sábado, 8 de febrero de 2020

KEIKO FUJIMORI: El crepúsculo del mal

Con la recaptura de una llorosa Keiko Fujimori - hija de un despreciable genocida condenado ejemplarmente a 25 años de prisión por crímenes de Lesa Humanidad y cabecilla de una organización criminal denominada Fuerza Popular, que marco una infausta época de oprobio y vergüenza en el Perú - así como la aplastante derrota obtenida por dicha agrupación mafiosa en los últimos comicios legislativos, llega a su termino la nefasta influencia que por 30 años tuvo en la política de este país, el cual por fin pudo librarse de esta peste que como una maldición se resistía a desaparecer. Con su padre Kenyo Fujimori pudriéndose en la cárcel, Keiko ahora le hace compañía en espera de su juicio por lavado de activos que la condene a 22 años y solo faltaría su hermano menor Kenji (quien como recordareis, soborno y compro congresistas para evitar la vacancia de Kuczynski, y que esta acusado de tener conexiones con el narcotráfico) el cual será el siguiente en terminar tras las rejas, por lo que la opción política que representan quedara sepultada definitivamente. En efecto, su hundimiento en las elecciones es la demostración de que los votantes han identificado al principal causante, aunque no el único, de la grave crisis institucional que vivió el Perú el año pasado. Fue precisamente el bloqueo impuesto por la mafia criminal aprofujimorista en el Congreso con el claro objetivo de forzar una parálisis política - producto del odio de Keiko Fujimori, quien nunca reconoció su contundente derrota en las elecciones generales del 2016, ya que esta convencida de que en aquella oportunidad tal como afirma ocurrió en el 2011, le “robaron” el triunfo - así como por la desmesurada ambición mostrada por el populista y demagogo Martín Vizcarra de aferrarse al cargo, quien no dudo en disolver el Congreso el pasado 30 de septiembre para evitar ser vacado. Aparte de ello, el fujimorismo también pretendía modificar la composición del Tribunal Constitucional con el fin de influir en las causas por corrupción en curso contra representantes de ese movimiento político, empezando por la propia Keiko, acusada de múltiples delitos de corrupción. Pero con la nueva composición del Parlamento donde su agrupación ha quedado aislada y reducida a su mínima expresión, ya no tendrá fuerza para hacerlo, convirtiéndose en unos apestados de la política, con quien nadie va a querer aparecer para no ser vistos como sus cómplices, precisamente en un año electoral, con la mirada puesta en las elecciones generales del 2021. A decir de The Wall Street Journal (WSJ) los resultados congresales representaron un duro castigo al fujimorismo, cuya arrogancia y prepotencia al controlar a su antojo la pasada legislatura para ‘blindarse’ ante las serias y comprobadas acusaciones de corrupción, fue su perdición, pero no solamente la de ellos, sino también de sus ‘socios’ del delito - como el APRA, Solidaridad Nacional, el PPC y Contigo - quienes fueron liquidados y han desaparecido del mapa político. "Es una derrota aplastante del cual nunca se van a reponer, ya que sus lideres antes de intentar recomponer sus maltrechas agrupaciones, tendrán que responder por sus acciones ante la justicia, ya que todos ellos sin excepción, están involucrados en sonados escándalos de corrupción al quedar al descubierto sus conexiones con Odebrecht, el cual financio ilegalmente sus campañas electorales" afirmó Fernando Tuesta, un politólogo de la privada Universidad Católica de Perú. Pero aunque Vizcarra se haya librado de sus rivales más acérrimos, sigue siendo un lobo solitario en un Congreso fragmentado donde no tiene representación partidaria, algo inédito en la historia política peruana. Si bien es cierto que tiene un paquete de urgentes reformas en la mesa - desde cómo elegir a los jueces del Tribunal Constitucional hasta despojar a los legisladores de la inmunidad frente a casos criminales - no está claro cuánto apoyo acumularía de aquellas agrupaciones que han logrado ingresar al Parlamento, tan disímiles y contrarios entre si, desde el viejo y desgastado partido conservador Acción Popular (que tiene varias facciones en su seno); pasando por aquellos movimientos mesiánicos, xenófobos y extremistas como el FREPAP y UPP, con los cuales será imposible ponerse de acuerdo en algo; hasta agrupaciones que se dicen de “izquierda” como el Frente Amplio y Somos Perú que son una incógnita; sin olvidarnos claro esta de los populistas de Podemos, APP y el  autodenominado Partido Morado, quienes no son de confiar ya que solo lo apoyaran al comienzo, para luego pasar a la oposición a medida que se acerque la fecha de las elecciones generales, donde no van a querer ser vistos como gobiernistas. Con ellos deberá tratar Vizcarra así no quiera porque eso es lo que hay y como no tiene partido propio, tratara de llegar a algún tipo de acuerdo, aunque esto suponga que encubra sus delitos porque muchos de sus lideres también están cuestionados e incluso sobre ellos pesan ordenes de captura. Este es el caso del inefable fundador de Podemos, José