sábado, 11 de julio de 2020
MARTÍN VIZCARRA: Nada es para siempre
Venga ya, en su desesperación por desviar la atención pública tanto de su rotundo fracaso para detener el avance del Coronavirus como la destrucción de la economía - fruto exclusivo de su incompetencia, negligencia e incapacidad - así como al enterarse de la grave denuncia que horas mas tarde se iba a dar a conocer, acerca de que su cuñado comenzó a cobrar ilegalmente S/ 320.000 a un ministerio desde el 28 de julio del 2016 pese a estar impedido por ley, mientras que el juraba ese mismo día como vicepresidente de la Republica, Martín Vizcarra intento confrontar el pasado domingo nuevamente con el Congreso, creyendo así que iba a recuperarse en las encuestas y de paso, que el delito cometido con su pleno conocimiento pase desapercibido, pero se equivoco y termino recibiendo de su propia medicina, por lo que no le quedo mas que convocar a la realización de la próximas elecciones generales para el 11 de abril del 2021 (el cual por cierto estaba obligado a hacerlo por ley y no es ninguna concesión suya como quieren hacer creer a los incautos) donde el o quien elija a dedo, se imponga mediante el fraude, ya que viendo el desastre socioeconómico-financiero que ha causado al Perú, es la única manera que ese parásito o su candidato ‘favorito’ puedan ganar. Como sabéis, este improvisado - quien mediante un complot urdido junto con la mafia criminal aprofujimorista llego al poder, se convirtió posteriormente en un golpista consumado tras el autogolpe de septiembre del 2019 al disolver inconstitucionalmente el Congreso. Encubridor y partícipe de mil y una fechorías personales aun por investigar y cómplice de la corrupción del Estado en grado sumo - volvió a comportarse como el dictador irredento que es, cuando de manera sorpresiva, dio un Mensaje a la Nación el pasado domingo a mediodía para plantear la realización de un nuevo referéndum sobre la inmunidad parlamentaria y la inclusión de procesados en las listas electorales, cuando la culpa de elegirlos es de quien vota por un corrupto; no de quien lo ubica en alguna lista, acusando al Legislativo de “dar la espalda al pueblo” con el claro objetivo de indisponerlos con la población y ‘justificar’ así una nueva disolución. Pero para su sorpresa, la respuesta del Congreso no tardó. En efecto, en una sesión extraordinaria realizada la tarde de ese mismo día, el Parlamento eliminó la inmunidad no sólo para los parlamentarios, sino la hizo extensiva al propio Vizcarra y sus cuestionadísimos ministros que podrán ser procesados inmediatamente sin antejuicio previo. Un jaque mate al corrupto y sus secuaces a quienes por cierto, una vez que entren en vigencia las normas aprobadas - para lo cual se necesita que sea ratificada en una segunda votación que se realizara en los próximos días - se les acabara la impunidad que gozan indebidamente hasta el día de hoy y se enfrentaran de inmediato a la justicia para que respondan por cada uno de sus múltiples delitos. Por dárselas de vivo, quiso jugar con fuego y salio quemado. Como explica el siempre acertado hombre de leyes Enrique Ghersi, al insistir en pechar al Congreso “Vizcarra estaba erigiendo, en medio de la confusión, la estructura autoritaria de la concentración del poder en sus manos sin ningún tipo de contrapeso para quedarse en el cargo indefinidamente al cual accedió de forma ilegal. Pero no previo que de porrazo y por abrumadora mayoría, el Poder Legislativo desnudó al golpista quitándole la inmunidad y dejándolo expuesto a las consecuencias del desafuero, ultimátum que permanentemente utilizaba para chantajear a los congresistas y que ahora se vuelve en contra suya. Todo el mundo se ha dado cuenta que la conducta de Vizcarra no es más que una cortina de humo para intentar ocultar sus continuos fracasos para controlar la pandemia, y como una forma de sortear los escandalosos casos de Miriam Morales, Richard Swing y el de su cuñado que desnudan en toda su magnitud la miseria vizcarrista, así como el conocimiento cada vez más amplio que se tiene acerca del número real de victimas en la pandemia del Coronavirus, que superan ampliamente el número de muertos que no aparecen en las listas oficiales. Ahora está en una situación sumamente difícil” acoto. En efecto, por 110 votos a favor, 