martes, 23 de agosto de 2022
SANTA ROSA DE QUIVES: Más cerca del cielo
Hermosos paisajes agrestes, montañas propias de la sierra de Lima y un clima cálido todo el año. Así es Santa Rosa de Quives, distrito de la provincia de Canta, ubicada a dos horas de la capital peruana. Se trata de un lugar apacible y tranquilo elegido por muchos fieles para pasar este fin de semana largo, debido a que allí vivió diez años de su niñez y adolescencia, Isabel Flores de Oliva (más conocida como Santa Rosa de Lima, Patrona de las Américas y Filipinas) por lo que cobra vida por estos días. Debido a ello y su cercanía, es uno de los destinos favoritos de la sierra limeña. Su clima templado y sol permanente atrae a quienes buscan recreación al aire libre. Tiene importantes recursos culturales y arqueológicos. En él se puede visitar la ermita de Santa Rosa de Lima, siendo además un lugar ideal para realizar caminatas y paseos a caballo. En este distrito de la provincia de Canta vivió, entre los 12 a los 16 años, la santa. Aquí fue confirmada en 1597 por el arzobispo Santo Toribio de Mogrovejo, quien, motivado por una inspiración divina, en vez de llamarla por su nombre de pila, la llamó Rosa. Cuenta la historia que Isabel Flores, entonces de 11 años, se mudó con su familia a este pueblo porque su padre, don Gaspar Flores, debía administrar una mina por encargo del virrey. En su casa, “empezó a sentir el llamado de Dios”. Así lo explica el padre encargado del santuario de la santa ubicado en este distrito. Además del santuario, los fieles pueden depositar sus más profundos anhelos en el pozo de los deseos que hay a un costado. Dicen que cuando el pozo se llena, las cartas son retiradas y llevadas a la iglesia, donde se ofrece una misa para posteriormente quemarlas. También hay una réplica de la celda donde, según la tradición, pasaba varias horas orando hasta el paroxismo, donde según afirmaba luego, “conversaba con Dios”. Cabe precisar que de las instalaciones originales, sólo es posible encontrar la ermita, ya que las demás fueron realizadas sobre las bases de las antiguas edificaciones, que se iniciaron en la década de los años 60 del siglo pasado, bajo una iniciativa del párroco local. Todo gira en torno a una capilla y al santuario elaborado de piedra y cemento, transitado por un camino polvoriento. Además es posible encontrar una casa de inicios del siglo XX y un seminario de curas en la parte posterior del santuario. La ermita, hecha de piedra y cemento, tiene un salón principal que cuenta con las siguientes medidas: 12 metros de largo por 5 metros de ancho. La altura de los muros de esta sala es de aproximadamente 3,95 metros. El grosor de las columnas es de 75 centímetros. Esta sala principal posee además un altar de piedra, dos cuadros antiguos, una limosnera de metal, siendo el techo de madera. Es posible hallar dentro de esta estructura una sala anexa de oración, que cuenta con un altar. Cada 30 de agosto se rinde homenaje a Santa Rosa y desde muy temprano se realizan diversas actividades es visitado por miles de devotos, peregrinos y turistas quienes recorren los ambientes que estuvieron ligados a la vida de esta controvertida santa limeña. Llamado originalmente Quives, fue renombrado en honor a Santa Rosa por Ley 11736, emitida el 16 de enero de 1952. Si bien su mayor atractivo son los lugares donde vivo la santa, su belleza natural lo convierte en un destino indispensable no solo en agosto, sino en cualquier época del año :)