Luego de la brutal masacre de varios soldados del ejército peruano por parte de elementos terroristas en Puno y la inacción del gobierno para responder como se merece ante este abominable crimen, existe la sensación de que ese territorio se ha convertido en una tierra de nadie donde el Estado no puede imponer su autoridad, permitiendo que en la práctica, Sendero Luminoso la haya convertido en una especie de “zona liberada”, lo cual necesariamente no debe ser visto así, ya que en realidad los lugares en conflicto se limitan a las urbes más grandes de la región (como Puno y Juliaca) mas algunos puntos en las carreteras que los indios logran bloquear, por lo que no se explica la actitud por parte del Ejecutivo por no poder - o querer - restaurar el orden a la brevedad. Al respecto, el conocido analista y ex ministro del Interior Fernando Rospigliosi, asegura que la asonada terrorista que sacude al país andino desde la caída y captura del delincuente terrorista Pedro Castillo - cuando fracaso miserablemente su golpe de Estado el pasado 7 de diciembre - forma parte de un plan siniestro orquestado por el comunismo internacional para destruir al Perú: “En lo que respecta a la masacre de los militares en Puno, nunca hubo una orden expresa del gobierno para que los soldados que murieron ahogados en el río Ilave (Puno) no disparen a los salvajes que los apedrearon. Es obvio, porque, en los videos que he visto, los militares no estaban desarmados, sino que no se atrevían a dispararles a los terroristas. Fue una orden expresa, porque, en otras circunstancias, habrían disparado”, aseveró. En su opinión, el extitular de la cartera del Interior sostuvo que la responsabilidad de la muerte de seis soldados debe recaer en la presidenta Dina Boluarte, el premier Alberto Otárola y el ministro de Defensa, Jorge Chávez Cresta. “¿Para qué los mandan a enfrentar a los terroristas si les van a ordenar no disparar?”, cuestionó severamente. Para el también analista político, los militares tienen miedo de abrir fuego frente a la posibilidad de terminar presos, como ha ocurrido en anteriores ocasiones. Considero además que en el escenario internacional el gobierno aun se muestra “débil” especialmente con los parásitos izquierdistas que (des)gobiernan países de la región Colombia, Argentina, Méjico y demás integrantes del ‘eje chavista’ que patrocinan abiertamente la sedición terrorista en el Perú. “Los ataques de la izquierda radical internacional (AMLO, Petro, etc.), parece que no se van a detener y ante ellos el gobierno ha tardado en reaccionar a veces débilmente, pero, en fin, ha venido enfrentándolas, creo que cada vez con mayor convicción. Aunque puede hacer más” indicó. “Hay que tener en cuenta que se trata de un gobierno débil, un gobierno improvisado que se sostiene únicamente con el apoyo de las fuerzas democráticas en el Congreso, donde además no hay que olvidar que la señora Boluarte ha sido socia de Pedro Castillo hasta hace poco tiempo y está imbuida por ideas similares de los cuales ha renegado recién tras asumir el cargo; entonces, todos esos han sido factores que no han posibilitado una respuesta rápida y enérgica desde el principio, pero creo que con el paso de los días y las semanas han ido mejorando. Solo le pedimos que sea más enérgica para combatir al terrorismo y tendrá nuestro apoyo, porque al fin y al cabo, el enemigo es el otro” puntualizó. Como sabéis, la interesada historia esparcida por ciertos políticos de izquierda y replicado por los caviares en el sentido de que la asonada terrorista que ocurre en Puno es “espontánea” y “autoconvocada” por la propia población, resulto mas falsa que la inocencia de Castillo. En efecto, un informe publicado recientemente confirma que de “espontáneas” no tienen nada. En Puno, donde se han radicalizado las medidas de fuerza, uno de los subversivos que ha venido azuzando y organizando a la población tiene un nombre: César Tito Rojas. Un personaje vinculado al Movadef y a quien se le escucha en un audio publicado hace unos días atrás reportar al detalle lo que vienen haciendo y lo que harán a otro sujeto sindicado también de ser el coordinador de ese movimiento de fachada de SL en Bolivia. Hablamos de una organización subversiva que ya excede al ámbito puramente puneño. Este fenómeno no es nuevo. Es sabido que la subversión internacional cuenta con organismos, relaciones y financiamientos que les permiten apoyar –desde lejos, obviamente– cualquier protesta que vaya en contra del orden establecido en los países que