Ubicado en el Callejón de Huaylas, a unos 7 km al noreste de la ciudad de Huaraz, en la Región Ancash, y a unos 3 400 msnm. Se trata de un sitio arqueológico conformado por los restos de un conjunto arquitectónico del Antiguo Perú, de la época preincaica, donde destaca un edificio de tres pisos llamado el “Templo” de Willcahuaín, aunque en realidad se trataría de un mausoleo. Fue uno de los centros administrativos del Imperio Wari (antecesores de los Incas), perteneciente al período del Horizonte Medio - quienes desde Ayacucho se expandieron hasta el norte del actual Perú, llegando a conquistar incluso al reino Mochica - pero algunos estudiosos creen que el sitio es más antiguo, como uno de los centros de la cultura Recuay, del Intermedio Temprano. Descubierto en 1937, el Templo presenta cierta semejanza con el Castillo de Chavín, aunque en menores dimensiones; en su base mide aproximadamente 10.7 por 15.6 m. La mampostería de sus muros es de piedra rústica con unos pachillas unidas con mortero de barro. Tiene tres pisos o plataformas unidas mediante escaleras interiores y rampas; cada piso tiene su entrada respectiva. En total tiene 19 habitaciones interiores: cinco en el primer piso, siete en el segundo y siete también en el tercero. Tiene además un sistema de ventilación de galerías y pozos. El techo está formado por grandes losas inclinadas hacia una doble vertiente. Su altura es de 9 m. Se cree que al momento de la irrupción de los Waris, Willcahuaín ya existía desde hacía un tiempo y pudo ser la última capital de la cultura Recuay, antes de ser conquistada. Lo cierto es que a fines del Intermedio Tardío y comienzos del Horizonte Medio, coincidiendo con la expansión cultural Tiahuanaco-Wari, se perciben cambios culturales en la región del Callejón de Huaylas. Una muestra de ello es el surgimiento de un tipo distinto de sepultura. Anteriormente los recuayinos usaban tumbas en galerías subterráneas; este tipo de entierro fue reemplazado por imponentes mausoleos o chullpas, construcciones de plataformas superpuestas que contienen en su interior varias cámaras o habitaciones mortuorias; el mal llamado “Templo” de Willcahuaín sería una de esos mausoleos-chullpas, donde se sepultarían a miembros de la clase dirigente, con elementos propios de la cultura Wari, quienes debieron convertirlo en un centro de control económico y administrativo integrante de la red de su imperio, pero tras su colapso, Willcahuaín y otros centros de poder Wari en el Callejón de Huaylas fueron abandonados. Cerca del lugar se halla el Complejo Arqueológico de Ichic Willcahuaín, conformado por 15 chullpas, también de influencia Wari. Las chullpas son torrecillas de dos a tres pisos, con varias cámaras en su interior, destinadas como sepulturas colectivas de la elite, una forma de entierro que reemplazó a la sepultura tradicional en galerías subterráneas (que se remonta a la cultura Chavín). Excavaciones realizadas entre los años 2005 y 2007, financiadas por la minera Barrick, han permitido fechar el conjunto hacia el año 700 de nuestra era, fecha que coincide con la irrupción de los Wari. Se desenterraron textiles, objetos de metal, cerámicas de ofrendas y moledoras de piedra que servían para triturar algún tipo de producto, ya sea para sus rituales religiosos o para el consumo humano :)