sábado, 19 de agosto de 2023
ARGENTINA: ¿La hora de los ‘libertarios’?
Los altavoces emitían música hard rock mientras diez mil aficionados vitoreaban en Buenos Aires. Una imagen gigantesca de un león rugiente rodeado de fuego se iluminó en la pantalla. Saltando al escenario, un hombre vestido con una chaqueta de cuero provocó el frenesí de la multitud. “Yo soy el león”, gritó. “Soy el rey en un mundo perdido”. No era un concierto de rock. El orador era Javier Milei, un extravagante ‘libertario’ que aspira a convertirse en el próximo presidente de Argentina, en un reciente mitin de campaña. Por cierto, ese término es un neologismo que se aplica a quienes pretenden aplicar un liberalismo a ultranza en la economía de la forma más extrema, ofreciendo además propuestas que sabe de antemano que son difíciles de cumplir pero que logran impactar a las masas... Vamos, un populista de derecha. Como sabéis, el pasado 13 de agosto, Milei obtuvo el mayor número de votos en unas primarias “generales”, en las que los argentinos eligieron a los candidatos que competirán en las elecciones presidenciales y parlamentarias previstas para el 22 de octubre. Dado que el voto en las primarias es obligatorio, se considera el mejor indicador de quién podría ganar la presidencia. Las poco fiables encuestas argentinas habían pronosticado que la coalición de centro-derecha Juntos por el Cambio, obtendría el mayor número de votos, divididos entre sus principales contendientes. Se trata de Horacio Rodríguez Larreta, alcalde moderado de Buenos Aires, y Patricia Bullrich, ex ministra de Seguridad. En tanto, se esperaba que el impresentable y demagogo Sergio Massa, el principal candidato del partido peronista en el poder, obtuviera un tercio de los votos, y Milei un quinto. Sin embargo, Milei obtuvo el 30% de los votos, frente al 28% de Bullrich y Larreta juntos. Los peronistas en el poder obtuvieron el 27%. Sorprendentemente, Milei ganó en 16 de las 24 provincias argentinas. Como podéis imaginar, el señor Milei con su verborrea populista canaliza la frustración de muchos argentinos ante la disfunción económica crónica de su país, producto del desastre del kirchnerismo, La inflación anual es del 116%, superior a la de cualquier otra parte del mundo, salvo Venezuela, Zimbabwe y Líbano. Los impuestos aplastantes llevan a muchas empresas a operar fuera de los libros. Los controles de capital hacen casi imposible que los argentinos compren dólares legalmente, la moneda en la que prefieren ahorrar. Esto ha dado lugar a un gigantesco mercado negro de billetes verdes, cuyo precio se utiliza como indicador del estado de la economía. Hoy, un dólar en el mercado negro cuesta alrededor de 600 pesos, el doble que hace un año. Hasta la encuesta, la cotización oficial era la mitad. Al día siguiente, el temor a un aumento de la incertidumbre política llevó al Banco Central a devaluar el peso un 20% y a subir el tipo de interés oficial 21 puntos porcentuales, hasta el 118%. Es probable que la devaluación del peso aumente aún más la inflación en las próximas semanas. Todo esto ha hecho cada vez más atractivas las propuestas de Milei, quien afirma que, por ser tan radicales, equivalen a un “plan de motosierra”. Admirador de Donald Trump, Milei quiere dolarizar la economía, aunque los detalles de su plan no están claros, si bien se dice que pretende convertir al dólar estadounidense en la moneda oficial del país. Promete además recortar drásticamente el gasto, congelar los sueldos, levantar los controles de divisas y precios, así como “dinamitar” el banco central. Estas políticas extremistas parecen haber eclipsado propuestas más audaces - como prohibir el aborto - aunque también controvertidas, como permitir a los argentinos portar armas libremente y legalizar el mercado de órganos humanos. Sin embargo, el señor Milei ganó la noche menos por sus políticas que por sus furibundos ataques a otros políticos. Antes de ser elegido diputado en el 2021, trabajó como consultor y profesor de economía. Su personalidad altisonante le ha dado estatus de culto. Afirma no haberse cepillado el pelo desde los 13 años y vive con cinco mastines, cuatro de ellos con nombres de economistas. Se presenta como un outsider y despotrica contra lo que llama “la casta política”. Argentina ha estado mal gestionada por un gobierno de izquierdas durante gran parte de las dos últimas décadas, ya sea con los Kirchnner y luego con Alberto Fernández. Sin embargo, la última vez que los conservadores de Juntos por el Cambio estuvieron al mando con Mauricio Macri, la administración también acabó en crisis. No es de extrañar por ello que los mítines, los seguidores de Milei rechacen a la actual clase política en su conjunto y coreen: “¡Que se vayan todos!”. Pero si Milei gana, puede que le resulte difícil gobernar. Actualmente, su coalición sólo tiene dos escaños de 257 en el Congreso y ninguno en el Senado (aunque en la primera vuelta de las elecciones, en octubre, estarán en juego 130 de los 157 escaños del Congreso y un tercio del Senado) por lo que tendría que pactar con Juntos por el Cambio y moderar su agresivo mensaje. Asimismo, las relaciones internacionales serían delicadas, especialmente con sus vecinos. América Latina está actualmente mayormente dominada por los parasitarios (des)gobiernos de izquierda, que serán hostiles al Sr. Milei, con mayor razón ahora que ha recibido el apoyo de Jair Bolsonaro, el ex presidente populista de derechas de Brasil. Sin embargo, las cosas aún pueden mejorar para Milei. Juan Cruz Díaz, de la consultora Cefeidas Group, de Buenos Aires, cree que su buena actuación en las provincias le permitiría obtener al menos 30 diputados en las elecciones generales. Varios pesos pesados se han unido recientemente a su equipo, como Roque Fernández, ex ministro de Economía de Carlos Menem (un presidente liberal que gobernó en la década de 1990), y Diana Mondino, economista que solía dirigir la división de América Latina de Standard & Poors, una agencia de calificación. Hablan el lenguaje en el que confían los inversores”, afirma Díaz. Asimismo, muchos legisladores de Juntos por el Cambio apoyarían probablemente la presidencia de Milei. No obstante los alentadores resultados, el camino hacia la presidencia sigue siendo incierto. No está claro cuántos votantes más podrá atraer el señor Milei, mientras que la señora Bullrich, que fue elegida candidata de Juntos por el Cambio, intentará arrebatarle sus partidarios. En tanto, el oficialista Massa, que obtuvo una quinta parte de los votos, podría beneficiarse de la pugna entre Milei y Bullrich apelando a los moderados. Si ningún candidato obtiene al menos el 45% de los votos, o el 40% con un margen de diez puntos sobre el segundo, las elecciones irán a una segunda vuelta en noviembre. Paradójicamente, el 53° cumpleaños de Milei coincide con la primera vuelta. Su regalo puede ser la tarea de reconstruir un país roto por el kirchnerismo. A ver si lo puede hacer.