martes, 17 de octubre de 2023
FÚTBOL PERUANO: Peor imposible
Ante un grupo de fantasmas que deambulaban lastimosamente en el campo (adelantándose sin duda al Halloween), la selección argentina de la mano magistral de Lionel Messi, jugando a media máquina y a ritmo de entrenamiento, humillo al Perú en su casa con un contundente 2-0 que hubiese sido 3 con justicia si el árbitro venezolano, presionado por los jugadores locales, no invalidara su tercer tanto. Pero aun así, el resultado confirma lo que siempre hemos sostenido, que el futbol peruano lleno de jugadores viejos y acabados es una vergüenza absoluta, por lo que no es de extrañar que su selección dirigida por un incapaz, sea uno de los coleros del continente junto a Bolivia, el cual es de esperar que lo derrote en La Paz la próxima fecha y el Perú termine en el fondo de la tabla, su lugar natural. En efecto, en lugar de seguir insistiendo con vejestorios prófugos de un asilo como Guerrero, Advincula, Tapia, Zambrano y Carrillo (por citar algunos), que son una rémora y que solo se arrastran en el campo, se debería dejar de lado a estos ancianos para que den pasó a jugadores con hambre de triunfo. Hoy el futbol es juventud, fuerza y velocidad, algo de lo que carece la selección del país andino, que se caracteriza por ser extremadamente lento y muy defensivo. De no ser por su arquero Gallese, el único veterano rescatable, Perú hubiese sido el equipo más goleado en estas eliminatorias. Y ello es una verdad que no se puede ocultar. Si bien ese equipo tiene jugadores jóvenes entre los suplentes - Grimaldo, Zanelatto, Quispe o Reyna por ejemplo - de que sirve tenerlos si Reynoso no los pone de titulares desde el primer minuto y solo los utiliza cada vez que el equipo tiene el marcador en contra, cuando ya nada pueden hacer para revertirlo porque el equipo contrario como es lógico, cuida el resultado. Pero lo peor de todo viene al final, cuando para intentar justificar su fracaso y de una forma por lo demás miserable, el entrenador les echa la culpa de la derrota afirmando falazmente que no pueden estar en el campo de juego los 90 minutos “ya que no están preparados para ello debido a la mediocridad de la liga peruana”… cuando son titulares en sus equipos. Por cierto, es condenable como se ha burlado del chico Oliver Sonne - de origen danés - a quien mediante una campaña propagandística lo presentaban como “el salvador el futbol peruano” insistiendo en su nacionalización que se dio en tiempo express, para que al final no lo haga jugar ni un minuto y lo sacase de la lista de jugadores. Ante semejante bajeza, no sería de extrañar que renuncie a la nacionalidad peruana y regrese a Dinamarca, donde el entrenador de su selección tiene interés en convocarlo y ello puede ocurrir ya que no existe ningún impedimento que se lo impida porque no ha jugado oficialmente por el Perú. Es indudable que lo que ha hecho Reynoso no tiene nombre, el cual por cierto tuvo que escapar del estadio en medio de las silbatinas e insultos de los aficionados exigiendo su salida, por lo que sería conveniente que ello ocurriera pero no solo de ese impresentable sujeto, sino también de esos vejetes que han dejado por los suelos el nombre del Perú ¿No os parece?