martes, 24 de octubre de 2017
CRIOWEEN: ¿El Halloween mas criollo?
Venga ya, en anteriores oportunidades me he referido a este engendro creado por aquellos que pretenden suplantar una fiesta universal, inocente y divertida que se celebra la noche del 31 de octubre, como es el Halloween, por otra ‘celebración’ con el fin de ganar adeptos a su desvariada causa. Nos referimos al llamado Día de la Canción Criolla, que al coincidir con la Noche de brujas, hoy languidece irremediablemente ante la indiferencia de muchos. Es por ese motivo que sus escasos seguidores esperando que no termine por extinguirse completamente, han ideado mezclar las dos celebraciones, dando como resultado el llamado ‘Crioween’, un híbrido donde las brujas y los muertos se ‘unen’ con los criollos peruanos, para celebrar juntos la fecha. Pero de nada les ha valido porque la decadencia del criollismo es irreversible, ante su reticencia a renovarse y adaptarse a los nuevos tiempos. Cosa contraria sucede con el Halloween, que año a año gana más adeptos entre todas las edades. Se trata de una celebración heredada de Irlanda, propia de los antiguos celtas, quienes con el cambio de estación (entre el último día de octubre y el primero de noviembre) organizaban una festividad en honor al tiempo de cosecha, llamada Samhain. Durante esas noches, se estrechaba la separación entre el mundo de los vivos y el de los muertos, los cuales podían deambular libremente por la Tierra. La costumbre se fue trasladando con el tiempo por diversos lugares. En 1840 llega a los Estados Unidos, nación que le añade nuevos toques a la festividad y desde donde ha terminado por expandirse al mundo. El nombre de ‘Halloween’ nace precisamente de la unión de las palabras en inglés All Hallow’s Eve’, que significa víspera de la Fiesta de todos los Santos, fecha establecida arbitrariamente por una corrupta y decadente Iglesia Católica, que la instauró el 1 de noviembre, como contraparte a la Noche de brujas. Gracias a la magia del cine y de la televisión, las tradiciones de Halloween se hicieron ampliamente conocidas. En ellas fueron sumando mitos y símbolos, que hoy por hoy son parte importante de las celebraciones de la última noche de octubre. Así, el culto a los espíritus (buenos y malos), a las brujas, a las calabazas, disfraces de monstruos, demonios y vampiros, pedidos inusuales como el ‘trick or treat’ a cambio de dulces o propinas y otros elementos tanto festivos como de terror fueron introducidos a la temática del Halloween, cuya celebración también se impuso en el Perú. Así, desde finales de los años setenta, los principales centros comerciales organizan divertidas veladas, decorados de naranja y negro, para deleite de grandes y chicos. Además de los tradicionales recorridos por el vecindario que realizan los niños con sus coloridos disfraces y el grito al unísono del ‘Halloween, dulce o travesura’. Una celebración que termino por eclipsar definitivamente al llamado Día de la Canción Criolla, la cual por cierto, fue establecida arbitrariamente el 18 de octubre de 1944, por el dictador Manuel Prado Ugarteche, mediante una resolución suprema, indicando al 31 de octubre de cada año para conmemorarlo, cuando muy bien podría haber establecido el 18 de enero - aniversario de la fundación de Lima - como la fecha para la celebración de dicha festividad, con mayor razón cuando se trata de una música eminentemente limeña, que tiene escasa aceptación en el resto del país. Durante los primeros años, los seguidores de ambas celebraciones se vieron enfrentados y la disputa se hizo más notoria a nivel generacional, dado que el criollismo tiene mayoritariamente sus seguidores en gente de la tercera edad. Con la llegada del nuevo siglo y al notar que la música criolla tenia cada vez menos adeptos, se decidió unir ambos festejos en lo que hoy conocemos como el ‘Crioween’, una fusión que combina los disfraces con la jarana criolla, tratando de salvar a esta de su extinción definitiva. Pero todo ya esta perdido … a este muerto ya nadie lo levanta :)