13 en contra y cero abstenciones, se aprobó una reforma constitucional que elimina la inmunidad para todos los altos funcionarios públicos. El texto sustitutorio del dictamen aprobado modifica los artículos 93, 99, 117, 161 y 201 de la Constitución, precisando en el primer caso que los congresistas representan a la Nación y no están sujetos a mandato imperativo ni a interpelación. Además, subraya que “no son responsables ante autoridad ni órgano jurisdiccional alguno por las opiniones y votos que emiten ni por las acciones legislativas, de representación, de fiscalización, de control político u otras inherentes a la labor parlamentaria, que realicen en el ejercicio de sus funciones”. Remarca asimismo, que los procesos penales contra los congresistas por delitos comunes cometidos durante su mandato parlamentario son de competencia exclusiva de la Corte Suprema de Justicia. De igual forma, se modifica el artículo 99 señalando que corresponde a la Comisión Permanente acusar ante el Congreso al presidente de la República, a los congresistas, miembros del Tribunal Constitucional, de la Junta Nacional de Justicia, vocales de la Corte Suprema, fiscales supremos, defensor del Pueblo y el contralor por infracción de la Constitución y por todo delito que cometan en el ejercicio de sus funciones y hasta cinco años después de que hayan cesado en estas. Los ministros de Estado no contaran con antejuicio político ni ningún tipo de inmunidad durante el ejercicio del cargo. Además, el texto señala que el artículo 117 indicará que el presidente de la República puede ser acusado durante su periodo por traición a la patria, por impedir elecciones parlamentarias, regionales o municipales, por disolver el Congreso, salvo casos previstos en el artículo 134 de la Constitución, y por impedir su reunión o funcionamiento, o los del Jurado Nacional de Elecciones y otros organismos del sistema electoral. Asimismo, ahora en pleno ejercicio, podrá ser acusado por delitos contra la administración pública cometidos durante su mandato o con anterioridad. Es decir, Vizcarra fue por lana y salió trasquilado, aunque cabe señalar que lo aprobado deberá ser ratificado en la legislatura que se inicio esta semana, por tratarse de una reforma constitucional. Respecto al artículo 161, señala que el defensor del Pueblo es elegido y removido por el Congreso con el voto de los dos tercios de su número legal. En cuanto al artículo 201, subraya que para ser miembro del Tribunal Constitucional se exigen los mismos requisitos que para ser vocal de la Corte Suprema. “A los miembros del Tribunal Constitucional les alcanzan las mismas incompatibilidades que los congresistas. No hay reelección inmediata” indico el titular de la Comisión de Constitución, Omar Chehade, quien agregó que se trata de un texto que equilibra las sugerencias de los parlamentarios y acorde al derecho constitucional. “La lucha contra la corrupción es transversal y la inmunidad no debe ser vista como sinónimo de impunidad. Ello se acabó”, argumentó. Asimismo, el presidente del Congreso, Manuel Merino, rechazo las amenazas proferidas por Vizcarra y negó que se esté buscando “sorprender” a la población con la aprobación del dictamen que elimina la inmunidad parlamentaria, el antejuicio de funcionarios del Ejecutivo y que permita que se pueda acusar por delitos de función al golpista. “Creo que su estrategia es pretender confundir para victimizarse una vez mas, con el claro propósito de disolver el Congreso. Cuando tú utilizas el ‘miente miente que algo queda’, lamentablemente, confundes a la población y nosotros, desde la mesa, no pretendemos confundir a nadie. Actuamos con transparencia […] La decisión de las bancadas y de los parlamentarios es la que permitió tener los votos”, dijo. A su turno, el expresidente del Tribunal Constitucional, Víctor García Toma señalo: “A Vizcarra se le viene la noche, ya que la supresión del artículo 93, acaba con la inmunidad del cual gozaba hasta el momento y que impedía a la justicia proceder a su juzgamiento. En estos momentos, tiene un proceso suspendido, pero se va a activar inmediatamente si en los próximos días se ratifica la decisión del Parlamento, por lo puede ser objeto de una decisión judicial concreta” asevero. De esta manera en pleno ejercicio del cargo, podrá