martes, 16 de junio de 2020

MUSEO PEDRO DE OSMA: Revelando sus tesoros vía online

Decían las buenas lenguas que su estirpe se remontaba a cierta nobleza española oriunda de la región El Burgo de Osma, en Soria. Que su reino en el nuevo mundo había sido labrado gracias al comercio azucarero de las haciendas del norte. Que su padre, un prominente hombre de leyes, había llegado a ser sucesivamente presidente del Club Nacional, alcalde de Barranco, alcalde de Lima y Presidente de la Cámara de Diputados. Que por su inclinación pierolista fundó el diario La Prensa y por su devoción artística construyó una mansión de líneas afrancesadas en la avenida más arbolada de su barrio. Todo lo cual, stricto sensu, era verdad. Es más, uno de sus dos hijos haría de aquella espléndida casona no la estancia temporal del veraneo barranquino sino el centro nuclear de sus pasiones: coleccionar obras de arte. Empezando por libros, monedas, tallas en piedra y muebles antiguos hasta platería, textiles y grabados. De pronto se vio rodeado de vírgenes, ángeles arcabuceros y otras criaturas que habían habitado los cielos durante los siglos XVI al XVIII. Los exhibía de manera informal a sus amigos y ocasionales visitantes. Hasta que la colección alcanzó proporciones tan desmesuradas como monumentales. Tendrían que pasar 21 años desde la desaparición física del insigne coleccionista para que la Fundación Pedro y Angélica de Osma Gildemeister abran sus puertas al público. Cosa que ocurrió, previa cita, el 13 de julio de 1988 y de manera permanente e ininterrumpida desde 1996. Hasta que llegó la pandemia mundial, el cierrapuertas general y, como respuesta, la reapertura online. Cosa que ocurre desde el pasado 9 de junio mediante la emisión de una serie de 26 videos que recorren todos los espacios del museo con el guiado de Pedro Pablo Alayza, director del Museo Pedro de Osma, apuntalando a un equipo de especialistas de primer orden. “Visitando el Museo”, que así se llama la serie, inicio su travesía virtual haciendo un paneo a la primera sala dedicada al manierismo. Teniendo al sacerdote-pintor Bernardo Bitti (1548-1610) como protagonista, será la historiadora italiana Elena Amerio quien lo aborde incidiendo especialmente en el óleo “La virgen del cetro” (1596). Para que la siguiente semana fueron las tres vírgenes peruanas de la Sala Advocaciones Marianas quienes motivaron las elucubraciones de Ricardo Estrabidis: la Virgen de Copacabana, la Virgen de Cocharcas y la Virgen de la Candelaria. Y Ramón Mujica hablo de la fusión que encuentra en esos ángeles y arcángeles arcabuceros cargados tanto de elementos locales como europeos. Javier Chiquiray se ocupará de aquella vez que la tradición sevillana se impuso sobre el manierismo italiano y afectó la escuela limeña de escultura, especialmente sensible en las imágenes de San José y el niño Jesús. No menos interesante resultará el análisis de Jaime Mariaza sobre el óleo “San Fernando recibe las llaves de la ciudad de Sevilla” (1630), que en clave alegórica incorpora símbolos locales como el cóndor y el sol en insólito paralelismo con la conquista de Sevilla. Y a Ricardo Kusunoki estudiando el “Retorno de Egipto” (1680), cuadro en el que el pintor Diego Quispe Tito brilla por su refinada influencia flamenca. En su paseo por la Sala Cuzco siglo XVIII, Eduardo Wuffarden incidirá sobre el ombligo del mundo como gran productor de imágenes religiosas para el virreinato y la imagen del inca en la pintura de esa época. Ricardo Kusunoki echará un vistazo al brillo de un mobiliario procedente de las Filipinas cubierto con caparazones de tortuga y nácar, mientras Natalia Majluf hablará de la piedra de Huamanga, su iconografía secular, sus múltiples caras y sus variables republicanas y populares. Entonces serán Paloma Carcedo y Luisa Vett quienes se ocupen de la platería virreynal a partir de la exquisita tradición precolombina. Será Ramón Mujica quien también incida sobre ese periodo de la historia peruana cuando hable de algunas tradiciones Tiahuanaco e Inca a partir de un vaso ceremonial (qero) y un alfiler (tupu), cuyos usos son de palpitante actualidad. De eso disertará Luisa Vett. Mientras que Wuffarden analizará el cuadro más famoso del Museo de Osma: “Matrimonios de Martín de Loyola con Beatriz Ñusta y de Juan de Borja con Lorenza Ñusta de Loyola” (1718). Luego de estar expuesta en el Museo del Prado y generar polémica, vuelve a su lugar de origen para seguir deslumbrando a quien se ponga delante de ella. Y, como no podía ser de otra manera tratándose de una institución pionera en restauración, el tour virtual terminará con sendas clases a cargo de los maestros Alvaro Sandoval - jefe del taller y encargado de ‘rejuvenecer’ la imagen del Señor de los Milagros de las Nazarenas, la escultura “La muerte de Baltazar Gavilán” del templo de San Agustín y del Cristo articulado de la iglesia de la Soledad - y de Rossana Kuón, también maestra del museo. Y a manera de ‘bonus track’, una incursión en la llamada Casa Chica de don Pedro de Osma sellará el matrimonio tecnología-arte virreynal. Todo un banquete virtual para celebrar la identidad peruana a tan solo un clic de distancia y que estará disponible hasta el 1 de septiembre. A no perdérselo :)