Una espada de Damocles se cierne sobre la institución más corrupta y desprestigiada del Perú: El Congreso de la Republica, nido de ratas, tránsfugas y oportunistas de la peor especie, quienes insisten en su papel desestabilizador sin importarles en lo mas mínimo el grave daño que su actitud obstruccionista ocasiona al Perú.
Menuda banda de parásitos que viven a expensas del Estado, quienes pretenden chantajear al gobierno con absurdas y demagógicas exigencias. Su descrédito es tal – envueltos en reiterados escándalos y que valen de su “inmunidad” para no responder por ellos ante la justicia - que no es de extrañar las cada vez mayoritarias voces que exigen su disolución inmediata. “El Congreso no sirve para nada y bien haría el gobierno en expedirle su partida de defunción” es la opinión generalizada que se puede leer en las redes sociales. Y no les falta razón. Es por ello que sintonizando con ese pedido casi unánime de la ciudadanía, el parlamentario Fredy Otárola - uno de los principales líderes del Partido Nacionalista y hasta hace pocas semanas ministro de Justicia - declaro que el Presidente Ollanta Humala estaría evaluando esa posibilidad si no se le otorga facultades extraordinarias para legislar:
“Esa decisión se tomará en su momento .Si el Congreso se va a convertir en un impedimento para el desarrollo del país, es mejor que sea disuelto. No es un escenario que queramos, pero es una decisión que evaluará el Presidente” aseveró. Como era de esperar, la frase generó gran revuelo y desató toda una serie de especulaciones al respecto. Así, los integrantes de la mafia criminal aprofujimorista y sus tontos útiles de la derecha saltaron hasta el techo saliendo a declarar rabiosamente censurando tal posibilidad que de efectivizarse, pondría en riesgo sus absurdos privilegios y el fin de la impunidad para sus delitos.
Lo más patético del asunto es que ellos mismos fueron quienes aplaudieron una medida similar durante el autogolpe de Fujimori en 1992 cuando el Congreso fue disuelto ¿Y porque ahora que existen motivos de sobra para hacerlo, no puede volver a repetirse?. Como sabéis, tras la censura al gabinete ministerial presidido por Ana Jara, el gobierno esta facultado según la Constitución de disolver el Congreso si negaba el voto de confianza a su sucesor Pedro Cateriano. Como ello no ocurrió, ya que se lo concedieron temerosos de quedar en la calle, la posibilidad ha quedado abierta si no le otorgan facultades para legislar en la lucha contra la delincuencia, soluciones para la desaceleración del crecimiento económico y políticas de inclusión social. Voceros de la oposición -
que es mayoría en el Parlamento por los tránsfugas que cambian de partido de acuerdo a su conveniencia - anticiparon que no están dispuestos a otorgar esas facultades. La única excepción que podrían hacer es en el tema seguridad. Si cumplen su amenaza, su disolución sería inmediata porque esa jauría de cobardes no son nadie para detener el desarrollo del país.
Si bien el Presidente Humala salio a los medios para disipar todas las dudas sobre la conveniencia de disolver el Parlamento y decir “que no tiene intenciones de hacerlo”, de muy buena fuente sabemos que la decisión está tomada. Con mayor razón aun cuando se sabe que esos indeseables pretenden tomar el control del Congreso el próximo 28 de julio al tener los votos suficientes para seguir generando inestabilidad al país. Algunos descerebrados creen que en el último año de un gobierno “el Congreso no puede ser disuelto” pero están equivocados ya que ello puede ocurrir en cualquier momento.
Venga Ollanta, cierre el Congreso de una vez por todas y su popularidad se ira hasta los cielos. Pero eso si, no imite al cobarde de Fujimori que cuando lo hizo en 1992, lo reabrió al poco tiempo con otro nombre (CCD) que al final de cuentas no fue mas que lo mismo. Además esta menuda panda de impresentables, vagos y malvivientes deben pasar una larga temporada en la cárcel hasta que devuelvan el último céntimo robado al Estado durante décadas. A cerrar el Congreso ya! :)
Caricatura: La República