sábado, 29 de mayo de 2021

PERÚ: La muerte vuelve a tocar tu puerta

Una noticia a inicios de semana estremeció al país andino como hacía tiempo ninguna otra lo había hecho, recordándole la terrible época de los sangrientos atentados terroristas perpetrados por las demenciales hordas asesinas de Sendero Luminoso que se vivieron en el Perú décadas atrás y que muchos creían superado. Pero ahora tarde se dan cuenta que ello no fue así. En efecto, una columna terrorista perpetró, en la noche del 23 de mayo, una masacre en el centro poblado San Miguel del Ene, en la jurisdicción de Vizcatán del Ene, provincia de Satipo (Junín), que dejó 16 personas muertas entre las que se cuentan hombres, mujeres y niños. Todos se encontraban en un bar del lugar y todos fueron ejecutados. Pero en el colmo del salvajismo comunista, estos últimos demás fueron incinerados. Y al lado de los cuerpos, se hallaron panfletos en los que Sendero Luminoso - que como sabéis, mantiene una presencia importante en la zona del valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem) - se hacía responsable de la matanza. “Limpiar al Vraem y al Perú de antros de mal vivir, de parásitos y corruptos”, se leía en los volantes, al lado de arengas contra la candidata presidencial de Fuerza Popular, Keiko Fujimori, en las que se proclamaba que quien votase por ella es un 'traidor'. “¡Quien vote por Keiko Fujimori es traidor, es asesino del Vraem, es asesino del Perú!¡Pueblo peruano: nunca más fujimoriato. Nunca más Fujimori. Nunca más Keiko Fujimori!”, demostrando con ello su apoyo incondicional a su camarada Pedro Castillo, quien se presenta como candidato por Perú Libre (parte integrante del MOVADEF, organismo de fachada de Sendero Luminoso), el cual amenaza con asaltar el poder el próximo 6 de junio, con el objetivo de instaurar una sangrienta dictadura comunista. De otro lado, el comunicado en el que el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas dio cuenta del pavoroso hecho es bastante explícito, tanto en la identificación de los responsables –”La Organización Terrorista Sendero Luminoso, dirigida por el delincuente terrorista Víctor Quispe Palomino (c) ‘José’”– como en la descripción del estado en el que se encontraron los cuerpos, ”calcinados e irreconocibles”. Señala asimismo que este tipo de acciones son denominadas por la organización criminal como “limpieza social” y que las víctimas fueron ultimadas con armas de fuego. El hecho, como es obvio, ha causado estupor en la opinión pública porque si bien la violencia senderista nunca desapareció en el Vraem, la vesania manifiesta en este caso lleva al país de regreso a la peor época del terrorismo, ya bastante afectado en estas semanas previas al ballottage del 6 de junio por el discurso de odio irracional manifestado por Pedro Castillo, cuyos lazos con Sendero Luminoso y el narcotráfico son más que evidentes , por lo que se trata de un sujeto sumamente peligroso y que en lugar de permitírsele participar en unas elecciones democráticas , su lugar está en la cárcel junto a su idolatrado Abimael Guzmán - cabecilla de SL condenado a Cadena Perpetua en 1992 y que desde entonces cumple su sentencia en la Base Naval del Callao - a quien Castillo ha prometido indultar inmediatamente si logra ganar los comicios mediante el fraude que ya se está preparando en el JNE, dirigido nada menos que por un conocido defensor de terroristas. Asimismo, este acto de barbarie ocurrido en el Vraem nos recuerda, en buena cuenta, que el enemigo nunca fue completamente derrotado, que sigue ahí, igual de sanguinario y dispuesto a cualquier acto de barbarie para imponer su ideología criminal - la misma que asesino a 150 millones de seres humanos en el mundo - y que por eso no se puede bajar la guardia. Llama la atención además, en esa medida, la miserable reacción que la noticia provocó en los representantes de Perú Libre y Juntos por el Perú (partidos prosenderistas aliados en esta segunda vuelta) no bien fue difundida. En lugar de cerrar filas con el resto de la ciudadanía en la condena de la matanza cometida por sus partidarios, los voceros de esas agrupaciones criminales trataron de reducir la tragedia a un evento de relevancia electoral y de buscar, de paso - en un grado de estupidez humana a la que pueden llegar estos parásitos - culpar a Keiko Fujimori de los asesinatos, afirmando que “se trata de un psicosocial realizado para ganar los comicios” (?) Así, mientras el secretario general de Perú Libre y exgobernador regional de Junín, Vladimir Cerrón - procesado y condenado por corrupto - escribió en su cuenta de Twitter: “Es la derecha que necesita de Sendero para querer ganar”, a su turno, Lucía Alvites, excandidata al Congreso por Juntos por el Perú, anotó en la suya: “El fujimorismo en la desesperación total. No les importa matar a peruanos para hacerse del gobierno. Lo del Vraem es evidentemente un psicosocial”... Menudo par de imbéciles. Es decir, antes que lamentar lo ocurrido, salieron a intentar aminorar sus posibles consecuencias en la intención de voto de los peruanos y a procurar exculpar del crimen a sus cómplices de Sendero Luminoso con todo un historial de masacres de este tipo. ¿Necesitan que se les recuerde que fueron los senderistas, quien ejecutaron a 69 campesinos en Lucanamarca en 1983, a 117 personas en los caseríos de Soras en 1984 o a 27 pobladores de Aranhuay en 1988, por mencionar solo algunos de los episodios de sevicia desatada protagonizados por las huestes de Abimael Guzmán? La ligereza, cuando no sangre fría, con la que estos miserables abordan y liquidan sumariamente este tema es inaceptable, y abona los argumentos de quienes auscultan con preocupación la lista de congresistas electos por ese partido que merece ser colocado fuera de la ley y sus integrantes terminar en prisión o mejor aún, en el paredón de fusilamiento. Como recordareis, hace poco el futuro parlamentario Guido Bellido Ugarte fustigo a una periodista de Inka Visión que lo cuestionaba por el “homenaje” a la fallecida cabecilla terrorista Edith Lagos que él había incluido en su Facebook. “¿Qué tienes contra los senderistas?”, le espetó el vil sujeto. Y ahora, de pronto, parece que sus palabras hubieran levantado ecos en algunos de sus más notorios compañeros de viaje. Inaceptable desde todo punto de vista. De otro lado es censurable la posición tomada por el (des)gobierno morado del golpista Francisco Sagasti, aquel admirador de terroristas que en todo momento intenta minimizar la masacre para no perjudicar la candidatura del senderista, negándose a condenar el crimen cometido por quienes buscan abiertamente imponer el comunismo en Perú - en su variante más sangrienta como es el maoísmo chino, que mató a 65 millones de personas - con quienes se identifica plenamente… A que es un desgraciado. Como recordareis, en la década de los 90, los atentados y asesinatos por parte de Sendero Luminoso eran comunes en víspera de las elecciones. Chuschi es un triste ejemplo de ello. Pero tras la captura de Abimael Guzmán en 1992 y el desmantelamiento - ojo, no derrota - de la agrupación terrorista, estos se han reagrupado en lugares inaccesibles de la Amazonia, aliándose con el narcotráfico que financia sus actividades, creando “zonas liberadas” bajo su control, donde producen la droga que luego será comercializada. Una de esas “zonas liberadas” es precisamente el Vraem, donde se realizó el asesinato masivo el pasado domingo. También antes de la primera vuelta electoral, los terroristas cometieron otro ataque. En efecto, el último fin de semana de marzo una familia de campesinos fue asesinada en el mismo lugar, pero ello paso desapercibido para la prensa. Pero la monstruosidad cometida recientemente ha tenido gran repercusión porque involucra plenamente a Pedro Castillo y sus secuaces, para quienes las bestialidades cometidas por sus camaradas senderistas “merecen nuestro respeto” (?) tal como lo confeso Vladimir Cerrón. El mismo Castillo es parte del Conare, asociado al MOVADEF, que fue creado en el 2009 para pedir la liberación de los terroristas - condenados por desatar un baño de sangre en el país, buscando el poder por medio de la lucha armada - a modo de “reconciliación” como si ello fuera posible con asesinos. No es de extrañar que el ex ministro del Interior, Carlos Basombrío, haya afirmado reiteradamente lo siguiente: “Para mí es fundamental que los miembros del MOVADEF terminen en la cárcel (…) porque ellos cometen un delito más grave que la apología. Ellos son miembros de Sendero Luminoso” apunto. Con el retorno de la barbarie terrorista - envalentonados porque como nunca antes creen estar cerca de alcanzar el poder - todo parece indicar que no se detendrán en su salvajismo a medida que se acerque el 6 de junio, dentro de su campaña de intimidación dejando en claro de qué lado están, de Pedro Castillo. Ahora queda en manos de los peruanos decidir si eligen a la candidata que combatirá al terrorismo con mano dura o al que recibe el apoyo armado de estos criminales y que incluso los tiene entre sus filas :(