sábado, 10 de diciembre de 2022
PERÚ: El ocaso de un golpista
Venga ya ¿Cómo no podría estar contento, si luego de un duro batallar durante año y medio denunciando sus múltiples delitos y dejando al descubierto sus planes golpistas, la pesadilla comunista que pretendió instaurar en el país andino el delincuente terrorista Pedro Castillo ha quedado atrás? Su final no ha podido ser más ignominioso y patético, ya que al enterarse que sus propios partidarios en el Congreso le daban la espalda ante las nuevas y explosivas declaraciones dadas a conocer en la víspera por el ex jefe de la Dirección Nacional de Inteligencia (DINI) - confirmando la putrefacción de su régimen criminal - de una forma desesperada y con una voz temblorosa, decidió, aconsejado sin duda por ese viejo senil de Aníbal Torres y la rabiosa maoísta Betssy Chávez, dar un autogolpe de Estado, cerrando el Congreso e interviniendo el Poder Judicial, el Ministerio Publico y el Tribunal Constitucional, para instaurar por fin su tan soñada y anhelada “república popular de nueva democracia”. Pero para su sorpresa, todas las ratas que lo adulaban de una forma nauseabunda, comenzaron a abandonar rápidamente el barco que hacia agua por todas partes y más aun al enterarse tanto del comunicado del Comando Conjunto de las FF.AA. - quienes rechazaron el golpe acusándolo de usurpador - como de su fulminante destitución por el Congreso, solo le quedo huir para intentar ponerse a salvo de la acción de la justicia, fracasando miserablemente en su pretensión de asilarse en la embajada de Méjico, al ser detenido como un vulgar delincuente en plena vía pública por la policía, tras ser previamente rodeado el automóvil donde fugaba por indignados ciudadanos que bloquearon su escape, quienes incluso quisieron ajusticiarlo allí mismo, no logrando lamentablemente su cometido. Detenido por incurrir en delito de rebelión, enfrenta una pena de 30 años de cárcel, estipulado en el artículo 346 del Código Penal. y que una vez sentenciado, deberá cumplirla completamente, sin indultos, ni amnistías ni reducciones de condena. Irónicamente, ahora comparte su celda con Fujimori en la DIROES. La democracia se impuso al final y ahora ese oscuro individuo de limitado lenguaje y nula inteligencia, deberá pagar por su vil intento de querer acabar con ella. Es cierto que el golpe que dio no prosperó, pero ello -contrariamente a lo que algunos de sus todavía simpatizantes descerebrados se aventuraban a asegurar - no lo hace menos golpe. Que nadie se confunda: lo que el país andino vivió el miércoles fue un golpe de Estado con todas sus letras, pero, que recibió una respuesta firme y encomiable de las instituciones que resistieron el zarpazo y no se dejaron aturdir por las ínfulas de un rufián que intentó chapuceramente capturar el orden democrático. Decir que las instituciones peruanas respondieron a la altura de la responsabilidad que la Historia les demandaba no es exagerado. Hizo bien el Congreso en tramitar cuanto antes la vacancia del usurpador y juramentar en su lugar a la vicepresidenta Dina Boluarte, preservando así la línea de sucesión y llenando el vacío que se había gestado tras el golpe del primero. Hicieron bien también las Fuerzas Armadas en mantenerse alineadas al mandato constitucional y los efectivos policiales en proceder con la captura del aspirante a tirano. De igual manera, debe destacarse la reacción del Tribunal Constitucional, el Poder Judicial, la Defensoría del Pueblo, la Junta Nacional de Justicia, los organismos electorales y el Ministerio Público en su condena unánime de la quiebra de la democracia. Si el Perú no cayó en una dictadura comunista, ello se debe en buena cuenta a la rápida respuesta de sus instituciones tutelares, muchas de ellas, como la Policía Nacional, habían venido siendo vilipendiadas y maltratadas sistemáticamente por ese analfabeto y sus secuaces, debido al profundo odio que le tienen por haber participado en la captura del genocida Abimael Guzmán y su cúpula senderista (de quienes se consideran sus herederos) en 1992. Por ello quisieron destruir a la institución, pero fracasaron en su absurda y deleznable pretensión. Ahora le tocará al frustrado dictadorzuelo de plazuela y a quienes lo acompañaron en su operativo de desmontaje de la