sábado, 20 de marzo de 2021
PERÚ: Impunidad y silencio
Como sabéis, este jueves el Poder Judicial rechazó la solicitud de 18 meses de prisión preventiva presentada por la Fiscalía contra Martín Vizcarra - cabecilla de la organización delincuencial Los Injertos Moqueguanos - debido a la gravedad de sus delitos cometidos y al potencial peligro de fuga del país. Es más, durante la audiencia iniciada el día anterior, se presentaron nuevos elementos que lo comprometen seriamente, a quien ya es investigado por la comisión de múltiples delitos de colusión agravada, cohecho impropio y de asociación ilícita para delinquir, lo cual sin embargo fue desestimado de una forma escandalosa por la tiparraca que fungía de jueza, que más parecía la abogada defensora del lagarto. Basto ver los primeros minutos de su patética exposición para darse perfecta cuenta que no iba a otorgar el pedido al fiscal, tal como efectivamente sucedió. Asimismo, fue triste comprobar el silencio cómplice de aquella prensa prostituida vendida al (des)gobierno morado que minimizo el evento y no lo transmitió en directo como si sucedió en anteriores ocasiones, cuando los acusados eran los adversarios políticos del régimen golpista que es la continuación del vizcarrismo y que por cierto, con sus generosos aportes a dichos medios disfrazados de “publicidad estatal” impiden que se vayan a la quiebra. Por lo visto, no quieren soltar la ‘mermelada’ y van a hacer todo lo posible para impedir que un candidato como Rafael López Aliaga llegue a Palacio para que cumpla su promesa de cortarles ipso facto ese ilegal beneficio. De allí el ataque incesante con sus campañas de demolición contra el popular Porky, que para su desazón sigue creciendo como la espuma y ni sus encuestas amañadas y direccionadas para ‘levantar’ a ciertos muertos - como ese judío vago y mantenido o aquel “hijito de papa” que ni educación básica tiene y apenas ha sido un mediocre pelotero - pueden ocultar la realidad, por lo que ahora de la mano con los moradictos cocinan un fraude electoral para este 11 de abril. Ello es seguro y hay que estar prevenidos. En relación a Vizcarra, aunque su encarcelamiento hubiese tenido mucho impacto, más importante es advertir que existen nuevas evidencias desde que representantes de dos empresas - Obrainsa e ICCGSA - declararon a un fiscal haberlo sobornado, habiéndole pagado 2.3 millones de soles para ganar la licitación de dos obras públicas en Moquegua. Confirmándose además diversos pagos el ejecutivo de una tercera compañía asociada. Cabe destacar que buen parte de esas acusaciones fue el insumo en noviembre del 2020 para que el Congreso vacara al lagarto. Lo que el fiscal Juárez Atoche presento a la jueza Álvarez fueron comunicaciones telefónicas entre Vizcarra y todos aquellos quienes declararon haberle pagado o conocido del soborno. Bien mirados, resultan indicios contundentes. Ocurre lo mismo con los documentos de provisión de las cantidades de dinero pactadas para cada fecha. Todos no pueden haber mentido de una manera tan exacta. Las nuevas evidencias son, lo más relevante de esta coyuntura, más allá de que la jueza no haya querido aceptar la medida cautelar solicitada. El fiscal deseaba detener a Vizcarra ante la posibilidad de que pida asilo en Bolivia, habida cuenta de sus buenas relaciones con el actual mandatario de ese país, Luís Arce, a quien invitó a Moquegua en el 2013, en un viaje pagado por Obrainsa. Otra línea argumental es que en el 2020, cuando el escándalo de los contratos irregulares de ese impresentable sujeto apodado Richard Swing, Vizcarra intentó orientar a favor de su “reina” el testimonio de su secretaria Karem Roca, conforme dicen los audios de conversaciones entre ambos. Un colaborador eficaz comunicó un hecho agravante, que figuraba en el requerimiento de Juárez: Richard Swing fue sobornado para guardar silencio. Se entiende que fue por orden de su amante, el lagarto. El documento no entra en detalles pero el dato termina siendo un elemento explosivo que repercute en la actual administración de Sagasti. Como recordareis, el periodista Carlos Paredes ya ha publicado que fue de la DIGIMIN, el siniestro órgano de inteligencia del Ministerio del Interior, de donde salieron los fondos para pagarle a Swing durante el período de Vizcarra. Sin embargo, los responsables de estos delitos siguen en sus funciones. El fiscal Juárez no incluyó en su requerimiento una afirmación de Karem Roca en los audios del caso Swing (reiterada en una reciente entrevista con Rosana Cueva) en el sentido de que Martín Vizcarra se ufanaba de sus buenas relaciones con la fiscal de la Nación, Zoraida Ávalos. Tampoco figuraba la evidencia de que Vizcarra se reunió con fiscales del caso de Los Cuellos Blancos. Pero mientras transcurrían los cinco meses de trabajo del fiscal Juárez Atoche, se conocieron otros delitos de Vizcarra, cometidos durante su gestión como usurpador en el cargo, tras la obligada renuncia de Kuczynski. Nuevas investigaciones se añadieron a las de las obras en Moquegua y las prebendas a Richard Swing. En la compra de vacunas chinas es obvio además que existe dolo, aunque la vizcarrista fiscal de la Nación solo le abrió investigación por aprovechamiento del cargo, “debido a que se inmunizó en secreto”. Sin embargo, el procurador del Estado, Daniel Soria, declaró que Vizcarra si había cometido colusión (ponerse de acuerdo con los chinos) e incluso cohecho en la figura de soborno internacional, lo que es sancionado con cárcel. El hecho - condenable por cierto - de que la jueza no haya dictado prisión preventiva contra ese miserable a pesar de su evidente culpabilidad, no significa que sea inocente como quieren hacernos creer. Las pruebas presentadas en su contra son tan inobjetables que cuando ese vil sujeto sea sometido a juicio terminara tras las rejas. Habrá entretanto, como es lógico suponer, nuevas investigaciones, y no solo vinculadas a la desastrosa gestión de la pandemia. No sorprenda el próximo descubrimiento de más funcionarios moqueguanos en el MTC vinculados a la organización criminal vizcarrista. Cada vez hay más elementos objetivos para pensar que el salvataje personal de Vizcarra condujo su pérfida traición desde que en el 2019 concertó con el fujimorismo para destituir a PPK y sucederlo en el gobierno, pero luego disolvió el Congreso inconstitucionalmente y se convirtió en dictador. Por ello este pobre diablo estuvo bien vacado. Como era de esperar, Francisco Sagasti - aquel admirador de terroristas - es tan responsable como Vizcarra por el desastre en el manejo de la pandemia y es su cómplice al ser una continuación de su gestión, por lo cual un día lo acompañara en prisión, Y es que la dicha de los malvados no es eterna, ahí está el ejemplo de Fujimori que se creía intocable y miren como termino. Es por ello que antes de lo que se imaginan, esos parásitos vizcamorados que hoy (des)gobiernan el país tendrán que dan cuenta de sus actos y esa vez no habrá juez que los salve de su destino, que ya esta marcado a fuego :)