sábado, 8 de julio de 2023

PERÚ: Socios del terror

Mientras que Sendero Luminoso a través de su vocera, la ‘camarada Vilma’ anuncia que liderará la Tercera Toma de Lima el próximo 19 de julio (me pregunto cuando ocurrieron las otras dos) exigiendo entre otras demandas la caída del gobierno constitucional de la presidenta Dina Boluarte, el cierre del Congreso, el cese inmediato de la erradicación de las plantaciones de coca en el VRAEM y la liberación del ‘camarada Pedro Castillo’ - a quien consideran como el sucesor de Abimael Guzmán, quien fuera el cabecilla de esa agrupación terrorista y que murió en prisión en el 2021, tras haber sido condenado a Cadena Perpetua en 1992 - sus socios del terror en el Congreso liderados por Fuerza Popular y Perú Libre (el llamado Fujicerronismo) más los tontos útiles de la “derecha”, están haciendo todos los preparativos para presentar como candidato a la Presidencia del Congreso, nada menos que al impresentable Waldemar Cerrón, hermano del sentenciado por corrupción y “fundador” de Perú Libre, que en realidad es otro organismo de fachada de Sendero. Es inconcebible que en este vil intento suicida lo acompañen otras fuerzas que se dicen “democráticas” apoyando al monstruo que va a devorar al Perú a la más mínima oportunidad que tenga. ¿A que se han vuelto todos locos? Por más que sus voceros tratan de negarlo en todos los tonos, lo cierto es que el acuerdo existe. Pero mientras ello sucede en el Parlamento, sus aliados violentistas pretenden entretanto desatar el caos y la violencia en las calles a partir del 19 de julio, conscientes que se trata de su última oportunidad tras el rotundo fracaso de sus anteriores asonadas terroristas. Desde entonces, los múltiples sectores de la izquierda, la extraparlamentaria y principalmente la sureña, han intentado reactivar las protestas sin ningún éxito; incluyendo varias medidas de fuerza preparatorias en junio, que pasaron básicamente desapercibidas. Hay ahora, sin embargo, varios elementos que alimentan esta nueva asonada terrorista. Para empezar, que no hay cuarta. Es decir, se están jugando el todo por el todo. Se les acabo el dinero que Castillo les repartía a manos llenas, y sus actuales “financistas” como los carteles del narcotráfico y los (des)gobiernos izquierdistas de la región ya se cansaron de no sacar provecho alguno y les dijeron “hasta aquí nomas”. De allí su desesperación. Por ello, hay una efervescencia de reuniones y anuncios de organizaciones del más diverso tipo y capacidad de convocatoria. Pero, a la vez, tanta variedad esconde fragmentación y dificultades para llegar a acuerdos. De las cinco consignas iníciales que los movilizaron, la de la espuria Asamblea Constituyente ha salido casi por completo del debate público. Las otras, en cambio, trascienden las fronteras del radicalismo izquierdista; a saber, el cierre al Congreso, el cese del Gobierno, la liberación de Castillo, así como el adelanto de elecciones. Sin embargo, aparte de los muertos - que son exclusiva responsabilidad de quienes organizaron esas marchas, ya que los azuzaron con sus mensajes de odio y resentimiento - nada han logrado. Pero una cosa es estar de acuerdo con ello y otra muy diferente sumarse a protestas que tienen antecedentes tan violentos que, por lo tanto, son a la vez de alto riesgo para sus participantes, ahora que Sendero abiertamente anuncio que lo encabezará, dejando en evidencia a sus “organizadores” como integrantes de esa banda criminal y por lo tanto, expuestos a la acción de la justicia para detenerlos y juzgarlos como terroristas.Es indudable por ello que esta tercera asonada será otro fracaso, como naufragaron los anteriores intentos. Va a salir mal en el sentido que no van a poder movilizar a grandes masas, ni van a alcanzar su objetivo de derrocar al Gobierno y convocar elecciones adelantadas. Su propósito de obtener muertos y heridos dependerá de la capacidad de las fuerzas del orden para controlar a los violentistas, pero sobre todo, de la decisión y la pericia del Gobierno, que en anteriores oportunidades ha mostrado una peligrosa debilidad al permitir por ejemplo que esos elementos subversivos lleguen a Lima, cuando muy bien podrían haberlo impedido en las vías de acceso a la capital prohibiendo la llegada de los vehículos