sábado, 16 de septiembre de 2017

PERÚ: La paranoia del miedo

Venga ya, menudo país bananero es este que se deja embaucar fácilmente con la vomitiva campaña mediática de la prensa basura y sus pseudoperiodistas a sueldo al servicio de la mafia homicida, quienes tratan de desviar la atención publica sobre la plena culpabilidad de Keiko Fujimori acerca de sus comprobadas conexiones con Odebrecht y los millones de dólares que recibió de la constructora brasileña (involucrada en el mayor caso de corrupción en América Latina) tratando de difundir el temor entre los peruanos, insistiendo acerca de un supuesto ‘resurgimiento’ del terrorismo a propósito de la puesta en libertad esta semana de Maritza Garrido Lecca - condenada a 25 años de prisión por albergar en su casa al líder senderista Abimael Guzmán Reynoso - tras ser detenida junto con el y otros integrantes de su cúpula por parte de la policía, un 12 de Septiembre de 1992. El escandalete montado por su liberación ha llegado a tal paroxismo, que ven ‘fantasmas’ por todas partes, tratando de revivir a un muerto, solo por razones políticas. Ello se explica porque al desaparecer Sendero, el fujimorismo no tendría razón de ser. Cual parásito que es, necesita que siga en vigencia, para ‘justificar’ su existencia. De otro modo no se puede entender la excesiva propaganda que se le hace en los medios de comunicación, convertidos en cajas de resonancia de una agrupación casi extinta. Que diferencia con lo sucedido hace 25 años atrás, cuando Sendero Luminoso puso en jaque al Perú y que solo mediante una paciente labor de la policía, se pudo descabezar a esa banda con el arresto de su jefe máximo, que vivía hasta ese entonces en la clandestinidad. Como sabéis, en la vivienda de Garrido Lecca ubicada en Surquillo, funcionaba una academia de ballet que ella dirigía y que era la fachada perfecta para no llamar la atención. Hasta ese momento, la Policía antiterrorista no sabía si el llamado ‘Presidente Gonzalo’, había huido al extranjero, si estaba vivo o muerto. La última foto que tenían del cabecilla senderista era de diez años antes. Luego de confirmar que Guzmán se escondía en el lugar, los agentes del GEIN intervinieron el inmueble y, sin derramar una sola gota de sangre, encontraron en el segundo piso al líder terrorista, a su esposa y número dos de la organización, Elena Yparraguirre, junto a otras dos dirigentes del grupo subversivo. Así empezaba el comienzo del fin de una de las organizaciones más sangrientas de la historia peruana. Pero tras la denominada “captura del siglo” quedaban preguntas por responder: ¿En qué momento se instaló Sendero entre los peruanos? y ¿cuál era la razón? Inspirado en el marxismo, leninismo y maoísmo, Abimael Guzmán fundó a comienzos de los ochenta el Partido Comunista del Perú - Sendero Luminoso (PCP-SL) y pretendía tomar el poder por medio de la fuerza. Guzmán consideraba que la sociedad peruana era ‘semi-colonial’ y que la solución era hacer una lucha armada junto con los campesinos para llegar el poder. Otra de las causas del surgimiento de Sendero Luminoso en esa época, en que una fuerte crisis económica golpeaba a los peruanos, era la gran desigualdad social que existía sobre todo en las zonas rurales. “El poco desarrollo en estas zonas era aprovechado por Guzmán, quien quería cambiar ese sistema social. Quisieron venderse como una solución para los campesinos que finalmente fueron los que más sufrieron durante el conflicto armado, más que en Lima”, señalo el analista Christoph Heuser, del Instituto GIGA de Estudios Latinoamericanos en Hamburgo. Según el Informe Final de la Comisión de la Verdad y la Reconciliación (CVR), realizado a pedido del Estado Peruano, se estima que Sendero Luminoso fue responsable de la muerte y desaparición de más de 35.000 personas entre los años ochenta y noventa. Aunque sectores