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Saturday, November 2, 2024

PERÚ: La fuerza de la Ley

Esta semana, en un fallo histórico, el Poder Judicial condenó a una treintena de personas en el Caso Perseo y ordenó la disolución del Movimiento por la Amnistía y Derechos Fundamentales (Movadef), brazo político de Sendero Luminoso. En efecto, entre los sentenciados destacan dirigentes de la organización disuelta, como Alfredo Crespo (exabogado de Abimael Guzmán), que fueron condenados a 16 años y tres meses de prisión por el delito de afiliación terrorista, e integrantes de la cúpula de Sendero Luminoso, como Elena Yparraguire, Osmán Morote, Florindo Flores Hala (a) ‘Artemio’, María Pantoja, Margot Liendo y Victoria Trujillo, que fueron juzgados bajo cargos de terrorismo. Con excepción de Trujillo, que recibió 35 años de cárcel, los demás ya vienen cumpliendo cadena perpetua desde hace algunos años. “Se logró determinar que Movadef recién se constituye en noviembre del año 2009, con el fin de lograr la amnistía de sus presos políticos para que estos puedan continuar con la actividad de Sendero y a la vez incorporar nuevos miembros a esta organización, por lo que nos encontramos enmarcados dentro de una actividad relacionada al terrorismo”, agregó al respecto la jueza de la Corte Superior de Justicia de Lima, Yavari Villanueva Portella, quien señaló que pese a que Movadef nunca logró su inscripción como partido ante el Jurado Nacional de Elecciones (JNE), fue considerado dentro del proceso como una “persona jurídica” y se ordenó su disolución, tal y como establece el artículo 105 del Código Penal. “Movadef pretendió ser partido político como persona jurídica de facto […] Entonces, por estar ligado con estas actividades es que esta organización [tenía] que ser sancionada penalmente”, apuntó. La magistrada también indicó que se encontraron documentos en los que Abimael Guzmán realizaba pedidos de amnistía durante los gobiernos de Kenyo Fujimori y Valentín Paniagua, los cuales coinciden con uno de los objetivos por los cuales se fundó Movadef: lograr la amnistía de la cúpula. “Se menciona que se halló como documentales algunos documentos, cartas formuladas por Abimael Guzmán, por Elena Iparraguirre, solicitando llegar a un acuerdo de paz y dentro de esas propuestas se menciona la amnistía y el cese a su lucha armada”, puntualizó. Se acreditó así que el Movadef formaría una estructura política con la finalidad que, por medio de dicha institución, llegar al poder. Dicho movimiento se constituyó con el único fin de cumplir el objetivo de Sendero Luminoso. Abimael Guzmán estaba convencido que solo constituyendo un movimiento que participe en las elecciones generales podría salir en libertad”, señalo el fallo. Decíamos al inicio que este es histórico por varios motivos. Entre ellos, que, contrario a lo que los cabecillas del Movadef y muchos de sus prosélitos han argumentado en la última década, no estamos ante un movimiento con ideales parecidos a Sendero Luminoso o que fue simplemente infiltrado por este. Lo que el Poder Judicial ha establecido es que el Movadef es parte de Sendero Luminoso; que fue concebido por la gavilla terrorista como un instrumento para lograr sus fines luego de que su cúpula fuera arrestada en septiembre de 1992. “Abimael Guzmán estaba convencido [de] que solo constituyendo un movimiento que participe en elecciones generales podría salir en libertad”, se escuchó durante la lectura de la sentencia. Además, la Sala subrayó que el Movadef financiaba sus actividades con fondos ilícitos, particularmente aquellos provenientes del narcotráfico generado por los remanentes senderistas en el Vraem. Sostener, en consecuencia, que el Movadef es solamente un grupo de inofensivos seguidores del mayor asesino que ha tenido el Perú en su historia no es solo falso, sino también peligroso, en la medida en que lleva a perder de vista las actividades que estos y otros herederos de Sendero Luminoso continúan realizando. No olvidemos que apenas el año pasado la policía desarticuló a un clan familiar en Trujillo que adoctrinaba niños aprovechándose de que estos provenían de hogares pobres. Ni tampoco ignoremos sus aspiraciones nada veladas de llegar al poder, como de hecho el propio Movadef intentó hacer en el 2011, cuando