martes, 22 de noviembre de 2022
HUASCARÁN: Imponente y poderoso
Se trata de un macizo nevado ubicado en la cordillera occidental de los Andes peruanos, en las provincias de Yungay y Carhuaz, dentro de la región Áncash, en el sector orográfico denominado Cordillera Blanca dentro de la zona reservada del Parque Nacional Huascarán. Conformado íntegramente de granito, posee tres picos: la cumbre norte con 6655 msnm, la cumbre sur con 6768 msnm, siendo este el punto más elevado del país y de toda la zona intertropical; y cerca la cumbre del Chopicalqui al este, con 6354 msnm. Considerada la quinta montaña más alta del continente americano, pero si la medición se realiza desde el centro de la tierra, sería la segunda montaña más alta del mundo, luego del volcán Chimborazo, superando en casi dos kilómetros la altura del Everest. En el 2013 un equipo de investigadores australianos y alemanes revelaron además que el Huascarán es el lugar de la superficie terrestre con la menor fuerza de atracción gravitacional. El macizo ocupa la parte norte-central de la Cordillera Blanca y está separado del resto de la cadena por dos profundos valles: la quebrada de Llanganuco al norte y la quebrada de Ulta al sur. El primero es el lugar más turístico conocido en todo el parque nacional Huascarán por albergar a las lagunas de Llanganuco: Chinancocha y Orconcocha; el segundo tiene en sus faldas al túnel vehicular a mayor altitud del mundo: el Túnel Punta Olímpica, localizado a 4732 msnm. Cabe precisar que entre 1905 y 1932 se intentaron escalar las tres cumbres del Huascarán. Asi, mientras la científica norteamericana Annie Peck conquistaría la cima norte de 6655 metros en 1908m las cumbres sur y el Chopicalqui continuaron inexpugnables hasta que la expedición científica austroalemana conformada por los científicos alemanes Philipp Borchers, Wilhelm Bernard, Erwin Hein, Hermann Hoerlin y Erwin Schneider lograron conquistar el pico sur el 20 de julio de 1932 y el Chopicalqui el 3 de agosto del mismo año. Por cierto, se dice que el nombre del nevado provendría del vocablo quechua áncash waska ('soga') y ran ('sufijo verbal o adverbial'), por lo que huascarán significaría ‘dispuesto como soga’ o en una interpretación más adecuada a su contexto, cadena de montañas, aunque en la obra de Ernst Middendorf, quien recorrió el Callejón de Huaylas y Chavín, aparece otro nombre: Mataraju, donde 'mata' = mellizo y 'raju' = nevado; esto es, nevados mellizos: una alusión a su morfología bicuspidal. Como podéis suponer, esta montaña tiene un origen mitológico. Huascarán, fue una vez una mujer que tuvo numerosos hijos. Su marido - de nombre Canchón - fue seducido por Sutoc quien era la cocinera. Celosa, Huascarán castró a su marido y luego huyó seguida por sus hijos, el mayor la acompañaba de cerca, mientras que el menor iba bastante lejos. El hijo favorito fue cargado por Huascarán en su espalda. Cuando fueron a descansar, toda la familia fugitiva se transformó en la Cordillera Blanca, y sus lágrimas causaron los arroyos que dieron forma al Río Santa y Marañón.Entretanto, Canchón se volvió piedra y llegó a ser la más bella montaña de la Cordillera Negra mientras que su amante Sutoc y sus hijos también se transformaron en otras montañas de la Cordillera Negra y sus lágrimas crearon los cauces y arroyos de esa región. Sin embargo, dejado leyendas aparte, a pesar de su incomparable belleza, no deja de ser peligroso no solo para quienes lo escalan sino también para las poblaciones que se desarrollaron en sus inmediaciones. En efecto, gracias al estudio en conjunto del Instituto Geológico y Minero del Perú y la universidad de Waterloo se tiene conocimiento de que el primer desplazamiento en masa del Huascarán sucedió hace unos 47.000 años; Este gigantesco alud fue el que formó el abanico aluvial de Yungay y Ranrahirca por el que más tarde recorrerían tres aludes de similares características. Eso no fue todo, ya que el 11 de enero de 1962, un deslizamiento de hielo y rocas causado por un rápido aumento de la temperatura mató a unas 4000 personas del centro poblado de Ranrahirca y anexos. Pero lo peor en tiempos modernos acaeció el 31 de mayo de 1970, cuando un terremoto ocurrido en Áncash hizo que una gran parte de la cornisa de nieve y roca de la cara norte se derrumbara. La avalancha, estimada en 80 millones de pies de hielo, lodo y piedras, medía 1,5 km de ancho. Avanzó los 18 km a una velocidad promedio de 280 a 335 km/h y sepultó los pueblos de Yungay y Ranrahírca, matando a más de 20.000 personas, convirtiéndose en el símbolo de la mayor tragedia provocada por un terremoto en toda Sudamérica. Es más, el 22 de enero de 1977 un desprendimiento de hielo produjo un alud que arrasó los valles de Puchoc, Sacsha y Ranrahirca, aunque en esta ocasión la población de estas localidades se refugió en los cerros vecinos. No cabe duda que a pesar de todos los riesgos que conlleva, escalar esta montaña y llegar hasta su cima, es todo un reto :)