sábado, 19 de diciembre de 2020
PERÚ: Los últimos de la fila
Como no podía haber sido de otra manera, el país andino ha vuelto a ser victima de una vil estafa por parte de Martín Vizcarra - cuyo destino es la cárcel debido a sus graves delitos cometidos por los cuales fue vacado ignominiosamente por el Congreso - quien repitió hasta el hartazgo de una forma repugnante que ya se habían firmado los contratos con laboratorios extranjeros para proveer al Perú de la vacuna contra el Coronavirus, anunciando su llegada “para antes del 2021” cuando en realidad, hoy se sabe que nunca hubo acuerdo alguno, demostrando con ello que todo fue un burdo engaño, por lo cual debe ser acusado por genocidio y Crímenes contra la Humanidad ya que debido su incapacidad, ineficiencia y mediocridad manifiesta, ha originado la muerte de más de 100 mil peruanos, según cifras extraoficiales. Indudablemente, se trata de un crimen premeditado y debe pagar por ello. Pero no es el único responsable. Su ministra Pilar Mazzetti avaló este desatino criminal y hoy sigue encubriéndolo. A ellos podemos agregar al bueno para nada de Sagasti, quien sigue en esa misma línea de ocultar la verdad, señalando de una forma hipócrita a la “inestabilidad política que produjo la vacancia de Vizcarra” como el causante del retraso, cuando por todos es sabido que quien inicio ese clima enrarecido en el país fue precisamente el propio Vizcarra al confabularse con la mafia criminal aprofujimorista para traerse abajo al conocido lobbysta Pedro Pablo Kuczynski y luego, de forma inconstitucional, disolver el Congreso para gobernar en forma autoritaria a pesar de que nadie lo había elegido. La mentira de Sagasti queda patente además ya que mientras Chile era sacudido por violentas manifestaciones antigubernamentales desde hacia meses (los cuales dimos cuenta ampliamente desde Santiago en Sin Sentido), al mismo tiempo, su gobierno iniciaba los contactos con laboratorios extranjeros para obtener la vacuna y la consiguieron, comprando 30 millones de dosis, convirtiéndose en el primer país de América Latina en obtenerlo posibilitando que desde la próxima semana comience la vacunación masiva de los chilenos, mientras el Perú no puede decir lo mismo, ya que según un articulo aparecido esta semana en The Economist, recién en el 2022 podrá adquirirlo. Hasta ese entonces ¿cuánta gente morirá contagiada debido a la negligencia criminal mostrada tanto por Vizcarra, como por Sagasti? No cabe duda que este país bananero se encuentra en manos de una banda de manipuladores, aventureros y oportunistas, quienes ahora se creen todopoderosos reinando sobre una plebe embrutecida gracias a las inmundas campañas mediáticas de una prensa prostituida y servil a los intereses del régimen golpista. En el colmo del ridículo, Sagasti tiene cara de darse ínfulas de ‘superioridad’, basada sólo en que el Parlamento fue presionado por la indiada en las calles a colocarlo en Palacio a cambio de evitar que una comunista - Roció Silva Santisteban - sea quien asuma la presidencia. ¡Es el único ‘merito’ que puede exhibir en su conjunto! Una esquizofrenia política de dimensiones siderales que lamentablemente la gran mayoría acepta - y se somete a ella día a día - intoxicada por un consorcio mediático groseramente vendido al poder. Una prensa corrupta que dicta lo que le ordena quien les da de comer - ya que dichos medios prácticamente están quebrados - publicando lo que le convenga al precario inquilino de Palacio y escondiendo todo aquello que le enoje al aspirante a sátrapa. No es de extrañar que “gracias” a ese par de dos - Vizcarra/Sagasti - el Perú es una auténtica sociedad castrada, embobada, digitada por titiriteros de la peor estofa. Nadie reclama, todos aplauden. Nadie protesta, todos sonríen. Quienes gritan y asesinan son los “héroes” mientras sus víctimas son calificadas de “golpistas”. De esta manera y sabiéndose protegidos, el lumpen vizcarrista y del MORADEF en alianza con los remanentes de Sendero Luminoso, incendian calles