solicitó su inscripción como partido político. La sentencia de hace dos días es así, un buen ejemplo de que la democracia cuenta con las armas para desnudar y neutralizar a estos grupos. Pero, también, de que como sociedad no se puede perder de vista la amenaza que representan ni, mucho menos, minimizarla. Pero esto no termina aquí. La disolución del Movadef y la sentencia contra la cúpula que promovió su inscripción ha sido un gran paso para ir eliminando ideologías que imponen la violencia, el odio y el terror en el país andino y por lo tanto se hace fundamental desenmascarar a esos organismos de fachada. El Poder Judicial ha sido contundente en su sentencia, confirmando que Movadef era solo una coartada de Sendero Luminoso y se constituyó con el único fin de cumplir el objetivo de esta agrupación terrorista. Pero aún queda la Fenatep (Federación Nacional de Trabajadores de la Educación del Perú), otro órgano radical de fachada, sindicato fundado en 2017 por el delincuente terrorista Pedro Castillo, que hoy se pudre en la cárcel por golpista y ladrón. Como recordareis, este gremio extremista, opositor al Sutep, derivó del Conare, ala radical del magisterio con evidentes vínculos con el ahora disuelto Movadef y Sendero Luminoso - según un informe del Ministerio de Interior - ha estado alentado movilizaciones y marchas en Lima y el interior del país, y que aprovechó que el burro chotano llegó al poder mediante el fraude, para lograr que el Ministerio de Trabajo, a cargo en ese entonces de Iber Maraví, con antecedentes de haber participado en atentados de Sendero Luminoso, la reconozca oficialmente como sindicato de maestros, pero que tras la ignominiosa caída de Castillo se anuló su inscripción. Desde entonces ha estado alentando a la violencia y participando en todas las protestas contra el Gobierno. No es casual que en aquellas violentas movilizaciones que se han desarrollado en el Perú tras el colapso del régimen filosenderista de Castillo, ha estado pregonando la vacancia de la Presidenta Constitucional Dina Boluarte, el cierre del Congreso y una nueva Constitución de tipo comunista, y que ahora en un claro acto de Traición a la Patria, junto al partido de Antauro Humala y el del lagarto Martin Vizcarra (a quien esta semana precisamente por fin se le ha iniciado el juicio oral en el Poder Judicial) contando además con la complicidad de la prensa basura y los parásitos caviares buscando la desestabilización del Gobierno, anuncian otra asonada terrorista a mediados de este mes coincidiendo con la realización de la cumbre de la APEC en Lima. No cabe duda que el Conare se trata de una suerte de Movadef magisterial que ahora buscaría fortalecerse tras la disolución del principal órgano de fachada senderista. Así, se hace fundamental desenmascararla. Para José Baella, ex jefe de la Dirección contra el Terrorismo (Dircote), hay razones para investigar a la Fenatep y sus vínculos con Sendero Luminoso. “Creo que es el momento de iniciar una investigación contra la Fenatep para conocer cuáles son sus estatutos, cuál es su ideología, quiénes lo integran, quiénes persiguen o siguen creyendo en que el pensamiento Gonzalo es la única forma y la única vía para llegar al poder”, dijo Baella, que asegura que uno de los que debe ser investigado es precisamente el vacado Pedro Castillo. “Recordemos que Castillo fue apoyado por el Conare, organismo de fachada creado por Abimael Guzmán para conquistar el magisterio. Castillo recibía en Palacio a la gente del Movadef y tenía a ministros que fueron militantes de Sendero Luminoso que cometieron atentados y asesinaron policías, por lo que estuvieron purgando condena en la cárcel”, señaló. Entretanto, José Luis Gil, exmiembro del GEIN, también coincide en que Castillo debería ser investigado por sus vínculos con Sendero. “Nosotros hemos dicho con absoluta claridad que Pedro Castillo ha sido un operador funcional de Sendero Luminoso porque fue impulsado desde el Conare, él no pertenecía al Sutep sino a este organismo generado por SL. Castillo trajo a otros miembros de Sendero también como a Iber Maraví, a quien nombró como ministro de Trabajo. Este y otros personajes estaban cumpliendo tareas específicas en este plan de construcción, o sea, imagínense, en la práctica tuvimos a Sendero Luminoso