sábado, 16 de julio de 2022

PERÚ: Una indiada soliviantada

Para nadie es un secreto que en estos momentos, el país andino se encuentra en gravísimo peligro de descomposición por obra y gracia del régimen filosenderista de Pedro Castillo, quien en obvia complicidad con las “rondas campesinas” de Cajamarca - de las cuales formo parte - intenta utilizarlos para sus protervos fines. Como recordareis, estos indios (que también se hacen llamar “ronderos”) secuestraron y extorsionaron a unos periodistas que hacían un reportaje en la zona acerca de las actividades delictivas de Castillo y su familia, conminándolos a leer bajo pena de muerte una arenga subversiva a través de la televisora donde laboran, ahora anuncian su llegada a Lima el 26 de julio con el objetivo de asaltar el Congreso e instaurar “su república popular de nueva democracia” siguiendo los lineamientos de su maestro y guía Abimael Guzmán, alias presidente Gonzalo (muerto en prisión el año pasado y de quien Castillo era su más enfervorizado discípulo) buscando hacer realidad su siniestra proclama terrorista del campo a la ciudad, que baño de sangre al Perú entre las décadas de los 80 y 90 del pasado siglo. En efecto, el secuestro de citados los hombres de prensa por esos criminales - porque eso es lo que son - así como el reiterado desprecio demostrado por el impresentable Primer Ministro Aníbal Torres contra las FF.AA. y la PNP son indicadores del deterioro galopante de un régimen que indudablemente vive sus horas de agonía, pero que a su vez es un presagio de violencia de lo que se viene más adelante, porque esa banda delincuencial enquistada en el Poder mediante el fraude, de ninguna manera va a dejarlo pacíficamente, como adelanto meses atrás el tal Guillermo Bermejo, acusado de tener estrechos vínculos con el narcoterrorismo, pero que inexplicablemente aun sigue libre, para seguir azuzando a los indios para elegir el camino de la violencia, intentando conseguir de esta manera lo que no pueden hacerlo por la vía legal. Queda claro que el vil ataque contra los reporteros configura no solo un secuestro agravado con extorsión, sino también un atentado terrorista y como tal, en un país serio donde se respetan las leyes, hace mucho los responsables ya habrían sido detenidos para ser juzgados y condenados, pero en un país bananero como el Perú, nada de ello ha sucedido hasta el momento, debido a que son cómplices del régimen de turno. Obligar a leer una proclama caprichosa en televisión nacional a cambio de la vida de dos personas resulta, indiscutiblemente, un acto orientado a causar zozobra y terror en la población. Peor todavía, el atentado se cometió con dos intenciones patentes: primero, encubrir el tráfico de influencias y la corrupción flagrante cometida por la hija-cuñada del analfabeto que okupa ilegalmente Palacio; y segundo para ratificar que los territorios bajo supervisión “ronderil” son una suerte de “territorios liberados”, en los cuales no se puede transitar ni investigar periodísticamente sin previo permiso de sus dirigentes. Criterios subversivos que han sido subrayados por un documento que pretende establecer una nueva “normalidad” en todo el país, allí donde haya “rondas” y “comités de autodefensa”. No se trata, como dicen los caviares, de respetar tradiciones y costumbres originarias; tampoco de oponer “indios contra blancos”. Por si los incautos no lo entienden, esta es otra prueba de la agitación política que están haciendo desde el oficialismo para crear grupos paramilitares y alentar una ilegal Asamblea Constituyente que consagre lo que ellos denominan un “Estado plurinacional” como en la Bolivia del narcopedófilo Evo Morales; donde precisamente estos disparates quedarían normalizados tal como se ve en el aberrante proyecto constitucional chileno. Lo más grave ocurrió luego, y es que cuando correspondía una reacción contundente de represión y sanción, a la policía se le ordenó solo “conversar” con los criminales para recuperar los equipos fílmicos de los periodistas agraviados; señal clarísima de condescendencia con el terror. No es de extrañar que