martes, 25 de junio de 2024

RAQCHI: Un viaje especial al templo de Wiraqocha

Ubicado en el Cuzco, es famoso por su templo dedicado al dios Wiraqocha. Construido sobre lava volcánica, este imponente lugar incluye también colcas o tambos reales. Raqchi fue la capital de la nación Kanchis y cuenta con un complejo de construcciones religiosas jerarquizadas. Sus habitantes, alojados en recintos rectangulares y circulares, participaban en ceremonias destinadas a honrar al dios Wiraqocha (hacedor del mundo andino) y a mantener la relevancia del templo. Está situada en el distrito de San Pablo, provincia de Canchis, a una distancia de 120 km al suroeste de la ciudad del Cuzco y a 18 km al noreste de Sicuani. Está a 3444 metros sobre el nivel del mar, en el valle del Vilcanota y a las faldas del volcán apagado de Kinsach'ata. Cabe precisar que Raqchi es una palabra quechua que significa cerámica o tiesto de arcilla cocida al fuego, que hace referencia a la actividad que realizan los pobladores en la fabricación de cerámica. En cuanto a su historia, antes de la llegada de los Incas, estas provincias eran controladas por grupos étnicos en distintas épocas como los Marcavalle, Chanapata y Qaluyo, los Wari, los Killke y Lucre, quienes tenían una estructura social dualista; todos ellos estaban flanqueados por los Canas en la ribera oeste del río Vilcanota y los Canchis concentrados en el lado este del mismo río. Finalmente, estas tierras fueron ocupadas por los Incas, quienes lo anexaron a su Imperio. La construcción del templo se le atribuye al Inca Viracocha, en memoria de Wiraqocha, quien se le apareció en un sueño y le ordeno construirlo a su memoria. Cuenta la leyenda que una noche, al hijo del Inca Yahuar Huaca - llamado Hatun Topa Inca - se le apareció el Dios Wiracocha, en Chitapampa luego de la batalla con los Chancas. Este le anunció buenos augurios para él y sus descendientes. Desde entonces, tomó el nombre de Viracocha. A la muerte de su padre, se convirtió en el nuevo gobernante y desde su llegada a Cuzco, empezó a conquistar los alrededores, ampliando el imperio, mandando construir en Raqchi un suntuoso templo para su culto que se diferenciara de cualquier templo que existiera hasta entonces, en agradecimiento por el poder y la intervención del divino Wiraqocha. Y en realidad era distinto, ya que poseía columnas, algo inusual en la arquitectura inca. En aquella época, se realizaba cada año una caminata de peregrinaje por el Capaq Ñan, que partía de Cuzco recorriendo el río Vilcanota, Urcos, Quiquijana, Raqchi, Sicuani, Suntu, hasta las montañas de la Raya donde se ubicaba un templo. Esta ruta honraba dos santuarios principales (Raqchi y Vilcanota) dentro del territorio de los Canas, posiblemente aumentando el poder político y prestigio de estos, reforzando el vínculo personal y ancestral con las huacas reconocidas y honradas por el Estado Inca. Esta ruta de peregrinación replicó de manera efectiva el viaje mítico de Wiraqocha e incorporó muchas huacas dedicadas a él. Durante los inicios de la colonia, Raqchi fue abandonado y la población fue dividida en las reducciones de San Pedro y Tinta. Sin embargo, el área fue repoblada en el periodo colonial tardío y republicano temprano. En 1572, bajo las ordenanzas del Virrey Francisco de Toledo, el pueblo de Cacha, que estaba conformado por las parcialidades de Hanan Saya y Urin Saya, fue reducido en dos pueblos: San Pedro y San Pablo. Hoy en día Raqchi constituye un atractivo turístico muy importante a lo largo de la ruta Cuzco-Puno. Los visitantes que llegan desde Bolivia o Puno, tienen como Raqchi el punto culminante de su recorrido. En ese sentido, viene a configurarse como la puerta de ingreso a todo el sistema de Parques Arqueológicos del eje sur de la región. ¿Qué podemos ver en Raqchi? 1. El templo principal del dios Wiraqocha: Esta es una construcción única en de la arquitectura incaica. Se trata de un gran galpón rectangular de 92 metros de largo por 25 de ancho, con un enorme muro central de casi 12 metros de alto. La base del muro, hasta los tres metros de altitud, es de piedra finamente labrada, luego continuada con adobe, con puertas que sostenía un techo de dos aguas apoyadas en 11 columnas cilíndricas que hay a cada lado (total 22), así como en las paredes laterales de la edificación. Hoy en día se conserva solo una columna. En ella se adoraba a la estatua de Wiraqocha, que según los españoles que la vieron, tenía un gran parecido a San Bartolomé, por lo que pensaron que el apóstol había viajado por estas lejanas tierras, pero ello no impidió que fuera derribada y destruida como parte de la política de extirpación de idolatrías. La cabeza actualmente se conserva en el Museo de América de Madrid y el cuerpo en el Museo Inca del Cuzco; 2. El complejo de los recintos: Aquí se observa 22 viviendas con muros fracturados y hornacinas trapezoidales, 12 de estas viviendas están alineadas por pares a lo largo de casi 250 metros, los cuales comparten patios de forma casi cuadrada denominada como Pucllanapampa = "pampa de los juegos", de función doméstico; 3. Las Qolqas: Ubicadas junto a los recintos, están conformadas por 152 estructuras circulares, construidas en doble hilera que siguen el mismo eje del templo. Tuvieron la función de almacenar alimentos, cerámica, tejidos e implementos militares y el conjunto, pese a ser el peor conservado, es de por sí impresionante; 4. El cuartel o chasqui wasi: Son construcciones circulares de características militares y de función social. Se dice que estas eran las viviendas de los chasquis (encargados para llevar mensajes de un lugar a otro), que fue un sistema de estrategia política del estado Inca; 5. Las kanchas de Qea: Son un conjunto de construcciones arquitectónicas agrupadas que servían como viviendas para los pobladores, donde también se llevaban a cabo actividades sociales y religiosas. Estos espacios multifuncionales desempeñaban un rol central en la vida comunitaria; 5. La muralla de Che´qata: Es un gran muro perimétrico que conformaba una gran zona poblacional. Todavía hoy en día, se puede apreciar esta muralla, la cual tenía una doble función: como punto de control del movimiento social, es decir, para controlar la entrada y salida indiscriminada de la población y como defensa de sus habitantes. 6. La laguna artificial: Esta pequeña laguna, sirvió para incrementar la belleza del lugar. La ubicación de esta laguna con la ubicación del templo, tienen simetría en dirección al volcán Kinsach’ata. Es posible que la presencia del agua y el volcán fueran utilizados como representación de una pacarina o lugar de origen de los pobladores Canas, habitantes de la antigua Raqchi; 7. Qhapaq Ñam: Es la red de caminos más importante de la cultura inca. La presencia de las colcas en el sitio arqueológico de Raqchi, demuestra la gran importancia que tenía este lugar en relación al resto de los tambos o comunidades, repartidas a lo largo del Imperio. En excavaciones recientes, se encontraron restos de cerámicas y utensilios de diferentes épocas y de culturas no incas. Eso lleva a pensar a los investigadores que los curacas del lugar pusieron resistencia en cuanto a la adaptación o alineación cultural, pero seguían sometidos al régimen Inca. Otros lugares no menos importantes son: El cementerio de kuimiqnqa, las chullpas de Kinsachata y los andenes de Mesapata. Como podéis notar, hay mucho para ver en este complejo arqueológico. Anímate a visitarlo.