presidiendo el Perú”, asevero. Pero la Fenatep ha extendido sus tentáculos más allá del magisterio. Congresistas como Segundo Quiroz y Fernando Herrera (fallecido) aparecen como dirigentes regionales en el expediente de inscripción de este órgano de fachada como sindicato. También Pasión Dávila, disidente de Perú Libre, quien es un incondicional de Castillo, y a través de un comité de lucha busca la liberación de ese analfabeto mononeuronal. Además de ellos, refugiado hoy en la bancada de Podemos Perú, son conocidos los vínculos de Edgar Tello con la Fenatep. Incluso, el ultraizquierdista hasta confesó que el Conare se convirtió en Fenatep, luego que un diario local revelara sus estrechas relaciones con la facción magisterial de Sendero. El año pasado, cuando formaba parte del Bloque Magisterial, Tello, hasta le abrió las puertas del Congreso a profesores del Siter-Lima, el sector capitalino de la Fenatep, quienes ofrecieron una conferencia de prensa en un ambiente del Legislativo exigiendo una nueva Constitución a través de una Asamblea Constituyente, además de exigir la renuncia de la presidenta Dina Boluarte y del cierre del Congreso. La complicidad de esos congresistas con Sendero es evidente, por lo que se hace necesario pedir su desafuero para que sean juzgados y sentenciados de por vida a prisión. No se puede transigir con el terror bajo ningún concepto… ¡No al comunismo, Terrorismo nunca más! (Dos buenas noticias a destacar esta semana, una mejor que la otra. La primera ha sido la nueva conformación de la Junta Nacional de Justicia, de la cual ha sido expectorada la mafia caviar que la controlaba y que colocaba a fiscales y jueces ideologizados - cómplices de la delincuencia venezolana a los que liberan en el acto, pero que persiguen a policías que cumplen su deber - y que ahora terminaran en la calle. No es de extrañar que los parásitos caviares con el judío Gustavo Gorriti del IDL a la cabeza, ya estén llorando porque les quitaron la mamadera. La segunda noticia es la ilegalización por el Poder Judicial del partido A.N.T.A.U.R.O. debido a que promueve la violencia y el odio, por lo que según los expertos, además su líder Antauro Humala no podrá postular a la presidencia el 2026. Ahora falta fumigar el Poder electoral y sacar a esas sanguijuelas del JNE, la ONPE y la RENIEC que avalaron el fraude de Castillo... A por ellos)

Tuesday, October 29, 2024

DEL PUENTE DE LOS SUSPIROS A LA ALAMEDA DE LOS DESCALZOS: Una ruta por Lima a través de su música criolla

Este 31 de Octubre se celebra en Lima el Día de la Canción Criolla (que bien pudo haber sido el 18 de enero, aniversario de la fundación de la ciudad por Francisco Pizarro), y hablar de ella es referirnos a Chabuca Granda, la compositora y cantautora peruana más universal y la cronista de la Ciudad de los Reyes. Su legado incluye más de 150 canciones grabadas y decenas de temas inéditos que han dado la vuelta al mundo, como La flor de la canela, José Antonio, Fina estampa, Cardo y ceniza, El surco o Bello durmiente. Empezó a cantar a los 40, luego de su divorcio, libre y renovada. Su labor como investigadora y difusora del folclore popular es imperecedera y hay plazas con su nombre en Madrid, Méjico o Buenos Aires. A propósito de ella, Vargas Llosa escribió: “A Chabuca Granda le pasó lo mejor que puede pasarle a una artista: el mundo que inventó en sus canciones sustituyó al Perú real y es a través de aquel que se imaginan o sueñan con la realidad peruana millones de personas en el mundo que no han puesto los pies en nuestro país y que solo han sabido del Perú a través de las composiciones de la fabuladora sentimental que fue la autora de La flor de la canela”. Una ruta limeña sobre Chabuca Granda requiere empezar por Barranco, uno de los 49 barrios más notorios del mundo, según dijo en el 2019 la revista Time Out (donde viven unos 35.000 habitantes de los 12 millones que hay en Lima). Es un distrito tan agradable y tan identitario que, por momentos, uno casi le perdona la gentrificación que lo ha convertido en un lugar prohibitivo en cuanto a la vivienda. Su historia empieza en la época precolombina. La ermita de Barranco es del siglo XVIII y por fin se va a remodelar. En esta zona llegó a vivir Chabuca Granda entre los 5 y 11 años, precisamente en la Bajada de los