martes, 1 de octubre de 2024
MUSEO PEDRO DE OSMA: Reinventándose a si mismo
Es una de las casonas más emblemáticas de Barranco, así como una de las pocas que quedan bien conservadas. El museo Pedro de Osma - originariamente, la casa de verano de la familia De Osma, a inicios del siglo XX - nos recibe, majestuoso, con sus dos ficus centenarios en la entrada. Luce con orgullo en su fachada el Escudo Azul recientemente otorgado por la Unesco, signo de reconocimiento nacional e internacional por su valor histórico. “Se construyó en 1906, tras la guerra con Chile, cuando Chorrillos y Barranco estaban destruidos. Unas cuantas familias quedaron con algunos recursos como para construir [o reconstruir] nuestra ciudad al mejor estilo europeo”, cuenta Felipe de Osma Berckemeyer, presidente de la Fundación Pedro y Angélica de Osma Gildemeister, una institución que celebra 42 años cumpliendo la voluntad de Pedro y Angélica: “Sus testamentos indicaron que todos sus bienes y patrimonio los dejaban en favor de los ancianos y los niños en estado de vulnerabilidad social, especialmente aquellos que pertenecen a la zona de Barranco y Chorrillos”. En la actualidad, la fundación y el museo están viviendo una nueva etapa. La importante colección de arte virreinal - de 6 mil piezas - que resguarda el museo Pedro de Osma está en búsqueda de nuevos públicos para conectar con ellos, dirigiendo la curaduría y guiones hacia el público infantil y estudiantes. Las 14 salas se están renovando y las piezas exhibidas estarán en constante movimiento, generando así historias y conmoviendo a los visitantes. Una de las sorpresas que se puede encontrar es el espacio dedicado a Santa Rosa de Lima, con piezas pictóricas nunca antes vistas, como un fantástico retrato del siglo XIX elaborado por Ignacio Merino. Al mismo tiempo, están estableciendo acuerdos y convenios institucionales que promuevan las obras de su colección. De esta manera, una pieza tan simbólica para la cultura peruana como “El matrimonio de la ñusta” está siendo preparada por el equipo de restauración para partir a Chile por seis meses a una próxima exhibición. También, en colaboración con el Centro de Investigación y Conservación del Patrimonio de UTEC, y usando herramientas como los rayos X y la realidad aumentada, el público podrá “ingresar” a ciertas piezas seleccionadas para descubrir lo que esconden al escanear un código QR. A todas luces, sorprendente. Rochi del Castillo, directora del museo Pedro de Osma, entiende el museo como “una plataforma de educación y de comunicación, como una escuela de valores”, afirma mientras recorre las instalaciones. Ella rescata también la importancia de los talleres de restauración y el departamento de museografía y curaduría que se ha implementado, con cuyo trabajo las piezas que se encuentran en el depósito podrán salir a maravillar a los visitantes, así como crear nuevas temáticas más dinámicas que despierten la curiosidad del público. Por cierto, junto al centro de investigaciones Mater Iniciativa lanzarán este 22 de septiembre la exposición “Hilos de tiempo” curada por Verónica Tabja: “Es una exposición que visibiliza el trabajo de conexión del territorio del Perú en los ámbitos cultural, natural y ecológico, así como los hilos que unen los territorios en términos de saberes y de ingredientes, conexiones importantes que son invisibles”, dice Tabja. Se establecerá un diálogo con matiz científico entre las piezas prehispánicas y virreinales del museo y otras contemporáneas trabajadas por artistas de comunidades de Ucayali y Cuzco. Entre las piezas más asombrosas y emblemáticas están “Matrimonio de Martín de Loyola con Beatriz Ñusta y de Juan Borja con Lorenza Ñusta” (1718) / “Virgen con Niño” (atribuido a Bernardo Bitti, S. XVI) / “Anunciación” (Luis de Riaño, S. XVII) / “Señor de los Temblores” (Cusco S. XVIII) / “Procesión del Corpus Christi” (Cusco S. XVIII) / “Genealogía de los Incas” (Cusco S. XIX) / “San Juan Evangelista” (Escultura, S. XVII) / “Custodia” (Platería, S. XVII) / Gavetero (mueble enconchado con incrustaciones de concha de nácar, S. XVII). Se trata de una muestra que estará en exhibición hasta el 19 de enero. Otro anuncio que los emociona es la participación del museo Pedro de Osma por primera vez en la programación oficial del Festival de la Hispanidad, organizado por la Comunidad de Madrid, con la proyección del documental “Hispanoamérica: Canto de vida y esperanza”, dirigido por José Luis López-Linares, quien llegará a Lima en octubre. Pero las sorpresas continúan y el museo se enfocará cada vez más en las nuevas audiencias mediante la interacción en redes sociales y siempre, desde la matriz de un pasado virreinal, con la mirada puesta en el futuro.