sábado, 9 de septiembre de 2017

SENDERO LUMINOSO: Civilización o barbarie

Este 12 de septiembre se cumplirán 25 años de la captura del líder de Sendero Luminoso, Abimael Guzmán Reynoso, hecho que marcó el comienzo del fin de ese grupo terrorista que tanto daño y dolor causó al Perú, al quedar atrás esos aciagos años caracterizados por la violencia y la barbarie practicada por una banda homicida en su absurdo afán de querer instaurar un régimen de terror en el país. Como sabéis, este grupo fue fundado a finales de los años 70 con una ideología maoísta y junto con el fujimorismo, son los responsables de los 70.000 muertos que dejó el conflicto armado interno ocurrido entre 1980 y 2000, según el informe final de la Comisión de la Verdad y la Reconciliación. Guzmán, a quien sus seguidores llamaban “Presidente Gonzalo”, buscaba replicar en Perú la revolución campesina de Mao Tse Tung en China mediante una lucha armada que destruyera las instituciones del Estado peruano tradicional. Su leyenda se empezó a forjar en la universidad de San Cristóbal de Huamanga (Ayacucho), donde era catedrático de filosofía. Eran los inicios de la década de los 60 y su discurso atraía la atención de colegas y estudiantes. En esa época, en medio de disputas ideológicas en el interior del Partido Comunista Peruano (PCP), se impuso como el líder de una facción, que empezó a enarbolar una frase de José Carlos Mariátegui: "El marxismo-leninismo es el sendero luminoso del futuro". En los años siguientes adopta el sobrenombre de 'Camarada Gonzalo' y empieza definir sus lineamientos de acción, a partir de las ideas de Mao Tse Tung, quien tomó el poder en China, luego de una incruenta guerra civil. Guzmán quería repetir esa estrategia en el Perú, acorralando a los centros del poder -ubicados en las grandes urbes - desde el campo. Con los años Guzmán llamó a sus planteamientos el 'pensamiento Gonzalo' y se autoproclamó la "cuarta espada del comunismo" luego de Marx, Lenin y Mao. Abimael Guzmán entró en la clandestinidad en 1976 y en los siguientes años el Partido Comunista Sendero Luminoso (PC-SL) se preparó para la lucha armada. El 17 de mayo de 1980, un día antes de las elecciones generales que ganaría Fernando Belaunde, iniciaron su “guerra” contra el Estado peruano, quemando papeletas electorales en el poblado ayacuchano de Chuschi. Este acto que podría haber pasado tan solo como un acto vandálico, fue el primero de una serie de hechos sangrientos que acabaron con la vida de miles de peruanos. El llamado “Presidente Gonzalo” dirigió durante 12 años - hasta su captura en septiembre de 1992 - los atentados y asesinatos más violentos de la historia republicana. No solo murieron policías y miembros del Ejército, sino también civiles de todas las clases sociales, desde autoridades electas hasta comuneros de los poblados más pobres de los andes peruanos. El fundamentalismo de Guzmán se ensañó principalmente con los sectores populares que se resistían a su ideología. Ejemplo de esos demenciales ataques tenemos a las masacres de Lucanamarca (Ayacucho), Mapotoa y Yaynapango (Comunidades Ashaninkas de la selva central). Pero no contento con ello, decidió llevar su campaña de terror a la ciudad y muestra de ello, son los atentados cometidos en 1992 contra Frecuencia 2 de Televisión en San Felipe y sobretodo, el de la calle Tarata en Miraflores, este ultimo de tal magnitud que mostró al mundo la bestialidad practicada por Sendero Luminoso. Tras la llamada “captura del siglo” el 12 de septiembre de ese año, Abimael Guzmán fue juzgado por una corte militar de jueces sin rostro, durante la dictadura de Kenyo Fujimori, (quien tomando como pretexto la ‘lucha antisubversiva’ había dado un autogolpe de Estado el 5 de abril) y fue sentenciado a cadena perpetua por el delito de traición a la patria, siendo encarcelado en la Base Naval del Callao, donde permanece hasta el día de hoy, junto a otros líderes senderistas. No obstante, en el 2003 el Tribunal Constitucional anuló las sentencias contra Guzmán y otros 1.800 acusados de terrorismo, tras declarar los juicios militares anticonstitucionales. En el 2004 se inició un nuevo proceso y dos años después una corte civil dictó nuevamente cadena perpetua contra el líder senderista. Guzmán fue hallado responsable del delito de terrorismo agravado y homicidio calificado, por planificar el lugar, modo y objetivo de los atentados de Sendero Luminoso. Con la caída del llamado “Presidente Gonzalo”, Sendero Luminoso entro prácticamente en extinción. Reconvertido en un grupo narcoterrorista, su radio de acción se limito a los impenetrables valles del Huallaga (en la selva central) donde brinda ‘protección’ a los carteles de la droga. Si bien es cierto que trata de reorganizarse, creando para ello el MOVADEF como grupo de fachada, este no pasa de ser un movimiento marginal y si en estos últimos tiempos se habla mucho de ellos es por acción de la prensa basura que al brindar cobertura a sus acciones, buscan infundir el miedo entre la población sobre su ‘resurgimiento’ para tratar de mantener vigentes corrientes autoritarias como el fujimorismo - cuyos abominables crímenes cometidos durante la dictadura no tienen nada que envidiar a los realizados por Sendero - y que la propaganda trata de asociarlo con la derrota del terrorismo, cuando en realidad esta fue obra exclusiva de la policía y de nadie mas. Tanto Fujimori como Guzmán son los responsables de ese baño de sangre que no debe volver a repetirse jamás. Juntos destruyeron al Perú (Por cierto, ello no significa en modo alguno que no se vigile a sus integrantes, especialmente a los miembros de la cúpula senderista que a partir de la próxima semana estarán saliendo en libertad luego de cumplir sus respectivas condenas, pero sobredimensionar su alcance para sacar réditos políticos es francamente repudiable) :(