Antes de la llegada de la expedición de Francisco Pizarro al Perú en 1532, los incas celebraban por esa misma fecha, en concordancia con el solsticio de invierno, el Cápac Raymi, una fiesta religiosa prehispánica en honor al Inca. Realizada durante el mes de diciembre, se ofrecían sacrificios de animales, se bebía chicha de jora, se mascaba coca y se danzaba en una celebración correspondiente al primer mes del calendario inca. En este día se reunían las cenizas de los sacrificios y las arrojaban a los ríos para que estos las llevasen al mar, a Viracocha, como el retorno de todo a su autor. Coincide su fecha con el solsticio de invierno boreal o de verano austral, celebrado en todo el mundo; festividad que el mundo cristiano maneja como el nacimiento de Cristo. Dada su solemnidad civil y religiosa, no se permitía a los forasteros permanecer en el Cuzco mientras se desarrollaban sus ceremonias; y según su procedencia, se les instalaba fuera de la ciudad, a lo largo de los caminos que salían de ella. Cada uno de los nobles llevaba al Templo del Coricancha a aquellos hijos quienes iban a ser iniciados. Sacaban, entonces, a la plaza del templo las imágenes del Sol y los cuerpos embalsamados de los incas, para beber con ellos como si estuvieran vivos y los nuevos "caballeros" invocaban su ayuda para ser tan valientes y afortunados como ellos. Como sabéis en ese tiempo, eran dos las celebraciones importantes en el calendario incaico: El Inti Raymi, durante el solsticio de invierno en honor al dios Sol, y el Qapaq Raymi, en el solsticio de verano y en honor al gobernante, el inca. El primero se celebra en junio con el inicio del año nuevo andino, mientras que el Qapaq Raymi se conmemoraba el 21 de diciembre; en este último se realizaba además el “Warachikuy”, una ceremonia de iniciación de los varones jóvenes incas donde demostraban sus habilidades y destrezas, mientras que los sacerdotes ofrecian sacrificios de animales. Al respecto, Alonso Ramos Gavilán (1621) refiere que este culto precolombino sucedía en la península de Copacabana (lago Titicaca), teniendo en cuenta que toda esa área era considerada sagrada, ya que era el lugar de origen de los fundadores del Imperio Inca, Manco Cápac y Mama Ocllo. A esta festividad ancestral que se celebra actualmente en varios pueblos andinos, también se le conoce como Warmi Pacha o Warmi Pascua (tiempo femenino), periodo en el que el padre deciden el futuro de sus hijos e hijas de acuerdo a lo que habían demostrado en sus primeros años de vida, desde antes de su concepción hasta aproximadamente seis o siete años de edad. Era el tiempo del Mushuk-Wara, es decir los varones recibían su primer “pantalón”, porque hasta ese entonces eran vestidos con anaco, y las mujeres su primera “cinta” para el pelo, lo que indicaba el inicio de un nuevo ciclo en sus vidas. Actualmente, el Cápac Raymi ya no se celebra de la misma forma que en la época inca, si no que se ha producido un sincretismo cultural, o sea una transculturación de las distintas culturas que conviven entre si. Es por ese motivo que encontramos tanto elementos incaicos como cristianos en las celebraciones que se realizan en los andes peruanos :)