martes, 17 de abril de 2018

ARTE DEGENERADO: El Cristo del Pacífico

Esta monstruosidad construida con dinero de la corrupción durante el nefasto gobierno del bufón aprista Alan García Pérez y levantado apresuradamente en el Morro Solar en Chorrillos en el 2011 (un mamotreto hecho de polietileno del cual me he ocupado en reiteradas oportunidades) vuelve a hacer noticia ya que a los continuos pedidos para que sea derribada, se ha vuelto a sumar recientemente Pro-Ética quien la hizo ‘desaparecer’ de su pedestal. En efecto, el pasado lunes 09 de abril corrieron varios reportes en las redes sociales sobre la ‘desaparición’ del Cristo del Pacífico, esperpéntico monumento ‘donado’ por la empresa Odebrecht durante el gobierno de Alan García con el claro objetivo de querer ocultar los escándalos de megacorrupción que ahora han quedado al descubierto. Lamentablemente la estatua, de 37 metros de alto, no ha desaparecido; sigue allí. Como también sigue allí lo que simboliza para muchos peruanos. De esta manera, Proética, buscó llamar la atención de la opinión pública sobre la importancia de asumir acciones concretas para combatir la corrupción en todos sus niveles, indicó al respecto Walter Albán, director ejecutivo de Proética. Como sabéis, desde el mismo anuncio de su construcción en el Morro Solar, la citada estructura ha estado envuelta en la polémica pidiendo su demolición, con mayor razón a raíz del estallido del escándalo internacional protagonizado por la constructora brasileña Odebrecht (quien la ‘dono’) en la cual diversos gobiernos de América Latina están involucrados, entre ellos varios gobernantes que se beneficiaron con los suculentos sobornos proporcionados por la citada empresa para favorecerla al momento de la concesión de millonarias obras públicas. Obviamente el Perú no estaba ajeno a ello y tanto García, como Toledo y Kuczynski, fueron ‘favorecidos’ con esa lluvia de millones, perjudicando gravemente los intereses nacionales. Es por ese motivo que muchos insisten en su demolición, ya que representa la corrupción a la cual hay que combatir indesmayablemente. Instalada en 15 de junio de 2011, este espantajo fue desarrollado en secreto y no se basó en ningún tipo de consulta, constitucional, cultural, arquitectónica, urbanística ni de ninguna otra índole. Solo fue un capricho del bufón aprista, que dejaba el cargo a los pocos días. Levantado en un lugar alejado y desprovisto de vegetación alguna, fue abandonado a su suerte desde entonces, convirtiéndose rápidamente en un basural y lugar de encuentro de drogadictos y gente de mal vivir. No nos extraña por ello que el pasado 13 de enero de 2018, un cortocircuito originado en el sistema de iluminación en pésimo estado de conservación provocó un incendio en el monumento, el cual afectó la parte posterior y movilizó a cuatro unidades del cuerpo de bomberos. Para gran parte de la opinión pública, el llamado Cristo del Pacífico es una imposición y una afrenta, ya que fue levantado con fines políticos y subalternos, por lo que debe ser derribado y arrojado al fondo del mar. Cuanto antes, mejor :)