Con las elecciones generales en el horizonte, diversos candidatos ya recorren el país ofreciendo lo que no hicieron cuando estuvieron en el gobierno, pero vemos lastimosamente que son los mismos viejos políticos de siempre que se resisten a dar un paso al costado para que nuevos rostros asuman tal responsabilidad, permitiendo así que sus partidos se consoliden fortaleciendo a su vez la democracia, convirtiéndolos por el contrario en cascarones vacíos que están al servicio del caudillo de turno, y que al morir estos, desaparecen con su creador. En el Perú existen muchos ejemplos de esa clase de “partidos” que solo representaron los intereses mesiánicos de quienes estaban al mando de ellos y que hoy están extintos o camino a serlo: el leguiismo, el pradismo, el odriismo, el belaundismo, el aprismo y el fujimorismo, entre otros. Si bien la gran mayoría de ellos ya son cosa del pasado, en el caso de los integrantes de la mafia criminal aprofujimorista, estos aun perviven, ya que en el APRA por ejemplo se dio la infeliz coincidencia del meteórico ascenso de un político corrupto y demagogo como Alan García Pérez, quien virtualmente se hizo con el control total de esa agrupación mientras su fundador Haya de la Torre agonizaba en Villa Mercedes. Fue algo fortuito y que no se volverá a repetir en el viejo y decadente partido de la estrella, hoy fuertemente asociado a García, quien no permite por cierto la aparición de algún posible rival que le haga sombra. Es por ello que cuando le llegue la hora, el APRA morirá con el. Algo semejante sucede con el fujimorismo, cuya supervivencia se basa únicamente en la existencia de Kenyo Fujimori - aquel despreciable genocida condenado a 25 años de prisión por Crímenes de Lesa Humanidad – quien cumple su condena en la Diroes. Con el reo tras las rejas, si bien formalmente el control de esa organización mafiosa ha pasado a manos de su hija Keiko (la que no trabaja) ha quedado claramente establecido que el es quien verdaderamente tiene la ultima palabra en todo, como por ejemplo, confeccionar la lista de candidatos ya sea para el Congreso, las regiones y las alcaldías, y todos son aleccionados con un solo objetivo: conseguir su liberación, exigiendo a voz en cuello que se le otorgue a su encarcelado líder un indulto “humanitario” al cual por cierto no tiene ningún derecho. Venga ya ¿alguien puede dudar que si hoy Fujimori estuviera libre, no se presentaría como candidato en el 2016? Como ello no es posible, permite que su hija sea la abanderada de la mafia para que en el caso de que gane, lo deje en libertad y se convierta automáticamente en el poder detrás del trono, relegando a Keiko a un papel meramente ceremonial, consolidando el caudillismo en esa agrupación delincuencial. A su muerte este desaparecerá, con sus seguidores luchando entre si para ver quien se queda con su “legado”. Este fenómeno no es nuevo en el Perú, ya que se dio desde los primeros años de su independencia, cuando los militares creyéndose con el derecho de inmiscuirse en los asuntos de gobierno, protagonizaban golpes de Estado para deponer a quienes no veían con buenos ojos y luego ellos mismos los sucedían en el cargo, autoproclamandose presidentes provisionales y para legitimarse en el poder, llamaban a elecciones donde por supuesto eran los únicos candidatos, contando para realizar esta farsa con el apoyo de las clases dominantes quienes eran por cierto los únicos que podían votar. Pero con el paso de los años, estos sectores adquirieron mas poder económico gracias a las exportaciones de materias primas y desearon el poder político, obligando a los militares a regresar a sus cuarteles. Para ello crearon “partidos políticos” como el Civil y el Demócrata que en realidad eran grupos de amigos con los mismos intereses. La derrota en la guerra con Chile origino el regreso de los militares al poder como Cáceres quien con su partido Constitucional pretendió convertirse en un nuevo caudillo militar. Su derrota en la guerra civil propicio el regreso a la parodia “democrática” de civiles alternándose en el cargo hasta 1919 cuando Augusto B. Laguia dio un golpe de Estado estableciendo una feroz dictadura en el cual desaparecieron aquellos partidos “históricos”. Su caída en 1930 propició el retorno de los militares quienes a partir de entonces se convirtieron en tutores de aquella falsa “democracia” derrocando a aquellos gobiernos civiles que consideraban ineptos para el cargo como los de Prado y Belaunde. Con la “restauración democrática” de 1980, se sucedieron corruptos gobiernos que no pudieron hacer frente tanto a la grave crisis económica como al terrorismo mesiánico de Sendero Luminoso, originando como contraparte el resurgimiento de sectores autoritarios quienes creyeron