Baños número 344, donde resiste aún su casa (hoy un albergue de Siervas de Jesús Obrero), y aquí despertó su devoción por la música criolla. Chabuca Granda dignificó Lima en sus canciones y a través de ellas proclamó una defensa de su patrimonio y luchó por la conservación de la memoria visual arquitectónica. Tanto fue así que su primera canción, compuesta en 1948, fue Lima de veras: “Así es la Lima que quiero y esta es la Lima que lloro, / la ciudad de mil quimeras, la del trapío que añoro, / la que dio la marinera, la que sabe a resbalosa, / a qué volverla modosa si esta es la Lima de veras”. No había nadie más limeña que ella, aunque María Isabel Granda Larco nació el 3 de septiembre de 1920 en Cotabambas, en el departamento de Apurímac, dado que su padre era ingeniero de minas y se veía obligado a pasar temporadas fuera de casa. Fue en 1923 cuando la familia se mudó a Lima. Junto a las hermanas Martha y Rosario Gibson, creó un trío que llegó a debutar en Radio Miraflores y Radio Nacional. Al mítico vals Lima de veras le siguieron Callecita encendida, Zaguán (dedicado a ese clásico de la arquitectura del centro de Lima, espacio de transición entre el exterior y el interior de una casa, lugar de encuentro y despedida, de secretos y de recuerdos) y la marinera limeña Tun tun…abre la puerta. Peleaba tanto por la buena conservación del patrimonio arquitectónico que llegó a decir: “Los alcaldes son peores que los terremotos”. A causa de sus problemas respiratorios, Barranco le resultaba ideal y por estos cerros cercanos al mar se crio yendo al colegio a través del puente de los Suspiros (hoy convertido en una de las mayores atracciones turísticas de la capital peruana), al que le dedicó la canción que cualquier limeño recita de memoria y que describe la realidad del paisaje tal cual es. Sobre su barrio tan querido Chabuca diría: “El Barranco mío es el lugar natural donde transcurre mi niñez. No es que esté en mi recuerdo, si allá está, en su mismo sitio, en la misma Bajada de los Baños; no le altera siquiera algún ruido diferente, las mismas algarabías infantiles, ningún automóvil. Acaso le falta el lejano tranvía desde lo alto y desde lejos; los mismos gallos de madrugada, los mismos perros desde la ermita”. Más allá de la que fue su casa, rumbo al mar, barranco abajo, se aprecian terrazas como la del restaurante Javier y, enfrente, la del albergue La condesa de Barranco. Estamos en la esquina con la Bajada de la Oroya, junto al camino de los murales. Hay en Barranco continuas referencias a Chabuca, pero la más vistosa es el inmenso y hermoso mural del fotógrafo, pintor y artista plástico Eric Cárdenas, que se puede apreciar en la pared de la Municipalidad de Barranco en el pasaje Chabuca Granda. En Perú, la poesía es como la comida, apunta y llega directa al corazón. Para comprobarlo, en Barranco hay lugares imprescindibles como Central, de los mejores restaurantes del mundo, más camuflado imposible, encontrarlo requiere su esfuerzo. Por el lado de la ermita de Barranco, antes de cruzar el puente de los Suspiros, se encuentra la plazuela Chabuca Granda con el monumento a su figura, una escultura de piedra de Fausto Jaulis que recuerda su característica forma de levantar los brazos mientras interpretaba. El conjunto escultórico se cierra con la efigie al chalán José Antonio Lavalle, uno de los grandes amigos de Granda, criador de caballos de paso, a quien la artista le dedicó el tema José Antonio, compuesto como homenaje tras su muerte. En 1951, Chabuca asistió a una conferencia de Raúl Porras Barrenechea en la que el historiador y ensayista pidió “piedad para el puente, el río y la alameda” y que se trataran mejor los edificios y las calles de Lima. Coincidió que en aquel entonces Chabuca trabajaba en la Botica Francesa de Jirón de la Unión y siempre veía pasar a una señora morena, alta, hermosa, madura, de pelo entrecano (“jazmines en el pelo”) con una forma de caminar elegante que llamaba poderosamente su atención. Un día la siguió, la detuvo y se puso a hablarle. Esa señora se llamaba Victoria Angulo, era una lavandera negra que iba todos los días del puente a la alameda, y esa señora fue su flor de la canela. La amistad que se dio entre ellas duró toda la vida. De ahí Chabuca sacó la inspiración para su canción más