Luna Gálvez (sobre quien pesa un pedido de prisión preventiva por 36 meses formulado por la fiscalia en la indagación que inició al exalcalde de Lima, Luís Castañeda Lossio, por los aportes irregulares que había recibido su campaña del 2014 de parte de las empresas OAS y Odebrecht, en cuyo proceso se le imputa a Luna los delitos de lavado de activos y asociación ilícita) así como del demagogo Daniel Urresti, perteneciente a la misma agrupación, a quien se le señala ser el asesino del periodista Hugo Bustios en 1988, durante la sangrienta represión realizada por miembros del Ejército Peruano de la Base Militar de Castropampa, en Huanta (Ayacucho) y que estaba a su mando, por lo cual la fiscalia ha pedido que se le condene a 25 años de prisión; Ni que decir del judío Julio Guzmán del Partido Morado, quien al igual que Mark Vito (marido de Keiko Fujimori) no trabaja y es un mantenido por su mujer. Como si ello no fuera suficiente, es un conocido agente de la CIA, quien durante la pasada campaña electoral del 2016 en una vergonzosa entrevista para el canal judío JBS Channel, declaro que de ganar aquellos comicios “colocaría al Perú bajo los intereses de Israel” según sus propias palabras. “Mi meta es convertir al Perú en una plataforma de la propaganda israelí a nivel continental para que pueda ser imitado por los países vecinos” exclamo, ante la sonrisa cómplice de quien lo entrevistaba. Vaya miserable aquel despreciable sujeto. Tras su fracaso en aquella oportunidad, creo su propio partido con el objetivo de participar en los comicios del 2021, pero las elecciones congresales de este año lo pillaron por sorpresa y apenas pudo colocar 9 integrantes, casi todos tránsfugas del sancochado de “partido” que tenia Kuczynski (PpK) y que desapareció tras su renuncia al cargo. Compuesta por una banda de degenerados, anunciaron que buscaran “consenso” en el nuevo Congreso con otras bancadas para imponer a como de lugar la ideología de género y el matrimonio homosexual; En cuanto al cacique de APP César Acuña, entre otros muchos cuestionamientos de larga data, esta acusado de los delitos de fraude procesal y uso de documentos falsos, por lo que el Ministerio Público de Lambayeque ha solicitado que se inicie una investigación preparatoria en su contra; En relación a Acción Popular y su oscuro pasado de entreguismo y traición, ya le dedique una profusa entrada hace dos semanas y estaría demás repetirlo ahora. Venga ¿estos serán los nuevos ‘socios’ del (des)gobierno vizcarrista? En el caso de los fujimoristas, con la sangre en el ojo producto de sus reiteradas derrotas y contundentes golpes recibidos como la encarcelación de la cabecilla de la banda, no nos sorprenda que vuelvan a asumir de manera suicida en el Congreso que asumirá en marzo, una posición claramente obstruccionista, como ya lo anuncio con su lengua viperina la impresentable de Martha Chávez, quien mostrándose fuera de la realidad clama que “son victimas de un persecución política” (?). Es obvio que con esta fauna no se podrá contar para nada. Asimismo, para nadie es un secreto que la política peruana ha sido presa de la corrupción durante décadas. Los últimos cuatro presidentes electos del Perú tras la caída de la dictadura fujimorista (Alan García, Alejandro Toledo, Ollanta Humala y Pedro Pablo Kuczynski) han sido investigados y han enfrentado pedidos de prisión. El primero de los nombrados se quito la vida de un disparo en la cabeza cuando la policía iba a proceder a capturarlo; Toledo se encuentra recluido en una penitenciaria de los EE.UU. a la espera de su extradición; Humala fue detenido brevemente y esta a la espera de su juicio; mientras que Kuczynski se encuentra en la misma situación, aunque por su avanzada edad fue colocado bajo arresto domiciliario. El mismo Vizcarra esta acusado de graves delitos, pero amparándose en su inmunidad presidencial, recién podrá ser detenido y juzgado apenas deje el cargo. La propia Keiko Fujimori (quien fungió de ‘Primera Dama’ durante la dictadura, mientras su madre Susana Higuchi era sometida a crueles torturas con descargas eléctricas en las mazmorras del SIN por orden de su padre) estuvo encarcelada hasta hace poco por acusaciones de lavado de dinero siendo liberada escandalosamente a fines del año pasado por un aberrante fallo dado por el entonces Tribunal Konstitucional (con K), fue recapturada hace unos días y encara una investigación en curso que demostrara su culpabilidad y la llevara a cumplir una condena de 22 años, según fuentes de la fiscalia, que ya prepara la acusación para que se inicie el juicio lo antes posible, a mas tardar en marzo. “Las pruebas en contra de la señora Keiko Sofía Fujimori son contundentes y nada ni nadie la salvara de ser castigada por sus execrables delitos” declaró a la prensa el fiscal José Domingo Pérez. Es indudable que los últimos acontecimientos representan el ocaso de una pérfida dinastía japonesa cuyo siniestro legado será maldecido por la historia. Hundida en la más abyecta inmundicia, esperemos que el monstruo nunca vuelva a levantar su horrible cabeza. Que así sea :)