que los transportaban. Lo curioso ahora es la incapacidad de los comunistas y violentistas de toda laya que, en este caso aliados de los caviares, no pueden movilizar a las masas a pesar de todos los problemas que sufren las mayorías, por culpa precisamente del desastre que represento Castillo durante los meses que ese oscuro individuo usurpo el Poder. Parecen existir además otras razones para ello. En primer lugar, la falta de liderazgo. En las primeras asonadas no hubo un caudillo visible ni una organización que fuera capaz de dirigir y representar a esa indiada soliviantada, colocándose al frente de las marchas. Son muchos grupos y aspirantes a caciques que se disputaban la dirección. Y si alguno trataba de distinguirse del resto, hubo varios que se empeñaron en hundirlo. Peor aún, sus antiguos cabecillas, los que están hoy en la vitrina -congresistas, jefes de partidos como Vladimir Cerrón o Verónika Mendoza - están completamente desacreditados, tanto por su absoluto fracaso al ser parte del corrupto régimen filosenderista del burro chotano, como por las sucias componendas en las que están involucrados y que los llevará a la cárcel. Ahora Sendero dice que los liderará, pero es de seguro que ninguno de sus dirigentes saldrá de sus cuevas para dirigir la asonada, por lo que quienes ya fracasaron volverán a hacerlo en busca de figuración, ya que aparte de ello, nada lograran. En segundo lugar, los objetivos que plantean son inalcanzables,, pero se niegan a reconocerlo. Ya se demostró durante las violentas algaradas de meses atrás y no hay ninguna razón para que sea distinto ahora. No tienen un programa de reivindicaciones que motiven a la gente y que sea posible conquistar por medio de la violencia. En tercer lugar, el ánimo de la población no es de indignación, sino de resignación y pasividad. Es decir, el rechazo no solo al Gobierno sino a los políticos y al Estado se puede manifestar en unas encuestas claramente manipuladas, pero la mayoría está más interesado en sobrevivir como pueda, que en tratar de realizar transformaciones políticas. Visto así las cosas, lo que únicamente pretenden los organizadores de la asonada criminal es mantenerse ellos en vigencia, haciéndose notar en el curso de los alborotos que sin duda promoverán. Y de paso, conseguir algunos muertos para acusar a las fuerzas del orden y al Gobierno de ello, al tiempo que las ONG caviares y parásitos políticos que viven de la aparente defensa de los DDHH y la democracia, pueden seguir ordeñando a sus financistas del primer mundo, cosa que se está dificultando en esta época de vacas flacas. De momento, Soros ha anunciado que se retira del Perú y ha cortado el financiamiento que brindaba a esas sanguijuelas. ¿Cuál será el escenario más probable de esta nueva asonada? De seguro que va ser muy lejano a las pretensiones de sus impulsores. En Puno sostienen que vendrán 1.000 indígenas aymarás por cada una de sus 13 provincias. ¡Imposible! En Cajamarca, anuncian que vendrán 2.000 ronderos, cuando en la primera ocasión pasaron desapercibidos y en la segunda ni aparecieron. Aun así, es muy probable que busquen “tomar” Lima un número menor al de su segundo intento y al estar prohibido el acceso al centro de la ciudad, intentaran realizar desmanes en los suburbios de la capital, que apenas llamara la atención de los medios. No sería de extrañar que ante este nuevo fracaso, los senderistas intenten prolongar sus protestas hasta el 28 de julio. Demás está decir que no habrá un paro el 19 de julio, entendido como la paralización voluntaria de las actividades, pero sí manifestaciones en diversas ciudades del sur del país y probablemente bloqueos de vías y actos de violencia focalizados, como ya lo hicieron anteriormente. Siendo así, el manejo del orden público es la variable política más importante. Con profesionalismo, planificación y uso efectivo de la fuerza se podrían neutralizar las acciones terroristas que pretenden realizar esos grupos criminales. (Por cierto, es indignante que la congresista de Perú Libre, María Agüero, se haya quitado la careta y saliera a defender a ‘Vilma’, reprendiendo a la reportera por llamarla acertadamente terrorista, justificando además lo dicho por la subversiva, cayendo en el delito de apología ¿A qué esperan para desaforarla?)