martes, 24 de abril de 2018
EL TELEFERICO DE CHOQUEQUIRAO: Un sueño largamente postergado
A más de un año de inaugurado el teleférico de Kuélap (Amazonas) cuyas cifras de uso han superado todas las expectativas, según las autoridades, resulta pertinente preguntar qué tan posible es replicar dicho sistema de transporte en otras partes del país , especialmente en lugares de gran atracción turística como Machu Picchu y Choquequirao. Durante la última década, desde distintos sectores se han anunciado al menos cuatro grandes proyectos de teleféricos, dos de ellos con fines turísticos y otros dos pensados más en la movilidad de poblaciones asentadas en zonas de difícil acceso. Y aunque todos ellos tienen estudios iniciados, y algunos incluso contaban con fecha probable de inauguración, lo cierto es que todavía están lejos de ser una realidad, debido a la tenaz oposición de ciertos sectores como los transportistas para quienes la llegada del teleférico supondría el fin de sus ilícitos negocios. Ese es el caso de Machu Picchu, donde se hicieron varios proyectos para instalar una ruta que iría desde la estación de ferrocarril hasta la entrada a la ciudadela inca, con la cual la infame carretera que deforma el paisaje y que comunica ambos lugares quedaría de lado, pero que quedaron solamente en buenas intenciones por la violenta reacción de los dueños de las empresas de transporte que monopolizan el negocio, quienes azuzando a la indiada ignorante mediante huelgas y marchas, impidieron que finalmente se llevara a cabo. Mientras se espera que las autoridades retomen la idea, existe una iniciativa similar para Choquequirao del cual nos ocupamos en esta oportunidad ¿vale?. Un proyecto que generó gran expectativa, es la del teleférico de Choquequirao, conocida como la “ciudad gemela de Machu Picchu”. Las primeras noticias de este proyecto se rastrean hasta el 2011, cuando los gobiernos regionales del Cuzco y Apurímac acordaron impulsar su construcción. Sin embargo, han pasado siete años y la obra todavía no tiene fecha de inicio. En septiembre del 2013, durante el gobierno de Ollanta Humala, el proyecto avanzó hasta tener estudios de factibilidad en el antiguo Sistema Nacional de Inversión Pública (SNIP). Un año más tarde, en septiembre del 2014, se verificó su viabilidad y se publicaron las bases de la licitación. Todo este proceso, sin embargo, se suspendió en octubre del mismo año, cuando el Poder Judicial, a pedido de la municipalidad provincial de Anta (Cuzco), ordenó que se paralice la intención de concesionar la obra por 20 años. El concurso se reinició en febrero del 2015; pero, dado que las bases lo permitían, se canceló sin mayores explicaciones en mayo del mismo año. Hasta entonces, el futuro del teleférico de Choquequirao era incierto y se temía que seguiría el mismo camino que el de Machu Picchu. Pero hay novedades. El Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur) acaba de señalar que ha firmado un convenio de cooperación técnica con ProInversión, lo que permitirá elaborar un nuevo estudio que determine las características del proyecto. “La extensión, ubicación, inversión prevista, plazos de ejecución, número de cabinas, entre otros, serán determinadas una vez que el estudio en mención concluya”, precisó Alejandro Reyes Hurtado, director general de Estrategia Turística del Mincetur. Ese estudio, que costará unos S/ 11 millones, está a cargo de Consorcio Choquequirao, empresa que se adjudicó la consultoría el 31 de enero de este año. Entre otros componentes, se deberán evaluar los aspectos culturales, medioambientales y socioeconómicos, además de la infraestructura. El diseño del proyecto debería estar listo en el 2019. El Proyecto consiste en el diseño, financiamiento, construcción, equipamiento, operación y mantenimiento de un teleférico como vía de acceso desde Kiuñalla (Región Apurimac) al Parque Arqueológico de Choquequirao (Región Cuzco), así como, de las estaciones de salida y de llegada. El teleférico cruzará el Cañon del Apurímac (1 400 m). Como sabéis, Choquequirao, ubicado en Cuzco, se encuentra cerca del límite con Apurímac, en una zona montañosa de difícil acceso, por lo que llegar hasta allí puede tomar entre 10 y 12 horas desde la ciudad del Cuzco. Oculta en gran parte por una espesa vegetación, lo poco de ella que se puede observar en la actualidad es comparable a la misma Machu Picchu, por lo que se puede deducir que si alguna vez - cosa que actualmente es poco probable - se erradique los miles de árboles que cubren gran parte de la ciudadela inca, se podría ver en todo su esplendor. Varias publicaciones especializadas en turismo han resaltado la belleza de este recinto arqueológico, hasta hace poco desconocido y que ha comenzado a ser visitado por los turistas, pero debido a su aislamiento y ser una zona de difícil acceso su número no alcanza a quienes visitan Machu Picchu, por lo que un teleférico solucionaría en parte ese inconveniente ¿no os parece? :)