Castillo, enemigo jurado de la libertad de prensa, justificara tal atropello; en tanto, Aníbal Torres injurio a las FF.AA. y la Policía buscando generar una crisis deliberada que no es atribuible solo a su comprobada demencia senil, sino al propósito de confrontar al pueblo con sus instituciones tutelares, siguiendo las enseñanzas esbozadas en el pensamiento Gonzalo por quien fuera cabecilla de Sendero Luminoso que pretenden aplicar en el Perú apenas se les presente la oportunidad, y para ello necesitan urgentemente la constituyente, para “legitimar” sus desvaríos terroristas. Así las cosas, es lógico imaginar que las semanas que vienen serán muy tensas, precisamente por la movilización anunciada de esos grupos criminales afines al régimen desatar el caos y la violencia el 26 de julio, lo cual originara una crisis que, desgraciadamente, tendrá un desenlace muy violento. Cabe agregar que la finalidad política y el violentismo practicado por esos indios “ronderos” son innegables. Y considerando los precedentes de animadversión de Castillo, de sus aliados y sus seguidores contra la prensa y los opositores que denuncian sus múltiples delitos, se detecta un afán sistemático que busca originar un conflicto mayor. En ese sentido, las fuerzas de seguridad institucionalistas (no las que están siendo infiltradas y controladas por el extremismo izquierdista palaciego), el periodismo independiente y la ciudadanía realmente democrática tienen que estar muy alertas si este tipo de casos se repiten o agarran peligrosa tracción en lo sucesivo. Debe tenerse presente que el terrorismo es una forma de violencia política. Una táctica que se perpetra gradualmente. No es de extrañar además que si Castillo, Cerrón y Bermejo fueran expectorados al fin de Palacio de Gobierno, esos grupos terroristas afines al régimen desatarían la violencia en las calles como se vio en Bolivia cuando Evo Morales fuera expulsado por la población en el 2019, al comprobarse el fraude que había cometido en las elecciones para intentar eternizarse en el poder. Un flanco de importancia no menor, un riesgo conexo a todo lo se está viendo no puede obviar lo que sucede en diversas zonas, sobre todo en las regiones norteñas del país. Diversos investigadores han señalado a Cajamarca, Amazonas y Piura como las regiones centrales del cultivo y la producción del látex de amapola (insumo para la heroína) que luego termina en la frontera con Ecuador. El narcotráfico parece haberse energizado en estas zonas en los últimos años (se ha advertido que «entre tres o cuatros narcos más poderosos del Perú provienen del mundo de la amapola»), montando redes delictivas que podrían involucrar tanto a movimientos políticos como Perú Libre, a organizaciones de base social denominadas “rondas campesinas”. Hace unos días, el presidente ecuatoriano Guillermo Lasso, cuantificó en 15 millones de dólares el financiamiento proveniente del narcotráfico para impulsar las recientes protestas indígenas contra su gobierno. La violencia comprometió a sectores altamente politizados que buscaron derribar a Lasso. Se ha acusado además al prófugo de la justicia y rabioso chavista Rafael Correa como un incitador del proceso terrorista en el Ecuador. Como podéis notar, las organizaciones criminales no son ajenas a empujar también objetivos políticos. En el Perú, este tipo de penetración del narcotráfico en la conflictividad social ha corrompido hace mucho a esos sectores “ronderiles” conectando fines criminales y políticos. Hablaríamos entonces de una especie de “narcorrondas” en acción, cercanas a Castillo y su organización delincuencial. Llamar la atención sobre estos asuntos no es estigmatizar a las “rondas campesinas” - que de ello dejaron de ser hace mucho - como alegan los caviares. Es advertir riesgos potenciales, de alta gama, que mal se haría invisibilizándo a quienes de hecho utilizan métodos que se asemejan y mucho, a los practicados por Sendero Luminoso. Son por lo tanto terroristas y como tal combatirlos - al igual que con Castillo y sus secuaces, que son de la misma banda asesina - hasta su derrota definitiva :)