusilando sumariamente a opositores, tras el sangriento golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973 - ordeno el asesinato del excomandante en jefe del Ejército chileno, Carlos Prats y su esposa, cometido en Buenos Aires en 1974,. También el ataque con explosivos en el que en 1976 murieron en Washington el excanciller chileno Orlando Letelier y su secretaria estadounidense Ronnie Moffitt. A ello debemos agregar la muerte en 1982 del expresidente Eduardo Frei, que fue calificada de homicidio en el 2009; URUGUAY: El exdictador Juan María Bordaberry (1973-1976) fue procesado en el 2006 como coautor de homicidio especialmente agravado por el asesinato de cuatro uruguayos exiliados en Argentina en mayo de 1976. Por su parte, el exdictador Gregorio Álvarez (1981-85) fue condenado en octubre del 2009 a 25 años por 37 delitos de "homicidio especialmente agravado" de presos políticos, la mayoría ejecutados tras su traslado clandestino desde Buenos Aires a Montevideo en 1978; PARAGUAY: Los voluminosos "Archivos del terror" encontrados cerca de Asunción en 1992, muestran la participación de la dictadura paraguaya de Alfredo Stroessner en el Plan Cóndor. En una operación, los uruguayos Gustavo Inzaurralde y Nelson Santana, que estaban detenidos en Asunción fueron embarcados en mayo de 1977 junto a tres argentinos, en el avión personal del comandante de la armada argentina, almirante Emilio Massera y trasladados a Buenos Aires, donde desaparecen luego de ser sometidos a atroces torturas; BRASIL: "Brasil tuvo un papel poco conocido, pero activo, en la Operación Cóndor", admitio la Comisión de la Verdad instalada en el 2012 para investigar las denuncias presentadas por la presidenta Dilma Rousseff, una exguerrillera detenida y torturada por la dictadura militar (1964-85). En la página web de la Comisión se reconoce que el Plan incluyó casos de secuestro y desaparición de brasileños en Argentina, Chile y Uruguay y de argentinos y uruguayos en Brasil. El grupo también investiga si las muertes de los expresidentes João Goulart y Juscelino Kubitschek estuvieron vinculadas a este plan; PERÚ: En Perú, el ex dictador Francisco Morales Bermúdez (1975/80) negó cínicamente en reiteradas oportunidades de que el país hubiera participado del Plan Cóndor. Sin embargo, un juez argentino pidió en febrero del 2012 su captura por acciones vinculadas al Plan, referidas a la privación ilegal de libertad y brutales tormentos a 13 ciudadanos peruanos en Perú en 1978, quienes habían sido trasladados a Argentina y alojados en un centro de detención,
donde fueron torturados hasta la muerte. La Justicia italiana también pidió en el 2007 la detención y extradición de Morales Bermúdez por la desaparición en Perú de 25 italianos en el marco del Plan Cóndor, torturados con sadismo por los esbirros fascistas y asesinados con crueldad extrema por orden expresa del mismo dictador. Juzgado in absentia - debido a la negativa del gobierno peruano para entregarlo a Italia - su plena responsabilidad ha quedado comprobada esta semana con la confirmación de la condena a Cadena perpetua recibida en el 2017 ; BOLIVIA: El exgeneral Hugo Banzer, presidente de facto entre 1971-1978, fue sindicado de haber coordinado la lucha antiizquierdista, principalmente con sus pares de Chile y Argentina, siendo señalado de tener vinculación con la detención en Bolivia y la entrega a militares argentinos en agosto de 1976 de la argentina Graciela Rutilo y su pequeña hija Carla. Asimismo, se ha determinado que el expresidente boliviano Juan José Torres fue asesinado en 1976 en Buenos Aires, en un operativo del Plan Cóndor; ECUADOR: Ecuador comenzó a participar en el Plan Cóndor a partir de 1978, según documentos desclasificados de la CIA. "El Ejército es responsable por la información de inteligencia y el intercambio de información entre los miembros de la operación (Cóndor). La Armada es responsable por las telecomunicaciones y la Fuerza Aérea es responsable de la guerra psicológica", señala el documento. Como podéis comprobar, todos estos regimenes tienen responsabilidad absoluta en los Crímenes de Lesa Humanidad cometidos al amparo de Washington, por lo cual los responsables de aquellas atrocidades cometidas y que aun viven, deben ser detenidos de inmediato donde sea que se encuentren y extraditados a Italia a la brevedad posible para que cumplan sus condenas. Morales Bermúdez no puede ser la excepción, ya que su avanzada edad - que esgrimen sus defensores - no puede ser considerado un impedimento legal para que pague por sus delitos... A la cárcel con el asesino :)