democracia ser castigados ejemplarmente. Porque, como sabéis, el golpe no se gestó de la noche a la mañana. Hubo una seguidilla de mensajes que estaban allí para los que quisieran verlos y que ya advertían sobre la vena autoritaria del cuadrúpedo ese. Ciertamente, habrá algunos a los que la ley no alcanzará a juzgar, pero deberá ser el juicio de la Historia el que se encargue de recordar la manera cómplice y desvergonzada con la que apañaron cada una de las acciones de quien, desde su época como candidato, ya había dejado entrever su nulo respeto por las instituciones, la prensa y las formas democráticas. Yendo específicamente a ese tipejo que accedió al poder mediante el fraude, hay que decir que el legado de sus casi 17 meses en el cargo fue uno de incompetencia absoluta, corrupción sistémica, continuos ataques a las instituciones e intentos de polarizar al país en grado sumo. Jamás le interesó ser transparente ni convocar a amplios sectores que no comulgaban con sus trasnochadas ideas. Jamás estuvo dispuesto a respetar a las instituciones, como lo muestran sus constantes ataques a la fiscalía y al equipo especial de la policía, encargada de capturar a sus antiguos funcionarios y no dudó en cerrar el Parlamento cuando vio que la posibilidad de que este lo destituyera por una vacancia que estaba más que justificada era real. En consecuencia, no hubo ni habrá nada que reconocerle a este infeliz que durante su nefasto (des)gobierno, arrastro al Perú por el fango de la ignominia. Y ello no tiene perdón. Por cierto ¿Alguien sabe donde se encuentran Vladimir Cerrón y Guillermo Bermejo? Ambos pájaros fueron los primeros en volar tras el fracasado autogolpe de Castillo, y desde entonces se encuentran con paradero desconocido, twitteando eso sí desde sus escondites, abiertos llamados a la sedición, lo cual es un grave delito que debe ser inmediatamente sancionado. Me pregunto ¿A que está esperando la Fiscal de la Nación Patricia Benavides para dictar orden de captura contra esos referidos sujetos, así como contra Aníbal Torres, Betssy Chávez, Raúl Noblecilla, Antauro Humala, Sigrid Bazán, Verónika Mendoza, Alejandro Salas, Félix Chero, César Landa, Guido Bellido y demás fauna terrorista? No los deje escapar…. Agilidad señora Benavides, agilidad. Es prioritario además depurar el Congreso de todos esos “topos” y “niños” quienes con sus votos - dinero de por medio - ‘blindaron’ a ese filosenderista de todo tipo de investigaciones. Y en cuanto a Dina Boluarte, si bien ha solicitado una “tregua” al asumir el cargo, depende de quienes elija como ministros a que esta sea permanente. Ellos deben ser técnicos y con amplios conocimientos de su sector. Pero si por el contrario pretende nombrar a más de lo mismo - incompetentes, improvisados, arribistas, oportunistas y con un amplio prontuario delictivo como sucedía en el régimen caído - no va a durar mucho en el cargo y terminará igual que aquel pobre diablo que ya se encuentra tras las rejas. La temporada de caza de rojos ha comenzado (Por lo visto, sus seguidores sorprendidos por su rápida caída, ensayan tesis de los más disparatadas sin importarles caer entre el ridículo y la desvergüenza, afirmando entre otras cosas, que el golpista fue “drogado”, “inducido” u “obligado” a leer el mensaje, intentando así ‘justificar’ su ofensiva contra la democracia, cuando lo cierto es que basta ver sus discursos de odio desde la campaña electoral, donde no ahorraba epítetos para atacar a las instituciones que ahora pretendió disolver. Solo un descerebrado puede creer absurdas aseveraciones de esos narradores de cuentos ¿No os parece?) :)
martes, 6 de diciembre de 2022
CRÓNICAS DEL HORROR: El Diario, vocero del terror