que el uso de la fuerza - lejos de toda atadura democrática - era la mejor manera de combatirlos, lo cual originó un autogolpe de Estado liderado por Kenyo Fujimori, quien instauro un sangrienta dictadura en 1992 donde las ejecuciones extrajudiciales, así como la desaparición forzada de miles de inocentes a cargo de grupos paramilitares y el saqueo generalizado de las Arcas Públicas fueron cosa de todos los días. Su caída en el año 2000 no trajo consigo el fortalecimiento de los partidos políticos para prevenir casos similares, sino que estos siguieron con sus mismas taras y limitaciones, donde el amiguismo y el compadrazgo es vital para escalar en ella. No existe una democracia interna ni elecciones primarias para elegir a sus candidatos como es lo habitual en otras latitudes. Todo se limita a la voluntad del caudillo a la hora de “elegir” a sus favoritos. No es de extrañar por ello que quienes se sienten postergados abandonen esas agrupaciones y funden los propios - simples rótulos sin vida partidaria - en el cual hacen exactamente lo mismo que censuran a otros. Mientras esta situación no cambie será difícil conseguir la consolidación democrática que el Perú necesita, el cual estará a merced de cualquier iluminado - el llamado outsider - que se crea predestinado para resolver sus problemas, los cuales por cierto sólo los agravará. Que coincidencia que esos mismos sectores retrógrados y cavernarios quienes apoyaron a Fujimori - demostrando que no han cambiado un ápice - son los que ahora buscan las condiciones para un nuevo golpe de Estado. Sólo que esta vez, estaría dirigida contra ellos. Están advertidos :)
Sin pena ni gloria llego a su fin la participación de la selección peruana de fútbol en la Copa América luego de caer aparatosamente ante el dueño de casa y organizador del torneo. A modo de consuelo, arguyen que aun pueden jugar por el tercer puesto, pero ello ¿a quien interesa?. Lo patético de todo es aquella prensa mermelera que insiste en querer jugar con la ilusión de la gente titulando en sus portadas frases disparatadas como: “gracias” … “morimos de pie”… “caímos con dignidad”… “estuvimos a un paso”…“tenemos equipo” … “el arbitro condiciono el partido” … tratando con ello de justificar lo injustificable. y lo peor de todo es que existen descerebrados que aun les creen. Cuando se participa en este tipo de competencias es para quedar primero, no segundo ni tercero. Lo cierto es que el Perú volvió a su triste realidad de equipo chico - que culpa a otros de sus reiterados fracasos - pero que se niega a reconocer sus limitaciones que están a la vista de todos. Venga ya ¿porque siguen llamando a la selección a tipos viejos y acabados como Pizarro, Farfán y Vargas que solo se arrastran por el campo o aquellos otros como Guerrero y Zambrano con sus actitudes infantiles malogran el trabajo táctico del entrenador, obligándole a hace cambios sobre la hora, destruyendo todo lo planificado? Eso se vio ayer en los primeros minutos de juego, cuando parecía que la selección peruana podía tener un resultado favorable, aparece uno de esos que sin motivo alguno y de una patada certera hecha con alevosía y ventaja casi le fractura la columna a un chileno en presencia del arbitro, quien como no podía ser de otra manera termina expulsándolo del partido y ese fue el comienzo del fin para Perú. El final del partido entregó una imagen que se repite mucho, el de los jugadores llorando como mujeres lo que no pudieron defender como hombres. A continuación, las redes sociales - como es obvio -señalaron al árbitro venezolano como el “responsable” de la derrota. Nada más alejado de la realidad. Empecemos. A poco de empezar el partido, Carlos Zambrano y Arturo Vidal se enfrascaron en un duelo de empujones, el juez habló con ellos y les dijo que la siguiente jugada era tarjeta amarilla. Tal vez si mostraba la cartulina, algunos hubieran dicho que “debió dejar seguir” o que “tenía que entender que era un duelo caliente”. A continuación llegó la expulsión de Carlos Zambrano. No hay justificación posible. La culpa es del zaguero que piensa “que pegando le van a aplaudir más” y no entiende su importancia en el equipo. En el primer gol de Chile, la posición del juez no era la mejor y el árbitro asistente dejó seguir la jugada que ya de por sí necesitó la repetición para calificarse de dudosa. Empezando el segundo tiempo, el árbitro anuló erróneamente un correcto gol a Eduardo Vargas por una posición adelantada inexistente, por lo que el resultado hubiese sido mas abultado. Finalmente, la jugada de Paolo Guerrero no es penal ni aquí ni la China, porque ambos futbolistas, el peruano y el chileno, llegan forzando con el cuerpo la posición. Lo mejor en la derrota es no culpar a terceros, sino reconocer que ellos son los únicos responsables, pero como sabemos nunca lo van a hacer. Que sigan viviendo en su mediocridad y en recuerdos cada vez más borrosos y distantes, que esta selección nunca mas clasificará a un mundial. Las eliminatorias llegan en Septiembre y con ellas el desengaño y la decepción para aquellos masoquistas que confían en ellos aferrándose desesperadamente a una falsa ilusión. Pobres infelices. Por lo visto de nada ha servido que se vaya Burga, porque todo sigue igual :(