interesados atribuyen la captura del líder senderista al dictador Kenyo Fujimori - quien si bien fue elegido en 1990, dio un autogolpe de Estado en 1992 instaurando un régimen de terror en el Perú y cuyos crímenes son equiparables a lo realizados por Sendero Luminoso - lo cierto es que los efectivos del GEIN han declarado en muchas oportunidades que no recibían ningún apoyo por parte del Estado y no contaban con los recursos para realizar su trabajo. Por esta razón, los agentes pidieron apoyo económico a la embajada de Estados Unidos en Lima, la que contribuía mensualmente con 15 mil dólares y algunos equipos técnicos. Fujimori se enteró de la captura el mismo día, como todos los peruanos. Ni él ni Montesinos estuvieron detrás del operativo. Los agentes eran policías comprometidos que entendieron que para ganar esta batalla tenían que conocerse primero así mismos y después al enemigo. Así lo hicieron y lograron capturar a Guzmán, quien en un principio, junto a otros líderes senderistas fueron sentenciados a cadena perpetua por un “tribunal sin rostro”. Pero en el 2002, dichas sentencias fueron anuladas y tras nuevos procesos, si bien se confirmo la pena impuesta a Guzmán, en el caso de los otros integrantes - como Garrido Lecca - fueron condenados a 25 años de prisión. Los senderistas han admitido públicamente su derrota en la “lucha armada”, pero nunca se han arrepentido. Sus remanentes siguen operando y realizando atentados en el Valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem). En esta zona, dominada por el narcotráfico, hace unos días atrás fueron asesinados tres policías y todo indica que fue obra de Sendero. Eso demuestra que para sobrevivir políticamente, se ha reconvertido en una banda narcoterrorista. “Sendero tuvo siempre relación con el narcotráfico. Si no lo hubieran tenido, jamás hubieran sobrevivido a la captura del señor Guzmán” comenta Heuser, quien ha realizado investigaciones en la zona del Vraem, y agrega que Sendero “vende su fuerza militar a los narcotraficantes para resguardarlos en las carreteras, para pasar los químicos y la droga”. De esa facción surgió en el 2009 el Movimiento por Amnistía y Derechos Fundamentales (Movadef), un grupo marginal y minoritario que pide participar en elecciones. Sus intentos de inscribirse ante los organismos electorales han fracasado porque, según las autoridades, “posee una ideología que tiene como praxis la violencia para tomar el poder”. La policía sospecha que bajo el engaño de sumarse a la democracia, Sendero quiere retomar la lucha armada, captando a jóvenes indignados y excluidos en medio del actual caos económico del país, pero su debilitamiento actual es tal, que le va a ser imposible que alguna vez vuelva a resurgir con fuerza. Para evitar que ello suceda, es necesario fortalecer los servicios de inteligencia, hacer un seguimiento a los terroristas que ya han salido de las cárceles y a los que están por salir, además de hacer una lucha frontal contra los remanentes narcoterroristas en el Vraem. Pero utilizar solo la fuerza para derrotar completamente a Sendero no sería suficiente, ya que hay que llevar también un desarrollo alternativo a esas zonas aisladas, para luchar contra la pobreza y la desigualdad que en esos lugares olvidados por el centralismo, se manifiestan en toda su crudeza. Una tarea que, luego de 25 años, aún sigue pendiente (Al momento de escribir esta nota, no puedo dejar de sonreír al enterarme de la caída de esa banda de incompetentes e improvisados liderados por Fernando Zavala ‘el Vladimiro de Palacio’ tras el rechazo por parte del Congreso de otorgarle el voto de confianza que había pedido en su absurdo afán de ‘blindar’ a la impresentable Marilú Martens. El siguiente paso es vacar a Kuczynski y convocar a nuevas elecciones antes que los disuelvan... Vamos, no hay tiempo que perder) :)