martes, 5 de junio de 2018

VINICUNCA RAINBOW MOUNTAIN: La maravilla de los siete colores

A unos 100 kilómetros al sureste del Cuzco, en el sur del Perú, existe un arco iris hecho montaña. En efecto, se trata de la montaña de los Siete Colores, también conocida como Vinicunca. El monte se encuentra en la Cordillera del Vilcanota a 5.200 metros sobre el nivel del mar, en el distrito de Pitumarca. Sus laderas y cumbres están teñidas por unas franjas de intensos tonos de fucsia, turquesa, lavanda y dorado. El espectáculo visual que ofrece el Vinicunca atrae a miles de visitantes desde inicios del 2016, según afirma Haydee Pacheco, funcionaria de turismo de la Municipalidad de Pitumarca. En poco más de dos años, los viajeros que llegan a tomarse fotos con la cumbre pasaron de unas pocas decenas a cerca de 1.000 al día, pese al frío y la altitud del lugar. Gracias a su popularidad, impulsada también por las redes sociales, la peculiar montaña se convirtió en un destino habitual en los rankings de atractivos turísticos del mundo. Por ejemplo, en agosto del 2017, apareció en la lista de 100 lugares para visitar antes de morir recomendados por expertos en viajes en la página web Business Insider. El boom turístico es bastante reciente, pero su historia, empezó hace millones de años. El aspecto de arco iris del Vinicunca se debe “a una compleja historia geológica de sedimentos marinos, lacustres y fluviales”, según un informe de la Oficina de Paisaje Cultural de la Dirección Desconcentrada de Cultura del Cuzco. Estos sedimentos, transportados por el agua que antes cubría la zona, datan de entre los periodos terciario y cuaternario, es decir, de hace unos 65 a dos millones de años. A lo largo del tiempo, los sedimentos fueron formando capas (con distintos tamaños de granos) que hoy se ven como las franjas que tanto atraen a los turistas. El movimiento de las placas tectónicas del área elevó estos sedimentos hasta que se convirtieron en montañas. Luego fueron adquiriendo sus colores llamativos a causa a la oxidación de sus minerales, ejercida por la humedad de la zona, y a la erosión de los mismos, explico César Muñoz, miembro de la Sociedad Geológica del Perú (SGP). Pero, si estos colores llamativos llevan millones de años tiñendo la montaña, ¿por qué se hizo famosa hace relativamente poco tiempo? Algunos medios internacionales señalan que el Vinicunca quedó al descubierto debido a que el cambio climático derritió la nieve que la cubría. Descubierta casualmente por unos turistas quienes se dirigían al cercano nevado Ausangate - considerada una montaña sagrada - cuando se percataron de esta obra maestra de la naturaleza. Es así como empezaron las visitas y rápidamente se hizo conocida. Al comienzo solo había una forma de llegar a la montaña. La aventura empezaba en un bus con dirección a Sicuani, capital de la provincia de Canchis. El viajero debía quedarse en el distrito de Checacupe, a dos horas de la Ciudad Imperial. Allí tomaba otro vehículo y viajaba dos horas hasta Pampachiri, desde el cual se iniciaba una pesada caminata hacia la montaña, que demandaba un gran esfuerzo. Ahora, todo ello ha cambiado. En estos días, al conocerse que la montaña había sido concesionada por el Estado a la empresa minera Minquest Perú S.A.C., comenzaron las protestas ya que ponía en peligro la existencia del Vinicunca, lo que obligo a la minera a renunciar a la concesión, pero la amenaza sigue latente, por los que los lugareños se mantienen vigilantes: “Nosotros queremos el turismo, no la minería que desaparecería nuestro cerro” aseveró Francisco Rojo, que integra la comisión contra la minería que se formo para defender la montaña. Existe un consenso en el Cuzco para que la montaña de los siete colores sea declarada como una zona intangible. Y es que su incomparable belleza paisajística compensa cualquier sacrificio que se hace para llegar a conocerla :)