Como sabéis, más que simples dibujos en rocas o dentro de las cavernas, las pinturas rupestres, petroglifos y geoglifos reúnen testimonios milenarios del paso de la humanidad sobre la Tierra. Eso lo sabe muy bien Rainer Hostnig, austriaco amante del Perú, que comenzó a sumergirse de lleno en este mundo arqueológico del arte rupestre peruano allá por la década de los 80 en Apurímac, gracias al hallazgo fortuito de pinturas en las alturas de Aymaraes. Desde el 2012, este ingeniero con alma de arqueólogo reside en el país, donde continúa profundizando sus estudios sobre arte rupestre y producto de ello es su más reciente libro titulado Chumbivilcas, arte rupestre y paisajes sagrados. Publicado en abril de este año por la Subdirección de Industrias Culturales y Artes de la DDC Cuzco, la obra reúne los trabajos de Hostnig en los años 2013 y 2014, quien ha documentado mediante fotografías y recojo de información el arte rupestre de la provincia cuzqueña de Chumbivilcas, que se presentan en las modalidades de pinturas rupestres y petroglifos en cuevas, abrigos rocosos y bloques al aire libre. Cerca de 70 yacimientos rupestres forman la parte central del presente libro, el cual es una muestra del valioso patrimonio de arte rupestre de la región. En su acervo cultural destacan numerosos sitios arqueológicos, que hasta años atrás recibieron escasa atención de parte de los investigadores, pero que parcialmente fueron investigados, restaurados y puestos en valor por el Ministerio de Cultura. Parte de este valioso legado arqueológico de Chumbivilcas está constituido por numerosas manifestaciones rupestres pertenecientes a diferentes épocas pre y posthispánicas, desde el Periodo Arcaico hasta el Virreynato y la República temprana. Luego de haber presentado brevemente un contexto geográfico e histórico de Chumbivilcas, el autor repasa algunas tesis y publicaciones científicas, a los que agrega algunas observaciones propias. En los siguientes capítulos, se muestra el potencial de los lugares que guardan estos vestigios rupestres, distrito por distrito, con un total de 70 sitios en toda la provincia. El austriaco Rainer Hostnig hace énfasis de la iconografía de las expresiones rupestres de los chumbivilcas, particularmente en las figuras de camélidos, lo cual revela la importancia que se otorgaba a estos animales. También llama la atención, el hallazgo del mayor número de sitios con obras rupestres en el distrito de Livitaca, y por otro, las enigmáticas huellas dejadas por pesados megaterios (el mamífero terrestre más grande que habitó América durante el periodo pleistoceno) en Colquemarca. Con este libro, el autor busca contribuir al conocimiento y la comprensión del arte rupestre milenario de Chumbivilcas, una de las provincias más fascinantes e intrigantes del Cuzco en el aspecto cultural, se lee en la introducción. Rainer señala que en los últimos 20 años ha logrado recopilar información sobre más de 3000 sitios rupestres en casi todos los departamentos del Perú. “Las únicas regiones sin datos respectivos son Ucayali y Tumbes. En la zona amazónica existen todavía grandes áreas sin registros rupestres”, afirma sobre lo difícil que es hallar estos tesoros arqueológicos escondidos en la profundidad de la selva amazónica. Son miles los que existen en el país, distribuidos en la costa, sierra y selva, y en su mayoría escasamente estudiados y muchos ya deteriorados. El estudioso de las pinturas rupestres y petroglifos, enfatiza que estas expresan una forma de comunicación, cuyos símbolos y figuras son considerados por algunos como los antecedentes a la escritura actual. Algunos sitios rupestres emblemáticos a nivel nacional, enfatiza Hostnig, son Toro Muerto en Corire, Arequipa, donde según un inventario reciente realizado por un equipo de arqueólogos peruano polacos se registraron algo más de 2500 rocas con petroglifos que datan entre 2000 y 1500 de antigüedad. Luego el campo de petroglifos de Miculla en Tacna, las pinturas rupestres del Santuario Nacional Huayllay, entre muchos otros sitios rupestres de gran valor para la arqueología, antropología e historia del arte. No cabe duda que este valioso libro contribuirá a incrementar el interés sobre este arte milenario :)