sábado, 28 de julio de 2018
¿FELICES FIESTAS PATRIAS?: Nada que celebrar
Como sabéis, en este país bananero cada 28 de julio se celebra el Día de la Independencia y entre otras actividades, se estila que el Jefe de Estado dirija desde el Congreso su esperado Mensaje a la Nación donde se refiere a sus logros realizados al año que paso y a lo que piensa hacer en el que se inicia. Además de ello, el 29 se realiza la tradicional Parada Militar por parte de las Fuerzas Armadas y la Policía, como parte del homenaje al Perú. Sin embargo, en estos tiempos, donde la corrupción hace de las suyas en todas las instituciones del Estado - lo cual puede comprobarse tras la difusión de los denominados “Audios de la Vergüenza” que han causado gran indignación en la opinión pública - cabe preguntarse por ello ¿vale la pena celebrar las Fiestas Patrias en medio de tanta inmundicia? Han pasado varias semanas desde que estallara el escándalo y nada se ha hecho hasta el momento para acabar con esta lacra, porque sus protagonistas siguen libres como si la cosa no fuera con ellos y no sean los responsables de los múltiples delitos que allí se revelan, los cuales por cierto siguen saliendo diariamente, desnudando en toda su dimensión la podredumbre moral del Perú. Como quiera que escribo esta nota antes del parón de Fiestas Patrias - que me pillara en Londres - ignoro lo que este 28 de julio ofrecerá Martín Vizcarra, aquel improvisado inquilino de Palacio con fecha de caducidad. De seguro, y no hay que ser adivino para saberlo, se comprometerá en su discurso anual a “luchar a fondo contra la corrupción” cuando paradójicamente al momento de pronunciarlo no solo estará rodeado de impresentables representantes de la mafia criminal aprofujimorista en el Congreso - que lo tienen férreamente bajo su control - sino que el mismo no tiene ninguna autoridad moral para hacerlo, ya que también es mencionado en los citados audios como parte de esa organización delictiva enquistada en el Poder Judicial, a los cuales esta muy agradecido por haber “archivado” las graves denuncias en su contra en el Caso Chinchero donde como recordareis, por encargo del conocido lobbysta y Traidor a la Patria Pedro Pablo Kuczynski, quiso favorecer a como de lugar al consorcio chileno Kuntur Wasi, propiedad de su ‘amigo’ Sebastián Piñera, para que se encargara de la construcción del Aeropuerto Internacional de Chinchero (Cuzco) a pesar de no reunir las condiciones necesarias para ello ni disponer un centavo para iniciarlo. Por ese motivo, Vizcarra - en ese momento ministro de Transportes - ejerció una serie de presiones para imponer una adenda en el contrato original (que obligaba al Consorcio a financiar el 80% de la obra, mientras que el 20% restante corría a cuenta del Estado), por el cual se invertía la situación a favor de los chilenos, con el agravante que ni siquiera invertirían el 20% que ahora les correspondería, ya que este seria consecuencia de un préstamo otorgado por una institución financiera, y el Estado era el que tenia que pagarlo, incluyendo los altísimos intereses. O sea Kuntur Wasi no invertía ni un céntimo, pero “gracias” a una ilegal adenda introducida por el gobierno de Kuczynski, iban a tener además durante 40 años la administración del citado aeropuerto, quedándose con todas las millonarias ganancias a cambio de nada. El escándalo que estallo al quedar al descubierto esta operación sumamente lesiva a los intereses nacionales frustro sus planes, obligándolo a renunciar a su cargo de ministro y anularse el contrato.Esto a todas luces es un delito muy grave y en cualquier país serio y civilizado por mucho menos ya estaría tras las rejas, pero en el Perú, el Poder Judicial se encargo de “limpiarlo” evitando que este miserable termine en la cárcel. Con semejantes antecedentes ¿Como se puede imaginar por un momento que este desalmado sujeto pretenda ahora “liderar” una cruzada anticorrupción o realizar la reforma del Poder Judicial si es tan culpable como ellos? Con el rechazo mayoritario de casi el 80% de la población según todas las encuestas, su extrema debilidad y abandonado por casi todos aquellos que se subieron al coche de Kuzynski (quien tuvo que renunciar ignominiosamente para evitar ser destituido por el Congreso) la credibilidad de Vizcarra esta por los suelos y es imposible que pueda durar hasta el 2021 en el cargo. Muchos analistas creen que podría tomar un poco de aire si aprovechando la actual coyuntura política, pasa a la ofensiva este 28 de julio anulando el ilegal indulto otorgado a Fujimori, disolviendo el Congreso y llamando a elecciones generales adelantadas para salir de una situación a todas luces insostenible, pero quienes lo conocen aseguran que nada de ello sucederá, limitándose a unas declaraciones huecas y sin valor alguno. El combate contra la corrupción requiere de instituciones sólidas y un liderazgo fuerte, y ninguno de los dos existe hoy en el Perú. Muchos de los políticos con el poder e influencia para reformar el sistema están precisamente acusados de graves casos de corrupción. Figuras claves en los sectores público y privado también se han beneficiado durante décadas del sistema de corrupción imperante. Ellos por lo tanto, son los más interesados en mantener el actual statu quo. ¿Cómo entonces van a ser quienes impulsen la necesaria reforma política que podría llevarlos a la cárcel? No sorprende por ello que crezca la frustración en las calles generando peligrosamente un clima de violencia desenfrenada y algunos interesados busquen aprovechar el momento para llamar abiertamente a un golpe militar. ¿Podrá la débil democracia peruana sobrevivir a la corrupción o sucumbirá irremediablemente? :(