sábado, 8 de agosto de 2015

ALAN GARCÍA: Corrupto por naturaleza

Un nuevo escándalo ha estallado esta semana y que involucra una vez más como era de esperar, al bufón aprista Alan García Pérez - el de los narcoindultos - quien aparece implicado en un sonado caso de corrupción internacional y cuyos tentáculos alcanzan al Perú. Ante todo, debemos precisar que el origen de esta denuncia proviene de un escándalo de corrupción de la empresa Petrobras - una de las mayores compañías estatales de América Latina – que salió a la luz en marzo del 2014. La investigación del caso, conocida como ‘Lava Jato’, ha descubierto un esquema de desvío de fondos de Petrobras a favor del partido de gobierno en Brasil y directivos de la empresa estatal. La policía estima que en el caso se han movido unos 3,850 millones de dólares. Después de un año de denuncias e investigación, el caso ha tenido repercusión internacional y ha llegado al Perú. El caso fue conocido en marzo de 2014, con la investigación denominada ‘Lava Jato’, debido a que la mayoría de las operaciones fraudulentas se realizaron mediante una red de lava autos. Al inicio fueron detenidas 24 personas por lavado de dinero, pero el caso estalló. Entre los detenidos están empresarios constructores de Brasil. Las compañías tenían contratos con Petrobras, por valores que superan los 23 mil millones de dólares. La compañía estatal licitaba sus obras más importantes a empresas constructoras brasileñas. Desde ahí comenzó una organización basada en sobornos, mediante la que se desviaba cerca del 3% de los contratos. Los beneficiados de la sobrevaloración de contratos, fueron partidos políticos y empresarios. Según los expedientes, el dinero de los sobornos iba para el partido de gobierno, Partido de los Trabajadores (PT), y sus aliados. Con el millonario monto se pudo financiar campañas electorales y quedaba dinero para cuentas personales. Algunas de las compañías que contrataban con el Estado eran Odebrecht, Camargo Correia, OAS, Andrade Gutierrez, UTC, entre otras. Según información policial, el megaesquema de corrupción no hubiera sido posible sin la participación de esas compañías, las cuales se repartían los contratos de servicios de Petrobras. Algunas de estas empresas – y he ahí lo que nos interesa - han sostenido jugosos contratos con el Estado peruano especialmente durante los gobiernos de Alejandro Toledo y Alan García, lo que da pie a preguntas sobre la forma en la que consiguieron contratos en el país. Uno de los delatores del escándalo de corrupción en Brasil, el empresario Leonardo Meirelles, reveló que llevó 200 mil dólares a Perú. “Los de OAS requerían que se hagan pagos en el Perú y se llevó el dinero en cash”, dijo. Contó que el dinero era para pagar sobornos. OAS tiene varios proyectos en el país y las licitaciones ganadas superan los 500 millones de soles. Otra vinculación del caso de corrupción con el Perú, son las multimillonarias coimas de Odebrecht por la construcción de la carretera Interoceánica, durante los gobiernos de Alejandro Toledo y Alan García. Precisamente este jueves se supo que la empresaria Zaida Sisson - esposa de un exministro aprista - acusada por las autoridades de Brasil de integrar un sistema de sobornos que montaron empresarios de ese país con funcionarios del último gobierno de Alan García, visitó Palacio de Gobierno hasta en reiteradas oportunidades desde el 2007 (acompañando al conocido lobbysta brasileño José Dirceu, y al directivo de OAS Leo Pinheiro, condenado a 16 años por integrar un esquema de lavado de dinero descubierto por operación 'Lava Jato') y está probado que se reunieron al menos en tres oportunidades, según un registro de visitas. Así lo dijo el congresista Sergio Tejada, quien presidió la comisión del Congreso que investigó las presuntas irregularidades en el último gobierno de García y cuyos informes fueron aprobados por el pleno del Congreso de la República y se encuentran en la Comisión de Acusaciones Constitucionales. Zaida Sisson, esposa del exministro aprista Rodolfo Beltrán, es sindicada por las autoridades brasileñas como la cajera de las coimas que pagaron empresas brasileñas que ganaron concesiones de obras en el pasado quinquenio, con García en Palacio de Gobierno. Tejada afirmó asimismo que como Megacomisión tuvo acceso a las agendas de Palacio y tras iniciar la búsqueda, luego de salir a la luz pública el nombre de Sisson, encontró que visitó ocho veces Palacio, tres de ellas para reunirse con García y otras tres para reunirse con Mirtha Cunza, su secretaria personal, aunque otra versión indica cuatro citas con García. Dijo que la mayoría de las reuniones se dieron entre los años 2006 y 2008 y corresponde contrastar estas fechas con licitaciones o contratos que se pudieron haber dado a favor de las firmas brasileñas.“Habrá que ver si hubo algún tipo de acuerdo o trato preferencial para dar la licitación, esto queda para ser investigado”, añadió. Los encuentros con García Pérez, dijo, no se conocieron anteriormente ya que estos fueron ocultados sospechosamente y durante el trabajo de la referida Megacomisión el nombre de Zaida Sisson no fue vinculado a ningún caso por el grupo de trabajo que él presidió. Tejada se mostró a favor de que el tema sea investigado tanto a nivel del Ministerio Público como del Congreso, a través de un grupo de trabajo que se debería formar al interior de la Comisión de Fiscalización. “Veremos si esta información sobre las visitas de Sisson a Palacio pueden dar más luces en la Fiscalía y Fiscalización”, expresó. Además, un colaborador eficaz de la justicia brasileña reveló que Sisson habría recibido 20 transferencias de dinero de las empresas Galvao Engenharia y Engevixen a cambio de obtener contratos de obras públicas en el Perú. Hasta ahora se conoce que el monto que recibió fue de US$ 210.000 entre el 16 de enero del 2009 y el 9 de abril del 2010 y cuyo destinatario final no seria otro que Alan García Pérez, a quien “la plata le llegaba sola” cuando estuvo en el gobierno, según su propia confesión, Ahora sabemos como. Es menester que las autoridades tomen cartas en el asunto e inicien una profunda investigación de este nuevo caso de corrupción. A la cárcel con Alan :)