En tiempos en la que no existía internet ni las redes sociales para difundir su ponzoña comunista, los grupos terroristas y movimientos afines utilizaban una serie de medios impresos, como volantes, libelos, pasquines , revistas y periódicos de escaso tiraje y circulación clandestina, los cuales podríamos denominarlos como los antecesores de la hoy autoproclamada “prensa alternativa” (?). Ahora bien, de todos esos medios subversivos, de nombres tan disimiles entre sí - como Unidad, Kausachum, Patria Roja, Amauta, La Voz y Cambio - destacaba uno de siniestra recordación llamado El Diario, vocero de propaganda de Sendero Luminoso, el cual de una manera vomitiva y repugnante, daba amplia cobertura a los múltiples atentados terroristas cometidos por esa banda criminal, que en su insania y bestialidad justificaban su accionar en sus portadas , ya que eran parte - afirmaban - de su “guerra popular”. Cabe precisar ante todo, que este pasquín fue creado a partir del Nuevo Diario (sucesor de El Diario de Marka) el cual es adquirido en 1987 por elementos afines a Sendero, cambiando su nombre a El Diario, conociéndose así desde entonces. Realizando un análisis morfológico y de contenido de ocho ejemplares del citado pasquín del periodo del 15 al 22 de abril de 1988, puede comprobarse perfectamente su grado de afinidad con las huestes terroristas de “Gonzalo”. Pero ¿cuáles eran los temas de interés y el nivel de credibilidad del pasquín senderista? De acuerdo a un informe de Inteligencia el tema de máxima prioridad fue “La Guerra Revolucionaria”, dedicándole siete primeras planas en ocho días, 38 informaciones, tres editoriales y 32 páginas sobre un total de 70 dedicadas a difundir la problemática nacional. Igualmente, presentaba al APRA - que era el partido de gobierno en aquel entonces - como fascista, incapaz y corrupta y a la Izquierda Unida como cobarde y revisionista, que ellos consideraban una traición. En cambio elogiaba las acciones de los terroristas donde sus incursiones que trajeron barbarie, muerte y destrucción eran descritas como “actos heroicos de los guerrilleros”. No era de extrañar por ello que El Diario que siempre apoyase la barbarie, señalando por ejemplo que el Primer Congreso de Sendero, efectuado entre marzo y abril de 1988, “robusteció su organización partidaria por lo que la ‘Guerra Revolucionaria’ se agiganta a cada pasó”. Describió así el vil asesinato - en una emboscada - de 15 soldados en la provincia de Daniel Carrión, la voladura de 16 torres de alta tensión en el Mantaro, el descarrilamiento de trenes cerca de Ticlio, que causaron la muerte de sus maquinistas y pérdidas de 1.6 millones de dólares, y otros crímenes execrables , como “avances de la lucha armada”. El Diario destacó además que en Andajes, Oyón, “tres pelotones del Ejército Guerrillero Popular ejecutaron a gobernadores, alcaldes y regidores porque eran abusivos con la comunidad”, y presenta a esos criminales como “implacables luchadores sociales que ajustician a las autoridades corruptas y a sus cómplices y que organizan al pueblo en función de sus intereses”. En cuanto a la propuesta de dialogo planteada por el jurista Javier Valle Riestra - entonces senador-, el vocero de Sendero publicó un extenso editorial, rechazando el proyecto de pacificación. Textualmente señaló: “solamente se dialoga para pedir la rendición del vencido y jamás puede haber ningún tipo de arreglo entre contrincantes que responden a intereses antagónicos de clase, menos aún en un momento que crece y avanza la revolución; el diálogo solo otorgaría importantes dividendos a la contrarrevolución”. Sobre el pronunciamiento de Enrique Bernales Ballesteros a fin de que las organizaciones de base se integren a la pacificación del país, El Diario no respondió directamente, pero publicó declaraciones de Manuel Contreras, entonces secretario general del Sindicato de Trabajadores y Obreros del Ministerio de Transporte y Comunicaciones, quien atacó a Izquierda Unida y afirmó que “no es posible la pacificación mientras subsista el sistema capitalista”. Sin lugar a dudas que los mensajes y el estilo característico de las informaciones, artículos y editoriales de El Diario evidencian que sus analistas y redactores siempre coincidieron plenamente con el demencial “pensamiento Gonzalo” por más que lo negasen cuando eran detenidos por la policía en las imprentas clandestinas donde eran editadas. Es más, las páginas del pasquín senderista siempre mostraron como objetivo esencial llevar a cabo una guerra psicológica basada en magnificar toda la barbarie senderista como “acciones revolucionarias” y paralelamente injuriar la acción del Estado. Sus informes sobre los crímenes cometidos por esa banda asesina eran tan precisos que indicaron su cercanía con los autores de esas crueles matanzas y sangrientos atentados. Así por ejemplo, cuando