determinen como estratégicos para sus intereses geopolíticos. En este caso específico, se pone en evidencia, una vez más, que las huestes del narcopedófilo boliviano Evo Morales continúan inmiscuyéndose en los asuntos internos de un país que no es el suyo, pero al cual tiene mucho interés en dividirlo y “anexar” ese territorio a Bolivia, contando además con la complicidad de los indios aymaras que viven en Puno que se sienten tan identificados cultural y racialmente, con los bolivianos. Mientras tanto, los muertos y heridos se siguen acumulando, tanto de las fuerzas de seguridad encargadas de restablecer la paz en las calles y de evitar mayores daños en la propiedad pública o privada, como de los propios indios que son utilizados como carne de cañón por los promotores de la asonada terrorista. Cabe preguntarse, entonces, ¿los aparatos de Inteligencia de la Policía y de la DINI no tienen identificados a estos promotores del terror que buscan imponer sus plataformas políticas con chantajes y extorsión? Y si, como ofreció el gobierno, han sido individualizadas las responsabilidades en las vandálicas protestas, corresponde a las autoridades determinar si, luego de ello, se les debe detener y procesar a estos sujetos, pero inexplicablemente nada de ello ocurre y gozan de la más absoluta impunidad para continuar con sus actividades terroristas. Un ejemplo de ello es que a pesar de transcurridas varias semanas de que un policía fuera quemado vivo en Juliaca, nadie ha sido detenido hasta el momento por ese abominable crimen. Siguiendo esa misma lógica, no sería de extrañar que la masacre de los militares ocurrido en el rio ilave quede también impune. Y ello no debe ocurrir ni permitir que esta situación de caos e ingobernabilidad continúe. Con mayor razón con el rotundo fracaso de su “segunda toma de Lima” (como si la primera hubiese tenido éxito) se hubiese pasado a la ofensiva para acabar de una vez con esa lacra maldita, pero lamentablemente, nada se ha hecho hasta ahora. Por ello, la cruenta forma de morir de miembros del ejército a manos de estos criminales, debería significar un punto de inflexión en la estrategia para acabar con esta asonada terrorista. Los indios han llegado al extremo de asesinar a quienes cumplían el deber de proteger a la Patria, a la que ellos aborrecen porque se creen ‘bolivianos’. Ya es tiempo que se den cuenta que, aquellos que los azuzan, tienen el propósito de crear el caos para el logro de sus imposibles objetivos políticos que nunca verán la luz. No debemos tener dudas que son los senderistas quienes infunden el odio en la población ignorante, utilizando el miedo, la extorsión, y, a operadores criminales muy bien “entrenados” en las “trincheras de combate” (las cárceles del Perú) financiados por el narcotráfico y el Foro de Sao Paulo. Ellos “aportan” su conocimiento de la “lucha de clases de las masas”, de “guerra de guerrillas” (hoy urbanas), “ofensiva y defensiva estratégica, pasiva y activa”. No es casualidad que las asonadas violentas en la macro región sur son una “plantilla” que denotan una clara capacidad de organización, estar sincronizadas, y tener características de formaciones “militares” para emprender contra objetivos claramente definidos y que representan la estructura del Estado al que tanto odian y quisieran ver desaparecer en un mar de sangre para reemplazarlo por su “república popular de nueva democracia” tal como era el sueño del genocida Abimael Guzmán y su admirador innato, Pedro Castillo. Ahora se entiende que el ataque a comisarías, sedes del Ministerio Público, el Poder Judicial y la Base del Ejército de Ilave, constituyen los objetivos “políticos” y “militares” de los senderistas en esta “etapa” de su guerra demencial. Para ello utilizan a las masas ignorantes para lograr sus propósitos. Cuanto más pobres y miserables sean los indios a quienes embrutecen aun más con sus mensajes de odio y resentimiento, mejor para sus perversos fines, sin importarles que en sus acciones terroristas expongan a sus propios hijos para lograrlo. Venga ya, ni los animales harían eso, pero ¿Qué se puede esperar de esa gente? Por eso a aquellos caviares que arremeten hoy contra las Fuerzas Armadas para responsabilizarlas por las muertes de sus propios soldados, acusándolos de “cobardes” son unos miserables, ya que el enemigo es Sendero Luminoso, quienes usan como carne de cañón a una indiada soliviantada para lograr sus “muertos” y poder utilizarlos como mecanismo de presión política para tomar el poder e instaurar una