martes, 7 de enero de 2020

LA LIMA QUE NO CONOCES: El Palacio Veneciano

Con motivo de la cercanía de un aniversario más de la fundación de Lima por Francisco Pizarro en 1535, toca ocuparnos en esta oportunidad de un edificio de singulares características que se encontraba ubicado en las inmediaciones de lo que hoy es la alameda Chabuca Granda y que solo la incuria e ignorancia de los peruanos - que no saben apreciar lo que tienen - permitió que desapareciera y que hoy sea parte del recuerdo. Nos referimos al Palacio Veneciano (cuya fachada que daba a la ribera del río Rímac tenía un gran parecido al Palacio Ducal de Venecia, ubicado en la Piazza di San Marco) y cuyo dueño al quedar impresionado por su belleza, decidió imitarlo construyendo en Lima una que se le pareciera. Fue propiedad de los condes de la Vega del Ren y era una de las más lujosas residencias de estilo colonial limeño en las postrimerias del siglo XVIII. Otro de los motivos de su construcción - agregó Ugarte Elespuru en su libro "Lima Incógnita" - fue el insólito proyecto de hacer un puerto en el centro de Lima y hacer navegable el río Rímac, algo imposible dadas las características de su cauce. La fachada principal de la casa estuvo hacia la calle de Polvos Azules. Según grabados del siglo XIX y fotos, tenia su fachada un severo aspecto neoclásico en la que destacaban las pilastras con capiteles corintios, una gran puerta de ingreso en arco de medio punto, y sobre ella un solo balcón abierto de antepecho. Al costado derecho de la propiedad principal, una serie de tiendas y comercios, que también eran parte de la propiedad principal. La casa por dentro en sus últimos años, ostentaba la arquitectura típica de las grandes casas limeñas. Un gran patio con piso adoquinado, las galerías laterales con piso de losetas de mármol, pintura mural de aspecto marmoleado en sus paredes, grandes rejas en sus ventanas con detalles de flores, y una gran escalera imperial con barandas de fina y trabajada forja de hierro. Debajo de la escalera, al lado derecho, otra escalera mas pequeña que conducía a los ambientes subterráneos de la casa, por la diferencia de niveles, quizás hacia alguna puerta en la fachada veneciana que miraba al río Rímac. La propiedad pasó por herencia a varias familias, quedando al final con el nombre de Casa Concha Astete. Fue finalmente derribado a inicios de la década del 40 del siglo XX, y hoy en su lugar se encuentra la pista en rampa que conduce al túnel que pasa por debajo de la actual alameda Chabuca Granda. La absurda demolición fue consumada con el pretexto de que se iba a hacer un malecón para la ribera del río, que finalmente no se hizo y se convirtió en una playa de estacionamiento, luego se transformo en un infame mercadillo persa, hasta que finalmente se construyo la citada alameda. Aunque también debemos agregar que  en sus últimos años - tal como muestra la imagen que ilustra la nota - ya presentaba un evidente estado de deterioro, culpa exclusiva de los dueños del inmueble por no darle mantenimiento, y se le considero de “alto riesgo” para echarlo abajo. Venga ya, si utilizaran ese mismo criterio para todas las viejas construcciones que existen en Lima que se caen a pedazos…en fin. Quien sabe si el día de hoy, aun existiendo este palacete obviamente restaurado, seria un gran destino turístico, como lo es el palacio veneciano que lo inspiró ¿no os parece? :(