martes, 21 de marzo de 2023
GATOS CALLEJEROS: Criaturas que sufren en silencio
Con motivo de los recientes desastres naturales ocurridos en el país andino a raíz de la inusual presencia de un ciclón frente a sus costas que ocasionaron gran destrucción en centros urbanos y vías de comunicación producto de las incesantes lluvias que produjeron el aumento del caudal de los ríos y el deslizamiento de barro y piedras por las quebradas que lo arrasaron todo, dejando muchos damnificados a su paso. Sin embargo, las cifras oficiales no dan cuenta de las otras víctimas que produjo en las ciudades, como son los perros y gatos callejeros que sin tener un lugar donde guarecerse, murieron ahogados en gran número, arrastrados por las corrientes de agua que inundaron las calles. Si bien del drama que sufren a diario los primeros ya nos ocupamos anteriormente, toca referirnos en esta oportunidad a esos pequeños felinos que abandonados por sus dueños, se ven obligados a vivir en la copa de los árboles de los parques, donde se sienten relativamente más protegidos, principalmente de los perros, pero no de los vecinos, que molestos con su presencia, no dudan en envenenarlos. Y ello está ocurriendo con mayor frecuencia, como ha sido denunciado esta semana por defensores de animales que rechazaron este acto de crueldad. Como sabéis, desde hace varios años, una importante población felina se apoderó del parque Kennedy, ubicado en Miraflores donde son alimentados por voluntarios, y se robaron el corazón de todos los visitantes de este concurrido lugar de la capital. A pesar de su carácter huraño, estos animalitos se acostumbraron a los mimos y engreimientos de los ‘cat lovers’ que acudían a este sitio solo para pasar un tiempo junto a ellos. Lamentablemente, el Grupo Voluntario de Defensa Felina (GVDF) ha reportado una ola de envenenamiento a los gatitos en esta zona. A través de sus redes sociales manifestaron su preocupación por el bienestar de estos animales. “Es muy difícil para nosotros informar que, en los últimos 10 días, ha ocurrido una ola de envenenamientos contra algunos gatos que habitan en el parque Kennedy. Hasta el momento, son 7 gatitos que han sido hallados muertos, agonizantes o en estado crítico (...) A esta desgracia se suma que hay otros gatos desaparecidos que también podrían haber sido víctimas de este acto de crueldad”, indicaron. No es la primera vez que ello ocurre, ya que aparte de que cotidianamente son envenenados, hace algunos años varios gatos fueron acuchillados en el parque. Pero aun así, su número no dejo de crecer, por lo que la municipalidad de Miraflores decidió trasladarlos a un “albergue temporal” con el pretexto que dejan mal olor en el ambiente, pero que en realidad fue llevarlos a otros distritos y dejarlos abandonados a su suerte. No obstante, si bien su número bajo considerablemente, al poco tiempo la población felina se recupero, por lo que al municipio solo le queda colocar “bocados” para deshacerse de ellos, lo cual es condenable desde todo punto de vista. Pero, ¿cómo fue que llegaron los gatos a poblar el Parque Kennedy? Hay muchas teorías que tratan de explicar este fenómeno, pero la más aceptada es la que plantea que la Iglesia Virgen Milagrosa (que está junto al parque) llevaba gatitos hasta ahí para controlar la plaga de roedores que existía en la zona. Con el tiempo comenzaron a reproducirse, hasta que hicieron del parque su propia casa. Hoy, lejos de ser expertos exterminadores de ratones, los gatos son los tiernos anfitriones que con ronroneos y maullidos alegran el día a quienes se dan una vuelta por el lugar. A muchos les agrada su presencia, pero por lo visto a los vecinos no. Expuesto a muchos peligros, hay quienes piensan equivocadamente que la vida de un gato callejero es mucho más plena que la del gato de un hogar. Sin embargo, hay que tener en cuenta que sobreviven con mayor precariedad, ya que se encuentran habitualmente sin protección ante enfermedades, inclemencias del tiempo o escasez de alimentos. En consecuencia, es difícil que un gato callejero llegue a superar los 10 años de edad, mientras que un gato bajo los cuidados de un propietario fácilmente puede cumplir 15 años, o incluso llegar a los 20. Por otro lado, hay que tener también en cuenta que la existencia de gatos callejeros, de hecho, ofrece beneficios a la comunidad, ya que evita que se propaguen otros animales en nuestro entorno como pueden ser los ratones o ratas. Por ejemplo este año, la ciudad de New York decidió emprender una campaña en favor de los gatos callejeros, ya que con la política anterior en esta ciudad de eliminación de estos animales de las calles sólo se logró que la ciudad se plagara de roedores. Por eso, ahora quieren que los gatos callejeros vuelvan a estar en la ciudad, supervisados por entidades que gestionen su población, y así poder controlar la plaga de ratas de una forma natural, una idea que bien puede implantarse en Lima, que también padece los mismos problemas, En resumen, los gatos callejeros aunque pueden implicar algunos inconvenientes, forman parte de nuestro entorno y aportan ventajas a nuestra sociedad. La clave de una buena convivencia entre las personas y los gatos callejeros consiste en una gestión adecuada de la población felina, que permitan su existencia, con la mayor calidad posible de vida y sin provocar problemas en el entorno ¿No os parece?