ser procesado por más de 40 denuncias, que comienzan con su participación en el latrocinio del proyecto Chinchero, su representación de las mafiosas Odebrecht y Graña y Montero, pasando por el descubrimiento de una red vigente de nepotismo y amiguismo, terminando en el robo de recursos públicos, pésima gestión y ocultamiento de las verdaderas cifras de muertos por el Coronavirus que, según la propia OPS, no sería de 11 mil, sino al menos 40,000, y su número sigue aumentando, según publico este fin de semana el diario británico Financial Times. En ese mismo sentido, el analista político Fernando Rospigliosi señalo que esta nueva pugna entre el Legislativo y Ejecutivo obedece a que Vizcarra busca distraer a la opinión pública de su fracaso frente a la crisis sanitaria: “ha buscado subir su popularidad a costa del Congreso y que por eso planteó el referéndum para eliminar la inmunidad de los parlamentarios. Pero el Congreso le ha dado de su propia medicina al acabar con la inmunidad presidencial, de los ministros, de magistrados del TC y de la Corte Suprema. Con la pérdida de su inmunidad, estaría en graves aprietos porque podría ser inmediatamente investigado por los graves delitos cometidos como ex gobernador de Moquegua, entre muchos otros de los que nos estamos enterando ahora. Que diga que ello no le preocupa no se lo cree ni el mismo. Vizcarra tiene miedo” señalo. Rospigliosi indicó además que si bien existen mecanismos que se han usado para quitar la inmunidad a los congresistas y juzgarlos, éstos se han utilizado demagógicamente para atacar al Congreso por razones políticas, como lo hizo Vizcarra el 2018 con la coalición que lo respaldó para satanizar y cerrar al Legislativo anterior. Y eso quería aplicarlo con este nuevo Parlamento. “Esta crisis política que afronta el país es una muestra más de la irresponsabilidad de Vizcarra, quien debería abocarse a solucionar los problemas inmediatos de los peruanos con la pandemia. La crisis económica se ha agudizado y tendremos la inflación más grande de Sudamérica por el pésimo uso de los recursos del Estado. A todo esto nos ha conducido su propósito de subir su popularidad nuevamente a costa del Congreso. Pero esta vez no ha logrado salirse con su gusto”, indicó. Sabiéndose derrotado y cual bestia herida, a este autócrata por antonomasia incrustado de casualidad en el sillón presidencial que está siendo reducido como una serpiente a la que se le pisa la cabeza, no le quedo más alternativa que convocar a elecciones generales tal como lo manda la ley. Pero no se puede confiar en ese vil sujeto, ya que intentará seguir controlando el poder de alguna manera mas allá del 2021, para lo cual sigue disponiendo libremente de las Arcas Públicas y todavía controla a un puñado de miserables asalariados que actúan como troles en las redes sociales; a los parásitos comunistas enquistados en el Estado que van a querer seguir disfrutando de sus beneficios; y a una prensa genuflexa quebrada y prostituida que le sirve de caja de resonancia para sus planes golpistas. El siguiente paso será buscar a su candidato que le proteja las espaldas que lo “blinde” ante la justicia (que pueden ser el ‘hijito de papa’ o aquel actorcillo desempleado) y si no le convencen, lanzarse el mismo, que ganas no le falta. Pero antes, deberá impedir a como de lugar que el Congreso ratifique en segunda votación los cambios a la Constitución ya que eso significaría no solo el final de todos sus planes, sino también una entrada segura a la cárcel, sin importarle en lo mas mínimo que al intentar hacerlo desencadene una crisis política de tal magnitud, lo cual puede provocar una convulsión de dimensiones peligrosísimas que conduzca al Perú al despeñadero. A estar atentos a sus sucias maniobras. Por otro lado, esperemos que el Congreso este a la altura y no se deje amilanar por todo tipo de presiones que ya viene recibiendo y se reafirme en su posición. Queremos al corrupto en la cárcel ya (Por cierto, llama la atención las deplorables declaraciones de la presidenta del Tribunal Constitucional (TC), la comunista Marianella Ledesma, quien se unió al coro oficialista adelantando su opinión contraria a perder sus absurdos privilegios, por lo que ha quedado completamente deslegitimada ¿A que esperan para destituirla del cargo?) :)