y carreteras generando muerte, estragos, caos y terror, demandando lo que se le antoje como condición para deponer el quebranto a la ley. Y a las pocas horas, ese okupa de Palacio solventará sus demandas a la par que culpará a la Policía enrostrándole, además, calificativos indignos. Pese a que Sagasti fue digitado - jamás elegido - es tal su omnipotencia que sin mediar investigaciones ofrece indemnizar a los criminales que se salieron con la suya, mientras cesa prepotentemente de sus cargos a 18 generales de la Policía a quienes, además imputa de “corruptos” sin prueba alguna que lo sustente. Es tal su odio hacia las fuerzas del orden, que no oculta su deseo de desaparecerla a como de lugar, y ello se sobreentiende ya que es un confeso admirador de terroristas. De allí la inquina que tiene hacia la policía, a quienes no duda en calificar de “enemigos”. Pero Vizcarra y su heredero Sagasti tienen también cuentas pendientes con la Justicia en el campo sanitario. Ambos rehusaron comprar pruebas moleculares provocando decenas de miles de muertes que pudieron evitarse con dicha medida. Y los dos han engañado al país con el tema de la vacuna. Y lo siguen haciendo de una forma desvergonzada. Como recordareis, meses atrás Vizcarra anunciaba con bombos y platillos en uno de sus vomitivos y soporíferos monólogos en la televisión: “antes de fin de año tendremos la vacuna”. Un pasquín oficialista le hizo el bajo - cobrando obviamente por ello - publicitando en portada “Llegó la vacuna” con foto de un container que, ya se sabe, guardaba vacunas de prueba llegadas desde la China para inoculárselas a peruanitos candidatos al otro mundo. ¡Nueva farsa! Tal como lo anotamos líneas arriba, The Economist reveló que en el mejor de los casos, el Perú recién la recibiría en el 2022, publicando un mapa donde muestra cuánto tardaría la vacuna en distribuirse masivamente en diferentes países y detallo que el Perú no es una prioridad en la distribución de la vacuna. En otras palabras, debido a la incompetencia e incapacidad de quienes lo (des)gobiernan, será uno de los últimos países de la región al que llegue, mientras el resto accederá antes y en mejores condiciones. El Perú es una vez mas, el último de la fila. A todo ello y a modo de excusa, los “especialistas” del comité que asesoraron en esto a Vizcarra dicen ahora que no se había comprado la vacuna. ¡Sólo se negociaron “acuerdos marco”! Burocracia, falacia, tonteos. Ninguna orden pagada. Ni un contrato a firme. Absoluta falta de transparencia ya que están absolutamente en nada. Al final, Vizcarra y Sagasti engañaron miserablemente a 32 millones de peruanos poniendo en riesgo su salud e inclusive sus vidas. Esto es un homicidio que no deberá quedar impune ya que ambos tienen responsabilidad penal por lo ocurrido. Si la oposición en el Congreso no se comporta como corresponde - señalando y acusando constitucionalmente a los culpables de esta tragedia - permitirá que esa banda de parásitos comunistas de todos los matices que se han apoderado del país, salgan impunes de sus abominables crímenes. Como sabéis, el Perú ha sido uno de los mayores focos de contagios y de mortalidad en el mundo por Coronavirus, la cual hasta el momento ha dejado en el país - repetimos - más de 100,000 muertos por esta enfermedad, pero inexplicablemente, los responsables aún no responden por ello ante la justicia ¿A que espera el Ministerio Público para actuar de inmediato? Por cierto, la preocupación aumenta porque se viene una segunda ola de contagios luego de la Navidad y la cifra de infectados se incrementará exponencialmente, debido a que los hospitales continúan desabastecidos, sin medicinas, ni camas UCI, ni ventiladores, etc. Nada se ha hecho para solucionar estas carencias desde que se inicio la pandemia, por lo que el número de muertos alcanzara a no dudarlo en las próximas semanas cifras de espanto. Lo triste de todo es que a pesar de haber quedado en evidencia, aun existan descerebrados que crean en sus palabras... Que país :(