se trataba de huelgas y conflictos laborales, describían a los promotores como “trabajadores que llevan a cabo contundentes medidas de lucha que vencen a la patronal a pesar de la represión reaccionaria”•.La cobertura fue mayor cuando los denominados “clasistas” lanzaban explosivos en la Universidad de San Marcos, Indumil y el Ministerio de Transporte y Comunicaciones, donde se puso en riesgo la vida de del exministro Oswaldo Morán Márquez, quien estuvo secuestrado en su despacho varias horas. Es más, cuando la policía antiterrorista y agentes de la Dirección de Búsqueda del Servicio de Inteligencia del Ejército (SIE) detuvieron a médicos y enfermeras involucrados con “Socorro Popular”, a quienes se comprobó haber atendido permanentemente y bajo ninguna presión a terroristas heridos tras cometer atentados y asesinatos selectivos, El Diario difundió declaraciones distorsionadas de representantes del Colegio Médico. Cuando estos exigieron las respectivas rectificaciones, jamás les dieron tribuna. Luego, el pasquín inició una campaña contra la Policía, acusándola de cometer vejámenes y torturas a los galenos que atendieron a miembros de la banda maoísta. De igual forma, sus editoriales sostuvieron que los demás medios de comunicación eran “lacayos del gobierno” y que inventaban falsedades e informaciones destinadas a propiciar el encarcelamiento de “quienes cumplían con el principio hipocrático de atender pacientes sin hacer distingo de su ideología política”. Los ‘analistas’ de El Diario siempre señalaron en sus páginas que “que la guerra popular existe” y por lo tanto, “las guerrillas del Partido Comunista Peruano (Sendero), su avance y accionar, son hechos objetivos”. Para el citado pasquín la fiereza y crueldad de las huestes del “presidente Gonzalo” eran parte de una lucha contra la explotación de “un Estado caduco y parasitario de las clases dominantes”. Aunque sus editores lo negaron hasta antes de huir del país - para continuar apoyando a Guzmán desde el exterior-, el contenido político de las publicaciones de El Diario evidenciaron que siempre fue el portavoz de Sendero. Si bien su director fue Luis Arce Borja, el pasquín se publico a iniciativa de Jorge Luis Durán Araujo. Al poco tiempo, Yovanka Pardavé (a) “Sara” invirtió varios miles de dólares provenientes del narcotráfico y se convirtió en ‘accionista’, según investigaciones de los agentes antiterroristas. Integraban la plana de ‘redactores’ y ‘editorialistas’, Demetrio Blanco Cabezas (a) “Alberto”, Jorge Tullich Moreno (a) “Julio”, Carlos Bandas (a) “Eddy” y entre otros Janet Talavera (a) ” Ana”, quien murió durante el motín del penal “Miguel Castro Castro”. El encargado de transmitir las indicaciones de Abimael Guzmán era Oswaldo Travezaño Valle (a) “Eustaquio”. Si bien su circulación era clandestina, luego de la publicación de la denominada “Entrevista del Siglo” en 1988 - donde Guzmán no solo mostro su adhesión a las ideas de Marx, Lenin y Mao, considerándose “la cuarta espada del comunismo”, sino que además ‘justificó’ la matanza del Lucanamarca, entre otros aborrecibles crímenes, afirmando que los derechos humanos “eran una interpretación burguesa para impedir el avance de la lucha armada” - Arce Borja fue detenido. Sin embargo, la rápida ayuda de la Asociación de Abogados Democráticos - el brazo ‘legal’ de Sendero - posibilito que saliera en libertad y se asilara en Bélgica, donde dirigió hasta su muerte El Diario Internacional que sirvió de caja de resonancia de los crímenes senderistas, pero tras la captura de Abimael Guzmán en 1992 y su firma de un acuerdo de paz con Fujimori, cambio de línea, considerando desde entonces a “Gonzalo” un traidor debido a su “capitulación”. Con la muerte de Arce Borja en el 2019, la posición de El Diario Internacional fue más cercana a los remanentes narcoterroristas que se refugiaron en el VRAEM, desconociendo el citado acuerdo. Convertida en página web, aun continúa existiendo en la irrelevancia más absoluta, lejos de aquellos días en que podría considerarse como una fuente de consulta. Volvamos ahora los crímenes de Sendero en Ayacucho, que no hacían más que comenzar, mostrándose estas bestias más salvajes, crueles y despiadadas que nunca (Próximo capítulo: De Vilcashuamán a Lucanamarca) :(