martes, 2 de enero de 2024

LA BAJADA DE REYES: Origen de una celebración

Con ese nombre se conoce en el Perú a la tradicional Cabalgata de los Reyes Magos que se realiza en España, del cual se diferencia no solo en el nombre, sino también en la forma en que es celebrado. En efecto, mucha agua ha corrido tras las primeras manifestaciones religiosas de reyes en Lima y la ‘Bajada de Reyes’ es uno de los días litúrgicos más coloridos y festivos del mundo cristiano. El 6 de enero se revela, además, la universalidad del mensaje de Cristo al convocar a personajes de diversas procedencias: Melchor, Gaspar y Baltazar. Tres nombres significativos que han pasado a la memoria colectiva de muchísimas generaciones, recubiertos de esplendor y misterio. Dicen que llegaron a Belén portando oro, incienso y mirra, y que al comienzo de los tiempos eran más de tres. Las primeras pinturas de la Era Cristiana revelaban que fueron cuatro; hasta que recién hacia el siglo IV, la tríada se impuso. Melchor tenía larga cabellera y barba blancas, su gracia era que traía el oro; en tanto, Gaspar, más joven y sin barbas, ofrecía el incienso; mientras Baltazar, de tez morena, portaba la mirra. Con esa imagen poderosa, de gente de lejanos sitios - Persia, Babilonia y Arabia - de finas y exóticas vestimentas y, principalmente, dadivosa, es que llega la tradición al Perú desde España, donde como podéis imaginar, la Epifanía de los reyes se vive con verdadero espíritu creyente y festivo. En el país andino en cambio, durante los felices tiempos del Virreynato y aún en los inicios de la República, se relacionaba a los Reyes Magos con ofrendas. Por ejemplo, Gaspar entregaba dulces y frutas; Melchor proveía de vestidos y calzados; y Baltazar, el más serio y temido, se encargaba de “premiar” a los niños maleducados dejándoles trozos de madera y carbón por regalos. Según algunos historiadores, la gente empezaría a relacionarlos con la entrega de juguetes recién hacia fines del siglo XIX. En Lima y otras partes del país, los Reyes Magos son interpretados por miembros de la Policía Nacional. Y si bien en provincias, como en Cuzco, Ayacucho o Huancavelica el entusiasmo es más general, los rezos más intensos y los cantos más sonoros donde la gente participa en los ritos con mucha fe, es en la capital donde el acto litúrgico se torna más teatral y menos emotivo. En esa ocasión, los agentes policiales capitalinos cabalgan muchas veces desde la sede policial del Potao, en el Rímac, ataviados con las indumentarias del Oriente antiguo. En otras épocas, los Reyes Magos no solo paseaban por las principales calles de la ciudad, visitando los nacimientos públicos y recibiendo los saludos de niños y adultos, sino también realizaban labores sociales muy puntuales, como visitar hospitales, hospicios u otros centros asistenciales limeños. En los años 90 lo usual era iniciar la visita mágica al nacimiento levantado en el Congreso de la República. El ingreso era entonces por la misma avenida Abancay, poco antes del mediodía. En aquellos tiempos, las trompetas de los arcángeles (vestidos de agentes policiales) llegaban como antesala de los sudorosos Reyes Magos de Lima, quienes del Legislativo solían encaminarse hacia el Parque Universitario y la Plaza San Martín, y de allí a la sede de la 7ª Región de la Policía Nacional, donde otro nacimiento los esperaba. Pero en sus primeras cabalgatas, la comitiva real marchaba por la avenida Alfonso Ugarte, las plazas Dos de Mayo y Ramón Castilla, hasta llegar luego al templo de Santa Rosa de Lima, en la avenida Tacna. Y en ocasiones, el desfile incluía el Estadio Nacional, la Plaza Manco Cápac y la Plaza Bolognesi; un verdadero paseo capitalino. El punto final era la Plaza Mayor, donde cumplían con su último tramo de homenaje, previo refresco de túnicas en la pileta central. Pero todo eso ha cambiado, y ahora solo se limitan a dar una vuelta a la plaza hasta llegar a la sede del Ayuntamiento, donde dejan sus ofrendas al Belén que allí se instala. Fin de la corta ceremonia. Como podéis notar, mucha agua ha corrido tras las primeras manifestaciones religiosas de reyes en Lima y los de ahora ya no son lo que eran. Ello se debe principalmente a que durante el corrupto primer gobierno de Belaunde Terry (1963-1968) el 6 de enero dejo de ser feriado en el calendario oficial. Pero lo que no deben olvidar es probar ese día, es el delicioso Roscón de Reyes, un dulce tradicional adornado con crema chantilly y frutas secas, para poner punto final a las fiestas navideñas. Curiosamente en provincias la “Bajada de Reyes” se sigue celebrando entusiastamente y de lo cual nos vamos a ocupar en una próxima oportunidad... ¡Feliz Día de Reyes!