célebre, nuevamente en defensa del patrimonio histórico y reivindicando a figuras corrientes y autóctonas. No es el puente de los Suspiros, sino el puente de Piedra sobre el río Rímac del que habla y la cercana Alameda de los Descalzos. Puente, río y alameda se mantienen intactos y conforman una estupenda puerta de entrada al casco histórico de Lima. Frente al restaurante El mirador de Chabuca (en la Alameda Chabuca Granda, cómo no) se levanta una polémica escultura en hierro recortado de Rhony Alhalel que simula una mujer danzando. Es el Monumento a la Marinera, baile tradicional del Perú. Lo que inevitablemente se desprende de tantas referencias es la identificación de Chabuca con su ciudad, con los barrios, con sus tradiciones, con sus personajes más sencillos, con la buena gente que camina. En el centro histórico hay lugares que deben visitarse, como el convento de Santo Domingo, imprescindible para cualquier interesado en historia, arte religioso y/o arquitectura colonial. Un complejo religioso y cultural fundado por los frailes dominicos en 1535. La belleza de sus claustros, de sus retablos, sus pinturas y la extraordinaria biblioteca dan la razón a quienes lo consideran uno de los monumentos históricos más importantes de Lima. La Casa de Literatura, ubicada en la antigua estación de tren de los Desamparados, con sus detalles art nouveau y su cambiante programación, es siempre una visita reveladora. Enfrente está el restaurante Cordano, clásico imperecedero, abierto en 1905. Aquí hay que probar sí o sí el sándwich de jamón o el de butifarra. Además, en esa onda conviene no descuidar otro bar centenario y acogedor como es la Antigua Taberna Queirolo (la de centro histórico, hay otra en el distrito de Pueblo Libre), escenografía central de La lealtad de los caníbales, impresionante novela de Diego Trelles Paz en la que el personaje principal, en la ficción dueño de este bar, escucha música criolla y menciona a Lucha Reyes. Cerca queda uno de los mejores restaurantes de hoy en día: Casa Tambo, en el que el ceviche clásico, el anticucho o el tiradito de ají amarillo conmueven como canciones de Chabuca y Lucha. Este es el centro histórico al que tanto cantó Chabuca en la Lima de los años cincuenta. Y es que de adolescente, a los 13 años, su familia volvió a vivir aquí, concretamente en el número 100 de la plaza Dos de Mayo. La ventana de su habitación daba a un solar en el que se preparaban jaranas criollas hasta altas horas y así fue como se aficionó a esas parrandas, fiestas bulliciosas donde se cantaba defendiendo la alegría y de cuyo recuerdo nació la canción Callecita encendida. En una entrevista le preguntaron por la Lima de sus canciones y respondió: “Yo conocí una Lima distinta, mis letras están siempre en pasado… airosa caminaba. Yo conocí Lima cuando tenía dos pisos y estaba empedradita. Yo a Lima la amo, pero con ese cariño que se le tienen a las cosas perdidas… se me ha muerto Lima como se me murieron mis padres, por eso odio a los alcaldes… han bombardeado la ciudad con su estupidez. Hay cosas que me deprimen tanto”. Chabuca llegó a tener en Lima su propio café concert, llamado Zeñó Manué, y se espera que algún día se concrete la apertura del museo Casa Chabuca en Jirón Ica. Las huellas de Chabuca Granda y de la música criolla se encuentran hoy en varias peñas de Lima donde realmente se respeta a pies juntillas la tradición, lugares en los que se promueve y se difunde el folclore a base de música, baile, comida y bebida, jaranas en modo familiar que se encienden con valses, polkas, marineras y pisco. Chabuca vivió y murió del corazón. Renovó el folclore criollo introduciendo nuevos aires, ritmos y altura poética. Murió en Miami en 1983. Su cortejo fúnebre reunió en Lima a miles de admiradores que siguieron su recorrido desde la Alameda de los Descalzos, pasando por la Plaza Mayor hasta llegar a su última morada: el cementerio El Ángel, donde también está enterrada Lucha Reyes. Convertidas en glorias del Criollismo, ambas son leyenda y son mito. Sus repertorios evocan la nostalgia de un país, dignifican con sus voces la poesía popular, el sentimiento, la melancolía. Son parte esencial del acervo de Perú, de su historia y de su gente, de su resistencia y temperamento.
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