¿Cómo y por qué fue construido el templo de Chavín de Huántar? ¿Cómo pudieron edificar una construcción con métodos arquitectónicos tan avanzados? ¿De dónde provenían esos conocimientos? ¿Qué significado tiene el laberinto subterráneo de pasadizos que jamás se iluminaron? ¿Cómo pudo mantener su autoridad durante 800 años sin ningún tipo de ejército? ¿De dónde vinieron estos sabios constructores? De la mano del Dr. John Rick, Profesor de arqueología de la Universidad de Stanford, y del Dr. Luis Lumbreras, uno de los arqueólogos más brillantes de Latinoamérica, NATGEO tratará de dar respuesta a estas preguntas y desvelar los misterios que todavía atesoran los muros pétreos de este misterioso centro ceremonial y te invita este domingo 5 de julio a realizar un viaje a lo más antiguo de la historia del Perú, con el estreno de “Chavin, la Roma de los Andes”, buscando entender el poder cultural, político y social; y el legado histórico de este sitio arqueológico, declarado patrimonio de la humanidad por la UNESCO. Realmente Chavín de Huántar era un escenario en el que se representaba el teatro del más allá. Los sacerdotes ponían en escena una complicada liturgia, que reforzaba su poder ante los peregrinos que acudían al centro ceremonial en busca de respuestas. Utilizaban sustancias alucinógenas y todo tipo de efectos sonoros, olfativos y acústicos para manipular las percepciones que experimentaban los neófitos cuando se sometían a sus aterradores procesos iniciáticos. Hasta la propia arquitectura fue diseñada al servicio del drama religioso. Todo estaba en función de una elaborada estrategia de convencimiento. Este fue el principio de la desigualdad. La casta de sacerdotes especialistas se colocó en la cima de la pirámide social y pudieron mantener su autoridad durante 800 años, sin la necesidad de ejército. Lograron convencer al pueblo de que eran los mensajeros de los dioses. Mediante recreaciones en 3D, se reconstruirá el templo, tal y como fue edificado en sus diferentes fases. Por medio de croquis y mapas se verá cómo se extendió la influencia de la cultura chavín por los Andes y la costa. Asimismo, las secuencias dramatizadas con actores y figurantes, nos aproximarán a los rituales secretos que se realizaban en las galerías subterráneas y a los que tenían lugar en las grandes plazas ceremoniales públicas. También se recreará los aspectos más sobresalientes de su vida cotidiana y sus logros técnicos en arquitectura, orfebrería, cerámica, textiles y escultura. Además se analizará los conocimientos que tenían los sacerdotes de chavín sobre el movimiento de los astros y sobre las variaciones climatológicas. Asistiremos a ceremonias premonitoras, en las que predecían la llegada de los fenómenos meteorológicos.Una reconstrucción en 3D, basada en la tesis doctoral de la científica americana Miriam Kolar, de la Universidad de Stanford, sobre la propagación del sonido en el interior de los templos de Chavín, nos mostrará el nivel técnico que alcanzaron. El sonido de las caracolas sagradas se propagaba de una manera sorprendente en las galerías subterráneas. Podían crear extrañas armonías fruto de la reverberación o confusiones estridentes al servicio de la liturgia de cada momento. Las intervenciones de los arqueólogos en el propio yacimiento arqueológico, ayudarán al espectador a comprender la magnitud de esta colosal obra arquitectónica. Asistiremos a las nuevas excavaciones que realiza en el sitio arqueológico el Dr. John Rick y a sus nuevos descubrimientos. El documental contará la historia del hallazgo de este centro ceremonial y la decisiva intervención de científicos como Julio C. Tello, considerado el padre de la arqueología peruana o el botánico y geólogo italiano Antonio Raimondi. Ellos fueron los primeros en interesarse por este monumento. Descubrieron dos piezas fundamentales para el estudio de Chavín de Huántar bautizadas con sus nombres: el Obelisco Tello y la Estela Raimondi. Esta ambiciosa producción cinematográfica narrará la sorprendente historia del comienzo de la desigualdad en los Andes. Un relato sobre un hecho insólito que sucedió hace 3200 años. Ya lo sabes, se trata de un excepcional documental que no lo puedes perder, este domingo 5 de julio por NATGEO :)