sangrienta dictadura comunista. Para desbaratar sus planes, es necesario que las Fuerzas Armadas deben fortalecer su presencia de Puno imponiendo la ley y el orden al precio que fuera necesario. En tanto, las agencias de inteligencia, deben apresurar el paso en su trabajo para identificar, ubicar y capturar a los responsables de la violencia. Con los terroristas no se negocia bajo ningún concepto. Mano dura con ellos y con los caviares que los apoyan. Por el bien del país, no se debe dar ni un paso atrás en esta lucha incesante contra el terror. (Recibo una buena noticia al momento de escribir esta nota, y es que el juez supremo Juan Carlos Checkley dictó este jueves, 36 meses de prisión preventiva contra Pedro Castillo por liderar una organización criminal, colusión y tráfico de influencias. Se trata de la segunda prisión preventiva para ese oscuro individuo, quien desde diciembre se encuentra recluido en el penal de Barbadillo, por los delitos de rebelión y conspiración tras perpetrar un golpe de Estado el pasado 7 de diciembre, cuando el régimen filosenderista que dirigía tuvo un oprobioso final. Ahora continuara tras las rejas en espera de su juicio, por lo que puede recibir hasta 35 años de prisión por corrupto, golpista y ladrón. Si por mí fuera, le daría Cadena Perpetua con trabajos forzados en El Frontón o recluido de por vida en Challapalca. Es lo menos que merece este vil sujeto ¿No os parece?)
A unos 300 kilómetros al sur de Lima, la capital de Perú, habitan arañas kilométricas y aves místicas, que extienden sus alas como si fueran carreteras emplumadas. Otros animales sagrados también residen ahí, en medio del desierto: fueron trazados por la cultura nazca hace 2,500 años, a lo lago de cientos de hectáreas. Aunque en la actualidad todavía no se sabe cuál fue la función real de las Líneas de Nazca, como se les conoce a estos geóglifos monumentales, los trazos han perdurado en el desierto desde entonces. Ahora, un equipo de arqueólogos en Perú encontró que los acueductos de Cantalloc están íntimamente relacionados con los animales sagrados que, imperturbables, todavía habitan el desierto peruano. Cabe aclarar que los ojos de agua que existen en el lugar no son naturales. Por el contrario, fueron construidos intencionalmente para irrigar las ciudades más importantes de los nazca, hace aproximadamente 1,700 años. Gracias a este sistema milenario, pudo florecer su civilización. De otra manera, no se hubiera desarrollado en esta región, que es una de las más secas de todo el país. Aunque los acueductos de Cantalloc fueron funcionales en su época, sólo podían dar agua de diciembre a marzo, que es la temporada de lluvia en la sierra: “El sistema de acueductos estaba caracterizado por ser un sistema hidrográfico que nace únicamente en base a las precipitaciones que ocurren en las montañas de la parte alta de la cuenca” documenta el ministerio de Cultura. Las culturas que no lograron prosperar fueron justamente por la escasez de agua en la zona. Sin embargo, los nazca no sólo lograron canalizar el agua artificialmente, sino que crearon un complejo sistema de filtración natural. Lo consiguieron por medio de galerías filtrantes, que aprovechaban las capas freáticas del subsuelo. Además de dotar de agua potable a la población, el agua se destinó principalmente a la agricultura. De otra manera, no hubieran tenido acceso a regar sus tierras de cultivo. Así, los nazca construyeron pozos, canales y galerías subterráneas para irrigar a sus ciudades más importantes. Esta hazaña de ingeniería contaba con respiraderos para recibir el agua del deshielo de los montes o la lluvia. Localmente, se les conoce como Ojos de Agua, puntos de captación del liquido elemento de los acueductos y respiraderos en forma de espiral de unos 7 metros de profundidad que dejan percibir el agua en algunos puntos de la red. Este sistema logró irrigar hasta 3 mil hectáreas de cultivo, y no sólo eso: esta red compleja de canales estaba íntimamente relacionada con la cosmogonía de la cultura nazca. Los arqueólogos piensan que también tuvieron una función ceremonial, por la cercanía con la que fueron construidos a las antiguas Líneas de Nazca. Además de ser un sistema hidráulico único en el mundo andino, en términos de funcionalidad, parece ser que también fueron espacios de culto. Más allá de su valor religioso e histórico, los acueductos de Cantalloc están tan bien construidos, que todavía funcionan, y son parte fundamental de la dinámica agraria de los pobladores de la región hoy en día.
